Partida Rol por web

Tinieblas en el crepúsculo

Escena 3: La aparición del Marqués

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03/11/2018, 13:40
Alexandrie Beaufort

La sala ha sido desalojada y ya solo quedamos unas cuantas personas. Aún estoy intentando buscar el sentido a todo lo que ha ocurrido: Es evidente que Victor Dubró estaba siendo dominado por alguien y parece que el atacante, el tal Arthur, es un conocido de Madame Lafont.

Creo que sería conveniente interrogarlos a los dos; quizá Arthur también estuviera siendo controlado por alguien.

Por otro lado, Alba está herida, pero no sé de qué arma ha salido la bala que la ha herido.

¿Y si todo lo que ha sucedido no era más que parte de la distracción? ¿Una cortina de humo para otro fin?

En cuanto descubrimos que la acompañante del marqués ha desaparecido, mi teoría se reafirma. Quizá ella sea su punto más débil.

—Alteza, ¿por qué podría alguien tener interés en llevarse a Madame Hohenzollern? Y más importante aún, ¿la pueden usar en vuestra contra?

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04/11/2018, 09:17
Charles de Beauharnais

Yo, por ejemplo, me aseguraría de no estar sólo en compañía de uno de mis protectores, sino como mínimo, dos de ellos: en caso de que uno fuera Dominado, sustituido o motivado de cualquier manera a traicionar su lealtad, el otro no lo estaría. O al menos, es mucho más improbable que lo estuviera. En este asunto, su Excelencia, no sólo la probada lealtad o la esperada inocuidad son garantía de nada, como permite intuir la triste actuación del abogado y del señor Arthur. [Rebeca]

    —Parecéis versada en las intrigas palaciegas —comenta el Marqués, que modula su lenguaje y sus maneras a las tuyas con naturalidad—, madame...

   —Ibáñez, Rebeca Ibañez, alteza —completa Smahane.

   —Madame Ibáñez —repite el Marqués haciendo un gesto con la cabeza hacia Rebeca—. Como decía, parecéis versada en las intrigas palaciegas y no carece de razón lo que decís, mas no dejaría mi seguridad a la ligera. Si bien es cierta la probada lealtad de mis acompañantes, Héctor y Alexander se prestaron por su propio pie a juramento que solo un vástago de linaje más antiguo que el mío podría romper. Llegado el caso de enfrentarnos a semejante amenaza, tanto daría ir solo que acompañado.

—Alteza, ¿por qué podría alguien tener interés en llevarse a Madame Hohenzollern? Y más importante aún, ¿la pueden usar en vuestra contra? [Alexandrie]

   —¿En mi contra? Jamás me traicionaría. Eugènie es uno de los miembros del consejo de la ciudad. No tengo idea alguna de por qué se la habrán llevado precisamente a ella —responde el Marqués.

 

-En cuanto al señor Dubró, yo sí tengo interés en interrogarle. Considero una lástima que un hombre cuyo único crimen es no ser hábil en sociedad -probablemente para los Toreador fuera un crimen real, por otra parte, así que el Marqués igual iba a darle p'al pelo- tenga que pagar una deshonra que no es suya... Preferiría asegurarme de qué parte de culpa les pertenece en justicia. [Rebeca]  

   —No creo que tarden mucho en acompañarlo hasta aquí —responde el Marqués—. Si hubiera enviado a Héctor me preocuparían el trato que pudiera darle, pero siendo Alexander, se asegurará de que llegue de una pieza y cómodo. Me preocupa sin embargo lo que habéis dicho de madame Tonèrre. ¿Qué tiene que ver en todo esto, Madame Lafont?

   —No sé exactamente qué es lo que ha pasado, alteza —responde—. Estaba pendiente de otras cosas. Para cuando me quise dar cuenta, Jun tenía a una furiosa madame Tonèrre agarrada del brazo que parecía dispuesta a golpear al pobre Víctor. Por lo que deduzco de aquello, debió de tirarle una copa sobre el vestido.

   —Qué desafortunado. Apuesto a que costaba una pequeña fortuna. Debió de ponerse furiosa. ¿Es posible que alguna de mis magníficas protectoras viera lo que sucedió?

-Creo que sería una buena idea revisar al señor Arthur, en caso de que no esté dominado podría tener en su posesión alguna pista que nos lleve a un cómplice, si lo hubiera. Y no estaría demás revisar donde se esta quedando. Tampoco me queda claro quien le disparo a Alba ¿fue el arma cuando se cayó al piso o alguien más? [Najla]

   —Tal vez madame Alba pueda arrojar algo de luz sobre eso. ¿Sabéis quién os disparó o de dónde vino? —pregunta el Marqués. A pesar de que el trato en todo momento ha sido cercano, parecen habérsele pegado las maneras y la forma de hablar de Rebeca—. Respecto al señor Arthur, no creo que se vaya a mover de aquí en un rato, pero adelante. Teneis mi dispensa para proceder como consideréis adecuado.

