Marcó el número de su jefe y esperó a que este sonara en la otra parte. Cuando lo cogió se apresuró a decir:
- Siento haberle colgado de esa manera jefe, pero es que me pillo en plena carrera y quería llegar cuanto antes a la embajada, sabe que no me gusta llegar tarde. Ya estoy dentro, pero no he recibido instrucciones exactas de qué es lo que debo hacer aquí exactamente. Debo presentarme ante mi colega de europa pero no tengo demasiados datos sobre él, hay algo que debería saber?
Conozco tus pasos incluso mejor que tú Rodriguez, a estas alturas deberías de saberlo. Ahora mismo te estamos enviando una foto de tú contacto a tu celular, pero recuerda que tú objetivo principal es encontrar al miembro del Ministerio de Defensa ruso y, de él, no tenemos información alguna. Eso te tocará hacelo a la antigua usanza...... Tenemos que dejar la conversación, alguien viene.
Tan pronto como sientes el beeep beeep de finalización de llamada entra en el baño un hombre vestido de etiqueta, te saluda con cordialidad y se encierra en una de las cabinas de WC.
El móvil te vibra y en él puedes ver la foto de tu contacto europeo.
Ves la foto de Vincent Baric
Al fondo de la sala, un hombre mantiene su mirada fija en ti hasta que, por fin, se cruza con la tuya. Hace un gesto con la cabeza en señal de saludo, sonríe forzadamente, y levanta su copa de vodka indicándote que ese trago será a tu salud. Después de beber, camina lentamente hacia ti y, cuando llega a tu altura, vuelve a levantar su copa:
Nas darovia, señor Nóvikov. ¿Le agrada la recepción?
- ¿Kak diela, señor? Sin duda me agrada, sí... ¿Y usted es...?
¿Vodka a estas horas? un par de copas más y este pájaro acabrá importunando a la esposa de cualquiera.
Igor Dimov, trabajo para el gobierno ruso. Defensa, mas concretamente.
El hombre hace una pausa, sin duda para volver a aclararse el gaznate con su agua fuerte que parece no hacer mella alguna en él, salvo en sus sonrojadas mejillas.
He de decir que es un placer conocerle, he leido muchos de sus informes cuando trabajaba para nosotros, sin duda , todos ellos excelentes. Es una pena que se haya posicionado del lado equivocado.
- Gracias por sus elogios, Dimov. Siempre he intentado hacerlo lo mejor que sé, y ahora que vuelvo a tener patria le puedo asegurar que lo hago con la mayor diligencia posible. ¿Qué tal le va a Morkov, sigue empeñado en poner más patrullas en Siberia?
George observó de nuevo su móvil y salió de nuevo a la sala donde se encontraban todos. Observó con detenimiento a todos los presentes en la sala, hasta que se fijó especialmente en uno de ellos.
Cogió esta vez, dos copas de Champagne y se encaminó hacia él.
Podeis ver como George se aproxima a Victent Baric
- Si no me equivoco usted debe de ser Vincent Baric, no? Creo que tenemos que hablar...
George se coloca de nuevo el traje una y otra vez, y le extiende una de las copas que lleva en la mano.
- Gusta? - La copa tiene un precioso color dorado - Perdone que no me halla presentado, mi nombre es Rodríguez, George Rodríguez.
Efectivamente, mi nombre es Vincent Baric. Sí, sí, encantado.
Cojo la copa de Champagne (a veces pienso que haber nacido en Francia es peor; en cuanto sales de allí te horrorizas de cómo a según qué cosas las llaman Champagne) y de momento no bebo. No hasta que beba George.
Miro alrededor para ver si alguien nos está observando.
¿Qué le parece si buscamos un sitio más tranquilo?
Un hombre vestido de traje negro, camisa blanca y corbata oscura se acerca hacia vosotros. Véis claramente que es uno de los miembros del equipo de seguridad de la embajada. Al llegar, no tiene reparo en interrumpir vuestras conversaciones. Se acerca lo suficiente como para susurraros, de tal forma, que sólo vosotros escucháis el mensaje.
