Partida Rol por web

Tierra sin Fé

Heraldos de la Oscuridad

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06/09/2009, 21:33
Director

El pequeño grupo sigue su camino hacia el sur, dejando a la izquierda la cordillera durante todo el trayecto. Unas criaturas serpentinas parecidas a dragones, y de buen tamaño (Posiblemente entre 4 y 6 metros) se ven revolotear por las montañas cada cierto tiempo, unas tres o cuatro veces al día durante los dos días que dura la marcha, marcha a la que realmente ninguno de los tres está debidamente habituado.

El humo se estuvo viendo durante toda la tarde, pero para cuando salió el sol al dia siguiente, ya no estaba. Continuando según las indicaciones de Jermi, a mediodía del dia siguiente ya pudisteis ver las altísimas murallas de la ciudad. La ciudad estaba en un paso de montaña relativamente estrecho, donde la cordillera dejaba algo de tregua. Aún asi, el terreno de la ciudad era ondulante, pero con mucha, mucha diferencia, era el mejor lugar para cruzar al interior del Valle de las Maravillas que habíais podido ver en más de cien kilómetros.

Hacia afuera se extendian ondulantes tierras de cultivo, y el paso quedaba cerrado a cal y canto por una muralla de diez metros de altura, y de una longitud que desde el noroeste de la ciudad os es imposible averiguar. Gran parte de la muralla es de una arquitectura estilizada y de piedra antigua y ennegrecida por el paso del tiempo, pero que conserva el aspecto liso y perfeccionista de la piedra bien tallada. Las partes con ese estilo arquitectónico tienen torres altas y esbeltas acabadas en tejados cónicos de pizarra azul.
Algunas secciones del muro están reconstruidas con piedra gris y tallada 'más a lo basto'. Las torres de esas secciones son más achaparradas y gruesas, pero igualmente cilíndricas. Parecen bastante más nuevas.

Muy pocos tejados sobresalen de la muralla, y se ve poco de ellos que merezca la pena remarcar por ahora.
Hay algunas torres de vigilancia, sueltas, en mitad de la montaña, sobresaliendo de los árboles y a mucha distancia entre ellas. Parece que llegan hasta casi las cumbres, y sin duda desde allí arriba han de tener unas vistas increíbles para ver a cualquiera que se acercase a la ciudad.

Hay algunas casas y edificios pequeños junto a la muralla por el lado exterior, todas del estilo arquitectónico 'nuevo', con tejados de pizarra negra o azul.

Ahora mismo estáis aun en el bosque, si salís, primero tendreis que cruzar los campos en una caminata de una hora aproximadamente, antes de llegar al muro.

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06/09/2009, 22:18
Barahir Leithian

Notas de juego

Pues nada, vamos para allá.

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07/09/2009, 17:00
Director

Cruzáis los campos, pasando por delante de las casas de los campesinos. Os miran sin acercarse, extrañados. Desde luego no tenéis pinta de ser un grupo habitual, y por lo que cuenta Jermi... tampoco es que tengan muchos vecinos por ahí fuera.

Reconocéis bastantes de las plantaciones y árboles, pero también hay algunos desconocidos. Por lo demás, estas gentes parecen bastante normales. Casi todos con colores de cabello rubios, castaños claros o pelirrojos (parece ser un color bastante comun) y grandotes, o al menos estos granjeros. Al contrario que en el reino de los medianos, esta gente viste colores más normales y baratos. Al llegar a la puerta de la ciudad, de siete metros de altura, podéis apreciar que ha sido demolida de fuera adentro, y una de las hojas de la puerta cuelga hacia adentro.

Un destacamento custodia la puerta, a falta de una de las hojas. Mientras llegáis, hablan un poco entre ellos, y finalmente dos se acercan a caballo hacia vosotros.

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07/09/2009, 22:03
Soldado Imperial

Ambos soldados llevan cotas de malla, cascos levemente puntiagudos, y un tabardo azul marino, además de hachas de batalla y escudos redondos. Tanto en el escudo como en el tabardo puede verse el siguiente símbolo

El soldado levanta la mano para daros el alto, mirándoos con suspicacia, y manteniendo una distancia de cuatro metros.

Buenas tardes, viajeros... bienvenidos a Puerta del Oeste. A causa de una situación especial, es imperativo que se presenten y declaren sus intenciones y procedencia.
Mira a Jermi, a quien casi habia ignorado, y os vuelve a mirar
Y también porqué viajáis con ese mediano.

Los caballos están algo inquietos, sin duda se debe al lobo de Jermi.