-Y si tuviérais a bien considerarlo, su Excelencia - una pronunciada reverencia acompañó sus palabras, tratando de mostrar el máximo respeto. Lo que faltaba sería que encima el Marqués se picara... no sería ni el primero ni el último que te encasquetaba un trabajo y se molestaba por cómo lo llevabas a cabo. Así que mejor dar cera y pulir cera que aguantar más gritos- llegado el momento agradecería una audiencia con vos. Creo que quizá, si nos consideráis dignas de resolver este desagradable asunto, tal vez vos mismo tengáis información que ofrecer para su pronta y satisfactoria resolución. Por supuesto, Su Excelencia, tan sólo puedo solicitarlo con humildad y esperar que en vuestra infinita gentileza decidáis regalarnos una porción de vuestro tiempo. [Rebeca]

   —Faltaría más. ¿Qué deseáis de mí?

Notas de juego

   —¿En mi contra? Jamás me traicionaría. Eugènie es uno de los miembros del consejo de la ciudad. No tengo idea alguna de por qué se la habrán llevado precisamente a ella —responde el Marqués.

Hacedme todas una tirada de [Percepción + Empatía] o de [Astucia + Subterfugio], lo que prefiráis.

 

Ha habido un montón de intervenciones, así que las he ido intercalando. Creo que no me he dejado nada importnte, pero si así fuera, decídmelo para que lo arregle.

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04/11/2018, 11:17
Bianca Olt

Me incorporé un poco para que el Marqués pudiese buscar a su compañera sin dificultad. Seguía encima de él cuando se dio cuenta de que no me conocía.

-Señor, soy una amiga de Smahane. No se preocupe, la situación ya está controlada. No dejaré que le hagan daño. – Sonreí ligeramente y me levanté, a pesar de seguir en posición defensiva, por si las moscas. Había escuchado disparos y las voces de las chicas a mis espaldas. Me daba la sensación de que habían derribado al atacante, pero no era más que eso: una sensación.

Volví la cabeza para cerciorarme y torcí el gesto cuando vi a Alba sangrando. No entendía por qué tenían a mi compañera agarrada. Si estábamos protegiendo a su jefe. ¿Qué está pasando? Me acordé de que el Marqués me preguntó qué estaba sucediendo. – Le han intentado atacar. Solo eso. - Intenté aparentar tranquilidad, aunque la adrenalina seguía corriendo por mis venas. No me había fijado en lo guapo que era. Menos mal que estaba muerta, que si no me hubiese puesto roja como un tomate. Aparté la mirada por un momento. En ese instante el Marqués se tensó y dijo que Eugènie había desaparecido. No me había dado cuenta.  - ¿Está bien, señor? ¿Se ha hecho daño? – Terminando de ponerme en pie le tendí la mano, para ayudarle a incorporarse. Empecé a mirar a todos lados, buscando a la compañera del Marqués. – Mi nombre es Bianca Olt, señor. Voy a ayudarle a buscar a su compañera. 

Después me aparté y dejé que la conversación fluyese. Al poco soltaron a Alba, cosa que me relajó un tanto. Las chicas comenzaron a dar las explicaciones pertinentes, sin necesidad de que yo interviniese, así que me fundí en el segundo plano, como solía - y tan bien se me daba- hacer, pasando desapercibida; no sin antes echarle una significativa mirada a Smahane. Tenemos que hablar, querida. 

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04/11/2018, 11:32
Alba

Hice una mueca de resignación cuando Sanz me mandó a callar, sabiendo que era lo que me tocaba. Casi abría la boca otra vez para espetar un sonoro QUÉ cuando Madame Lafont reconoció al agresor como un tal "Arthur"; ¿en serio me había comido una bala y a saber qué vendría para una broma? Vale que su cara fuera un chiste, pero mi integridad y mi reputación (como si tuviera mucha o buena) desde luego no. Traidora, dice. Si ellos hubiesen estado haciendo su trabajo seguramente yo no hubiera tenido que tirarme. 

Al girarnos, vi al Marques un tanto descompuesto preguntando por Eugenie, que debía ser la mujer que lo acompañaba. Con el jaleo del ataque había desaparecido, lo cual me hizo pensar que todo había sido una maniobra de distracción para llevársela. Les había salido tremendamente bien, fueran quienes fuesen. Smahane se disculpó, y trató de calmar a de Beauharnais mientras la sala se iba quedando vacía. Yo no dejaba de perder sangre, maldiciendo para mis adentros, aunque por suerte era mucha menos cantidad. Con suerte se detendría en unos minutos.

No es que me sorprendiera ni mucho menos, pero aluciné como siempre al ver que Rebeca demostraba tener la situación, una vez mas, completamente dominada: Tanto por su agudeza como por sus modales exquisitos. Estaba claro que el abogado había tenido que ver, y parecía un sujeto sensible a toda clase de manipulaciones - al menos más que el individuo que me sujetaba con la fuerza de un borrico. Con las palabras de Smahane, la presión cesó, dejándome libre por fin. Si hubiera sido humana y no hubiera muerto con la constricción, respiraría por primera vez en mucho tiempo.

 —¿Cómo te encuentras, querida? —pregunta Smahane a Alba—. Diría que ya has dejado de sangrar, pero necesitarás reposo. Eglantine, ¿serías tan amable de pedir que nos trajeran algo de beber y un traje nuevo para madame Alba?

