Partida Rol por web

— Shetai Deajstare. — Dice Wistie susurrando, muy sorprendido, viendo con los ojos abiertos de par en par hacia aquel que estaba usando esa armadura blanca. — ¡Guerreros Deajstare! Guerreros blancos... venidos del cielo, venidos desde una chiutatal... una luna... otra luna. Deajstare. Atacaron a ewoks. Muchas tribus... unieron-se para guerra. Mi padre... herido con arma escupe-fuego. Muchas historias contó. — Entonces Wistie frunció el ceño y miró hacia su maestro, comenzando a emitir un gruñido bajo.

Sí, sabía lo que eran esos soldados. Su madre le había hablado de ellos con la premisa de conocer el pasado reciente de la galaxia. Hay errores que no deben cometerse dos veces, le susurraba mientras le leía acariciándole el cabello. Su corta edad y posición social le habían evitado conocer de primera mano lo que otros, mayores o menos afortunados, habían vivido de primera mano. Sin embargo, su preocupación no era que hubiera gente así infiltrada en la Academia.

El problema era que estuvieran aliados con el maestro Ukshun.

Empezó a respirar agitadamente. No podía ser. Debía de tener una explicación. ¿Cómo era posible que un maestro Jedi estuviera hablando de traicionar y matar — matar — al maestro Skywalker. No, todo está bien. Seguro que los estaba engañando para luego exponerlos y... 

Por más que intentaba forzar su mente para entenderlo, más inverosímil le parecía todo. ¿Por qué engañarlos, cuando podía sencillamente detenerlos? Su primer instinto fue preguntarle directamente, pero luego se arrepintió. ¿Y si es verdad? ¿Y si en realidad estaba traicionando a los Jedi, y al cuestionarle... Tragó saliva con dificultad. El maestro Ukshun era un Jedi en toda regla, y seguramente tenía formas de hacer que su desaparición pareciera un accidente. ¡Como lo que ha pasado en el entrenamiento! ¿Estaría Mark confabulado con él? La cabeza empezaba a darle vueltas.

—Debemos avisar al maestro Skywalker —susurró, temiendo que ahora hasta las paredes pudieran escucharles.

Asiste a todo aquel intercambio entre su maestro y los imperiales con mudo estupor, su cabeza también iba a mil revoluciones por minuto, buscando una explicación lógica a lo sucedido.

-Sin duda el maestro Ukshun es un agente doble.-determina con convencimiento la chiss tras meditarlo unos instantes.-Le están forzando a colaborar pero su lugar esta en el lado de la luz. Debe tener algún plan para que el ataque del Resto falle o para que sean derrotados. Venga, sigamos, salgamos de aquí y segur que él mismo o el maestro Skywalker pueden aclararnos lo que ocurre.

-Bep-Bep- dos pitidos cortos llamaron vuestra atención cuando la cabeza cónica de la unidad R4 se giro para miraros con aquella lente suya a través de la rejilla.

Al parecer las emotivas palabras de Wistie se habían alzado un tono de más, y el eco del conducto había hecho el resto. 

Aquél droide magullado emitio un pitido y giro la cabeza mirando a la puerta, y de nuevo volvió a miraros a vosotros. Como dudando si dar la alarma o no. 

Kanuth alzó las manos y las agitó suavemente, pidiendo a la unidad R4 que se tranquilizara — aún no sabía bien cómo tratar a las unidades mecánicas, dado que en su casa todo el personal era chiss — y esperando que no alertara a los guardias imperiales. Eso sería su final—. Somos amigos —susurró—. Ayúdanos a salir de aquí y te ayudaremos, ¿sí?

Luego, con gestos, pidió a sus compañeros que le ayudaran a desmontar la rejilla para hacerla baja lo más silenciosamente posible y salir de esos malditos conductos.

Sena capta pronto el mensaje de Kanuth y busca con la mirada y las manos los raíles en que la rejilla encajaba. No le cuesta mucho hallarlos, y con ayuda del chico chiss, la mueven un poco a un lado y a otro y consiguen removerla y posarla un poco más a la derecha de la abertura, con cuidado de no caerla y hacer ruido metálico.

-¿Y ahora?- mira un poco desconfiada al droide, lo cierto es que le inspiraba lástima pero toda su vida la habían educado para tratar a esas máquinas como...lo que son. Máquinas con un propósito. Siempre eran leales a sus amos y si no era así, eran deshechados por un modelo superior. Un fallo de conducta era un defecto grave, sobretodo para las unidades militares...¿entonces porqué este R4 parecía no querer obedecer?

La mente de Wistie estaba clara, no se agitaba como la mente de sus compañeros, Wistie era de naturaleza más mundana y como tal él creía mucho en lo que sus sentidos le decían. Sus ojos le mostraron a su maestro reuniendose con enemigos, por lo menos enemigos de su pueblo, y sus oidos le confirmaron que era la voz de su maestro. Para Wistie no había duda.

Con esto en mente, Wistie permaneció inmovil, soltando un gruñido bajo con cada exhalación. Estaba furioso. Para los ewoks la lealtad y la union era lo más valioso, y su maestro era un traidor... ¿O quizás los Shetai Deajstare no eran enemigos de la tribu Jedi? Pero sin dudas eran enemigos de todo el pueblo ewok, muchos de su gente fueron muertos y heridos a lo largo de los muchos años que esos intrusos invadieron su mundo. 

