Partida Rol por web

Transcurría las primeras horas de la mañana en Serbia, el sol bañaba con sus rayos matutinos los helados árboles en el exterior del orfanato Raca. No había aire festivo, ni preparaciones o ambiente navideño, ya que según la religión ortodoxa, navidad se celebra del 6 al 9 de Enero y el año viejo el 14 de este mismo mes.

Alguno de los chicos, ya empezaban con sus actividades matinales junto a los cuidadores. Otros, apenas empezaban a levantarse

El viejo orfanato, parecía laberíntico y a punto de caer en cualquier momento, sin embargo Natan, ya se había acostumbrado a los pasillos y numerosas puertas. Había sido convocado por el director y principal representante de Serbia y Rusia, El Patriarca Kirill, Mikhail Gundyaev. Un hombre bastante déspota y corrupto, su reputación internacional la había ganado creando diferentes orfanatos a lo largo de medio oriente y África, utilizando a los niños para trabajos  semejantes a la exclavitud.

Allí en Serbia, no podía actuar de manera similar, a pesar de la corrupción y escasos controles respecto al tema, al menos la calidad de vida era un poco mejor a la que llevaban los chicos en lugares como Madagascar.

Tras caminar un momento, Natan llegó a la capilla, donde El Patriarca ortodoxo estaba.

- Al fin llegas - Dijo el hombre de larga barba y ropas hiladas en oro - Un minuto más y te hubiese castigado - Agregó con su típico rostro inmutable y su aire de superioridad

-Disculpe la demora patriarca, buscaba mi medicina… creo que la extravié.  

El muchacho no estaba preocupado por el castigo en lo absoluto, ya estaba acostumbrado a los malos tratos por parte del supremo, sin embargo,  pensamientos de duda y terror afloraban en su cabeza… - ¿Qué puedo hacer en estos momentos? Sé que si Nick se presentara, se vengaría de todos los malos tratos que hemos recibido por parte de este hombre… esa cara… de alguna manera me causa repudio, siento como la ira brota en mi interior cada vez que escucho su voz.... ¡Pero no! No debo dejar que se apodere de mí o todos estarán en peligro, Nick no distinguirá. ¡Por el amor de dios!, espero poder encontrar la medicina a tiempo. 

Si bien Natan sentía mucho temor ante la idea de que aquella otra personalidad tomase el control de su cuerpo, lo cierto era que, desde que ingresó al orfanato no había vuelto a perder el control o siquiera sentir la presencia de Nic.

- Sí sí,  lo que sea, luego habla con alguien para recuperarla - Claramente no le interesaba el estado de salud del chico - Necesito que hagas unas diligencias específicas - Cada tanto, el Patriarca, le pedía a Natan que haga actividades, probablemente relacionado con alguna situación turbia. La razón, era que el chico había recibido educación y tenia buenos modales, sabía que no podía rehusarse o escapar, ya que siempre le seguían los pasos de lejos cada vez que salía a la calle y los castigos eran muy severos.

- Irás primero al correo, a enviar un paquete, allí luego alguien se contactará contigo y te dará las indicaciones ¿Entendido? - Le señaló el sobre para que lo lleve.

Siento que algo no anda bien...no me gusta la idea  de colaborar con las intenciones del patriarca, cada vez que hago sus encargos puedo percibir sus malas intenciones, sin embargo, viendo el lado positivo de la situación si salgo ahora estaré lejos de los niños del orfanato cuando el efecto de mi medicina haya acabado.

- Entendido supremo, haré lo que usted me pide.... Solo permítame ir a mi cuarto un segundo a dejar todo en orden y saldré a dejar su encargo.

El anciano mojó sus labios con la lengua y rascó su áspera barba, luego dio unos pasos pensativo - Sí sí, lo que sea, pero más vale que no te demores...

Luego se alejó del muchacho rumbo al pasillo.

Natan había quedado solo en la gran capilla, objetos dorados sobresalían en todas direcciones, probablemente bañados en oro su mayoría.

Ahora el chico debía ver que haría y cuanto tardaría en sus actividas propias, para luego marchar a la encargada.