Me palpé la zona del impacto, que aunque estaba aún llena de sangre, había dejado de fluir.

- Sí, ya ha parado. Gracias, Smahane.

Al incorporarme me noté un poco débil, y al mirar la camisa y el suelo entendí por qué. Parecía que me hubieran sacrificado para las cosechas. Rebeca se acercó y la abracé, con la fuerza de un niño de seis años. Sonreí tambien como un niño de seis años cuando me llamó melón, admitiendo mentalmente que era la fruta con la que estaba más justificado identificarme. Los consejos y opiniones que le dio al Marques fueron de lo más eficientes, y de seguro que interrogar a Dubró era de las primeras cosas que había que hacer. Najla examinó mi herida, proponiendo tratar a este tal Arthur a ver si averiguábamos algo. No tenía muy claro si Madame Lafont estaría de acuerdo, pero no dejaba de estar muy metido en todo el embrollo y sería lo más inteligente. Finalmente, seria el propio Marqués el que daría su beneplácito.

La confianza ciega de este en Eugenie, como todas las confianzas ciegas, me pareció peligrosa para él. Una persona de su relevancia y posición no debería afirmar cosas como esa, con tal rotundidad. Se dirigió entonces hacia mí, preguntándome por la bala.

- No lo sé, señor, no lo llegué a ver. Todo sucedió muy deprisa. Sólo vi una muchedumbre borrosa en la carrera y al individuo de negro sobre el que me lancé. Sería bastante plausible - dije intentando sonar culta como Rebeca - que saliera de la sala antes de que nadie pudiera reparar en él.

 

 

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04/11/2018, 18:33
Najla

-Vas a estar bien. Pero deberías cubrirlo con una bufanda o algo, porque se ve fatal. Literalmente.- Le digo a Alba. Espero que entienda que no se puede andar en un lugar así viéndose como una víctima de una película de zombies.

Ahora que estoy más cerca puedo apreciar la belleza del Marques sin distracciones. Es digno de dejarme sin aliento un momento. Y no es nada tonto. Quiere irse a esconder a su refugio lo más rápido posible. Lo que dice de los sheriffs reafirma mis sospechas iniciales. Me impresiona que alguien se haga algo así voluntariamente. De todos modos no creo que alguien de una generación menor al Marques este detrás de todo esto, si así fuera esto hubiera acabado rápido y de modo muy diferente.

—¿En mi contra? Jamás me traicionaría. Eugènie es uno de los miembros del consejo de la ciudad. No tengo idea alguna de por qué se la habrán llevado precisamente a ella —responde el Marqués.

Queda claro que la tal Eugènie es su debilidad principal. Bien como sea, supongo que si no digo nada malo de ella puedo hacer cualquier pregunta.

-Su Alteza, quizá es algo que ella sepa o es un simple secuestro y planean pedir algo para regresarla sana y a salvo ¿está usted en posesión de un objeto por lo que valga pena hacer algo así?

Puede que esa pregunta me tilde de loca, pero he leído de artefactos poderosos aunque son solo cuentos y nada más. También puede ser un libro. Cualquiera de mi clan se arrancaría un brazo por un libro raro. Pero eso no lo digo.

—. Respecto al señor Arthur, no creo que se vaya a mover de aquí en un rato, pero adelante. Teneis mi dispensa para proceder como consideréis adecuado.

El Marques me dio permiso pero sería una falta de respeto irme a buscar pistas cuando todavía no me ha contestado una pregunta. Les hago una señal con la cabeza a las chicas que no están llamando la atención, Bianca y Artemis, esperando que una de ellas se encargue de eso.

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07/11/2018, 11:58
Alexandrie Beaufort

-Su Alteza, quizá es algo que ella sepa o es un simple secuestro y planean pedir algo para regresarla sana y a salvo ¿está usted en posesión de un objeto por lo que valga pena hacer algo así?

Yo no creo que esto tenga nada de simple, nadie se la jugaría atacando a una persona cercana al marqués, las consecuencias pueden ser terribles, pero me interesa mucho la respuesta que pueda dar a eso el marqués.

Mientras espero una respuesta, me acerco al tal Arthur. Quiero sacarle información.

—Arthur, ¿eres consciente de lo que acaba de pasar aquí? —Quiero saber si es una marioneta víctima de dominación para crear una distracción o si realmente está metido en el ajo.

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09/11/2018, 10:12
Charles de Beauharnais

-Su Alteza, quizá es algo que ella sepa o es un simple secuestro y planean pedir algo para regresarla sana y a salvo ¿está usted en posesión de un objeto por lo que valga pena hacer algo así? [Najla]

   El Marqués enarca una ceja ante la pregunta de Najla, inquisitivo.

