Partida Rol por web

El Caballero de la Rosa se acerca en silencio a la línea y se concentra para disparar a sabiendas de que lo tiene muy dificil para encajar 2 o más, pues es lo que necesita para empatar o ganar al Caballero de la sangre que ha realizado dos aciertos...

Lanzó la primera flecha y está fallo por mucho, esto hizo que se pusiera nervioso y lanzara las otras dos restantes aun peor, los nervios le habían jugado una mala pasada, sabía que había perdido a causa de esto, al igual que sabe que realmente es más  diestro en el arco de lo que pudo demostrar...

El Jurado alzó sus manos para luego señalar con una de ellas al Caballero de la Sangre, -"¡¡¡Campeón por doble acierto sobre empates de unos...!!!"-

El presentador comienza a aplaudir al mismo tiempo que anima al publico a hacerlo... -"Aplaudamos todos al nuevo campeón de tiro con arco, Sir Rolland Blood del reino de Xampat, conocido como él Caballero de la Sangre... (Aplausos), Gracias a las dos dianas logradas, se hace con uno de los Títulos de Escolta del Emperador, además obteniendo la flecha de oro, que le otorga el rango de mando de las tropas de arqueros Imperiales"-, este hace un movimiento de manos como reverenciando al caballero y luego a la bella dama que se levanta de su asiento portando un cojín rojo y encima de este una bella flecha de Oro y a su costado un pequeño broche de oro también, que representa un arco y una flecha...

La joven dama camina hasta del lado el Jurado, que se encuentra frente al palco del emperador y su séquito y este le hace unas señas a Sir Rolland Blood, para que se acerque hasta allí sin es el casco como la tradición acostumbra, para recibir su premio…

Acomodo mi casco y levanto mi arco al cielo, en saludo al caballero de la sangre.

-En hora buena, ser. El cielo ha elegido excelso campeón, para proteger al Emperador.

Realizo un peuqeño gesto de aprovación.

-Sir, has sido el mejor con gran merecimiento. - realizo una breve pausa - sólo espero poder devolverte esta afrenta en el siguiente duelo - digo mientras esboza una pequeña sonrisa.

-Has ganado justamente, ser Rolland, felicidades. Mientras decia esto hacia una pequeña reverencia en recomocimiento de la victoria del caballero de la sangre.

Me acerco al ganador de la prueba para felicitarlo por su puntería, con unas breves pero sinceras palabras.

- Enhorabuena, Sir Rolland, Caballero de la Sangre. Sus disparos han sido certeros y merecedores del premio que se os concede. Ahora tocará vernos las caras en las siguientes pruebas. Espero que vuestra habilidad, al igual que la del resto de caballeros, estén a la misma altura que la mostrada hasta ahora. - Acto seguido, me doy la vuelta y me dispongo a mentalizarme para la siguiente prueba.

"Con seguridad, no lo tendré fácil en el combate cuerpo a cuerpo. Aún siendo mi especialidad, estoy seguro que ninguno de estos caballeros me lo servirá en bandeja de plata. Tendré que dar lo mejor de mí."

Sir Rolland Blood no era muy dado a ser alabado, y menos por disparar con un arco, arma que apenas usaba. Solo en algunas ocasiones cuando iba de caza era cuando disparaba con arco, pero no era ni mucho menos su arma favorita, hecho por el cual le sorprendió ser el ganador en esta disciplina.

Con gesto serio recogió el trofeo y saludó friamente al presentador y a la dama tras entregarle la flecha de oro. En cuanto a las palabras de enhorabuena del resto de caballeros, les dijo.

- No me felicitéis por haber tenido suerte con unas condenadas flechas. Mostradme vuestros respetos cuando me proclame vencedor del torneo.

El emperador se levanta de su trono y el público se calla para escuchar las palabras dedicadas a el Caballero de la Sangre... -"Sir Rolland Blood, Caballero del reino de Xampat, conocido como el Caballero de la Sangre y ahora Escolta dorada del emperador y oficial al mando de las tropas de Arqueros del imperio de Umbría, ¿Juras lealtad y obediencia a tu emperador bajos los ojos de Dios y de mi pueblo?"-

Lo juro señor, digo rodilla en tierra y cabeza baja. Era lo que se esperaba que dijera, pero por nada del mundo querría ser yo el mando de unos condenados arqueros. 

Como seguramente ganaría otras disciplinas, ya tendría oportunidad de elegir otro puesto más acorde a mí. Por ahora no me preocupaba en demasía jurar en vano.

Tras tu juramento, este te hacer el ritual de nombramiento con la espada en los hombros y luego alza su voz y manos ante el público antes de sentarse nuevamente, -"Pues que así sea y que dios te bendiga.... ¡¡¡Que comience el siguiente duelooooo!!!"-