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07/09/2009, 22:23
Barahir Leithian

Barahir mientras camina hacia la muralla va admirando las construcciones. Muchas cosas encajan o, al menos, podrían tener sentido. Es un insulto a la estrategia militar y al buen gusto dejar fortificación decente como esa con una hoja colgando como si fuera la puerta de una chavola. Es muy posible que eso, el humo que vimos y el hecho de que venga el señor este a pedirnos explicaciones de por que y a donde vamos y por qué acompañados de un mediano demasiado feo como para mirarle demasiado tiempo a la cara... Barahir tiene años de experiencia en saber que las cosas raras cuando vienen de golpe es que van juntas.

Se queda mirando al jinete acercarse.

Tienes suerte de que estemos a las puertas de la ciudad y no a medio camino por que si no, te quedabas sin caballo. Y si protestas, hasta sin vida, diablos... vaya caminata.

Miraa Iolaeden y a Jermi asintiendo.

Buenas tardes. Echa un vistazo a los alrededores. La dama es Iolaeden, el mediano es Jermi y yo soy Barahir. Venimos de tierras lejanas y nuestros asuntos... digamos que somos mensajeros. Jermi es nuestro guía.

Hay muchas expresiones incompletas para definirnos, pero la de mensajero es la que mas impone. No vamos a soltarle el rollo por que le asustaría y quizá no nos dejara entrar.

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07/09/2009, 22:51
Iolaeden Raldimar

Iolaeden empleó el viaje en tratar de unir piezas del rompecabezas que se extendía ante ellos. Según se fueron acercando al lugar, quedó patente que lo que había visto no había sido una ilusión: allí se levantaba la ciudad del paso de la que Jermi les había hablado. O la ciudad había sido atacada, o había habido un incendio. La Sacerdotisa de Loviatar se preguntó si aquellas criaturas serpentinas que cruzaban el cielo escupirían fuego como los dragones rojos que habitaban en Faerûn... y si eran responsables de la columna de humo que Barahir había detectado desde el altozano.

Pasaron por entre los campos de cultivo, levantando las ora suspicaces, ora curiosas, miradas de los campesinos. Iolaeden les devolvió la mirada calmosamente, inclinando levemente la cabeza a modo de saludo y esbozando una sonrisa. Aquellos pequeños gestos de cortesía la permitirían mirar a los granjeros durante unos instantes más de la cuenta y estudiar a traves de sus ropas y sus expresiones cómo eran y cuáles eran sus costumbres. A veces una sonrisa, un cumplido y una pregunta oportuna podían proporcionar una información que todo el oro de un reino no podría procurar.

Se aproximaron a la ciudad cuando el cielo ya tenía el tono purpúreo del atardecer y el sol se estaba convirtiendo un ojo rojo que les contemplaba desde el borde del mundo. Iolaeden se deleitó con la visión de la ciudad resplandeciente en el ocaso, casi inflamada por segunda vez por el color cobrizo con el que irisaban las construcciones. Esto era sólo una ciudad fronteriza de los Hombres de Hierro, supuso que las ciudades del interior deberían rivalizar con importantes ciudades de la Costa de la Espada como Aguas Profundas, Athkatla, Espolón de Zazes o Puerto Cálim. Sólo la puerta de la muralla, destrozada y colgando de uno de sus goznes parecía indicar que en realidad sí se había producido la violencia que Iolaeden había supuesto. Por lo que habían visto, los campos no habían sido objetos de ningún ataque, ni había rastro de incendio alguno. Desde luego, la destrucción de la puerta no había sido cosa de las criaturas serpentinas que habían visto, que no necesitaban destruir la puerta para nada. Quizá pudieran indagar de ello una vez hubieran transpuesto las puertas.

Iolaeden dejó, de momento, el peso de la conversación con el guardia a Barahir. Le resultó curioso oír el familiar nombre de Puerta del Oeste. Ella nunca había estado en esa ciudad faerûnia, pero si todo lo que contaban de ella era cierto, y esta ciudad se parecía en algo a aquella, habrían dado con un buen lugar en el que empezar su predicación. 

Volvió de nuevo al mundo y habló al guardia que les cerraba el paso.

Buenas tardes, buen hombre. En efecto, sólo estamos de paso. Buscamos un sitio donde aprovisionarnos y una cama en la que... descansar. Iolaeden era consciente del efecto que tenía sobre los varones, y lo utilizaba. Su encanto podía engañar, confundir y convencer. Podía conseguir que las sugerencias más imposibles y repulsivas parecieran lógicas y atractivas.