   —Antes habría pensado en pretendientes deshonestos al Marquesado de Burdeos que en ladrones de arte. Es un enfoque interesante, no lo niego, aunque me cuesta encontrar entre mis enemigos a alguien tan codicioso como para secuestrar a madr... Eugènie por él. En cualquier caso, no creo estar en posesión de ningún objeto lo suficientemente valioso para mí como para no venderlo a una buena oferta. —volviéndose a Smahane le pregunta—: ¿Pordríamos enviar a alguien al elíseo a comprobar si no está allí? Ya que por recomendación de las presentes no debo salir, me gustaría saber de una vez por todas a qué nos enfrentamos, si se trata de un secuestro o ha sido un vulgar intento de atentado contra mi vida.

Mientras espero una respuesta, me acerco al tal Arthur. Quiero sacarle información.

—Arthur, ¿eres consciente de lo que acaba de pasar aquí? —Quiero saber si es una marioneta víctima de dominación para crear una distracción o si realmente está metido en el ajo. [Alexandrie]

   —No creo que vaya a darte muchas respuestas en ese estado —dice Héctor con una risita.

   Efectivamente, Arthur no hace amago de contestar. Está completamente inmóvil mirando al infinito.

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09/11/2018, 11:13
Director

   —No tengo idea alguna de por qué se la habrán llevado precisamente a ella.  [Charles de Beauharnais]

   La voz le tiembla ligeramente cuando lo dice y sus ojos vacilan ligeramente. Más bien tiene toda la pinta de que sabe exactamente por qué alguien podría habérsela llevado.

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09/11/2018, 13:16
Madame Lafont

   El timbre estridente de un teléfono resuena en la sala vacía. Madame Lafont se lleva la mano a los pliegues de su vestido, saca un teléfono móvil flip que no para de zumbar hasta que lo abre y se lo lleva a la oreja.

   —Lafont al habla. —Escucha a su interlocutor durante unos segundos caminando por la sala—. Era de esperar. ¿Y él? ... Entiendo. De acuerdo, yo me encargo.

   Cuelga el teléfono y se da unos golpecitos con él en el labio. Colgado del aparato lleva un colgantito de cuentas de plástico brillante que rebota en su mano con cada golpe.

   —Me temo que tenemos un problema. La señorita Tonerre, como era de esperar, no está por la labor de venir a que la interroguen. Jun la está reteniendo en la carretera, pero espero alcanzarlos antes de que lleguen a mayores. Alteza —dice inclinando la cabeza hacia el príncipe—, por favor, os ruego me dispenséis. Volveré enseguida.

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09/11/2018, 16:26
Rebeca Ibáñez

   —Faltaría más. ¿Qué deseáis de mí?   

Rebeca se relajó visiblemente. El Marqués al menos las tomaba en serio.

- Muy agradecida, Su Excelencia.

Najla pensaba como ella, que Eugènie  serviría para extorsionarla. Asintió con grave lentitud cuando la Tremere preguntó por esa situación. Najla era una tía sensata.

alguien tan codicioso como para secuestrar a madr... Eugènie por él.

Ah.

Por cortesía hacia el Marqués, trató de no mostrar sorpresa alguna. Carraspeó.

En cualquier caso, no creo estar en posesión de ningún objeto lo suficientemente valioso para mí como para no venderlo a una buena oferta. 

- ¿Cambiaríais o alteraríais vuestra política  para garantizar el bienestar de la dama Eugènie?

Rebeca suspiró, apartándose un mechón tras la oreja. Hizo ademán de ir a encender un cigarro pero recordó donde estaba y se contuvo; contentándose con jugar con él entre los dedos. En el fondo, la situación le resultaba emocionante.

- Mi Sire me enseñó que la manera más sencilla de desenredar un enredo político, es recurrir -de inicio al menos- a pensar como un periodista hastiado. Qué, quién, cuándo, dónde, porqué y cómo. Y yo, la verdad, me inclino por observar con cautela ese cuándo. Seamos sinceros: sois el Marqués, lo cual os garantiza una diana en la frente. Viene con el trono, y no estoy desvelando ningún misterio. Eso emponzoña la posibilidad de comprender el porqué, puesto que podía ser tan sencillo como "Porque sois el Marqués". Necesitamos más pistas para comprender si hay más matices.  Pero el cuándo... ¿porqué ahora? ¿Qué ha pasado en la ciudad, en vuestras alianzas, en vuestros movimientos, para que lo que haya pasado hoy haya, bueno, pasado hoy? ¿Porqué no hace un año, o dentro de un año? ¿Qué tenéis o no tenéis, qué hacéis o no hacéis ahora que hace un año no? - agitó la mano que tenía el cigarro apagado.

 —Antes habría pensado en pretendientes deshonestos al Marquesado de Burdeos que en ladrones de arte.