Se requiere vuestra presencia en el despacho del embajador.
Una vez transmitido el mensaje el hombre se despide con un gesto de cabeza y abandona la sala.
Teóricamente esta parte de la partida tendrían que agilizarla Vincent y George. Y... como van un poco lentos vamos a darle un poco de vida de otra forma.
Chicos, a ver si le dáis un poco de caña que, en esta primera escena tenéis casi todo el protagonismo y vuestros compañeros deben estar muriendose del asco. Por favor, en la medida de lo posible, respetar el ritmo de posteo.
Y un consejillo: no olvidéis vuestro objetivo, la razón por la que acudistéis a la recepción.
Apago el cigarro mal que bien y me dirijo al despacho, ni siquiera llego a despedirme de mis interlocutores, era una conversación completamente trivial.
Cuando veo que no entro solo al despacho cedo el paso al otro caballero, de mi americana saco otro cigarro que golpeo contra la cajetilla y le prendo fuego mientras entro en la habitación.
- ¿No habíamos acabado ya?
George le da un trago a la copa, mientras saborea la última gota que le queda en la perilla.
- Está bien, vayamos a un sitio más apartado, pero lo hay aquí? Usted dirá, no he podido hacerme con un esquema de la embajada todavia...
Bien George, no perdamos el tiempo. Según mis últimas órdenes, nuestro primer objetivo aquí es localizar al representante, o representantes, del ministerio de defensa ruso. Obviamente, lo más sencillo sería acercarnos al embajador y hacerle un par de preguntas. Sin embargo, me temo que para empezar con buen pie deberíamos evitar llamar la atención tan pronto. ¿Qué opinas tú?
Mi intención no es encerrarme a solas con George en una habitación, sino evitar que nos escuche alguien.
Estáis seguros en ese aspecto, la gente anda disipada del ambiente, centrada unicamente en sus conversaciones y la comida. Ahora podéis planificar como encontrar al politico, yo sólo intervendré si tengo que matizar alguna cosilla e interpretar PNJs el resto de la escena es de vosotros 2.
Al entrar en el despacho, un hombre, de espaldas a vosotros es saludado por el embajador. En el despacho también se encuentra el ministro de Industria georgiano Sergei Volotvich. Todos comparten una mesa de reuniones en la que aún quedan tres asientos sin ocupar.
Buenas noches, señor Davidenkoff, confío en que halla tenido usted un buen vuelo.
Perdone señor... hace una pausa al percatarse de la presencia de Alexander, cambia brevemente la mirada y pregunta:
¿Estamos todos? ¿todo listo? Tome asiento, por favor.
Parece que mas bien quería dejar claro que todo estaba bien organizado y que era capaz de gestionar la situación, pues no espero respuesta alguna cuando volvió la mirada al empresario.
- Quizá tengas razón, no es bueno llamar la atención de momento. Pero que opción nos queda? Supongo que ir a hablar con el embajador podía ser lo más lógico, pero sobre todo la opción más rápida, no podemos dedicarnos a andar preguntando a todo el mundo de la sala...eso sería aún más sospechoso.
Le da otro trago a la copa de champagne mientras mira que su acompañante sostiene un cigarillo en una de sus manos. Hace tiempo que lo ha dejado pero algo en su interio le dice que es buen momento para empezar de nuevo.
- Me podrías dar un cigarrillo si no es mucho pedir? Hace tiempo que estoy fuera de este mundo y volver no me está siendo nada fácil.
Despues, como si tal cosa, sigue hablando.
- Yo iría a hablar con el embajador, pero si se le ocurre una idea mejor estoy dispuesto a escuchar sugerencias...
Ahí tienes le paso dos Winston a George Vamos a hablar con Ulter
Si el embajador está en nuestro campo de visión, me acerco hacia él.
- Gracias - digo a la vez que enciendo uno de los dos cigarrillos, mientras me guardo el otro en la camisa.
Le sigo...
Tras varias vueltas por la gran sala, supervisando de mala manera cada cara entre la multitud os desesperáis de buscar. Dado el tiempo que empleáis buscándole podeís deducir que el embajador no está en la sala.