Por ello le dedicó su sonrisa más seductora y le dedicó un coqueto parpadeo, que parecía sugerir ¡o prometer! placeres prohibidos.

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07/09/2009, 23:29
Soldado Imperial

El segundo guardia mira al primero, que le devuelve la mirada de reojo.

Ninguno de los dos parecen responder a las provocaciones de Iolaeden, y con un tono algo más tenso, como si tuviera segundas interpretaciones, pregunta...

¿De qué clase de... tierras lejanas procedéis? ¿Y qué mensaje traeis? ¿Qué simbolo es ese? Pregunta señalando el símbolo de la Doncella del Dolor que luce Iolaeden durante un instante. Queda esperando muy expectante.

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08/09/2009, 10:14
Iolaeden Raldimar

 Iolaeden suspiró. Se preguntaba cómo demonios Barahir había sido elegido por un dios como Maskhara dando ese tipo de respuestas que incitaban tantas preguntas. Si su distracción no había resultado, ¿qué iban a decir? Las respuestas iban a ser cada vez más embrolladas.

Ahora dirá que venimos de otro planeta y que os traemos el mensaje de nuestros dioses comentó jocosamente Iolaeden. Suelta la misma perorata en todos los sitios. Es todo un bromista.

Rió ante su propio chiste y continuó.

En realidad somos mercaderes en nuestra tierra natal, Amn, no sé si habéis oído hablar de ella porque está al otro lado del mar. Llevamos varios negocios y uno de ellos son las antigüedades (otro es la contratación de mercenarios y espadas a sueldo, que es lo que significa el símbolo que luzco). Últimamente está muy de moda entre la nobleza amnita coleccionar artículos de El Imperio Blanco, y bueno, nos dijeron que vuestras tierras eran un lugar ideal para encontrar reliquias auténticas de aquellos tiempos remotos. Estoy segura de que vuestras ciudades se beneficiarán de los impuestos que graven de la compraventa de esas maravillas y podréis emplearlo en... hizo un gesto en el aire, como para dirigirse a la puerta colgando de sus goznes arreglar desperfectos, por ejemplo.

Por cierto, ¿cuáles son vuestros nombres? inquirió con una expresión peligrosa en el rostro. Sinceramente, no estoy muy acostumbrada a esperar tanto ni a dar tantas explicaciones. Y si nos vais a retener más tiempo, vuestro alcalde o quien quiera que mande aquí, querrá saber a quién debe dar su justa... "recompensa" por habernos importunado tanto y retrasar nuestros negocios aquí.

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08/09/2009, 10:49
Iolaeden Raldimar
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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08/09/2009, 11:00
Soldado Imperial

A las primeras dos frases de Iolaeden, los dos soldados se miran, sustituyendo sus expresiones suspicaces por otras temerosas e inquietas. Después, siguen escuchando a la sacerdotisa, pero parece que más que escuchar, están esperando a que termine

Cuando termina, el soldado asiente, y hace un gesto restándole importancia al asunto de sus propios nombres

Está bien, viajeros.... bienvenidos a Puerta del Oeste. Suerte con sus... asuntos.
Con un gesto a su caballo, hace que éste se aparte del camino, y os cede el paso. Su compañero le imita y ambos mantienen una distancia prudencial de los "comerciantes" mientras siguen acercándose a la ciudad.

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08/09/2009, 11:30
Jermi, seguidor mediano

Sonriendo y con aire de incredulidad, Jermi os acompaña hacia las puertas, mientras habla por lo bajo hacia vosotros.

Nunca pensé que pisaria esta ciudad. Esto es alucinante... jejeje

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09/09/2009, 20:57
Barahir Leithian

Barair escuchaba lo que decía Iolaeden, preguntándose por qué responde al soldado con ánimo de no soltarle el rollo y, en cambio, le habla sobre Amn... un lugar que aquí no conocen y que puede suscitar bastantes preguntas. Ahora que le hemos asustado responderá concisamente. Señala al portón como elq ue no quiere la cosa.

-Diga, ¿por que está la puerta rota? Anoche vimos humo desde el camino, ¿pasó algo?

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09/09/2009, 21:09
Soldado Imperial

El soldado asiente.

Ha llegado un... trasgo mago, uno increíblemente poderoso. Al parecer habló con el Conde, que le acabó por echar. Entonces bueno...
Señala la puerta.
Volvió a entrar 'por sus medios', y arrasó el palacio, con el Conde dentro. Simplemente... no le contradigan.

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09/09/2009, 22:00
Barahir Leithian

Una cara de sorprendido. Por dentro, medio se lo esperaba.