- Pensemos, entonces, en ladrones de poder. La noche eterna de Ahriman es infinita -citó un proverbio que le había enseñado Doña Gimena-, y no deberíamos de perder eso de vista. Los objetos, vistos por los ojos de vuestra Sangre -inclinó la cabeza ante el Marqués- son primordialmente bellos; pero tal vez mi muy estimada Najla aprecie más el poder místico o el conocimiento que pueden contener. ¿Tal vez hayáis adquirido alguna antigüedad recientemente? ¿Algo que a vos os atrajera por su perfección estética, pero que quizá otro Vástago admirase por otra cualidad? Estoy hablando por hablar -abrió las manos hacia Najla, que era quien sabía de estos temas, para que la corrigiera-, pero estoy pensando en tablillas antiguas con runas, piezas de puzzles mágicos, urnas, hasta un embaldosado cabalístico... quién sabe. Mi Sire me habló una vez de un libro viejo que contenía todos los nombres  del Clan. Nadie hubiera pagado ni medio vellón de cobre por cuatro pergaminos encuadernados si no supiera su contenido real. ¿Tal vez Najla ha tocado un buen asunto sobre el que reflexionar? ¿Poseéis algo, a poder ser recientemente adquirido, que no habéis mirado dos veces pero a lo que sí le dedicaríais un buen análisis si alguien os lo quisiera comprar por métodos legales?  ¿Alguna chuchería nimia, trivial, puede que incluso guardada en una caja en vuestro sótano?

 Dirigó una mirada a los dos protectores del Príncipe. El comentario de Sanz sobre Arthur es francamente desagradable. Ojalá a Héctor le pasara por encima una cosechadora.

- Vuestras mercedes suelen acompañar a Su Excelencia, ¿alguna de mis preguntas les evoca algo? ¿Recientemente algún evento u objeto les llamó la atención pero lo descartaron por resultar evidentemente inocuo?

Ya que por recomendación de las presentes no debo salir, me gustaría saber de una vez por todas a qué nos enfrentamos, si se trata de un secuestro o ha sido un vulgar intento de atentado contra mi vida. [Marqués]

Rebeca esperó la respuesta de Shamane antes de añadir un comentario:

- Permitidme puntualizar, Su Excelencia. No ha sido mi intención recomendar que permanezcáis aquí, sino que no volviérais a vuestro Refugio. Si me inquirís por la delicada cuestión de dónde podéis estar más seguro, mi recomendación sería que pidiérais asilo en el Refugio de algún Vástago de poder, que si bien no sea vuestro aliado declarado, sí tenga ahora muchos intereses personales y políticos en que vuestra persona permanezca intacta, al menos por ahora. 

Hizo una pausa y se quedó pensativa, mirando el piano. Luego se giró hacia los protectores del Príncipe, quien más probablemente sabrían la respuesta:

- ¿Cuántos disparos diríais que hacen falta para matar a un Vástago como Su Excelencia? Matarle bien muerto. Asegurarte sin lugar a dudas de que por la mañana estará en la bolsa de una aspiradora. Sin lugar a dudas, como haría alguien que no va a tener una segunda oportunidad.

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10/11/2018, 11:26
Director

- ¿Cambiaríais o alteraríais vuestra política  para garantizar el bienestar de la dama Eugènie? [Rebeca]

   —Tanto Eugènie como yo sabíamos a lo que nos exponíamos cuando acepté el cargo de Marqués de Burdeos. Tenemos enemigos, muchos, pero la protección del Príncipe de París era una de las pocas capaces de mantenernos a salvo.

- [...] Pero el cuándo... ¿porqué ahora? ¿Qué ha pasado en la ciudad, en vuestras alianzas, en vuestros movimientos, para que lo que haya pasado hoy haya, bueno, pasado hoy? ¿Porqué no hace un año, o dentro de un año? ¿Qué tenéis o no tenéis, qué hacéis o no hacéis ahora que hace un año no?

- [...] ¿Tal vez hayáis adquirido alguna antigüedad recientemente? ¿Algo que a vos os atrajera por su perfección estética, pero que quizá otro Vástago admirase por otra cualidad? [...] ¿Tal vez Najla ha tocado un buen asunto sobre el que reflexionar? ¿Poseéis algo, a poder ser recientemente adquirido, que no habéis mirado dos veces pero a lo que sí le dedicaríais un buen análisis si alguien os lo quisiera comprar por métodos legales?  ¿Alguna chuchería nimia, trivial, puede que incluso guardada en una caja en vuestro sótano? [Rebeca]

   —No alcanzo a comprender el por qué ahora. Mi posición apenas se ha visto amenazada en el último siglo y los praxistas en esta zona no son activos. Imagino que no es ningún secreto que madame Katona no esconde su deseo de terminar con la Hegemonía parisina e incluso hacerse con el poder de la ciudad, pero no es una mujer violenta. —Smahane asiente con la cabeza y Héctor tuerce el gesto ante la mención de Kirska Katona.— He vivido lo suficiente en la ciudad como para saber que recurre a métodos más sofisticados que secuestrar o matar gente.

   —Probablemente urdiría una trama complejísima para desprestigiar al Marqués —explica Smahane— con acusaciones veladas, rumores y otras triquiñuelas sibilinas que no le han dado resultado en los últimos cien años y piensa que ahora sí funcionarán.

   —Smahane... —la riñe el Marqués casi paternal.

   —Perdón, Alteza, siempre olvido lo mucho que os disgusta que se hable mal de otra gente.

   —Mi madre me enseñó que si tienes algo malo que decir de alguien, lo mejor es que tengas el valor de decírselo a la cara; y no a sus espaldas como un cobarde.

