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Toledo Nocturno: Una Capilla bajo la Piedra

ESCENA I - Una carta de Toledo

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25/10/2013, 13:06
Director

Tirada: Equitación

Número de dados: Destreza + Equitación

Dificultad: 7

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25/10/2013, 16:20
Leonor Ramírez de Ucero

-Y, ¿Cuando decís que fuistéis enviado por Don Álvar?, dijo de forma pausada mientras se levantaba, en su cabeza no dejaban de dar vueltas las palabras de su padre,  no confíes en nadie, se discreta, rodéate de gente fiel.¿Porqué no dijo nada de este tal Nuño?...

No se aproximó a la luz, desde que don Álvar le otorgara el don de su nueva vida había encontrado algo reconfortante en las sombras que tanto tiempo atrás le habían causado pavor. -Clara, trae algo para escribir y una paloma para Toledo, le haremos saber a mi padre que su hombre se ha presentado dispuesto a cumplir con su cometido.-dijo esto sin dejar de mirar fijamente el desfigurado rostro del tal Nuño.

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25/10/2013, 16:32
Toledo Nocturno

-Don Álvar previó que mi señora desconfiaría de mí, y me alegra comprobar que así es. Por este motivo me entregó esta carta para vos.

Nuño le tendió el escrito. Por un momento la débil luz de los cirios del altar arrancaron un destello dorado del anillo. De cerca, Leonor comprobó que tenía el anillo de oro los Leones de Rodrigo. El que tuviera un anillo así era porque se lo había ganado directamente de don Álvar... o porque había matado a su anterior portador.

La carta estaba lacrada con el escudo de su señor Padre, de eso no había duda. Las letras eran de sangre. La Sangre llama a la Sangre... y ésta es la sangre de él... y la mía propia... Leonor sintió un gran alivio.

Querida Leonor.

Os mando a don Nuño de Liébana, tercer Capitán de mis Leones, para que vuestro recorrido por el Mar de Sombras sea menos peligroso. Siento no haber podido mandar esta misiva, pero me temo que todo correo que sale de Toledo hace tiempo que dejó de ser privado.

Quema esta carta y guarda las cenizas en lugar seguro.

Ad umbras vos pertinere, Puellam.

AF.

Ad umbras vos pertinere, Puellam. Perteneces a las sombras, Chiquilla. Las cinco primeras palabras que don Álvar me dijo tras el Abrazo.

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25/10/2013, 23:10
Leonor Ramírez de Ucero

Leonor comenzó a prender una de las esquinas de la carta y después, depositó el papel en llamas sobre un pequeño platillo que se encontraba en el altar.Se giró despacio hacia Nuño,- y bien, Nuño, ¿Te ha especificado mi padre algo sobre el viaje o estás dispuesto a seguir mis planes?necesitarás un caballo, ¿no?, el viaje será largo y aunque seguro que puedes hacerlo sin ayuda equina será mejor no llamar la atención.

Comprobó que la carta de su padre había ardido por completo, más tarde buscaría un momento a solas para guardarla en un saquillo de cuero y enterrarla tras la hermita.

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26/10/2013, 23:05
Nuño de Liébana

-Tengo a mi caballo fuera, pastando junto al vuestro recién comprado. Mi deber es proteger a mi señora y ofrecer consejo, pero las órdenes provienen de vos. Y hablando de consejos, si partimos esta noche, hemos de hacerlo ya. Si no, mañana con las últimas luces del día. Al venir aquí he olido a Garou -esta última palabra casi la escupió.

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27/10/2013, 14:38
Amal bent Karim al-Warda
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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27/10/2013, 16:47
Toledo Nocturno

Amal intentó que el caballo se debatiese entre los dos lobos, pero Noche entró en pánico y se encabritó, lanzando a Amal a un costado del camino. Los dos lobos grises, frenéticos en su carrera, pasaron de largo veinte pasos hasta que se pararon y se dieron la vuelta. Empezaron a avanzar hacia ella lenta y cuidadosamente.

Este no es el comportamiento de lobos normales, cayó en la cuenta Amal, estos son otra cosa, otra cosa peor...

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27/10/2013, 22:25
Leonor Ramírez de Ucero

-Podríamos salir ya,en principio había pensado ir sin parar hasta Sigüenza, pero en presencia de garous nada puede planearse,si galopamos sin contratiempos en una hora estaremos en Navapalos, depende de como vaya hasta allí decidiremos como seguir. ¿Os parece bien?, sin esperar una respuesta se puso la capa de viaje, guardó la ropa y el dinero en la bolsa de cuero y salió a la parte trasera de la hermita con las cenizas de la carta de su padre, las cuales enterró junto a un árbol.

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27/10/2013, 23:35
Toledo Nocturno

-Como diga mi señora -aceptó Nuño.

