Partida Rol por web

- todos están sentados en la mesa, los comensales del barco, venga conmigo, así demostrará que lo que dijo el pirata no es tal... sino el honor de nuestra raza - le susurró al elfo, mirándolo a los ojos.

Maki estaba pendiente de su hermana pequeña disfrutando de ver su cara de alegria y de que estaba bien.

Todas estas personas, toda esta nueva informacion que digerir, la idea de que ese hombre se encarge de ellas, el tener que explicar su historia...su mente estaba sumida en un mar de ideas e incognitas que tendria que resolver. Por supuesto por muy amables que se mostraran aquellas personas no creia que fuera una gran idea el que aquel hombre se encargara de ellas.

Demasiadas molestias hemos causado ya, no se si estaría bien... y con que palabras voy a poder explicar nuestra historia a esta gente... ¿y si después de esto también nos cogen manía como al resto de la gente que conocimos hasta ahora...?

Maki seguía a su pequeña hermana, ahora con la mirada un poco sombría y escuchando toda la nueva información que estaba dando cuando la bella chica que estaba sentada a su lado se alzo y comenzó a cantar.

La cara de Maki cambio por completo quedo como hipnotizada ante aquella hermosa melodia que nos estaba regalando esa chica, mis pensamientos se fueron volando de mi cabeza como por arte de magia. Pude notar como Miki también se centraba en ella, por lo visto no era la única a la que le fascinaba su voz.

Jhon asintió con la cabeza e hizo un gesto de asentimiento con la mano. Por mi perfecto Capitán, es compensación más que suficiente lo que nos ofrecéis, por mi parte nada urgente me esperaba en Aguas Profundas. Observo atentamente al resto de comensales sentados a la mesa, estudiando sus reacciones intentado averiguar que tipo de personas eran. Su inspección quedo súbitamente ininterrumpida por la llegada de las viandas, el aroma a cedro y pan caliente llenaron el aire. Levantando su jarra de cerveza interpelando al compañero del capitán, gracias Señor Rene, mi nombre es Jhon y le agradezco la comida, este cerdo está diciendo cómeme termina mientras pringa un trozo de pan en la suculenta salsa. Traga y saborea despacio el trozo de pan, pues bien Capitán hare como dice y quizás visite yo también esa biblioteca me gustaría estudiar alguno de los mapas de la zona ¿quizás queráis acompañarme Arthur?, en ese momento del fondo de la sala llego música de un Arpa. La cara de Jhon no pudo esconder su gesto de sorpresa al ver quien tocaba era el extraño elfo, y observo con interés como la elfa que les acompañan se levantaba para unirse a su compañero entonando una preciosa canción. Cerro los ojos dejándose llevar por las notas, relajándose y sintiendo una paz que hacía mucho que no había sentido, alejando de su mente por momento los tormentos y pesares de las guerras pasadas.

Maivelaer termino de dar los últimos acordes de la melodía.
Durante unos breves momentos los presentes se mantuvieron en silencio.
Expectantes.
La voz de la chica era sin lugar a dudas algo salido de otro universo, su bella voz calaba hondo hasta a la más dura piedra.
También a él le había afectado más de lo que esperaba.
Entonces la bella elfa  acerco sus labios esculpidos por las manos de un maestro al oído de Maivelaer y le hablo en susurros.
El hombre podía sentir la calidez del cuerpo de ella, y el embriagador perfume de su piel mientras le hablaba.
Un coctel intenso de sensaciones.
- todos están sentados en la mesa, los comensales del barco, venga conmigo, así demostrará que lo que dijo el pirata no es tal... sino el honor de nuestra raza –
Le dijo terminando sus ultimas palabras mientras le miraba a los ojos.
Esos ojos de un azul invernal.
Profundos y trasparentes.
Una mirada que podía perder a cualquiera.
…
Extrañamente tardo en responderle.
¡El!, quien tenía una réplica mordaz para cualquiera, titubeaba sin hablar, incapaz de decidirse a responder.
Claro que quería ir con ella a cualquier lado, acompañarla a los fosos ardientes del Hades, subir a las montañas más altas, correr sin detenerse por el desierto o cruzar el mar a nado.
Era su corazón, que latía desbocado buscando escapar de la cárcel a la cual había sido confinado tanto tiempo atrás.
Pero su parte lógica no iba a permitirle actuar asi.
Claro que no.
…
Maivelaer que mirara a Faeledhel con una expresión de ensoñación en el rostro y sus ojos carmesí brillando de expectación, cambio su expresión súbitamente, su mirada perdió brillo y el rostro se endureció en un rictus de apatía y carencia de sentimientos más propia de una fría estatua que la de un ser vivo.
Sus palabras fueron filosas como navajas y frías como una noche de invierno.