   Por la cara de Smahane cruza fugazmente una expresión dolida ante la reprimenda del Marqués, pero enseguida recupera su gesto tranquilo.

- Permitidme puntualizar, Su Excelencia. No ha sido mi intención recomendar que permanezcáis aquí, sino que no volviérais a vuestro Refugio. Si me inquirís por la delicada cuestión de dónde podéis estar más seguro, mi recomendación sería que pidiérais asilo en el Refugio de algún Vástago de poder, que si bien no sea vuestro aliado declarado, sí tenga ahora muchos intereses personales y políticos en que vuestra persona permanezca intacta, al menos por ahora.

Hizo una pausa y se quedó pensativa, mirando el piano. Luego se giró hacia los protectores del Príncipe, quien más probablemente sabrían la respuesta:

- ¿Cuántos disparos diríais que hacen falta para matar a un Vástago como Su Excelencia? Matarle bien muerto. Asegurarte sin lugar a dudas de que por la mañana estará en la bolsa de una aspiradora. Sin lugar a dudas, como haría alguien que no va a tener una segunda oportunidad.

[Rebeca]

    —¿Bien dados y con el arma adecuada? —responde Sanz—. Solo uno. Y si no, mira el cuello de tu amiga. Baste que el arma esté lo suficientemente cerca de la piel para que la queme como si fuera puro fuego. Aunque si tenemos en cuenta resistencias sobrenaturales y demás capacidades fuera de lo corriente, para asegurarme, yo le vaciaría el cargador a bocajarro y no me quedaría tranquilo hasta que viera su cuerpo deshacerse en cenizas. Just in case. Es mejor prevenir que tener que lamentar después.

   El Marqués muestra un desagrado más que palpable con las declaraciones tan violentas de Sanz, pero no dice nada. En ese momento, la puerta de la sala se abre y entra Bastian, uno de los guardias de Madame Lafont, con un paquete envuelto en papel marron en las manos acompañado de una de las camareras que estaba atendiendo la fiesta con una bandeja de copas. Todas tienen un color granate excepto una, que es de color dorado. Bastian mira alrededor, buscando a alguien y se dirige al Marqués.

   —Alteza —dice haciendo una reverencia—, ¿sería tan amable de decirme dónde está Madame Lafont?

   —Me temo que ha tenido que salir a resolver un problema con su abogado y madame Tonèrre. Creo recordar que madame Jun Kin y el sheriff Dubois están con ella.

   —En ese caso, si no les importa, desearía unirme a ellos por si me requieren. —El Marqués asiente con la cabeza—. Sin embargo y antes de nada, madame Alba, permítame entregarle algo de ropa en mejor estado de la que lleva. Si desea cambiarse, mademoiselle Gérard la puede acompañar a esa pequeña recámara.

   Hace un gesto hacia la camarera que acaba de dejar la bandeja de copas sobre la tapa del piano de cola, dado que es la única superficie disponible, y después señala hacia una puerta lateral. La camarera se dirige hacia allí y abre la puerta, mostrando una pequeña habitación cuya función es simplemente comunicar este salón con el resto de la casa.

   —No es exactamente un vestidor, pero le dará intimidad. Y ahora, si me disculpan, he de llamar a Madame Lafont. Tengan buenas noches —dice Bastian, saliendo de la sala a toda prisa.

   —Volviendo al tema de si he adquirido algún objeto curioso recientemente —inclina la cabeza educadamente hacia Najla—, no suelo despilfarrar el dinero en chucherías sin ton ni son y, en el caso de que fuera un objeto como el que mencionáis, de cualidades místicas o sobrenaturales, dudo que tuviera la capacidad para reconocerlo.

   Sonríe encogiéndose de hombros en un gesto afable, casi de disculpa por su ignorancia.

   —Después de tantas décadas de coleccionismo, uno pierde el interés en seguir buscando. Es cierto que de vez en cuando aparece algún objeto que llama la atención por lo extraño, lo antiguo o lo valioso, pero no es frecuente —el Marqués hace una pausa y continúa como si acabase de tener una revelación—: Tal vez podríais venir a mi hogar, a la casa del Marquesado, e inspeccionarla por si la razón de todo esto fuera ciertamente uno de estos objetos. Así yo no iría solo a comprobar si Eugènie está bien, podríamos revisar que no hubiera amenazas y seríamos suficientes para, si se diera el caso, repeler el ataque.

   —Pero señor —interviene Smahane—, ¿y Dubró y madame Tonèrre?

   —Que los traigan —dice Sanz con una sonrisa perversa—. Los atenderé adecuadamente en mi sala de interrogatorios.

   El Marqués le lanza una mirada reprobatoria.

   —Contrólate, Héctor. Solo queremos averiguar qué es lo que ha pasado. Ten por seguro que Alexander estará presente en todo momento.

   —Tenéis razón, Alteza, mis disculpas —responde Sanz—. A veces me dejo llevar demasiado por la situación.

   —Y bien —dice el Marqués dirigiéndose de nuevo hacia vosotras—, ¿os apetece acompañarme en una visita guiada por las habitaciones nunca vistas del Marquesado?

