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Tras las lomas

Capítulo 3 - La cueva de la serpiente

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06/05/2015, 11:29
Cassim

El visirtaní trató de pensar rápido. El mal que azotaba aquella sala era la criatura que habían venido a matar. De un salto se desplazó al lateral de la estatua y trató de rodearla para darle un futuro golpe a la mujer que cantaba incesantemente.

Notas de juego

Rodeo la estatua para poder atacar.

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06/05/2015, 11:31
Director

Se alzaban la estatua y Nehira al mismo tiempo, descargando la primera una mortal puñalada sobre Fizban antes de que Gortnus o la paladín pudieran hendir la piel de la bestia. La daga se clavó en el cuerpo del mago, inyectando el letal veneno en su organismo, y arrancando de sus labios un grito que llenó la estancia. Cayó el cuerpo del mago inerte, un instante antes de que Gortnus, lleno de rabia, descargase un poderoso hachazo sobre la estatua, el cuál arrancó pedazos de piel, carne, y negro ícor. Se unió a la ofensiva Nehira, asestando un espadazo a la criatura que hubo de herirla en un costado. Sin embargo, pese al impulso que la paladín había tomado, no fue suficiente para acabar con el ser, que permanecía en pie.

Mientras tanto, Cassim se apartó del combate, desplazándose por el costado de la estatua hacia la mujer serpiente, que completó sus cánticos, quedando de repente en silencio. Nada parecía suceder, y eso era lo más aterrador...

- Tiradas (8)

Notas de juego

Resumen del asalto:

Fizban recibe un dagazo de 3 PD, y falla la TS contra el veneno, sufriendo otros 10 PD. Lamento informar de que el personaje muere.

Gortnus le asesta un hachazo a la estatua, causándole 9 PD.

Nehira le asesta un espadazo a la estatua, causándole 3 PD.

Cassim rodea a la estatua y llega al cuerpo a cuerpo con la mujer serpiente.

Harpálice despierta y se pone en pie (puede actuar el siguiente asalto).

La mujer serpiente completa su hechizo, pero no alcanzáis a ver el efecto.

Todos (salvo Harpálice) seguís cubiertos por el polvo luminiscente.

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06/05/2015, 11:43
Director
- Tiradas (6)

Notas de juego

Iniciativas y orden de declaración:

Nehira: Ini 1
Mujer serpiente, estatua, Gortnus: Ini 2
Cassim, Harpálice: Ini 3

Turno de Nehira (Gortnus puede ir posteando, o esperar a ver qué hacen la mujer y la estatua).

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08/05/2015, 23:46
Nehira

Aunque el mago había caído, probablemente muerto, no era momento de flaquear, o todos se unirían a Fizban en el otro lado. La paladina continuó su asalto contra la estatua viviente, ya llorarían más tarde.

Notas de juego

ataque a la estatua

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09/05/2015, 00:35
Gortnus

El sutil sonido húmedo del acero ponzoñoso atravesando la carne pareció, durante a penas una milésima de segundo, sobreponerse al cualquier otro ruido generado por la refriega. Gortnus golpeó con todas sus fuerzas a la estatua haciendo saltar cascotes pero de nada sirvió. El daño ya estaba hecho. El cuerpo de su amigo caía sin vida tras sucumbir al veneno que bañaba la hoja del puñal. El enano se quedó estupefacto ante el terrible acontecimiento. -No...- Balbuceó. Aquel momento quedaría grabado en su mente, sería el día en el que Gortnus no llegó a tiempo. El día en que Fizban murió por su culpa...

Una lágrima tuvo la osadía de asomar por un párpado del enano pero finalmente no tuvo el valor al ver el rostro contraído en una mueca de furia por el que tendría que descender. -Sucia ramera hija de una hiena... ¡Yo te maldigo!- Bramó aferrando el mango de su hacha con una fuerza que amenazaba con convertirlo en astillas. -¡¡Te arrastraré hasta el rincón más profundo del inframundo!!- Gortnus alzó su arma para descargar un golpe en el que concentraba toda su rabia y las fuerzas que todavía le quedaban para abatir de una vez por todas a la estatua tras la que se parapetaba la cobarde mujer. Los encendidos ojos del comerciante no apartaban la vista de la mujer, esperando ser quien tuviese el privilegio de darle el golpe de gracia.

Notas de juego

Ataque totalísimo contra la estatua.

Aunque me muera en el intento, creo que es de recibo buscar venganza por la muerte de mi amigo (espero que los dados sepan ver eso ^^')

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11/05/2015, 10:14
Mujer serpiente

La maldita mujer miró a Cassim, quién llegaba hasta ella. Ya no hablaba, y un viscoso líquido negro le chorreaba por las comisuras. De repente, la mujer escupió hacia el visirtaní, quién vio cómo aquel repugnante líquido salía disparado hacia su rostro...

