Partida Rol por web

Meditas, focalizando tu voluntad sobre el semental... Sientes su esencia, fuerte, vigorosa, como invitándote, reténdote a intentar montarlo. Sientes la energía que fluye de él, de tu amigo pájaro, de las yeguas, de las plantas, de los animales que descansan bajo las piedras, del sol, del viento... Tu propia energía mezclándose con todas.

Te sientes fuerte al sentir la energía de tu entorno, envolviéndote, hay mucha vida aquí, habiendo tan poca... la vida es pulsante, fuerte... Antes no habías sentido estas sensaciones, es como que ahora tu ser está abierto a un plano algo superior.

He oido hablar de los viajes astrales. Es el momento de mirar si puedo hacerlos.
Probaré de salir de mi cuerpo y montar al caballo.

Al fin y al cabo es solo un paso mas en la ascensión ya que es de todos sabidos que nuestros cuerpos fisicos son solo envoltorios de lo q realmente importa, q es nuestra alma.

Te esfuerzas en sacar tu alma de tu envoltura mortal, pero no lo consigues. Estás en un estado de paz interior muy profundo, pero la carne es demasiado fuerte. La prisión mortal te impide salir.

Aún y así, gracias a tus meditaciones, sí que te ves capaz de poder usar esa energía que flota a tu alrededor, de concentrarla en tu ki, sirviéndote de ella, para ser como el caballo. Todos sois uno. Tú puedes ser el caballo y el caballo puede ser tú.

Me concentrare en mi entorno, intentando concentrar la energia en mi para luego soltarla y fundirme con el caballo.

Comienzo a entender que no solo todo esta relacionado, sino que todo forma parte de un todo. Con la pureza, concentracion y esfuerzo suficiente uno puede fundirse en ese todo.

Yo soy Ram Bajadur Bancham pero tambien soy el semental negro a la vez que él es yo. Me fundiré con con el semental.

Sientes esa empatía, esa corriente de energía que recorre toda la realidad, formando parte tanto del semental, como de la piedra, el cielo o Ram Bajadur Bancham...

Te sientes impregando de la energía del semental, de ser uno con él, y sin dsarte cuenta te sientes impulsado hacia él. Le acaricias el flanco, a lo que responde con un resoplido y un temblor de los músculos de su lomo y cuando vas a montarlo, sale corriendo.

Notas el impulso de su carrera, y parece que tus propios músculos también vibran, tiemblan por la energía contenida del semental.

Corro con él, yo soy el caballo no estoy limitado por mi cuerpo. Libero la energía acumulada en mis musculos y corro hasta alcanzarlo.
Correre con él un rato y por fin intentare montarlo.

Corres tras el caballo, tomando y liberando la energía que hay a tu alrededor, sintiendo como entra y sale de ti de la misma forma que lo hace tu sangre en tu corazón. Primero parece que se te va aescapar, pero luego empiezas a mantener la distancia e incluso acortarla... Poco a poco se reduce la distancia entre ambos... Ya puedes sentir el polvo de sus cascos sobre tu rostro y tus ojos, que te cubres con una mano mientras sigues corriendo... Y acabas por ponerte a su altura...

Tomas impulso y saltas hacia él, cayendo sobre su lomo sudoroso por la carrera, por un momento temes resbalar y caerte pero te mantienes allí, y el semental, al notar tu peso sobre él se revuelve.

Consigues mantenerte sobre la montura y finalmente el semental se calma, y se acostumbra a tu presencia sobre él... Disfrutas sintiendo la energía de ambos entrelazada, aunque un instante después de este arranque de iluminación todo el mundo vuelve a ser como lo percibes. Arena, cielo, aire... El caballo te mira con inteligencia, girando la cabeza,  y lo llevas hacia donde está tu maestro, seguido por las yeguas.

Cuando llegas hasta él se está riendo como un loco de algo que le debe de haber contado Lorentz en ese mismo momento.

JAJAJAJAJA!!! jijiji... jiiiiiii.... jiiiii... Ayyyy...

Dice levantándose y enjuagándose las lágrimas de la risa. Se va hasta donde estás tú, esperando.

Muy bien, niño. Muy bien. Has tardado, pero podrías haber tardado más... Ya sabes todo lo que te puedo enseñar sobre el Camino... Sí, la prueba era la enseñanza en si misma... Pero no te desanimes... El Camino es el camino, pero hay muchas cosas que te puedo enseñar... Pequeñas cosas que se pueden hacer con el Camino. El Camino es como el agua, o la tierra... Hay muchas formas de contenerlos, pero son muchas sus formas. Puedes ser tan blando como la arena o tan duro como la roca.

Te mira y luego mira el caballo.

Anda, bájate. Ven conmigo.

Te lleva hasta una planicie cercana, vacía, sin nada, justo al lado de una pared rocosa, con varias cuevas naturales excavadas en ella.

Como decía, el Camino, contiene muchas sendas. Las hay combativas, las hay pacíficas... El Camino contiene todas las sendas y todas las sendas llevan al Camino... Ven aquí, te voy a enseñar los rudimentos de la senda que... la senda que más me gusta.

Te mira y corre hacia la pared... Y sigue corriendo por la pared, hasta colarse dentro de una cueva bastante alta. Vuelve a bajar corriendo, como si lo hiciera por el suelo.

Nada es lo que parece... Todo es ilusión. El Do está contenido en todo, ya lo sabes, y puedes ser pared, si lo deseas.

Después de varios intentos y pacientes enseñanzas durante días, crees que podrías llegar a conseguirlo.

Gracias maestro. Vos me habeis enseñado que antes de aprender a meditar tengo que aprender a no dar portazos que ni el pasado existe, ni el futuro. Todo es presente y loo que embellece al desierto es que en alguna parte esconde un pozo de agua. sonreira a su maestro y lo abrazará.

Nos volveremos a ver?

Te abrazas con tu maestro, y te llega claramente su olor a rancio e incienso.

Claro, hijo, claro. Seguro que nos volveremos a encontrar... Seguro.

Os reunís con Lorentz y los tres vais caminando, mientras habláis sobre filosofia y otras pajas místicas hasta que sin darte cuenta, estáis otra vez en los jardines de Mathair...

Qué jardines tan fascinantes, ¿Verdad? Contienen tanto algo tan bonito como el lugar que hemos visitado, pero también oculta peligros enormes... Por la noche... No entres aquí por la noche. Es territorio de otro.

Andáis hasta la salida y se despide de ambos con una reverencia hinduista.

Recordaré las reflexiones compartidas, Lorentz... Hijo, cuando me necesites, me encontrarás...

Hablare con Lorentz y le preguntaré que sabe sobre este parque y ese "otro"