Faeledhel es tu nombre según he escuchado, le dijo mirándola fijamente, y tu sino la raza elfica.
Poco o nada debieran importarte los dimes o diretes de los mortales, puesto que en sus burdos intelectos nada entienden de los más elevados o favorecidos.
Poco me importa lo que piensen ellos…dijo mirando hacia un lado lejos de los ojos de ella,…cualquiera de ustedes, termino tajantemente.
…
Su respuesta había sido dura, tal vez demasiado.
Pero la elfa sabia ahora, sin duda alguna, que en algún lugar muy, muy dentro del alma de ese hombre, había un corazón que latía y rogaba por ser libre su pesadas cadenas.

Maivelaer ha concluido de tocar el instrumento, su rostro muestra sorpresa pero poco más.
Al acercársele la elfa le mira con atención durante un breve lapsus, luego su rostro se vuelve hosco nuevamente.
Y aunque están lejos de la pareja, el movimiento de sus labios y sus ojos cargados de furia son una clara muestra de que no le ha gustado algo de lo que ella le ha dicho.
¿o será otra cosa lo que ha pasado?

EL elfo la quedó observando de una manera mucho mas cálida, mucho más intensa de lo que creyó propio de un ser como él se  había demostrado, se quedó callado demasiado callado y con sus ojos muy fijos en ella, pero fu sólo una idea de ella, porque cuando los aplausos acabaron, el elfo le lanzó un mordaz comentario, no le importaba nada de lo que dijeran, ni siquiera de ella, que consideraba insulsos a los demás, Faeledhel arrugó el ceño y echó un pie hacia atrás, recobrando la distancia del osco elfo.

- más pobre y terrenal es vuestro pensamiento, que sin más que la raza y los años vividos, se considera superior al resto, se puede haber vivido una eternidad y ser tan básico y simple como un ratón - le responde vuelta, ahora comprendía lo que había dicho el pirata, se lo había ganado con creces, aunque claro, la manera en que la había mirado al principio seguía presente, sin embargo, su boca había hablado y revelado lo que ya había sido acotado por el pirata, y esa primera impresión de calidez se diluía en la irritación que le produjo si comentario.

Dejó de mirarlo y se giro hacia el resto de las personas que estaban aplaudiendo su canto, a ambos por lo menos.

La elfa parecía hablar con el elfo de algo, pero su gesto demostró su ofuscación, y luego de agregar algo, dejó de mirarlo y alejarse de él, sonriendo y agradeciendo los saludos de los presentes que la habían escuchado cantar, volviendo a la mesa sin mirar a tras- espero que haya sido del gusto de todos la canción... aquel elfo ayudó mucho - dijo colocándose detrás del capitán, con sus manos en la silla y moviéndose para volver a su asiento, lista para comer.

Mientras observas como se aleja la elfa y la rabia todavía bulle en tu interior te das cuenta de que la camarera semiorca te mira muy atentamente, cuando se da cuenta de que la has visto aparta su mirada rapidamente y sigue con sus quehaceres 

durante el tiempo que pasamos en la taberna solo me fije en el elfo cuando se comenzo a reir a carcajadas ¿que puede haberle causado tanta risa? creia recordar que cuando entramos en el lugar no me habia llamado especial atencion porque se mostraba frio y distante con la gente. Pero me habia sorprendido cuando de repente salio a tocar un instrumento muy alto con largas cuerdas ¿qué instrumento es ese? le pregunté a Maki. La melodia en sí misma ya atrapaba la atencion por su dulzura y la facilidad con la que trasmitia paz y calma, pero lo que verdaderamente terminó capturando la atención de todas las personas fue la voz de la bella elfa que compartia mesa con nosotras. Con la mezcla de voz y melodia no pude menos que quedarme con la boca abierta y despues cerrar los ojos y disfrutar de tan maravillosa actuacion que me llevaba a algun lugar donde nunca antes habia estado, un lugar bañado de luz. Cuando la cancion terminó sonreí para mí misma realmente harian una pareja adorable...

Mientras los demás hablaban con el capitán y su acompañante, jhon me invita a que vayamos a la biblioteca.

Por supuesto señor Jhon- respondo en tono jovial - vayamos luego.

Algo que me ha llamado la atención es la reacción de la dama élfica ante la palabra mal pronunciada, ciertamente los elfos viven mucho más que los hombres, sin embargo...