Al tiempo, la estatua continuaba con su ofensiva, cebándose ahora en Nehira.

Notas de juego

Acciones:

Mujer serpiente: Esputa un líquido sobre Cassim. Tendrá que tirar para impactar (Cassim puede intentar algún tipo de acción defensiva si quiere).

Estatua: Ataque normal sobre Nehira.

Turno de Harpálice y Cassim

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12/05/2015, 20:07
Harpálice

Harpálice se puso de pie apoyada en su lanza y aferrándose fuerte al escudo. No pudo evitar sonreír al ver que el combate seguía y que aún tenía la oportunidad de matar a esa zorra.

- Una pequeña siesta no va a detenerme.- Ya había aprendido de su error y antes de que le volviera a caer una estatua encima rodeó para encararse directamente con su enemiga. Al pasar vio el cuerpo del mago caído en el suelo. ¿Estarçia sólo dormido como le había pasado a ella?- Grrrrr.

Notas de juego

Gasto mi turno para rodear la estatua e ir a por la mujer serpiente. Si puedo en el mismo asalto uso la habilidad Liderazgo para dar bono a mis compis.

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13/05/2015, 12:10
Cassim

El ladrón entrecerró los ojos al ver a la criatura prepararse para esputar algo por su asquerosa boca. Era horrible. Era desagradable. Pero había llegado un punto en el que no le importaba, pues lo único que quería era salvar a sus compañeros y salir de allí. Miró rapidamente alrededor y vio el panorama, en cierto modo desolador. Gortnus peleaba con uñas y dientes, Harpálice trataba de levantarse para seguir en la lucha, el mago yacía, probablemente en un mundo mejor, Nehira seguía ofreciendo lucha sin cuartel... No. El visirtaní podría ser un cobarde, podría no ser de fiar, pero cuando creía que podían ganar, peleaba hasta el final.
 

Notas de juego

Ataque a la mujer serpiente. Como mucho poner los brazos delante... Fue bonito mientras duró.

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13/05/2015, 13:11
Director

El líquido viscoso salió de la boca de la mujer serpiente, impactando en el desafortunado Cassim, quién apenas pudo ahogar un grito cuando sintió cómo su piel se laceraba por culpa del maleficio. Su cimitarra cayó al suelo sin completar el golpe que tenía preparado, mientras él se sostenía el rostros y caía al suelo maldiciendo en su lengua originaria. Poco podía hacer ya Cassim, cuyas heridas eran demasiado graves ya antes de penetrar en aquel lugar.

Tarde llegó Harpálice a su lado, encontrándose ante la maldita mujer a la que tanto deseaba dar muerte. Y claro estaba que el sentimiento era recíproco, viendo la mirada que esta le lanzó a la guerrera.

Al tiempo, Gortnus y Nehira continuaban luchando contra la estatua. La paladín destinó un golpe que pretendía ser devastador, mas no alcanzó sino a que la hoja de su espada rebotase contra la escamada piel, escapando el acero de sus manos por fuerza del rebote. Gortnus, sin embargo, propinó un tremendo hachazo a la criatura, que se tambaleó hacia atrás un segundo antes de caer con gran estruendo. El camino estaba abierto, y la criatura que había dado muerte a Fizban caía, cobrada la venganza por el enano.

- Tiradas (8)

Notas de juego

Iniciativas Resolución:

Estatua: 0
Mujer Serpiente, Cassim: -1
Resto: Después.

Resultado del asalto:

Cassim sufre 6 puntos de daño, cayendo inconsciente (a -2). Perderá 1 pg por asalto a no ser que alguien se pare a atender sus heridas (sin tirada podéis estabilizarle para que no pierda más vida; con tirada de Sanar para reanimarle hasta 1 PG).

Gortnus atiza un hachazo terrible a la estatua, derribándola y abriendo el camino hacia la mujer serpiente.

Nehira pierde su espada intentando golpear.

Harpálice alcanza a la mujer serpiente, pero sus palabras no alientan al grupo.

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13/05/2015, 13:22
Director
- Tiradas (4)

Notas de juego

Iniciativas y orden de declaración:

Gortnus y Harpálice: 1
Nehira: 5
Mujer serpiente: 7

Es vuestro turno, podéis postear en el orden que queráis.

