Partida Rol por web

Tras salir del cementerio zombie, os dirigís a la tienda de material. Aunque sigue siendo de noche, hay luz en las ventanas, por lo que evidentemente hacen horario nocturno. El poblado orco no está lejos, luego iréis a él. Por ahora, vais a por material.

Por cierto, la ilusión óptica de zombie va desapareciendo poco a poco y volvéis a tener completa apariencia humana... al menos por ahora.

Hay un aspecto, empezáis a tener hambre, deberíais comer algo, quizá comprándolo en la tienda...

Llegáis pronto a la tienda de material. Aunque la puerta está cerrada, parece que no con llave; no obstante, decidís llamar educadamente. Una voz rocallosa de adulto dice:

- ¿Quién es ahora? ¿Quién anda ahí?

¿Estará al corriente de vuestra misión este hombre? Por ahora al menos no podéis asegurarlo...

¿Qué le responderéis a sus preguntas sobre quien sois? Parece que deberíais decirle algo.

El tiempo apremia...

De repente, Sir Tarlan se rasca la barbilla con aire serio y dice:

- A mi me parece que ya no me motiva esta misión. Me voy. Mucha suerte y que terminéis con éxito. Quizá volvamos a vernos. Hasta la vista.

Y tras decir esto se va por un camino lateral, desapareciendo de la vista en pocos segundos, volviendo la cabeza atrás sólo una vez para hacer una sonrisa de despedida.

Pronto, estáis los que quedáis solos... y deberíais procurar entrar en el almacén...

-¡Por todos los demonios del abismo!, ¡menudo recibimiento!- dice el enano enfurecido-, sal de ahi sabandija ¿quién te crees que eres para hablarnos asi?, ¡sal de ahi o entraré a encontrarte y no dejaré piedra sobre piedra hasta que te atrape, entonces a lo mejor das la cara!, ¡o sales o entro a buscarte!-Asía mi hacha de combate con fuerza-¡tu decides!.

Estaba ya harto y tenía poca paciencia si no salía y nos atendía por las buenas y sin rechistar lo haría por las malas y seguro que nadie quería ver desatar mi ira.

Oh, vaya... Buena suerte Sir Tarlan...

luego el grupo llego al final del cementerio donde se hayaba una tienda de material, como bien les habia indicado el contratador.

Calmate, Gundrek. No hay motivo por el cual hablarle asi a un desconocido.

Balafor intento calmar los animos de su amigo, mientras intentaba mantener una actitud diplomatica con la persona que llevaba el establecimiento.

Buenas noches, somos un grupo de viajeros que acabamos de llegar despues un largo viaje. Le importaria abrirnos? requeriremos algunas cosas antes de proseguir el viaje.

La voz de dentro permaneció unos segundos callada; luego dijo:

- Hemos oído hablar de unos valientes que intentan acabar con el reinado del maldito Argon y sus villanos secuaces. ¿Sois acaso vosotros?

¿Deberíais decirle la verdad u os inventáis una historia?

Oís el vuelo de una mosca aburrida...

-Nuestros cometidos no tienen que ver con que nos dejéis entrar o no. Haced el favor de dejadnos acceder al interior. 

Dijo la elfa, con un tono correcto. 

La voz vuelve a insistir:

- Los visitantes meramente casuales no son bienvenidos aquí. Son tiempos difíciles. Argon, nuestro vecino "bienvenido" - dice "bienvenido" en un tono irónico pero nada divertido - nos hace mucha la contra. ¿No nos vais a decir qué misión os trae aquí? Si no nos lo decís, no sé yo sí... - y acaba la frase con un tono interrogativo, dudoso.

¿Por qué no deberíais contarle vuestra misión? ¿O insistís en conservar vuestro anonimato?

Si insistís en conservar vuestro anonimato, haced una tirada de Carisma. Tirad 1d20, sumad un +1 al resultado y comparadlo con vuestro carisma. Si os sale igual o inferior a vuestro Carisma, os deja entrar pese a todo; si os sale superior a vuestro Carisma, persiste en no dejaros pasar. Cada jugador puede hacer máximo una tirada.