Luego de escuchar la música Elfica, de haber escuchado la melodiosa voz de Fae, me senti más sereno y relajado que de costumbre y más confundido también...

... el elfo silencioso y misterioso tambien tiene su coranzoncito, pensé para mis adentros.

Las niñas si que son lindas y agradables, muy risueñas..

... me pregunto como estarán.

 Era un momento agradable el que estaban pasando, a Daroth le gustaba compartir mesa con aquel grupo tan extraño de personas, de momento todo estaba siendo bastante agradable, aunque el extraño elfo no quisiera estar con ellos.

- Sus razones tendrá, ahora toca disfrutar de la comida y la compañía, ya luego tendremos tiempo para otros menesteres.

  Quería disfrutar del momento porque sabía que al pasar las horas comenzaría la ansiedad, la ansiedad de querer volver a alta mar, no podía ni pensar en ello, si lo pensaba perdería la cabeza, tenía que mantenerse ocupado comiendo y bebiendo, no podía darse el lujo de distraerse ni un momento, y aún le quedaban dos días mas... Comer, beber, distraerse de pensar en nada, era todo lo que podía hacer, así que mientras comía y bebía se dedicaba a observar a sus compañeros de mesa, a observar cada detalle, cada movimiento, cada palabra, a analizar cada rasgo que tuviesen. La elfa dijo su nombre "Faeledhel hija de Alatar", nunca había entendido por qué había gente que usaba el nombre de sus padres para engrandecer el suyo. Al escuchar ésa frase de la elfa frunció ceño y sintió un cierto desagrado.

- Una persona es lo que demuestran sus actos, no importa de dónde provenga, no importa el nombre que tenga, no importa de qué raza sea, da igual la cuna en la que hayas nacido o la lengua que hables, tus actos hablan por ti, no sirve de nada el refugiarse en el nombre de los padres o en un título o en cualquier otra cosa que no sea en tu propia palabra.

Pero el enfado no le duró mucho, de repente una melodía muy agradable empezó a recorrer la taberna, para sus oídos era una melodía indescriptible, apaciguadora, sentía como si estuviera en el mar, acostado sobre la cubierta del barco, sintiendo el romper de las olas en su cara, con la brisa marina refrescando su cuerpo y el salitre entrando en sus pulmones. Y de repente la elfa empezó a cantar, su voz... era digna de una sirena, su cantar podría enamorar al mismísimo Poseidón y hacerlo salir de su reino sólo para escucharla. No podía creerse como un ser podía tener una voz tan bonita y que dijese tantas cosas con sólo una nota, todo el enfado que había experimentado antes se tornó admiración, aprecio, hasta adoración.

 Cuando la canción terminó Daroth seguía ensimismado, no podía articular palabra, estaba totalmente ido, mirando a la nada, completamente en otro mundo diferente en el que se encontraban los demás.

Con el plato servido delante de ella, y con ya ganas de comer, respiró profundamente y de un momento a otro, algunas dudas comenzaron a rondar su cabeza, más cuando de vuelta a la mesa había visto a ese enano gris, y si lo pensaba, no era un color habitual en su raza, solo en drown lo habia visto Sus labios dibujaron una sonrisa y se dio cuenta que en la mesa había producido un silencio, incluso cuando volvió a la mesa, ¿había sido demasiado imprudente?, incluso el pirata la estaba viendo con una cara extraña.

- pues... parece que no lo fue...- se encogió de hombros y se sonrojó mucho, eso le pasaba por guiarse por la música - bueno... pasando a otro punto... las niñas no han contado su historia, y todos ya han preguntado por ella, debe ser muy emocionante - le preguntó a las chicas que estaban sentadas a su lado.

No hay ni habrán aplausos u ovaciones suficientes para aclamar o agradecer lo que acabo de escuchar - digo en tono tranquilo y con una leve sonrisa a la elfa.

Sin embargo, y creo que hablo por todos los presentes, gracias por permitinos esucharle.

Dicho esto tomo un bocado mientras me pierdo un poco en mis pensamientos, que estan muy lejos de este lugar.

Al terminar la cancion Maki se sentia mucho menos nerviosa para contar su historia, aunque le sorprendia el que la gente se interesara por su historia. Mire a Miki y le sonrei.

-Miki confiemos en esta gente.

Miki pareció entender lo que pensaba y al mirarme me sonrió mientras sostenía un pastelillo entre sus manos.

Respire hondo intentando reorganizar mis ideas para no parecer torpe a la hora de hablar.

