Partida Rol por web

La hermosa mujer, encuentra una cueva escondida entre la maleza, excarbada en una roca, dentro de ésta, hay huellas húmedas de haber estado un oso dentro, la caverna es de 30 pies de profundidad, y guarda bien el calor, ya que el viento no da por ese lado.

Por otro lado, el minotauro ve en la lejanía,(90 pies) una figura parda que anda a cuatro patas, de tamaño grande, es una criatura grange e imponente, que va olisqueando el aire en busca de alguna presa.

Sí. Una sonrisa se dibujo en la cara bovina del minotauro. Aprende cachorrilla, en mi tierra cazamos así.

La enorme figura se plantó ante la entrada de la cueva y bramó con un mugido para atraer la atención del oso, tras lo cual se preparó para derribar al oso en cuanto lo tuviera a su alcance.

 Weelksy mira la escena sacando un par de flechas, pero sin enconcar ninguna de ellas, esperando ver las acciones del "masestro".

El oso se pone sobre dos de sus patas y alza sus brazos en posición hostil, tras ésto se acerca corriendo hacia donde está el minotauro, provocando Ataque de oportunidad.

El minotauro vio como el oso comenzaba a correr hacia él con ferocidad, Muut intentó atacarle en cuanto el animal estuvo a su alcance, sin embargo la dura piel del animal junto con la distancia que aún los separaba lo libró de un terrible tajo, aunque el minotauro reaccionó rápidamente y con su alfanjón atacó a las patas del oso con fuerza intentando así derribarlo.

El oso intenta no acabar derribado por la imponente espada del minotauro, pero acaba siendo derribado por el gran alfanjon del minotauro.

Grrrrr al oso cae al suelo revolcandose.

El minotauro dedicó una rápida mirada de orgullo a la guerrera, tras lo cual lanzó un nuevo ataque contra el oso, abriéndole las tripas con la afilada hoja de su arma, sin embargo, el oso aún parecía poder luchar, aunque estuviera en el suelo.

Bueno bueno... ¿que es esto? ¿Jauja? piensa el humilde narrador de esta historia, pobre osito.

El oso, que ya estaba agotado cuando lo habíais encontrado, se desploma de nuevo, ésta vez sin dar señales de vida, pero ese no es vuestro mayor problema en este momento, hace un rato comenzaron a escucharse el susurro de los arboles al ser pisados por algo, como si algo o alguien estubiera rondandoos.

El andar es rapido y liviano, y no sabeis muy bie de dónde proceden esas pisadas.

los pasos que antes escuchabais, se acercan a vosotros con liviana presteza, algo os empieza a inquietas sin saber muy bien que. Incluso el Minotauro está preocupado, ya que había oido de que a veces, cuando en un bosque viejo matas a un animal puede aparecerse el espítitu del bosque, al cual no puedes ver hasta que lo tienes encima, y su plateada espada desgarra tu cuello.

Muut mantuvo el alfanjón preparado, no le gustaban los espíritus, ni siquiera los del bosque, el prefería enemigos más sustanciales a los que poder cortar en dos con su alfanjón. Weelksy, ¿sabes qué es lo que se acerca?

 La pelirroja guerrera se mantiene alerta, pero ahora guarda su arco en el soporte del carcaj junto con las flechas y desenvaina la mandoble, mirando por los alrededores.

 - Algo está por aquí, pero se mantiene oculto. Tal vez tendríamos que meternos en la cueva, así reduciremos las posibilidades de que nos sorprendan.

Me parece bien, entra tú primera, yo puedo mantener a raya a quien venga sin ayuda. El minotauro esperó a que la cachorra entrara a la cueva para después entrar él.

Decirme donde estáis cada uno para situarme

 La joven pelirroja esta a pocos pasos en el interior de la cueva, oteando el exterior en busca de m'as objetivos.

 - Una figura se mueve veloz entre los arboles, una figura marron...

Yo si no ocurre nada con hacer guardias a la hora de dormir me contento.

 La joven mira al exterior y no parece quere mostrarse.

 - Vayamos a lo que hemos venido, descansemos y mañana partiremos.- Susurra la pelirroja.

Mientras la humana duerme plácidamente, el minotauto se queda en la boca de la cueva, haciendo como que vigila, de pronto, un soplo de arena le cae en la cara.

El minotauro sintió la arena en la cara, sin embargo sus enormes pestañas de bovino impidieron que entrara en los ojos, por lo que siguió observando sin problemas.