Queridos jugadores,

Doy siete días a partir de hoy para que escribáis al menos un mensaje.

Hoy es 23 de octubre. El día 30 de octubre a las 20 horas, quien no haya escrito ningún mensaje será sancionado. No es por dar miedo, es por espabilar esfuerzos.

Dicen que quien avisa no es traidor.

¡¡Nos veremos por aquí, espero!!

Gudrek cada vez se encolerizaba más al ver que aquel desconocido insistia,-¿porque deberíamos dar explicaciones a alguien a quien no conocemos?-le digo a Belafor que intenta calmar mi ira-dejadme entrar ahi y se arrepentirá, o lo mismo quiere salir por su propio pie-dijo el enano percibiendo la duda en el tono de aquel desconocido -¡¡estoy comenzando a perder la paciencia o sale o lo saco yo!!.

Los nudillos del colérico enano estaban blancos por la fuerza con que empuñaba su hacha de batalla.

Te copio el fragmento de arriba donde dice cómo intentar convencerlos:

Balafor hizo un ultimo ultimo e para convencer al comerciante que les negaba la entrada.

Venga buen hombre, no querra dejarnos aqui fuera con el frio que hace... traemos dinero para comprar algunas cosas, si es lo que le interesa.. 

Balafor le cuenta una historia al vendedor (por la tirada) y este, tras dudar unos segundos, le abre la puerta a él y a todos.

- Bueno, bienvenidos, señores. Ya pueden ver que mi tienda está bien equipada. Compren lo que quieran, mientras paguen su precio. Pidan por esta boquita.

El almacén parece bastante bien equipado, podréis pedir bastantes cosas...

Para consultar lo que el almacén ofrece, leed la mente omnisciente (otra escena de esta misma partida).

El vendedor espera vuestra respuesta. ¿Qué le vais a pedir?

El segundero se mueve por el reloj...

En estos momentos, el vendedor, quien os dice que se llama Arturo, os dice, con tono indudablemente sincero:

- Os veo cansados, chicos y chicas. Tomaos estas pócimas; os harán bien; quizá os animaran a que me compréis alguno de mis excelentes materiales - y os da unas pócimas de curación con aspecto de muy potentes.

Os da una pócima a todos: sin excepción, os la bebéis y recuperáis todos los puntos de golpe perdidos; los que, en su caso, no hayáis perdido ningún punto de golpe, sentíos afortunados y sumaos 40 puntos de experiencia (los PJ) a los que tengáis ahora. No olvidéis apuntároslo; os recomiendo apuntároslo ahora mismo. Hace falta un poco de insistencia para que Guau-guau se tome su propia poción...

Arturo sonríe y os dice:

- Y bien, amigos míos, ¿qué queréis comprar? - os dice sin ningún rastro de burla en su voz.

Gudrek observó al tendero y un gruñido de cólera brotó de su garganta, aunque se había calmado ya que el tendero por fin los dejó pasar no se le olvidaron las dudas que éste había tenido al desconfiar de ellos.

-Quisiera ver que corazas tiene, necesito una buena coraza para protegerme, espero que tenga alguna que pueda ofrecerme.

La furia aun podía verse en los ojos del enano, sin embargo estaba notablemente ya mas calmado que antes.

- Le diré unas cosas que quizá resuelvan todas sus dudas, querido cliente.

Balafor entro en la tienda y miro la oferta de articulos que habia colgado justo enfrente del mostrador.

Gracias por haber accedido finalmente a que entraramos en su tienda. Vaya... veo que tiene de todo. Por cadualidad no tendra alguna armadura mas pesada que este cuero tachonado. Tambien estaria interesado en algun arma ofensiva a distancia, como una ballesta ligera, tal vez.

-Y flechas, no hace faltan que sean tachonadas-dice la elfa 

- Bueno, si está indicado, aceptad el precio (para esto, dicho con respeto, no hace falta que me digáis nada) o (no os aseguro mucho) proponedme un descuento. Si no está indicado el precio, veré si tengo el producto y, si lo tengo, le pondré ya un precio. Venga, id comprando, amigos...