Partida Rol por web

Me mantengo en las sombras observando la investigación que llevan a cabo mis compañeros, atento y oculto, observando al samurai que los acompaña.

Anteriormente había indicado:

Lentamente me alejo de los demás. Si necesitaban de mi ayuda la recibirían desde la oscuridad. Los seguiría desde las sombras para que el samurai se confiase y poder deducir sobre sus intenciones.

Más o menos sería proteger a Niseika y Takeshi de los demás samurai, sobre todo el Murciélago, y por si aparece alguien.

Cuando Hiruma Ayako levanta el futón lo que se revela no es algo que pille por sorpresa al alguno de los presentes.

Allí estaba el Kimono del Clan Dragón lleno de sangre. Sin duda no le ha dado tiempo de deshacerse del mismo.

Isawa Niseika no bajó la cabeza. Aquello era una vergüenza para su clan, pero sería lavada con el ajusticiamento del responsable.

A su propio hermano del clan....a uno de los suyos...de los nuestros...

Sin volverse, en un tono seco habló con los hemin.

Id a buscar a Isawa Masahiro-sama. Esto ha terminado

La mujer se sentía mareada, pero no estaba dispuesta ni a mostrarlo ni a abandonar el salón. Solo los kamis sabían lo que podía pasar si dejaban la habitación a solas. Con aparente calma se volvió hacia los dos dragones y se inclinó ante ellos

Lamento profundamente lo ocurrido. El intento de implicar a alguien de vuestro clan me parece algo deleznable y os pido humildemente disculpas. No dudoi que juzgaran a Shiba Reikun con la dureza que merece.

Surjo desde mi escondrijo desde donde había permanecido oculto, atento a cualquier atentado contra el grupo de investigación, escuchando las palabras de Niseika. Parece que todo esta, al fin, solucionado, y que la situación podrá solventarse con el Fénix, aunque ahora solo teníamos pruebas y necesitábamos una confesión o testigos.

Gracias, Isawa Niseika-sama, ahora tenemos las pruebas que incriminan, aunque aun necesitamos algo más. Con ello no bastaría para inculparlo, pues cualquiera podría haber dejado el kimono ahí para incriminarlo también. Lo que ahora necesitamos es obligarlo a confesar.

- De acuerdo sama. - dice uno de los hemin y sale corriendo en busca del karo.

Al poco rato aparece Isawa Masahiro ante vuestros ojos.

- Decidme. - os dice atravesando la puerta acompañado de un par de Guardias. ¿A que viene tanta prisa? ¿Qué habeis descubierto?

Era díficil aguantar la sonrisa de satisfacción por el hallazgo, pero al final ahí estaba la prueba que Masahiro había pedido para que sus ojos confirmaran la presencia de un asesino en su clan.

- Ahora ya no son únicamente palabras las que acusan a Shiba Reikun karo.

Le señalo, esperando que al final hiciera lo que debía y que el Mirumoto y el Shiba intercambiaran su posición de encarcelados.

- ¿Cómo se encuentra Asako Keiko?

Inquiero rapidamente, esperando alguna noticia sobre su estado.

- Asako Keiko-san se encuentra perfectamente. - dice el karo. Descansando en sus habitaciones con un Guardia vigilando la puerta. - añade. Tal y como me solicitasteis.

- Sin duda es una amarga noticia que Shiba Reikun haya sido capaz de cometer semejante acto. - prosigue.

Hace un alto mientras reflexiona.

- Tengo que pediros un favor. - dice inclinándose ligeramente hacia vosotros. Tengo que pediros que aguardeis a la Conclusión del Torneo para acusar formalmente a Shiba Reikun. Es lo mínimo que podemos hacer para mantener la voluntad de Asako Shizu-sama de realizar el Torneo y que reinara la paz y la armonía durante la celebración del mismo.

- Daré orden de que Mirumoto Rei sea puesto en Libertad pero que permanezca en sus aposentos por su propia seguridad. - añade. Y mantendré a Shiba Reikun bajo vigilancia para que no cometa ningún acto deleznable más.

- En un par de horas dará comienzo la siguiente prueba del Campeonato. - os dice. Descansad ahora.

El Murcielago asintió. Aún no estaba seguro de la culpabilidad del hombre. Según el metodo Kitsuki, la prueba del kimono en su habitación era circunstancial, nadie debería ser tan estúpido como para guardar una prenda ensangrentada que pudiese señalarle como el asesino.

Pero prefirió callar, pues la palabra de un samurai de clan menor valía menos que la de sus compañeros.

- De acuerdo Isawa-san.

Concedo agradeciendo el haberme retirado de la cena y echado una cabezada antes de todo éste jaleo.

No me parece lo mas adecuado...pero de acuerdo...murmuró la fenix mientras se inclinaba a modo de despedida y se retiraba a descansar.

Meditaré un par de horas antes de ir al torneo