Partida Rol por web

Vlad apareció en el campo de batalla con sus ropajes habituales, ya bastante estropeados debido a las dos primeras jornadas del torneo. El puente no le traía buenos recuerdos (en realidad no podría hablar bien de ninguno de los dos escenarios donde había combatido), pero volvió a levantar su gran escudo, que junto con su coraza hacían una buena defensa, y se preparó para recibir a su rival, con la esperanza puesta es no irse del torneo posicionado entre los últimos lugares.

Tiriel es un pequeño mediano, sobre un camisote de malla, va vestido con ropajes de múltiples colores, mezclados de tal manera que hasta hacen daño a la vista. Como único equipo lleva una lanza a la espalda, un pergamino en las manos y una simple mochila al costado.

En cuanto ve a su rival, lee rápidamente el pergamino y una pequeña pelota, similar a un guisante, sale despedida hacia Vladislak, haciendo una gran explosion al caer contra el suelo. Cuando el infierno se apaga, la lanza está en las manos del pequeño Tiriel, dispuesto a la lucha y ha avanzado un desafiante paso.

Por primera vez desde que comenzó el torneo, Vlad fue pillado por sorpresa. Aún estaba observando al mediano con sus extraños ropajes cuando sacó un pergamino y empezó a leerlo. La esfera de fuego salió directa hacia la zona donde él estaba, y aunque Vlad intentó protegerse, no salió indemne de la situación. Unos segundos más de distracción y podría haber sido el combate más corto de los que ha librado el rashemí...

Con el puente resistiendo el impacto, Vlad se lanzó hacía delante, atento a cualquier otro pergamino que pudiera sacarse el mediano de entre sus ropajes extravagantes.

Todo mi cuerpo es recorrido por unas llamas de color azulado que rapidamente se concentran en mi mano izquierda y salen despedidas para envolver en fuego a mi rival, mientras avanzo hacia adelante con la lanza preparada.

Otro ataque mágico, pero esta vez Vladislak no pudo intentar evadirlo. Empezaba a acumular daño peligrosamente, si no atacaba el combate acabaría como los dos anteriores.

Concentrándose en poco tiempo, lanzó un ataque mental que hizo vibrar el puente allá por donde pasó como respuesta a la llamarada del mediano.

Con un movimiento rápido de la cabeza, expulso las ondas que llegan hasta mi cerebro, casi a punto de que me dañen y genero una nueva oleada de negra energia que golpea a mi rival y avanzo rápidamente hacia adelante, para evitar una nueva conjuración.

El mediano se acercaba a toda velocidad y Vlad se encontraba bastante mal físicamente. Además, su confianza empezaba a estar seriamente minada: ¿acaso no funcionaban sus poderes contra los participantes del torneo?

Sin pensar demasiado, dio un paso lateral para evitar una posible embestida por parte de su enemigo y volvió a la carga con su ataque mental: total, si no funcionaba, poco tenía que hacer aquí...

Preparado para resistir los asaltos de Vladislak, esta vez lanzo mi arma cuando empieza a conjurar, pero esta resbala sin causar, aparentemente, daño. Disipo rápidamente los efectos del conjuro y descargo una nueva oleada energética

Vlad se sorprendió al ver al mediano atacar con su lanza a tanta distancia. Esquivar el golpe lo descentró, aunque pudo finalizar su ataque, nuevamente sin resultado.

Sabiendo ahora hasta donde podía llegar al enemigo con su arma, se retiro unos pasos para volver a atacar.

vuelvo a lanzar una explosion sobrenatural si sobrevivo, luego te tocaría a tí de nuevo.

Por fin logró Vlad dañar a un rival con su ataque, pero fue inútil: el mediano lo soportó y con un nuevo conjuro de llamas acabó con toda la resistencia que el rashemí tenía.

Aunque había estado más cerca que otras veces, Vlad volvió a caer antes que su enemigo...