-Vaya... si es tan amable indíquenos según se entra a la ciudad una posada decente donde comer y dormir en condiciones. Y de paso nos informaremos sobre este prodigio...

Una cara de complicidad hacia Iolaeden.

Notas de juego

Si eso nos llevas directamente a la posada donde haremos algunas preguntas al mesonero y tal.

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11/09/2009, 01:10
Director

El soldado os indica cómo llegar a una buena posada, aunque la mayoría estan al otro lado de la ciudad, donde la carretera lleva al resto del Imperio.

Los demás soldados no pusieron ninguna impedimenta a los viajeros, aunque las miradas de curiosidad, menosprecio y las risas sin demasiada contención hacia el mediano eran constantes.

Todas las torres contaban con una gran ventana que daba hacia el exterior, cosa extraña, pues las torres defensivas no suelen necesitar de ventalas grandes si no de troneras. Dentro, la ciudad tenia algunos contrastes parecidos a su propia muralla.

Algunas casas solariegas, en alto, mostraban una exquisita arquitectura antigua y estilizada, y también algunos pocos edificios dentro de la ciudad que parece que habian sobrevivido a la edad antigua de la ciudad. Mientras tanto, las casas 'nuevas' eran de piedra tabajada de forma más sencilla. Las casas de dos pisos eran relativamente comunes, y aunque habian algunos edificios más grandes, de tres plantas o cuatro, eran muy raros de ver, y la mayoria parecian mas bien almacenes.

Es curioso ver como en algunas esquinas o al lado de algunas puertas hay colgados cristales verdes o de color vainilla, del tamaño de un melón. Si son decorativos o tienen otra función... es dificil de saberlo.

Para no haceros andar toda la ciudad, -haciendo que os perdieseis- os ha indicado una bastante buena cerca de la muralla occidental.

Podéis notar el ambiente de la ciudad bastante tenso, la gente mira entre mal y raro al grupo, especialmente al mediano.

Notas de juego

Por ahora Esto es lo único que medio conocéis de la ciudad, por lo que os han dicho.

La zona de cuarteles es también en parte campo de entrenamiento, y por encima de los edificios sobresale algo que no alcanzáis a adivinar qué es. Aunque solo veis la parte superior, parece que se trata de una especie de carpa inmensa y con una forma como abovedada.
Hay dos de ellas, y tendríais que pasearos por allí para verlas mejor, el problema es que están dentro del muro de 4 metros que separa los cuarteles del resto de distritos de la ciudad

El distrito gubernamental es donde estaba el palacio del Conde, que fu incendiado. Estaba junto al alcázar. Para cuando las veáis, las dos murallas interiores son 'modernas', y las dos exteriores son antiguas con partes reconstruidas.

Las líneas marcadas en gris son murallas considerablemente más bajas, de 6 metros en lugar de 10, pero el terreno es tan escarpado que parece más que suficiente.

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11/09/2009, 03:09
Barahir Leithian

Notas de juego

Lo primero será ir a la posada a averiguar todo lo posible sobre la situación actual de más o menos todo. Cómo es la ciudad, lo que piensa la gente, la lealtad de los soldados, como es posible y es posible colarse en el palacio y que clases de muestras de poder ha hacho dicho trasgo. Y entonces trazar un plan.

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12/09/2009, 12:04
Iolaeden Raldimar
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

 Buf, como odio que diga ese tipo de cosas off-rol.

 En fin, un 34 en saber: religión para saber de quién es elegido. Que yo de dioses goblin no tengo idea pero mi pj sí xD.

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12/09/2009, 15:37
Iolaeden Raldimar

   Iolaeden se quedó pensativa cuando el guardia dijo que había sido un hechicero trasgo el responsable del destrozo de las puertas. Sospechaba que se trataba de un Elegido, por la expresión tensa de los soldados cuando broméo acerca de dioses y de otros mundos. Lo que pretendía ser una burla enmascarada supuso una información adicional. 

   Le parecía improbable que Mystra o ninguno de los otros dioses de la magia del panteón faerûnio eligiera a un trasgo como su campeón. Así que debía ser el Elegido de Magubliyet, a menos que existiera alguna deidad menor o algún semidiós entre esas sucias criaturas dedicado a extender las artes arcanas. 

   Encontró la complicidad en los ojos de Barahir, pero ella le devolvió una mirada más cauta y menos jactanciosa. Sí, los trasgos eran estúpidos y débiles, pero este era un brujo, y nunca se podía tomar a un brujo a la ligera. Deberían ir con mucho cuidado, y evitar el confrontamiento a menos que estuvieran seguros de que pudieran derrotarlo y sacar provecho de la victoria. 