 

Notas de juego

En la sala estáis vosotras siete; el marqués, Charles de Beauharnáis; Smahane Yoma; Héctor Sanz y Arthur, el agresor. Alexander Dubois se fue con Jun Kin a buscar al abogado Victor Dubró y a madame Tonèrre y Madame Lafont salió para ayudarlos.

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10/11/2018, 12:01
Director

Alba, tú, que no le quitas ojo a Rebeca de encima mientras habla, te das cuenta de que Smahane tampoco. No eres capaz de descifrar el gesto de su cara, pero no parece estar gustándole la situación. No sabes si lo que no le gusta es la situación en su conjunto, lo que está diciendo Rebeca o que Rebeca demuestre haber tomado las riendas de la situación con tanta eficiencia. En cualquier caso, te da mala espina.

- Tiradas (3)
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10/11/2018, 14:05
Rebeca Ibáñez

    —¿Bien dados y con el arma adecuada? —responde Sanz—. Solo uno. Y si no, mira el cuello de tu amiga. Baste que el arma esté lo suficientemente cerca de la piel para que la queme como si fuera puro fuego. Aunque si tenemos en cuenta resistencias sobrenaturales y demás capacidades fuera de lo corriente, para asegurarme, yo le vaciaría el cargador a bocajarro y no me quedaría tranquilo hasta que viera su cuerpo deshacerse en cenizas. Just in case. Es mejor prevenir que tener que lamentar después.

Rebeca asintió lentamente, pensativa.

- Eso pensaba yo... y desde mi juicio, eso descarta que esto haya sido un intento de asesinato genuino.

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10/11/2018, 22:08
Najla

—Tanto Eugènie como yo sabíamos a lo que nos exponíamos cuando acepté el cargo de Marqués de Burdeos. Tenemos enemigos, muchos, pero la protección del Príncipe de París era una de las pocas capaces de mantenernos a salvo.

Ya veo…

   —[...] Probablemente urdiría una trama complejísima para desprestigiar al Marqués —explica Smahane— con acusaciones veladas, rumores y otras triquiñuelas sibilinas que no le han dado resultado en los últimos cien años y piensa que ahora sí funcionarán.

-La paciencia es una virtud finita. Cualquiera que use las mismas tácticas por un siglo podría explotar y cambiar de tácticas. Si bien no estoy acusando a nadie, no es prudente descartar una sospechosa solo porque esto – hago un gesto vago con la mano en dirección a Alba y su ropa cubierta de sangre- no es su modus operandi.

- [...] Eso pensaba yo... y desde mi juicio, eso descarta que esto haya sido un intento de asesinato genuino.

-De hecho todavía no sabemos quién le disparo a Alba y como no fue Arthur se nos está escapando, como mínimo, otro tirador. Uno lo suficientemente diestro para acertarle a un blanco en movimiento, habilidoso para ocultarse y al disparar a la cabeza, claramente buscaba matar a alguien. Es una razón más para que el Marques busque refugio rápido. No esta seguro aquí.

Los comentarios de Sanz empiezan a incomodarme. No por su crueldad implícita, sino por lo abiertamente que los hace. El marques lo controla pero yo me propongo no quédame sola nunca con ese hombre. Mi arma en el bolso empieza a parecerme muy pesada.

Pero no voy a preocuparme por eso ahora. Nos están dando la posibilidad única en nuestra no vida, de husmear en la casa del Marques en búsqueda de objetos de poder. No puedo creer mi suerte. ¡¿Tendrá libros?! Cuando resolvamos toda esta situación quizá pueda conseguir uno prestado por un par de días.  Madame Sagnier va a estar tan impresionada...

   —Y bien —dice el Marqués dirigiéndose de nuevo hacia vosotras—, ¿os apetece acompañarme en una visita guiada por las habitaciones nunca vistas del Marquesado?

-¡Por supuesto! Haremos lo que haga falta para garantizar su seguridad.

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11/11/2018, 01:11
Najla
Sólo para el director

-[...]pero estoy pensando en tablillas antiguas con runas, piezas de puzzles mágicos, urnas, hasta un embaldosado cabalístico... quién sabe. Mi Sire me habló una vez de un libro viejo que contenía todos los nombres  del Clan. Nadie hubiera pagado ni medio vellón de cobre por cuatro pergaminos encuadernados si no supiera su contenido real.

- Tiradas (1)

Notas de juego

quiero saber todo sobre los objetos que menciono, especialmente los que le conto su sire. si son reales o si esta inventando historias, que  clan tiene todos sus miembros anotados en un libro y que clanes se rumorea que estan en posecion de esos objetos

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11/11/2018, 11:42
Director

Binaca, mientras Rebeca habla, te das cuenta de que Smahane no pierde detalle de su discurso con una expresión en el rostro que te inquieta. A cada palabra de Rebeca su expresión se vuelve más y más seria. No parece gustarle la situación ni el giro que está tomando. Cuando se percata de que la estás observando, inmediatamente sonríe y su rostro recupera su habitual tranquilidad.