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13/05/2015, 23:29
Nehira

La paladina contuvo una maldición cuando perdió su fiable espada al intentar acabar con la estatua, pero al menos el hacha del enano había cumplido por los dos y la estatua había sido destruida. Era el momento de acabar con la arpía, pero antes... ya habían perdido al mago, el pobre y valiente Fizban. El ladronzuelo estaba desangrándose y, aunque hubiese preferido salvar al mago, no iba a dejar morir al repelente hombrecillo. Dejando que Harpálice y Gortnus se enfrentasen a la arpía, por el momento, Nehira se arrodilló junto al ladronzuelo y, poniendo su mano sobre él, suplicó a los dioses por su vida, antes de recoger la daga para acabar el trabajo.

Notas de juego

Imposición de manos a Cassim.

Y si me queda acciones, recoger la daga.

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14/05/2015, 10:37
Harpálice

Por fin volvía a tenerla delante y esta vez, el enano se encontraba junto a ella, libre ya del impedimento de la enorme estatua de piedra. Si atacaban los dos a la vez con todas sus fuerzas alguno acabaría llevándosela a la tumba. Eso es lo que hubiera hecho guiada por la rabia y su instinto natural. Sin embargo ya había podido probar en sus carnes la peligrosidad del ser al que se enfrentaban y además, las enseñanzas de su padre resonaban en su cabeza. Así que sin bajar la guardia, elevando el escudo para protegerse de posibles ataques traperos, Harpálice lanzó una tímida estocada con su Colmillo. Era una forma de acosar a su enemigo,como hacían los lobos cazando en manda para provocar un fallo en las defensas de su presa.

Notas de juego

Luchar a la defensiva:-4 ataque +3Ca

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14/05/2015, 16:26
Gortnus

Con un desgarrador grito que perfectamente podría haber partido una montaña de no ser por un par de principios físicos que no vienen a cuento ahora mismo, Gortnus desató toda su ira y frustración en un único hachazo que redujo a la estatua a un montón de escombros. Pero parecía que por cada proeza que el grupo alcanzaba, una penuria esperaba a la vuelta de la esquina para lacerar su determinación. El esputo de la mujer serpiente había alcanzado de lleno al visirtaní abatiéndolo y llevándolo a un peligroso límite entre la vida y la muerte. Pero no estaba todo perdido. Cassim, aunque trabajosamente, todavía respiraba y la paladín actuó rápidamente salvando a su amigo de un destino fatal.

El ver a su escurridizo compañero estar a punto de morir había encendido todavía más su espíritu. Ya no sentía cansancio. No me malinterpretéis, cada músculo y articulación del enano gritaba pidiendo una tregua para recuperarse del extenuante combate y del veneno inoculado. Pero la voluntad del enano había trascendido más allá de sus limitaciones físicas. El dolor de la pérdida de su amigo y haber estado  a punto de perder otro, le hacía olvidarse de las insignificantes heridas sufridas y no descansaría hasta cobrar por completo su venganza. Parte este sentimiento se había saciado al ver cómo el asesino directo caía destrozado pero no estaba satisfecho pues aquel montón de piedra no era más que un instrumento. La verdadera asesina estaba ahora frente a él y ya no tenía siervo tras el esconderse. -Ahora prepárate para recibir tu castigo, engendro.- La amenazó con un semblante irascible que helaría a cualquiera que no fuese un híbrido con poderes arcanos. 

 

Notas de juego

Hagamos las cosas bien. Ataque a la defensiva XD

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15/05/2015, 09:37
Director

Estaban ya exhaustos los que luchaban bajo aquel enorme techo de piedra. La mujer serpiente jadeaba y siseaba, maldiciendo a sus atacantes, aterrada. Por primera vez en su larga existencia, aquel ser conocía la certeza de la muerte, la cuál estaba a punto de saborear. No fue a manos de Harpálice, la guerrera, que le dedicó una cauta lanzada protegida tras su escudo, y que ni siquiera llegó a rozar la piel escamada de aquel ser inmundo. Tras su embestida, arrojó dos temibles garrazos la mujer, uno de los cuales fue a estrellarse contra el escudo de Harpálice, mientras que el otro buscó el cuello de Gortnus. El enano eludió sin dificultades la estocada, y se lanzó aprovechando el momento contra la mujer serpiente. La hoja de su hacha trazó un círculo perfecto, topándose con el cuello de la criatura, a la que arrancó la cabeza en un apoteósico final. Mientras la sangre manaba como un surtidor del cuello del ser, Cassim se puso en pie, ayudado por los poderes de Nehira. Ambos alzaron la cabeza y vieron a sus compañeros victoriosos junto al cuerpo descabezado, que caía lentamente, primero de rodillas, y al fin, al completo.