   Recorrió las calles de la ciudad sumida en un silencio caviloso, echando lánguidas miradas a aquellos que se reían del mediano. Definitivamente, la gente era estúpida. Un trasgo había puesto en cuestión las defensas de su ciudad y había invadido el palacio de su Conde. Y resultaba obvio no habían sido capaces de asimilar que hasta la criatura más pequeña e ignominiosa puede tener un poder capaz de sacudir los cimientos de su mundo. Esas gentes tenían lo que se merecían.

   Llegaron por fin a la posada a la que se había referido el guardia: Las Seis Puertas. Era una taberna espaciosa, de varias plantas y parecía cuidada y limpia. Dentro de lo que cabe, parecía no haber mucho jaleo alrededor, así que podrían dormir bien. Limpia y silenciosa: una combinación lujosa propia de las posadas de las grandes ciudades. Con un poco de suerte, podrían comer bien, pero Iolaeden se preguntaba qué demonios pensaba hacer Jermi con su montura lupina. Era obvio que no iban a dejarla en el establo junto a los caballos.

   Dejando que el mediano resolviera sus propios problemas, hizo un gesto a Barahir para que se introdujeran en el edificio. Se preguntó qué tipo de bebidas tendrían a su disposición. Desde luego no elverquisst. Iolaeden suspiró, ¿qué estaría haciendo Eleedra en este momento? ¿Cómo llevaría aquella Arrodillada sus primeras lecciones? 

   Con estos pensamientos en la mente, abrió una de las tres puertas dobles de la posada y penetró en el interior.

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13/09/2009, 11:39
Barahir Leithian

Barahir echó un vistazo a todo lo que había en el salón. Mesas, gente. Se dirigió al mesonero.

-Buenas tardes, quisiéramos reservar una habitación para tres. Para esta noche. Se gira a Iolaeden, asintiendo con la cabeza. Los tres en una habitación sería lo más prudente.

-Por cierto, ¿qué nos puede decir de lo que ha pasado con el trasgo que ha arrasado el palacio? La gente debe estar muy confusa, ¿no?

Todo lo que se pueda averiguar acerca de lo que piensa la gente y en consecuencia lso soldados y demás guardias de palacio será importante para tantear la posibilidad de meternos en el palacio. A demás necesitamos saber que clase de cosas está haciendo ahora que manda... quizá sepa cosas que nosotros no sabemos.

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13/09/2009, 13:28
Posadero de Puerta del Oeste

La posada tenia un comedor principal muy grande, con mesas de madera gruesa, y suficiente iluminación para apenas necesitar lámparas. Unas escaleras amplias llevan a los pisos de arriba, y una puerta a la cocina y supuestamente a la casa de los dueños.

La decoración tiene cierto aire bárbaro, algunas pieles en las paredes, trofeos de caza -algunos animales recuerdan a ciervos, y también hay una cabeza de considerable tamaño de un lobo con largos colmillos y pelaje áspero y verdoso. A la espalda de la barra hay otra decoración de un par de hachas antiguas cruzadas sobre un escudo redondo, y todo ello bajo un casco oxidado con una punta bastante más pronunciada que los que habéis visto en el ejército. Posiblemente sean más que mera decoración, a juzgar por el aspecto del Posadero.

El posadero habla con voz ronca, cascada de alcohol u otros vicios.

Buenas tardes, forasteros. Os mira un poco, largamente antes de daros las llaves Parece ser que no es el único tipejo super poderoso que ha llegado últimamente al Imperio, por lo que cuentan los caravaneros. Pero el Conde fue lo bastante listo como para echar al trasgo de Puerta del Oeste, así que ese moquete marrón destrozó la puerta y aniquiló montones de guardias, rompió otra de las puertas interiores, y destrozó su palacio.

Se rumorea que queria que se impusieran unas cuantas normas en Puerta del Oeste, al margen de las leyes imperiales, o algo así. En cualquier caso, tengo la sensación de que os interesa saber aún mas que eso.
Levanta una ceja mientras limpia un vaso

Vosotros tampoco sois de por aquí, ¿verdad que no?

Preguntó, quizá con segundas, o quizá se trataba de alguna otra cosa que los faerunios no acababan de entender.

En cuanto al lobo... tendrá que dormir fuera y atado. Y si muerde a alguien, la guardia se encargará de que sea la última, asi que mas vale que esté domesticado. Miró al mediano.