Partida Rol por web

- ¿De verdad ésto es necesario?. ¡Me parece increíble!. ¡Todos los testimonios apuntan a Mirumoto Rai-san. No podemos negar tal cosa!. Y, aun usando esa extraña manera de buscar la verdad con pruebas... éstas también apuntan a Mirumoto-san. ¿A qué están esperando?. Ésto es una perdida de tiempo intolerable. Soy un hombre ocupado.

- En mi corazón no hay dudas de que Mirumoto-san es inocente.

No puedo evitar sobresaltarme por las acciones de Noriyoki-san, nadie se me había acercado tanto y menos haberme olido el cabello, eso hace que me ponga un poco nerviosa y mis mejillas se pusieran rojas. ¿Todo eso fue para decirme que me reuniese con ellos? eso podría haberlo dicho sin tanto secretismo.

Recibo las demás felicitaciones de los otros invitados y tras ello escucho el pregón de Masahiro-sama, calmada pienso en cada testimonio e intento ver si alguno hace algún gesto o algo que lo delate.

Luego me acerco a Masahiro-sama. -Disculpe Masahiro-sama, al llegar al castillo, usted mismo recogió las armas de los invitados, ¿hubo algún invitado que no quiso dejar su arma?, en caso negativo... ¿Dónde estaban las armas y quien las vigilaba?- Eso es algo que no hemos tenido en cuenta... las armas fueron recogidas durante nuestra entrada a palacio, alguien tuvo que ver algo o dónde las guardaron debería de tener al entrada forzada o algo.

- Hubo algunos invitados que decidieron no dejar las sus daishos y/o armas. Por ejemplo, Hida Fuya-sama nos mostró su tanto, que lleva escondido bajo su obi. Ikoma Katsu-sama, tampoco quiso dejar su tessen por una costumbre personal. Mirumoto Rai-sama, tampoco quiso dejar las armas en un principio, pero la oportuna intervención de Yujiro Doji y su esposa le convencieron para que lo hiciese. _{Bayushi Ejiro-san lleva una fukiya en la manga.} Y por último, Shiba Koujin-san llevaba su wakizashi consigo.

Tras escuchar a los invitados hablar, evalúo la situación y respondo:

-Shiba Reikun-san, podemos emplear el método tradicional o el método Kitsuki, pero creo que aquí los más indicados para saber a quién apuntan los indicios somos los encargados de la investigación. La cual, por cierto, no apunta a Mirumoto-san como el culpable. Sabemos que fue un Shiba el asesino...

Además, aquí todos somos samuráis ocupados, y todos debemos volver a nuestras obligaciones, pero no por ello mostramos una actitud tan nerviosa e irrespetuosa. ¿Por qué estás nervioso en realidad, Shiba Reikun-san? ¿Qué es eso tan importante que debes hacer que te impide asistir al funeral de tu señor? Tampoco veo que la muerte de tu protegido te haya afectado mucho...

- Me ha afectado!. ¡Claro que me ha afectado!. Todos los presentes tenemos la congoja en nuestros corazones, pero no lloramos, ni lo mostramos. Porque como samuráis sabemos que eso es un signo de debilidad, y un samurái no debe mostrar debilidad nunca.

- Lo cual, unido a lo del día anterior... ¿No estará sugiriendo que yo, su yojimbo, soy el culpable de su muerte?.

-Esta muy bien eso que decís sobre la actitud de los samuráis, pero me suena más a algo recitado de memoria que a un sentimiento auténtico.

Además, yo he dicho que fue un Shiba el asesino, no que fueseis vos, ¿Os habéis sentido aludido? Muy interesante.

- Pues si no soy yo, declarad quien es. No tenemos todo el día.

-Os lo dije antes, no os apresuréis, Reikun-san. Se decidirá cuando sea el momento apropiado, y no antes. Puede que sea hoy, o puede que sea dentro de una semana. Por el momento nadie puede abandonar el castillo, aquel que lo haga será considerado el asesino y perseguido como tal.

- Y bien, Shiba Kenshin-san. ¿Cómo seguimos investigando?. ¿Más preguntas a los testigos?. ¿O ya tenéis un veredicto?.

-Lo lamento, Isawa-sama. Anoche no pudimos averiguar quién fue el asesino, lo cual, por otro lado, es lógico. Ahora que el torneo terminó, será para nosotros más fácil trabajar. De momento me gustaría que todos los presentes permanezcan en esta sala mientras revisamos sus habitaciones. Lamentamos las molestias.

Tras proceder a registrar las habitaciones, y furoshikis, de los invitados participantes del torneo, no se encontró nada que pudiera delatar a un culpable. Todas las habitaciones eran iguales, y lo único que las diferenciaba a aquella hora del día era el mon del furoshiki que reposaba en el centro de la habitación. Al abrir uno tras otro, no pudo distinguirse nada que pudiera incriminar a nadie en concreto. Sin duda, el asesino o asesinos, ya habían previsto aquello e iban un paso por delante de los investigadores. Masahiro iba con ellos, al igual que Ejiro. Este último dijo al registrar la última habitación que era la suya propia.