-Bien... como han podido comprobar no somos niñas normales, somos brujas, nuestros padres desconocían de nuestros poderes hasta que se manifestaron. Una vez se supo que teníamos poderes la gente a nuestro alrededor nos hacia el vació y nuestros padres nos abandonaron en un mercado cuando aun eramos demasiado pequeñas, creo que por miedo a lo que la justicia haría con ellos. Miki apenas tenia dos años, yo tenia cinco. Desde entonces me prometí a mi misma que cuidaría y protegería a Miki como fuera.

Para poder sobrevivir tuvimos que apañarnoslas y conseguir nuestro pan de cada día haciendo todo lo posible, en ocasiones incluso robar...

Unos años después nos encontró y entreno una vieja bruja que fue la que nos crió y cuido como si fuéramos su propia familia. Cuando falleció recientemente nos mando a nuestro destino actual.

Cuando nos subimos como polizones teníamos dos cosas en mente: una, que si sabíais lo que eramos a lo mejor no nos dejabais subir; y la segunda, que no teníamos el dinero suficiente para pagarnos el peaje. Ademas, en todos los barcos en los que preguntamos por el lugar de destino nos echaron con malas palabras, y solo un marinero nos dijo que ninguno de los barcos se atreven a aventurarse en esas tierras. Entonces oímos hablar de La Daga Danzante y decidimos meternos en aquel barco.

Maki cerro los ojos después de esto y se relajo un poco en la silla . Se armo de valor y miro al resto de los comensales de esa mesa con mirada inquieta y urgente. Aun sostenía la mano de su hermana que se la había cogido mientras relataba su historia y esperó la reacción de la gente.

El capitan tomo nota del interes de Jhon en la biblioteca un interes loable la lectura, quizás algún día el mismo tomara gusto por los libros evitando errores tan sonados como el de la alquimia hace unos instantes.

Mientras el capitan se las ingeniaba para eludir las constantes preguntas sobre la parada y el pasajero vip e intentaba averiguar a su vez la historia de las niñas escucho una melodia que llegaba del lateral de la taberna.

No fue el unico en escucharla, paulatinamente las conversaciones, las chanzas y los pulsos  fueron deteniendose para escuchar la extraña melodia, en ese momento Faedhel se levanto de su asiento disculpandose avanzo hasta donde Maivelaer tocaba con un arpa, una vez a su altura encaro a la audiencia la voz que exhalo acompañando a la melodia sonaba cristalina, fuerte.. y triste.

Al capitan le pareció que ambas personas habían conectado de un modo mas profundo de lo habitual, ese entendimiento mutuo que hace pensar a los eruditos en el destino o las vidas pasadas, sin embargo, en un instante, la cara del elfo se endureció, sus ojos reflejaban rabia y furia, no alcanzo a oír lo que decía pero su mirada bastaba para saber que algo le había afectado profundamente de algún modo incluso si la mirada no estaba dirigida a él sintió una punzada de dolor en el pecho ¿que penurias habrá pasado ese muchacho para actuar así?.

La taberna continuo expectante, como hipnotizada unos instantes antes de estallar en alabanzas y aplausos algunos de los presentes se acercaron al elfo para felicitarle personalmente, Faeledhel volvió a la mesa.

Maki, ahora mas cómoda empezó a contar su historia, mientrás lo hacia el efecto de la canción desapareció rapidamente dando paso a una rabia interna conforme escuchaba a la niña.

Cobardes gruño pretendía soltar toda su frustración en palabras, pero estas sencillamente no salían a pesar de ello con la garganta seca alcanzó a hablar no sé a que destino os envió esa noble anciana pero que los dioses me maldigan si permito que continueis solas y sin una guía adecuada

Si son brujas quizás Aria la sacerdotisa pueda ayudarlas ciertamente el comerciante estaba bastante abrumado por la sobrecarga emocional que venia sucediendo en apenas unas horas, recordaría este día toda su vida el bibliotecario la visita a menudo para intercambiar libros aunque lo cierto es que esta enamorado de ella.

Si quereis mañana podemos ir a hablar con él, el viaje no es muy largo, poco menos de media jornada hasta el templo de Mystra a las faldas del acantilado 

El comerciante continuó comiendo

Luego de escuchar la historia de las chicas, detengo por un momento mi ingesta y luego de pasar el bocado con un trago de cerveza..

- Lamento mucho lo que les ha pasado, un poder innato desde niño es algo muy bueno al menos en mi tierra. Lo más importante es como lo usen eso es lo que hará que la gente ganen respeto u odio hacia ustedes .