A veces me pregunto si mis padres piensan en mi, si algún día vendrán a buscarme. Cada vez que entro a este cuarto afloran los recuerdos; siento un poco de nostalgia con el frío que entra por los agujeros y la humedad que se filtra por el piso roto...se parece mucho al lugar secreto que teníamos con Nick... supongo que así funciona la mente humana, a través de estímulos que nos llevan a recuerdos y situaciones pasadas, sin embargo, creo que ya es hora de dejar eso atrás, es hora de crecer... algún día todo será mejor supongo... mientras tanto tendré que seguir conviviendo en este lugar, por lo menos hasta que me pueda valer por mi mismo. 

- Al parecer mi medicina no esta bajo la cama ni dentro de la cómoda, quizás algún chico del hogar me ha jugado una broma...creo que ya es tarde, mejor iré a dejar el encargo. 

Ha pasado un tiempo ya desde la ultima vez que pase por este lugar; siempre me han gustado los majestuosos he imponentes pinos que se alzan sobre las altas construcciones, las calles y sus mosaicos, las hermosas catedrales con arquitectura propia del neoclacisismo, y como olvidarme por supuesto de las cristalinas aguas del Danubio que bañan los humedales y la flora de los alrededores...a pesar de que ha sido un lugar marcado por la guerra, es un lugar perfecto para vivir, perfecto para dar un paseo y calmar la mente... 

- valla, creo que me he dejado llevar por mis pensamientos... lo bueno es que ya casi llego al lugar del encuentro y aún me quedan un par de minutos, apuraré la marcha. 

Efectivamente la maravillosa y emblanquecida Zemun, a pesar de lo fría, era hermosa en todas las épocas del año. A pesar de que no todos festejaban año nuevo en aquel día, el ambiente festivo de las personas estaba presente en todos los alrededores.

El destino de Natan era el Zemun Posta, ubicado a dos cuadras del Danubio, sobre la calle Glavna, esquinas Davidoviceva y Dr Petra Markovica, aproximadamente entre treinta y cuarenta y cinco minutos a pie desde el orfanato.

Natan sabía que le seguían, el Patriarca no iba a dejar que su preciado correo y el chico se perdieran en la ciudad o les sucediese algo malo, pero no le impedían pasear mientras cumpliese con su deber, al menos llevaba ese beneficio. Tras pasar por una multitud de personas que circulaban por la calle, el chico sintió como si alguien le hubiese hablado al oído, pero al haber mucho barullo y sonidos, no pudo distinguir quién o qué le habían dicho.

Tras seguir caminando, llegó a su destino. No era la primera vez que ingresaba al correo para enviar o recibir correspondencia de Kiril, pero esta vez la situación iba un poco más allá. La mujer que despachaba a las personas, nada más ver a Natan, a quien ya conocía, dejó de lado lo que estaba haciendo para atenderlo.

- Esto es para ti - Le dijo tomando el paquete del Patriarca, enseñándole una nota y dándole un paquete junto a una llave.

Luego la mujer rompió el papel en trozos.

- muchas gracias dama, tan atenta como siempre... que tenga una buena tarde.

A pesar de que ya estoy acostumbrado a estos encargos tan secretos, siempre siento una curiosidad enorme de saber los fines de estos paquetes... ademas de un poco de miedo y malos presentimientos, sobretodo ahora que la mujer del correo actuó tan extraño,  pero también se que estaré a salvo ya que el patriarca no se arriesgará a manchar su imagen con algún tipo de alboroto que pueda levantar sospechas... Tendré que ser cuidadoso, sin hacer preguntas ni alguna cara que me delate... por lo menos se que esa hostal queda casi en pleno centro, un lugar muy transitado para que a alguien se le ocurra hacer alguna estupidez...

- Espero no tener que quedarme en la habitación que marca la llave, ya ha pasado bastante tiempo sin mi medicina y quiero regresar a buscarla... calma Natan, calma ante todo.

Ya he llegado, hora de enfrentar la verdad.

Natan sabía que la distancia aproximada del hostel eran unos treinta o cuarenta minutos a pie. Por un momento, tal vez un pestañeo, le pareció que dicha distancia había sido recorrida mucho más rápido de lo normal y cuando quiso acordar ya había llegado al lugar.