Wistie sale de su trance furibundo al notar que Sena y Kanuth quitaron la rejilla metalica. Wistie, con su mente clara... o más bien demasiado enfocada, no se lo pensó. Enseguida se abrió paso y saltó desde la abertura hacia el suelo, se incorporó y rápidamente se puso al lado de la criatura metalica.

— Tyatee ees roda ees den e s'eesht weechu. — Luego de unos instantes de silencio debido a que nadie, ni siquiera la criatura de metal, le entendieran Wistie tuvo que pensar en la aclaración. — Ven con nosotros... si quieres vivir.

-Uhuu...- La vieja unidad reaccionó a las palabras del chiss girando su cabeza cónica de poco en poco mientras os enfocaba con su lente. Sin embargo la entrada repentina de Wistie hizo que girara la cabeza emitiendo un pitido de nerviosismo.

-Peeeeep-. Giró su cabeza enfocando la puerta y al presumible guardia detrás de ella, y volviendo girarla para enfocar directamente a Wistie. 

-Pip, petewuoo-. En una de las pantallas comenzaron a mostrarse una letras. Parecía que quería comunicarse con vosotros.

—Calma, Wistie —el chiss reprendió a su compañero tras descender tras él. No sabía a qué venía tanta agresividad ni por qué tenía que pagarla con el droide, pero en su fuero interno le hizo gracia que la amenazara con dejar de vivir. Sin saberlo, él compartía con su compañera la misma forma de pensar respecto a los constructos: eran sólo eso, máquinas. Máquinas con inteligencia artificial a las que podías convencer de que no lanzaran la alarma, pero máquinas al fin y al cabo—. Somos estudiantes. ¿Te han hecho daño? Podemos sacarte de aquí.

Fue deliberadamente ambiguo al responder, por supuesto. No eran Jedi, pero no sabía si afirmar que eran padawans influiría negativamente en su decisión.

Wistie entonces, dejando que Kanuth se ocupase de la criatura metalica, corre hacia la puerta activando su espada mágica. Una vez en esta, él se posiciona justo delante de donde la puerta se abriría, colocandose en guardia con su espada en alto, listo para cuando el Shetai Deajstare entrase descargarle su espada en ese mismo instante. Al pequeño ewok le encantaría poder enfrentar a ese guerrero blanco, tal como oyó en las historias que le contaron.

La pequeña unidad hizo un amago de movimiento, sonando como una vieja cafetera a la que están zarandeando. Un nuevo mensaje apareció en pantalla.

-bip, booop-. 

-Puedo abriros la puerta. Quieren destruirme. Mi viejo amo me cuidaba mucho-. 

Dijo seguido de un -whooooo- como un sentimiento de pena. 

-Wistie procura calmarte, por favor.-le dice Sena en tono amable aunque algo tenso por lo extraño de la situación, su mente analítica trataba de poner veda a todo lo que estaba pasando, discernir cada elemento por separado y no dejarse llevar por la apariencia de un contexto del que sólo habían esbozado un detalle.-No podemos enfrentarnos a los soldados así que démonos prisa en salir de aquí. 

Luego fija toda su atención en la pantalla y asiente a la explicación de su compatriota, fue una buena respuesta.

-No pareces una unidad moderna, el imperio utilizaba otro tipo de unidades R para sus operaciones...de hecho no utilizaban los R ¿no? sino que usaban unos droides  pequeñosnegros llamados MSE-6. -reflexiona Sena tanto para si misma como para sus compañeros- Creo que podemos confiar en él.

Kanuth asintió a su compañera, y miró a Wistie pues no había reparado en qué estaba haciendo el ewok hasta que Aohozal le pidió calma. ¿Qué diantres...? Pero no tenían tiempo para ello. Le hizo un gesto con la mano para que bajara el arma por si la unidad R2 se... ¿asustaba? y buscó la forma de desconectarlo.

—Nos va a ayudar —explicó a Wistie—, él abrirá la puerta y nos iremos de aquí.

— Guerrero blanco esta detrás... de puerta. — Responde Wistie a Kanuth, mientras baja su espada y señala con su otra mano la puerta. — De esta puerta. — ¿Es que acaso sus compañeros no sabían que había un guerrero vigilando? El ewok permanece allí donde esta observando a Kanuth a la espera de que le responda.

—Primero hay que desconectar a este droide —sabía que el Soldado de Asalto se había quedado en la puerta, pero no sabía si seguía ahí. Quizás Wistie podía olerlo, o quizás sentirlo con la Fuerza. No lo sabía.

-Un segundo...si abre la puerta, el soldado de asalto nos descubrirá ¿no hay otra salida? ¿De qué nos servirá desconectarlo?-pregunta Sena, pasando su mirada de hito en hito entre sus dos compañeros y el droide.

-No pareces una unidad moderna, el imperio utilizaba otro tipo de unidades R para sus operaciones...de hecho no utilizaban los R ¿no?

Cuando Sena dijo eso, una hilera de letras comenzaron a aparecer en el pequeño monitor por el que os comunicabais. Aunque acto seguido Kanuth quisiera desconectar al droide y este emitiera una especie de reproche a tal idea.

-Ppprooopppptt-.