Partida Rol por web

Con un gesto de saludo a la grada y una pequeña reverencia a mi adversario, me preparo para el combate.

- ¡Qué gane el mejor, tío!

Acto seguido, saco mi pokeball y la lanzo al aire.

- ¡Es tuyo, Noibat!

Camine tranquilamente hacia mi lado del campo, con el semblante serio mire a mi adversario y le sonreí levemente.
-Que gane el mejor.- dije mientras pensaba con calma cual seria la mejor opción para empezar, aunque siendo el inicio, ya sabía cuál seria mi mejor opción. Tras coger la pokeball la lance al aire y de ella salio Inkay, sonriente y juguetón como siempre.
-Inkay, vamos a darles algún que otro problema a nuestro adversario.-

Los entrenadores eligieron a sus primeros pokémon, que salieron al campo de batalla llenos de energías y con muchas ganas de combatir.

Ambos pokémon tenían un aire divertido y juguetón, pero estaba claro que era sólo apariencia. Si los entrenadores les habían escogido, sería por su potencia de ataque y capacidad de crear bajas en el equipo rival.

Le gente clamó con energía, dispuesta a disfrutar de ese combate.

Inkay... "Buen pokemon para iniciar"

- Ninguno de los dos tenemos ventaja... ¡Me gusta! ¡Noibat, Tóxico!

Noibat era el pokemon de mi rival, un pokemon rapido y potente, lo tenia claro, si fallabamos el primer ataque perderiamos el enfrentamiento casi seguro, pero el riesgo merecia la pena.

-Inkai, avalancha.- Grite con una leve sonrisa en mis labios. 

Ambos entrenadores estaban listos, y así lo mostraron sus pokémon, que se miraban desafiantes, sabiendo que sólo uno de ellos saldría ganador de ese enfrentamiento.

Noibat fue el primero que se movió, y no fue un golpe directo. Su cuerpo emitió una sustancia nociva que cayó sobre Inkay. Sin saber cómo quitársela, el pokémon quedó intoxicado por el Tóxico del pokémon de Raoki, una estrategia sutil pero muy efectiva.

En cambio, Inkay no se iba a rendir. Y tampoco Caleb. A pesar de estar envenando, emitió un gruñido triunfal y unas piedras enormes se materializaron sobre la cabeza de Noibat. El pokémon poco pudo hacer para esquivarlas, recibiendo constantemente sus golpes.

- ¡Ugh!

Menudo golpe... Pero Noibat revolotea alrededor del campo de batalla, dolorido pero sano.

- ¡Ánimo, Noibat! ¡Tormento!

-Inkai, sigue asi, ahora Fuerza bruta.- Grite mientras Inkai asentia lleno de emocion por el combate.

"El veneno no es algo como para estar jugando ... debo tomar medidas pronto."

La estrategia de Raoki era debilitar a su rival con ataques muy sutiles, y así lo demostró con el Tormento de Noibat. El pokémon dragón miró con ojos aterradores a su rival, e Inkai se sintió levemente debilitado, sin saber qué le ocurría. Pero Caleb sí que lo sabía, entendió perfectamente que su pokémon no podría usar dos veces el mismo ataque.

Pero el golpe de Inkai, como respuesta, fue fatal para Noibat. Su cuerpo emitió una luz cegadora hasta el momento justo en el que se lanzó contra el pokémon dragón. El golpe lo envió contra la parec, y su pequeño cuerpo no fue capaz de aguantar. Se desplomó inconsciente, dejando a Raoki sin su primer pokémon.

Regreso a Noibat con un quejido. No me gusta verle caer tan pronto... ¡pero esto no había hecho más que empezar!

- ¡Adelante Treecko!

- ¡Doble equipo!

Caleb miro duditativo tanto al pokemon rival como al suyo propio.

"Mmmmm, si lo dejo que se alargue mucho el combate esto podria acabar muy mal, no me queda otra ..."

-Inkai, vuelve.- Dijo mientras sacaba Caleb su pokebal y devolvia a Inkai a ella sacando a su segundo pokemon.

-Adelante Fletchling .- Dijo lanzando la pokeball mostrando el que seria su segundo pokemon.

La aparición de Treecko en el campo de batalla levanta exclamaciones de admiración. Este pokémon es poderoso y tremendamente rápido, cosa que lo hace un rival muy complicado. Tras la orden de su entrenador, comienza a moverse a gran velocidad, haciendo un efecto óptico impresionante. ¡Miles de Treeckos llenan el campo de batalla!

Ante la mirada perdida de Inkay, Caleb toma una decisión. Llama a su pokémon envenenado a su pokéball y decide cambiar de estrategia. De la nueva pokéball, aparece un Fletchling con grandes energías y que contempla todo desde las alturas. ¿Habrá sido capaz de detectar a su rival?

Buena jugada... Volador contra planta. ¿O tal vez no era tan buena idea?

- ¡Treecko! ¡Usa Poder Oculto!

Caleb sonrio al ver que Raoki no cambiaba a su pokemon.

-Fletchling acaba con el, usa Acrobata.-

Treecko estaba en todas partes, y Fletchling no podía evitar estar algo despistado. Todos los pokémon lagartijas alzaron sus manos, y entre ellas aparecieron unas bolas blancas, que lanzaron contra el pokémon volador. Pero Fletchilng lo vio venir, y supo qué hacer gracias a Caleb, que le ordenó usar Acróbata. Si Fletchling conseguía descubrir dónde estaba Treecko, sería muy efectivo.

El pokémon volador se alzó y giró sobre si mismo, cayendo en picado contra los numerosos Treecko, mientras evitaba sus bolas blancas.. Golpeó a muchos de ellos, haciendo que se desvanecieran, hasta que sólo quedó el verdadero. Treecko sufrió un poderoso impacto, que le lanzó contra la pared, dejándole inconsciente.

A Raoki sólo le quedaba un pokémon, un compañero que debía dar la vuelta al combate si quería ganar.