El lugar, con aspecto de mala muerte, no sobresalía mucho de las demás edificaciones de la manzana, si no fuese por el cartel, pasaría como una casa mas. La puerta estaba abierta y en el interior, detrás de un precario mostrador que servía como recepción, no había nadie. Se podía respirar algo de olor a humedad, producto de la poca ventilación y, en las esquinas, alguna que otra araña tejía su hogar.

-¿Hola?, ¿hay alguien aquí?...¿Aló?... vengo a dejar un encargo a esta dirección... 

Que extraño, pareciera que este lugar ha estado deshabitado por un par de horas o quizás días... ¿Debería seguir insistiendo en llamar o arriesgarme a encontrar por mi cuenta el cuarto que indica la llave?, esto me huele mal... No quiero parecer mal educado si alguien llegara a aparecer, pero tampoco puedo esperar mucho tiempo, ya esta cayendo la noche y se me hará difícil volver al orfanato, ¿que hago?...

-¿Hola?... vengo de parte del patriarca Kiril...¿hay alguien?... No hay caso, tendré que adentrarme un poco más a ver si encuentro señales de vida

Al parecer este hostal no es un lugar de muy buena reputación, si no fuera por el papel tapiz y el estilo de las lamparas sería igual al orfanato en el que vivo...La humedad, el silencio y las telarañas me están incomodando y aún no aparece nadie... 101, 102, 103... !Al fin, habitación 104¡ veamos que nos depara detrás de esa puerta...

Natan había no tardó mucho recorriendo los pasillos del hostal, hasta dar con la habitación, eran pasillos estrechos y bastante mal cuidados, daba la sensación de que pocas personas desearían pernoctar en aquel lugar.

Sin esperar o golpear, el chico abrió la habitación, dentro estaba bastante oscuro y al dar un par de pasos hacia el interior, pudo escuchar como el seguro de varias armas fue desactivado.

- ¡Carajo, chico, eres tú! Bajen las armas, es el borrego de Kiril – Dijo uno de los encapuchados, que a decir verdad había al menos cinco. Si bien nunca le había visto el rostro, conocía su voz por alguna llamada telefónica o dejar algún paquete sin mirar, ese tipo siempre estaba metido en todo.

- Ven pasa, siéntate mientras revisamos el paquete de cocaína – Dijo ofreciéndole asiento en la silla a su lado.

 Una voz en su mente resonó – Haz lo que dicen.

¿Cocaína?... esto es mas malo de lo que me parecía, ¿que prentenderán hacer conmigo ahora? ¿debería correr? ¿debería parecer amigable? maldito Kiril, siempre usándome como una rata suicida... !ya tranquilo¡, ya no puedes hacer nada más que esperar a que revisen el contenido y que todo esté en orden... ahora comprendo lo que debió sentir Nick cuando estaba rodeado por esos asesinos... no me queda más que ser atento y educado. 

- Estoy atento a sus ordenes, cualquier recado o encargo que quieran enviar solo díganlo y llegará a su destino. 

- ¡Este chico es genial! Jajaja ¡Me encanta! – Comentó el sujeto encapuchado pasando el brazo con fuerza alrededor de los hombros de Natan, en una especie de abrazo, una de las pistolas quedo a la altura de su rostro, incluso podía verle todos los detalles –Oye chico y ¡si mejor dejas al viejo y trabajas para mí?- Volvió a reír – Mejor no le digas que dije eso.

El hombre se alejó con el paquete en la mano, lo puso en una mesa y con un cuchillo lo abrió un poco, pasando el dedo y llevando algo del polvo blanco a su lengua. En ese momento, Natan pudo notar como en una habitación contigua, un sexto hombre salía de ella acomodándose el pantalón, dentro una chica de no más de quince o dieciséis años se encontraba sobre una cama.

- Es de muy buena calidad, el viejo nunca nos falla – Parecía complacido – Ahora ir...as..s.  …d.f…..g….. – El hombre hablaba pero no se entendía nada, todo se volvía difuso… todo se volvió negro.

- Eres débil – Dijo la voz en aquel mundo de oscuridad – No solo eres un usurpador… sino débil…

Al volver en sí, Natan estaba en el interior de un coche.

- Es muy buena idea chico, cada vez me agradas mas – Dijo la voz del mismo sujeto.

