Partida Rol por web

 Aparto un poco a George y a Semyon, y les digo: ¿Qué problema hay? Dejemos que el embajador acabe con esa reunión, lo único que tenemos que hacer es disfrutar de la fiesta. ¿Por qué no salimos un rato a que nos de el aire?

- De acuerdo, es una buena idea...saldremos fuera y allí podremos hablar tranquilamente.... - Dice mientras busca posibles puertas para salir al exterior.

El embajador mira nervioso su reloj. Habrá repetido este movimiento unas diez veces en los últimos cinco minutos, cuando por fin se decide a cortar el silencio reinante en la sala:

Señor Davidenkoff, temo que no podemos esperar más, es la hora prevista.

El magnate mantiene cara de póker y disimula su aburrimiento tomando notas y revisando las que ya tenía. Al escuchar la voz del embajador levanta la cabeza sin mucho afán y afirma dejadamente.

Si, en efecto, ahora llamaré por teléfono y daré la orden.

Vuelve a bajar la cabeza pero su tono de voz se torna más imperante y un tanto descortés al dirigirse a tí.

Baje al garaje y pídale al chófer un maletín negro, lo necesito. Ah, y... no tarde por favor.