- Si me permiten la apreciación. Si yo fuera un asesino, escondería las pruebas en un lugar poco transitado. Eso asumiendo que no pudiera deshacerme de ellas. Isawa Masahiro-san, ¿dónde queman los sirvientes la basura?.

- Se usa en el ofuro creo recordar. Así se aprovecha y...

- Arigato gozaimasu. Si me permiten voy allí de inmediato.

Al abrir la tapa, entre la madera podía verse un kimono verde al que le faltaba un trozo.

- Shiba Koujin se estremeció al oír a Chie nombrar en más de una ocasión al kami caído.
Sabía que debía actuar o le acabarían culpando de la muerte de Shizu-sama, pero sentía la mente embotada como si todo lo que pasase a su alrededor le estuviese pasando a otra persona.
Anunciaron las votaciones y el ganador. Él había quedado en 3er lugar junto a otros samurái, un muy buen puesto considerando que era un bushi.

Kenshin-sama tomó las riendas de la investigación y parecía más que dispuesto a defender su cada vez más inverosímil inocencia.

-Os he reunido a ambos porque sois las únicas personas en las que confío a día de hoy. - Koujin alzó las manos para evitar que le interrumpiesen. Había tomado una decisión y no debía flaquear. - La sangre en mi wakizashi me inculpa más allá de toda duda. Sin embargo, que se escribiesen los Kanjis de mi nombre desordenados cuando es evidente que Shizu-sama murió en el acto, indica que alguien intenta inculparme. Tengo que confesaros algo, sufrí de amnesia hace poco. Mis escasos recuerdos provienen de un diario que llevo conmigo. Cuando recibí la invitación al torneo me dirigía a Jurojin Seido a ofrecer mis plegarias a la fortuna de la salud, para que me ayudase a recordar mi pasado. Fue un hecho aislado y he estado lúcido desde entonces... pero la sangre en mi wakizashi me lleva a pensar lo peor. - volvió a alzar las manos ante la sorpresa de sus compañeros - Keiko-sama parece tener información de mi pasado y tenía intención de interrogarla sobre la supuesta muerte de mi padre. Digo supuesta porque el nombre de mi padre no coincide con el que ella me ha dado. Estoy muy confuso hasta el punto de no estar seguro de ser Shiba Koujin. Después, el escorpión insinuó que era o había sido una maho tsukai. ¿Podría haberme hechizado para que realizase tan vil acto o sólo es veneno en la lengua de Ejiro-san? Por último, sé que no soy culpable y dudo que Rei lo sea, pero, Kenshin-sama, el Dragón y el Fénix irán a la guerra si Rei es declarado culpable. Usadme de chivo expiatorio si eso llegase a suceder. Shizu-sama amaba la paz por encima de todas las cosas e hizo este torneo para demostrar algo. Mi valioso honor es un precio irrisorio por el legado de nuestro señor. - la voz le temblaba hacia el final de su discurso y sentía su garganta tan seca le dolía intentar tragar saliva.

Dirigiéndose a Keiko-sama. - ¿Tendríais un momento para mí, Keiko-sama? Al parecer, vos me conocéis de antes o al menos conocéis a mi familia, pero ahora no logro hacer memoria. - sólo insinuó la pregunta como era cortés hacerlo.

- ¡Claro!. Shiba Koujin-sama. Aunque ignoro por completo como yo pudiera ayudar a vuestra investigación. ¿Qué puedo deciros...?. Sabéis que erramos amigos hasta que celebramos vuestro cuarto cumpleaños. Erais ciertamente un niño travieso. Y todos los meses hacíais alguna travesura que corría de boca en boca en nuestra ciudad. - Ríe tímidamente mientras se cubre con los dedos la boca. Luego suspira con aire nostálgico. - Esperaba veros a usted o sus hermanos en el funeral de vuestro honorable padre. Sin embargo sólo vi a vuestra madre. Viéndoos ahora no cabe duda de que vuestro padre gozara de orgullo en... el más allá. Habréis visto a vuestra madre imagino. Estoy segura de que nada le gustaría más. Ella, al igual que yo, os reconocerá al veros. El corazón no necesita palabras. 

El vacío en los recuerdos de Koujin era doloroso. - Me siento avergonzado por no corresponder a vuestros recuerdos, Keiko-sama. Estoy seguro de que vuestros ancestros estarán orgullosos del estatus que habéis alcanzado en la corte... aún en tan nefasto momento. Le confieso que la suya es la primera noticia que tuve sobre la muerte de (nombre de padre del diario)-ottosama. Ha sido un duro golpe y ardo en deseos de saber más sobre las circunstancias que le llevaron a cometer seppuku. - dijo Koujin mirándola directamente a los ojos.