 

- Tiradas (1)
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11/11/2018, 11:45
Director

quiero saber todo sobre los objetos que menciono, especialmente los que le conto su sire. si son reales o si esta inventando historias, que  clan tiene todos sus miembros anotados en un libro y que clanes se rumorea que estan en posecion de esos objetos

No tienes información precisa sobre el tema, porque los Tremere son reservados con respecto a quién le cuentan qué. Objetos de ese tipo encierran un poder demasiado grande como para que cualquier neonato o ancillae con pretensiones quiera echarles el guante. Todos los Tremere conocen la histoira de la capilla de Londres que fue quemada hasta los cimientos por magos porque uno de los que allí habitaban había descubierto un poderoso secreto. Sin embargo, fuera lo que fuere lo que descubrieran, él y su chiquilla perecieron en el incendio. Hay quien dice que era una tablilla de barro capaz de dar la Vida Eterna sin la maldición de la Bestia y otros que tenía poder para controlar a los Antediluvianos, pero la realidad es que el objeto nunca se encontró.

Si de verdad los Lasombra poseen un libro así en el que todos sus miembros están registrados, al clan Tremere le encantaría echarle mano para poder controlarlos, pero nunca habías oído hablar de ello.

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11/11/2018, 15:02
Bianca Olt

Fundiéndome con el segundo plano como estaba, me empecé a dirigir hacia Nadja ante su señal. Tenía curiosidad de saber cuál era el plan. ¿Qué necesitaría de mí? Me movía con sigilo y elegancia, como un gato. Al estar a su altura, mientras ella seguía hablando con el Marqués - que, por otro lado, había ignorado mis palabras al tener otras conversaciones cruzadas-, le toqué suavemente el hombro para indicarle mi presencia. 

No imaginé nunca que Rebeca se desenvolvería así en una situación como esta. No tenía pinta de ser una paleta, pero tampoco la tenía de tener esta labia ni esta entereza para hablar con figuras muy superiores a su posición como estaba demostrando. No está nada mal...

Volví a mirar a Smahane. La situación era bastante tensa, pero... ¿habría algo más que la preocupase para tener el rostro tan serio y perturbador? ¿Temía por su vida? Sin duda alguna, tenía que hablar con ella nada más terminásemos con el Marqués. Antes de contestar nada a este, al que ya había dicho que ayudaría en lo que se me pidiese, esperé a saber el significado de la señal de Nadja. 

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11/11/2018, 17:49
Najla

Asiento cuando siento un toque en el hombro. Bianca está a mi lado esperando. En un momento en que el Marques no me presta atención le digo solo a ella.

-Arthur. Revísalo – eso ha salido un poco cortante, intento suavizarlo – Si no te importa…

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11/11/2018, 18:12
Rebeca Ibáñez

El puto Sanz es un tarado, y por las caras que están poniendo sus acompañantes, Rebeca sospecha que ellas también comparten esa sensación. Maravilloso.  Doña Gimena le había hablado en ocasiones de las Vías -otro concepto pasado de moda- de otros Vástagos, y que la estacaran al amanecer si Sanz no era un candidato de primera categoría a la Via Bestiae. Normal que el Marqués le hubiera hecho un juramento, a ver quién descansa tranquilo teniendo a semejante salvaje a las espaldas.

—Y bien —dice el Marqués dirigiéndose de nuevo hacia vosotras—, ¿os apetece acompañarme en una visita guiada por las habitaciones nunca vistas del Marquesado?

- Nos honráis, su Excelencia.

-De hecho todavía no sabemos quién le disparo a Alba y como no fue Arthur se nos está escapando, como mínimo, otro tirador. Uno lo suficientemente diestro para acertarle a un blanco en movimiento, habilidoso para ocultarse y al disparar a la cabeza, claramente buscaba matar a alguien. 

- Coincido contigo en que falta ese otro tirador, pero sigo sin creer que nadie se asegurase la muerte de un Vástago de poder con sólo un disparo - respondió Rebeca, interesada. Hablar con Najla era estimulante, incluso cuando no coincidía con ella, sus ideas eran valiosos aportes. Además, siempre es buena idea tener a alguien que te lleve la contraria. Le mantiene a una despierta.

Rebeca iba dando vueltas a las frases de Charles. El Marqués y ¿su madre? ¿Su Sire, o una madre mortal Abrazada tiempo atrás? habían hablado juntos de aceptar el Marquesado para sentirse protegidos; y sin embargo todo el mundo sabía que Eugéne no había aparecido en la escena pública junto al Marqués hasta hacía cinco años o así. ¿Dónde estaba antes, cuando Charles aceptó el Marquesado?

¿Los Marquesados se aceptan? Rebeca pensaba que uno trepaba hasta el trono como un animal. Como un Héctor Sanz, vaya por Dios.  O quizá sea así en el resto de lugares, tal vez bajo la Hegemonía Toreador se designaba a los Marqueses con el fin de mantener dicha Hegemonía sobre todas las cosas.

- ¿Y si esto fuera un intento de desestabilizar la Hegemonía, o al Príncipe, y vos solo fuérais un daño colateral? - pensó en voz alta-. Mmm. Hay infinidad de posibilidades. Vamos a tener que ser muy sistemáticas para  empezar el descarte.