¿que ha sucedido? ¿donde estoy? ¿quien es este hombre?...creo que he perdido la conciencia por un momento, si tan solo pudiera recordar algo de lo que paso en esa habitación...

!ahora lo recuerdo! !Nick¡ !no puede ser¡, me ha metido en serios problemas... Al parecer acepto unirse a esta banda de delincuentes...esta vez no tengo escapatoria y sin mi medicina cada vez seré mas susceptible a sus apariciones.

¿donde me llevan?, no conozco este lugar... esto no es Belgrado, ya no puedo observar nada que me parezca familiar.

Esa chica...!malditos¡, si tan solo fuera un poco mas valiente podría haber hecho algo al respecto, solo espero que este bien... por ahora solo puedo actuar como lo haría Nick y seguir la corriente.

- Muchas gracias jefe, un placer trabajar para usted... recuerde que puede confiar en mi plenamente. 

- Pero ¿Qué dices? ¿Has cambiado de opinión? - El hombre giró para ver a Natan por un momento - Creo que tu astucia y tus buenas ideas serian valiosas en las filas de la revolución, pero no quiero tener problemas con Kiril je je

El auto estaba a las afueras de la ciudad ¿Cuanto tiempo había transcurrido? Tras unos minutos, el auto aparcó.

- Aquí es, hagamos esto rápido - Comentó mientras apagaba el coche,  se guardaba la llave en el bolsillo y bajaba.

Estaban en un viejo desagüe en desuso.

El hombre miró a todos lados, le quitó el seguro a la pistola y comprobó si estaba cargada.

- Nunca se sabe... bien, hagamoslo - Dijo mientras se colocaba el arma en la cintura y abría la valija del coche.

- ¡No la cagues esta vez! Usurpador...- Habló la voz en su cabeza.

!No puede ser, esto ya ha pasado los limites¡ ¿de que trata todo esto? !eso es un cadáver¡... por Dios espero que no sea el de la chica... si estos asesinos son capaces de hacer esto y temen de Kiril, no me imagino que otras cosas puede hacer él..

Soy cómplice de trafico, violación y asesinatos... ¿que podría ser peor?, si quisiera denunciarlos, ¿quién me asegura de que la policía no es tan corrupta como ellos?... soy un cobarde...siempre estaré a la sombra de los demás, me gustaría ser un poco mas decidido y frío como Nick.

No puedo arriesgar nada por ahora, solo sigue la corriente, !nada más¡... 

- Hay que hacerlo rápido para no levantar sospechas, seria prudente también sellarlo para evitar que se desprenda algún tipo de olor...

por favor Nick, no hagas mas estupideces...

- Si la metemos en el conducto no va a poder salir en un buen tiempo – Dijo el hombre agarrando de un lado de las sabanas – Toma de ese lado y ayúdame.

Ambos llevaron el pesado objeto envuelto en la sabana y mojándose un poco lo introdujeron en el desagüe, el agua olía bastante mal.

Tras unos instantes ambos estaban de nuevo al lado del vehículo, el hombre se introdujo un poco en la parte trasera de este y saco dos cervezas

- Con estas actividades me dan ganas de beber, toma una – Le habló teniéndole la lata de cerveza.

En ese momento, la realidad se empezó a distorsionar, el suelo giraba como en un remolino y todo se volvió negro de nuevo.

- Al fin nos vemos – Dijo la voz, el sabia quien era – Eres un usurpador… una mentira… Todo tu mundo es una mentira…

Esa voz es de Nick, debe estar tomando control de mi cuerpo en estos momentos... debo lidiar con él para que me deje tranquilo y se valla de una vez.

- ¿usurpador?, ¿a que te refieres con eso de que soy una mentira?... ¡sal de mi cabeza!, tu eres el problema aquí, que tomas control de mi cuerpo, !tu eres el usurpador y mentiroso¡ déjame en paz, si no fuera porque no tengo mi medicina, no serias nada, porque yo soy el original, ¡nadie mas que yo!... ¿que pretendes lograr haciendo daño a las personas? ¿pretendes dejarme mal?... créeme que ya no tengo nada que perder, así que déjame en paz... ¡juro que haré lo posible por deshacerme de ti!.