- Tiradas (5)
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15/05/2015, 20:19
Gortnus

El combate se volvía más y más encarnizado a cada segundo que pasaba. El espíritu de Gortnus ardía con la fuerza que le proporcionaba el deseo de la venganza. Pero sus ansias por dar muerte a la mujer serpiente no nublaban su juicio. El enano era consciente del estado en el que se encontraba a pesar de seguir luchando y no podía permitirse recibir un ataque más o iría a encontrarse con Fizban. 

Harpalice, en quien había encontrado una inestimable compañera en la batalla, combatía con lanza y escudo hostigando a su rival si darle tregua. Pero aquella arpía todavía se resistía a su destino lanzando zarpazos a diestro y siniestro. Gortnus estaba preparado. Un comerciante no puede considerarse bueno si no es capaz de observar y conocer a su cliente para saber la mejor manera de negociar. Y esta habilidad puede extrapolarase a otros campos si es necesario... Y no había mejor momento que éste, por lo que el enano vio venir el ataque interponiendo el mango de su hacha para desviar aquella ponzoñosa garra dejando a la bruja totalmente desprotegida. El instante siguiente parecía discurrir a cámara lenta. La arpía maldecia en una lengua olvidada mientras Gortnus cargaba un poderoso y certero hachazo contra su escamoso cuello. El filo de su arma hendía el aire trazando una trayectoria letal. Aquel golpe iba cargado de recuerdos y del odio causado por una muerte injusta. Aquel golpe era el afilado castigo que aquel engendro había logrado evitar durante sabe el Encarnado cuanto tiempo. Y con un silbido seguido de un sonido húmedo, Gortnus puso fin a la pesadilla de la que tanto les estaba costando escapar.

El breve silencio que se apoderó de la cueva se vio interrumpido por el ruido que hizo la cabeza del híbrido al dar con el suelo. El resto de la arpía siguió el ejemplo desplomándose inerte en el frío suelo. Gortnus contempló la escena de pie y con el rostro serio empapado de sudor. Se había cobrado su venganza pero no había nada que celebrar. -Descansa en paz, amigo mío.- Se despidió de Fizban con un tono solemne impregnado de una profunda tristeza. Miró entonces a la guerrera, con quien había luchado codo con codo en más de una ocasión para abrirse paso por esta oscura caverna, y esbozó una ligera sonrisa que no ocultaba su pena. -Gracias por permitirme dar muerte a esa bruja, Harpálice. Tienes mi eterna gratitud.- A Gortnus le hubiese gustado recalcar lo importante y extraño que era obtener eso de un enano, pero incluso el orgullo de esta raza sabe cuando conviene no empañar un trágico suceso. Además, tampoco era necesario recalcar lo evidente. Si bien el comerciante no podía asegurar que la guerrera le hubiese cedido el último golpe, era innegable que sin ella jamás hubiese tenido la oportunidad de asestarlo. Contempló con ojos cansados el resto de la estancia y dedicó una mirada a la paladín y a su escurridizo amigo Cassim. -Será mejor que descansemos y luego nos dediquemos a saquear este lugar a conciencia. Además, tenemos que recuperar tu escudo, Nehira.- Le recordó a la estoica mujer. A ella también le debían mucho. Pero quizás le correspondiese a Cassim expresarlo en voz alta pues fue a él a quien apartaron de las garras de la muerte. -Dividiremos el botín en cinco partes. Puede que Fizban haya muerto pero se lo merece tanto como cada uno de nosotros. Lo enterraremos con el tesoro que le ha costado la vida.- La voz se le atragantó con las últimas palabras pero logró mantener la compostura. No esperó respuesta de nadie pues no aceptaría replica alguna al respecto. Y sin más que decir, el exhausto comerciante se sentó en el suelo dispuesto a recuperar fuerzas. Todavía les quedaba mucho por hacer si pretendían reclamar su botín y salir de una vez por todas de este agujero.

 

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18/05/2015, 10:09
Harpálice

Harpálice soportó el golpe de la garra de la arpía interponiendo su escudo y afianzando bien las piernas en la dura roca. Ya estaba dispuesta a lanzar otro ataque con Colmillo cuando vio, mirando por encima del borde del escudo, como Gortnus cercenaba de un hachazo la cabeza del monstruo. Con eso sería suficiente para cualquiera, se imaginaba la guerrera. Pero ya había visto y sufrido tantas cosas que ya no se fiaba de nada ni de nadie. Se apresuró hasta Fizban para coger la daga que les había dado el cornudo y fue entonces cuando tuvo que asumir que el mago había muerto. Puso su mano en el hombro de su compañero enano, junto con el que había luchado codo con codo, y apretó fuerte a modo de consuelo.