Una vez que Leonor hubo enterrado las cenizas de la carta, subió al palafrén. El caballero Lobo ya estaba montado en su enorme corcel de guerra blanco, que piafaba y escarbaba en la hierba pidiendo camino. Nuño asió la lanza, que llevaba un curioso pendón. Por una cara estaba bordado el escudo de Castilla, mientras que en el otro había un águila mirando hacia poniente con la leyenda: Morte Ascendo.

El escudo del Clan de los Guardianes, pensó Leonor. Sin duda es un hombre de Padre.

Ambos se perdieron riachuelo arriba mientras que Clara estaba viéndolos marchar sentada en el umbral de la ermita.

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27/10/2013, 23:44
Director

Tirada de dados genérica:

Motivos: Osma; Cantidad 1; Caras D20; Modificador 0; Desglosar Sí; Marcar como oculta

Motivos: Navapalos; Cantidad 2; Caras D20; Modificador +1; Desglosar Sí; Marcar como oculta

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27/10/2013, 23:49
Nuño de Liébana
- Tiradas (2)
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28/10/2013, 09:53
Leonor Ramírez de Ucero
- Tiradas (2)
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28/10/2013, 13:42
Toledo Nocturno

Vadearon al galope el casi seco río de los Lobos y llegaron pronto a la confluencia de éste con el río Ucero, que serpenteaba negro hacia el sur, hacia el castillo de su padre mortal. Por las noticias que Clara llevaba a la ermita, su padre era ya un decrépito vejestorio de sesenta años de piernas arqueadas por el caballo y dedos entumecidos por la gota. Quien realmente hacía las veces de castellano de Ucero era su primo segundo por parte de madre Odón Balboa, un gigantón norteño bravucón e irascible. No era una buena combinación.

Siguieron el curso del río Ucero y llegaron al pueblo homónimo, encajonado en un paso profundo, donde el Ucero serpenteaba. En la cima izquierda se levantaba el castillo, que se recortaba en el cielo nocturno amenazador y frío. A su lado, un poco más ladera abajo, se encontraba un monasterio pequeño. Recordó de repente a su prima y se culpó por ello. Esa vida ya había pasado.

¿Volveré algún día y reclamaré Ucero para mí, para la gloria del Clan y para el verdadero castellano Álvar Fáñez?, pensó melancólica Leonor mientras su cuerpo se sincronizaba con el galope tendido de su palafrén.

Ensimismada en sus pensamientos casi ni se enteró de que ya había llegado a Osma, gran villa donde confluían el río Ucero y el río Abión, cruce que estaba protegido por una fortaleza monstruosa, asentada en la cima de un alto cerro. Osma era un laberinto de casas de dos pisos que tenían en su centro la catedral y la fuente. Pusieron los caballos al paso y dejó que Nuño la guiara. Pronto dieron con el puente sobre el río Ucero y volvieron a galopar rumbo sur.

Dejaron la vega del río Ucero a un lado y se adentraron en campo abierto.

-¿Por qué no seguimos el curso del Ucero? -preguntó Leonor.

-El Ucero desagua en el Duero, y no existe ni vado ni puente hasta Navapalos. Su corriente es traicionera y parece poco profundo, pero no lo es -respondió el Lobo-. Mi señora, no os lo he dicho antes para no alarmaros, pero nos siguen tres perros bastardos entre la maleza, por el oeste, a favor de viento. Son tan bastardos y tan felones que no se atreven a entablar batalla de cara, como los hombres. Sigamos cabalgando; es lo mejor.

Un par de leguas más adelante alcanzaron a un grupo de jinetes. De cerca comprobaron que eran seis mortales. Estaban recogiendo un improvisado campamento con un pequeño fuego y ya se estaban montando en los caballos cuando Leonor y Nuño los alcanzaron.

-Por Nuestro Señor Jesucristo y por el rey Alfonso, ¿quién va? -gritó el que parecía el líder.

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28/10/2013, 15:36
Leonor Ramírez de Ucero

-No os alarméis mi señor, dijo Leonor en un tono suave mientras frenaba el paso de su caballo,sólo somos dos viajeros a quienes Dios y el destino han querido traer hasta aquí.

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28/10/2013, 16:28
Toledo Nocturno

Tras las palabras de paz de Leonor la tensión se relajó visiblemente, pero todos miraban de reojo al gigante tuerto que cabalgaba con ella. Dos de los jinetes volvieron a enfundar sus espadas, y el pequeño escudero echó tierra sobre los rescoldos de la improvisada fogata.

-Me alegra oir eso, mi señora. Yo soy Martín Ruiz, hidalgo de Saldaña y caballero de Vuestra Alteza. Me acompañan los caballeros Fernando Fernández, también de Saldaña; Rodrigo Pérez de Osorno y Diego Martínez de Riaño, apodado Diego Lanzapartida. Aquel hombre de mirada hosca es Sebastián, nuestro guía, cazador y cetrero. El joven es Muño Gómez, segundo hijo varón de los duques de Saldaña y futuro escudero del rey. Por este motivo vamos a Toledo -explicó el caballero Martín.