Luego continúo comiendo, las viandas están excelentes, y la compañia pues se pone mejor :)

 Cuando la mayor de las niñas comenzó a relatar su historia el pirata por fin logró volver en sí, la historia de las niñas es bastante dura, a pesar de tener una edad tan corta han tenido que vivir muchas calamidades. Ésto hizo que Daroth empatizara con ellas y las quisiera ayudar, estaba decidido a hacerse cargo de ellas hasta que llegaran a su destino o hasta que pudieran valerse por ellas mismas. - A  lo mejor intento que se vuelvan piratas, en el mar no tendrían que preocuparse de ningún tipo de discriminación ni de ley contra la magia, somos todos libres y hermanos.

Cuando la niña acabó de hablar Daroth le sonrío ampliamente y le acercó la jarra de leche. - Tome señorita, después de contarnos su historia tendrá sed, esto es suyo. Y tranquila, me encargaré de que lleguen a su destino sin ningún tipo de problemas, es una promesa. Y si así lo preferís también podríais formar parte de nuestra tripulación. Se gira al capitán y le dedica una amigable sonrisa. - ¿Verdad capitán? ¡Nos vendrían muy bien!

 - Y cambiando de tema... Señorita elfa, su canción ha sido increíblemente hermosa, una sirena no podría haberlo hecho mejor, tiene una voz que sería capaz de enamorar a cualquier dios... Me ha impresionado muy gratamente, espero que esta no sea la última vez que la escuche cantar, sería una gran lástima no volver a disfrutar de una melodía tan bella... El pirata al recordar la canción parece ido, la verdad es que la canción le llegó al alma y ahora mira a la elfa con otros ojos, mejor dicho, no puede dejar de mirarla, parece como si aquella dama le hubiera hechizado con su voz.

Maki se sentia mil veces mas tranquila y feliz de lo que se habia sentido en mucho tiempo.

Sostenia el baso entre sus manos y se sorprendia un poco de que aquellas personas que acababa de conocer fueran tan comprensibas con ellas.

La peticion de aquel hombre que queria hacerse cargo de ellas isn duda le atraia mucho pero antes tendria que hablarlo con su hermana por supuesto.

... Ahora que lo pienso Miki me pregunto algo mientras la chica cantaba... que era... que era...Ah!

Miki el instrumento que sonaba era un arpa. Lo se porque venia en un viejo libro de Kana su música puede ser muy dulce y el instrumento es muy bonito.¿ te gusta?

Miraba a mi pequeña hermana que también se encontraba a gusto allí y no podía evitar sonreir.

Jhon se sumó a  las alabanzas hacia la elfa Faeledhel cuando esta volvió a la mesa, Gracias por este magnífico regalo tenéis una bella voz sin duda.
  Comenzó a escuchar intrigado, con una sonrisa en su rostro la historia de las dos niñas, pero su cara se tornó en un gesto serio de preocupación cuando escucho la palabra Bruja. No, no eran perjuicios lo que inundaba su mente, sino preocupación, conocía los reinos, conocía al cruel populacho, conocía a las turbas irracionales de gente temerosa, el mundo se llevaría por delante a estas dos pequeñas niñas, no tendrían paz en ningún ciudad. Su mente se perdía en oscuros pensamientos hasta que las palabra de Rene iluminaron sus ideas como un rayo cegador, Claro cómo se me habría pasado, sin duda en un templo de la diosa de la magia serian bienvenidas, pero claro deberían contar con cuantos más acompañantes mejor y sin duda saber algo más de esta región y alguna segunda opinión sobre esa sacerdotisa Aria…Jhon rio para sus adentros, es que nunca dejaría de hacer esto nunca, de preparar cada instante de su vida con una ordenada planificación estratégica, de intentar controlar cada pedazo de su entorno  como si fuese un campo de batalla, como si cada paso fuese el camino de otra guerra en la que había prepararse para poder ganar… Bien sin duda ese grupo de soldados le dirían algo sobre el camino, le habían parecido bien entrenados, su opinión seria de fiar, y no le sería complicado confraternizar con unos soldados; y seguro que esos aldeanos que estaban en la posada le podrían hablar de Aria, después de la invitación a cerveza que había proclamado hace un rato tampoco sería difícil hablar con ellos…su mente continuo estudiando todas las posibilidades que se le abrían…
De repente dio un golpe brusco a mesa, pequeñas si pensáis acudir a dicho templo podéis contar con mi compañía, será un precioso paseo por los alrededores, alguien más desea acompañarnos?. Miro a Faeledhel y Novak despacio a los ojos esperando una respuesta afirmativa