- Si he de morir joven, que sea luchando.- Era una frase muy manida que empleaban los guerreros Lykanthropoi casi como un breve salmo.- No me des las gracias amigo.- La verdad es que Harpálice le hubiera quitado esa presa con gusto, si hubiera podido. Aún tenía mucho que mejorar y la habilidad del robusto enano en combate le había hecho poner los pies en el suelo. ¿Era eso justamente lo que pretendía su padre al mandarla a recorrer el mundo?- Ha sido un placer luchar a tu lado.- Tras las buenas palabras se acercó a Nehira y abrazó a la mujer. Desde que se conocieran no hacía mucho habían vivido grandes aventuras y un fuerte vínculo se había formado entre ellas.- ¿Estas bien?- Con Cassim no fue tan dulce. Palmeó con fuerza la espalda del ladronzuelo, a sabiendas de su lamentable estado y de que le dolería. Así aprendería a ser más cauto. Sin embargo, su locura había sido clave en varios momentos y seguía pareciéndole tan atractivo como siempre, a pesar de los múltiples moratones y heridas que afeaban su delgaducho cuerpo.

Una vez recuperado el resuello Harpálice clavó la daga supuestamente mágica en el corazón de la arpía, por si acaso. La cabeza la clavó en Colmillo.

- Esto te pertenece.- Le dijo solemne al enano. Era un trofeo que podría lucir con orgullo.

 

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21/05/2015, 12:50
Director

El registro de la última estancia fue un momento penoso para nuestros amigos. La muerte de Fizban, el corpulento mago, les había ensombrecido el ánimo, impidiéndoles disfrutar de la difícil victoria que habían logrado contra aquel repugnante monstruo reptiliano y sus paganos dioses.

Recorriendo con más calma la estancia, alcanzaron a ver un altar a la espalda del cadáver de la mujer. No les costó mucho esfuerzo comprobar que la tapa podía retirarse, y entre todos la levantaron haciendo uso de sus últimas fuerzas, para hallar en su interior algo que quizá hiciese valer la pena las penurias que habían sufrido: varias piezas de orfebería exquistamente talladas se ocultaban en su interior. Un cáliz de oro y piedras preciosas, un espejo de platino, varias alhajas para el pelo... un símbolo de la vanidad de aquella fría criatura, que sin duda valdría una pequeña fortuna en los mercados de Robleda. Ocultaba el altar también una daga de hoja curvada, mucho más hermosa que las que le arrebatasen al cornudo, y de la que emanaba una vibración con solo tocarla. Por último, encontraron dos frascos de cristal transparente llenos de un viscoso líquido de color negro. No sabían de qué se trataba, pero parecía veneno. Al fin, la cueva les entregaba aquello con lo que sus integrantes les habían atacado desde el principio.

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21/05/2015, 12:58
Vívora

Mientras completaban el registro y se repartían el botín, nuestros amigos escucharon un siseo familiar a su espalda. Por un momento, sintieron un escalofrío, temerosos de que nuevas amenazas se presentasen ante ellos. Sin embargo, la criatura que había acudido allí era la misma que les había abierto las puertas de la mujer serpiente.

- Sssssssssssssssssssssh. - la vívora parecía feliz, al fin - Muerta, sssssssssssssssssssi. Essssssssste lugar sssssssssserá mío ahora. Ssssssh.

Uno a uno, contempló a los héroes que habían acabado con una reina del inframundo para coronar a otra, quizá peor.

- Llevaosssss esssssossss tesssorossss, sssssssí. Ssssssserán vuesssssstra recompensssssa. Ahora ssssssoy la reina de essssssste lugar. Podéissssss marcharossssssssss.

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21/05/2015, 13:01
Director

Y con estas palabras, la vívora guió a nuestros amigos hasta la salida del lugar, entregando a Nehira de vuelta su escudo. Entre todos cargaron a Fizban, el mago, y entre todos lo enterrarían más tarde, cuando al fin volvieran a ver la luz del sol, cegadora sobre sus rostros.

La intemperie recibió a los aventureros agotados pero vivos (todos menos uno), y acompañó la frescura del viento con el rumor de un río cercano. Tal vez las ansias de aventuras de aquellos intrépidos se hubiesen satisfecho en aquella maldita cueva, o tal vez no. Aún tenían los pedazos del mapa, y muchas aventuras que vivir, pero también muchas heridas que sanar.

Y en el horizonte, alzándose orgullosa contra la forma del paisaje, una torre de piedra parecía esperarles.

Notas de juego

Fin del capítulo.