-Siento interrumpir -espetó seco el que respondía al nombre de Sebastián-, pero hay que partir de inmediato. La noche huele a lobo y todavía nos queda adentrarnos en el monte antes de llegar al valle del Tiermes.

El joven señor y futuro escudero recogió los bártulos y le entregó el pendón de Castilla al caballero Diego, que apoyó el regatón en el estribo izquierdo.

-Veo que vuestro caballero también porta el castillo de oro y eso es siempre de agradecer -comentó don Martín-, aunque nunca había visto ese águila. Si vuestra merced lo quiere, pueden cabalgar con nosotros. Nuestra ruta es bajar por el Tiermes y seguir el curso del Henares y del Tajo.

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28/10/2013, 19:31
Leonor Ramírez de Ucero

-Mi nombre es Leonor Ramírez, y el caballero que me acompaña es Nuño de Liébana. Soy una servidora de Dios, y viajamos a Toledo por orden de la Santa Iglesia, porto un mensaje que he de entregar en persona al obispo. hizo una pequeña pausa en su discurso durante la cual fingió sentirse sobrecogida.-Lamentablemente sólo podremos acompañarles durante esta noche, Dios a querido que le sirva de extraña forma pues poseo una grave enfermedad de la piel que me impide viajar de día. Alargó su mano hacia el caballero con incipientes lágrimas en los ojos, -no es contagioso, pero al parecer no está en los planes de nuestro señor el que yo pueda disfrutar de su más grandiosa creación.

-Es por eso que siempre viajo acompañada del caballero Nuño,su tamaño y aspecto hechan hacia atrás a muchos bandidos, de otra forma no creo que pudiera proseguir con mi viaje... pero si vuestro compañero tiene razón y hay lobos deberíamos partir cuanto antes, ¿no es cierto?

 

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28/10/2013, 20:01
Toledo Nocturno

-Lamento oír eso, mi señora -dijo galante don Martín-. Os acompañaremos hasta vuestro hospicio diurno como buenos cristianos, pero lamentablemente a partir de ahí nosotros tendremos que proseguir.

Don Rodrigo, el más joven de los cuatro caballeros, se bajó de su caballo, hincó la rodilla y habló.

-No sería ni cristiano ni de buen caballero dejar a tan hermosa señora castellana ni a su valiente compañía en manos de los terrores de la noche. Si mi señor don Martín me da permiso y si a mi señora doña Leonor le place, yo os acompañaré a Toledo y compartiré sus noches con vos.

A don Martín le apareció una sonrisa en los labios, pero el resto de sus compañeros rieron alegremente. Todos menos el cetrero Sebastián que seguía escrutando la noche.

No es por ser piadoso o caballeresco, es que se ha encaprichado de mí, comprendió al instante Leonor. Hombres, reyes, caballeros, herreros o mendigos... son todos iguales.

-Caballero don Rodrigo Pérez de Osorno, yo os libero de vuestro juramento si mi señora doña Leonor acepta vuestra compañía -entonó don Martín.

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28/10/2013, 23:24
Amal bent Karim al-Warda
Sólo para el director

     Acongojada por la visión de una muerte segura, Amal se debatía sobre cual seria la solución más racional. Atacar o huir sería poner en bandeja a las bestias su cuerpo para despedazarlo por lo que la creación de sombras se presentó como la mejor de sus opciones.

      Sin moverse del camino, se preparó para externalizar la sombra, la cual lanzaría hacia las bestias con la finalidad de cegarlas y así poder huir lejos de aquel inoportuno encuentro...

- Tiradas (1)
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28/10/2013, 23:30
Toledo Nocturno

Una sombra oscura como la tinta y viscosa como la miel surgió del suelo bajo las patas de los dos lobos. Subía y bajaba formando espirales, lentas a veces y rápidas otras. Los animales intentaron retroceder, pero se vieron atrapados en una cúpula negra y espesa de ondas caprichosas y rabiosas. Los ladridos pronto empezaron a ser gemidos de miedo, que se fueron amortiguando conforme los zarcillos de oscuridad se cerraban sobre ellos.

Amal corrió hasta Noche, que estaba coceando nerviosa entre la maleza y el bosque bajo. La sangre llamó a la sangre y la yegua se tranquilizó. Una vez que Amal montó y se puso al galope, la sombra desapareció. Uno de los lobos estaba tumbado, inconsciente, mientras que otro tenía el rabo entre las piernas y salió corriendo bosque adentro, huyendo como alma que llevaba el Diablo.

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29/10/2013, 00:01
Amal bent Karim al-Warda
Sólo para el director

   Hemos esquivado esta flecha, Noche - dijo Amal, y prosiguió la frase en sus pensamientos - y seguramente no sea la última, tengo que estar atenta a cualquier contratiempo. 

    La joven se sentía aliviada por haber podido escapar de aquel entuerto, pero también cabreada consigo misma por haber levantado la guardia. No tenía que haber partido sola, ese fallo me ha podido costar la vida...