Partida Rol por web

Tributo de Sangre (II)

Heraldos de Paz

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23/01/2009, 01:53
Alfren Niubar

No Antor -dijo la joven, de forma enérgica- Si Ailara puede hacer algo para salvar a esos hombres, debes dejarla intentarlo. Ver como mueren sin poder hacer nada, es terrible. Además, ¿qué crees que pasaría cuando viesen que no hay nada, y que solo son un señuelo?. Serían vidas desperdiciadas, muertas de forma inútil. Son el señuelo sí, pero para que nosotros podamos ayudarles. Y si no lo hacemos, tanto ellos como nosotros habremos fracasado.

Por fin la joven la entendía. ¡Su misión era ser un señuelo, pero podían pelear, y ellos tenían que ayudarlos!. Así, ambos saldrían beneficiados. Al menos, ahora eso ya no la atormentaba. Pero estaba demasiado nerviosa como para pensar en nada más. La adrenalina ya recorría su cuerpo, y sus músculos estaban tensados. En cuanto se descubriese que eran asaltantes, y el hechizo de la druida funcionase, podrían entrar en combate. O al menos, eso era lo que Alfren pensaba...

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23/01/2009, 09:18
Ailara Sotobosque

Ailara sintió como un escalofrio recorría su cuerpo, su hechizo había fallado. No podía creer que la diosa Naturaleza le hubiese fallado, ella también.

La joven se derrumbó entre lágrimas, sabía que su fallo provocaría que los inocentes soldados, enviados para que ellos no fuesen atacados, muriesen sin posibilidad de defenderse.

No no he podido - Sollozó la druida.

¿En qué te he fallado Diosa? ¿Por qué esos hombres no merecen una oportunidad de vivir?

 

- Tiradas (1)

Tirada: 1d8(+7)
Motivo: Hechizo
Dificultad: 12+
Resultado: 4(+7)=11 (Fracaso)

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23/01/2009, 11:39
Moravius

El hechicero se acercó a Bathalias, colocandose junto al elfo.

- Es su misión. Si atacamos todos, pondremos en peligro el cofre, y si nos quedamos algunos atrás, no seremos suficientes para ser de mucha ayuda. La chica ya lo ha intentado, es todo lo que podemos hacer por ellos... - Se alza sobre la silla y mira el sendero de los Leñadores y el valle boscoso a su izquierda - Nuestro camino nos llevará lejos de la emboscada. Si partimos ahora, quizás lleguemos al pantano al anochecer.

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26/01/2009, 15:02
Alfren Niubar

Sin saber muy bien que sucedía, la muchacha miró a su amiga. Estaba llorando. Eso solo podía significar una cosa. Su hechizo había fallado. Confusa, miró al frente, intentando ver a los bandidos. No pensaba dejar tirados a los hombres del Conde. Rápidamente, se acercó a Bathalias, y le dijo- Bathalias, ¡tenemos que hacer algo!. La mitad se puede quedar cuidando el cofre, y la otra mitad, ir a por los bandidos. ¡No hay tiempo que perder, las vidas de esos hombres están en juego!.

Impaciente por la respuesta del elfo, Alfren miraba al camino y a Bathalias de forma alternativa. Cada segundo, valía su peso en oro. Retrasarse más de lo indispensable, podía suponer la muerte de unos inocentes. Y Alfren no estaba dispuesta a que la sangre de los guardias fuese derramada...

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26/01/2009, 23:55
Antor PielGris

 Antor empezaba a perder la calma, pues la decisión de Bathalias se demoraba más de lo que sería conveniente, y tiempo era precisamente lo que no les sobraba en aquellos momentos, aún así no dudó en responder a Alfren 

- Tenemos una misión que cumplir, no lo olvides, si jugamos a ser los salvadores del mundo no podremos llevarla a cabo.

Después volvió a mirar a Bathalias, y no pudo contenerse e hizo algo que no acostumbraba, apremiarle:

- Vamos Bathalias, hemos de hacer algo ya, hay que decidirse !!

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27/01/2009, 03:11
Alfren Niubar

Indignada por la respuesta de Antor, Alfren le respondió- ¿Jugar? ¿Acaso crees que esto va a ser un juego? Yo no soy quién hace apuestas por ver cuantos hombres va a matar, como si sus vidas no valiesen nada. Todas las vidas son igual de valiosas, te guste o no, Antor Pielgris. Así que, no digas que vamos a jugar. Si trazamos un buen plan, podemos salvar a esos hombres, y no descuidar el cofre. Anque, ¿qué crees que es más valioso, la vida de esos hombres, o el cofre del dinero? -preguntó la muchacha, aún enfadada.

Desde luego, la poca muestra de respeto que Antor había demostrado por la vida la había indignado. Primero, apostando sobre la vida de sus semejantes, y segundo, diciendo que "no jugase a salvar vidas". Alfren necesitaba que Bathalias pusiese orden cuanto antes. Realmente, esperaba que el elfo tomase la decisión correcta, pero la necesitaba rápido. Si no llegaba rápido, se vería obligada a tomar cartas en el asunto por cuenta propia.

No quiero hacer nada que pueda perjudicar la misión, pero si no actuamos ya, tendré que decantarme entre que es más importante, si un cofre lleno de oro, o las vidas de unos hombres. Aunque ya se cual va a ser mi elección...

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27/01/2009, 09:29
Ailara Sotobosque

Ailara buscó con la mirada a Moravius - Tienes que poder hacer algo. Demuéstrame que la magia puede salvar vidas y no solo arrebatarlas - Dijo aun entre lágrimas.

 

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27/01/2009, 11:08
Moravius

El Hechicero se revolvió en su montura, esquivando la mirada de la joven druida, observando el bosque a sus pies.

- Es... difícil, joven Ailara. Mi magia no funciona así. Me enseñaron a matar, pero ni siquiera ahora creo que pudiera evitar que...

Un músculo se tensa en su mandíbula. Frunce el ceño, peleando con una idea. Una idea desagradable. Tras la breve vacilación se vuelve hacia el elfo.

- No podemos dejarlos indefensos. En cuanto lance el hechizo, tenemos que ponernos en marcha y bajar de las colinas antes de que nos encuentren. Nosotros si que no tendremos ninguna posibilidad contra esos asaltantes.

Remangandose las amplias mangas de la túnica, Moravius comienza a murmurar un hechizo. Las palabras en la Lengua Arcana resuenan en los huesos de las manos de sus compañeros, se clavan tras sus ojos, cruzan su mente sin ser oidas, sólo sentidas, como un rayo que acabase de golpear el suelo junto a un centímetro de su rostro.

- ¡MA HATAR'NDALU! ¡KA SHESSTE IKHALU!

Una lengua de llamas surje de sus dedos, apuntados al cielo, enroscándose y envolviéndose como un animal. Explosiones y llamaradas iluminan el cielo, dejando un rastro de humo negro. Los animales se encabritan por la súbita descarga de poder. Moravius cae sobre la silla, respirando pesadamente.

- Ahora tienen una oportuniad...

Señala con una mano temblorosa hacia el camino.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d8(+8)
Motivo: Destello de Llamas
Dificultad: 12+
Resultado: 6(+8)=14 (Éxito)

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27/01/2009, 11:19
Director

Los soldados, sorprendidos por la repentína llamarada, han cerrado filas alrededor del carruaje, armas en mano, poco antes de llegar al paso entre las colinas. El Capitán de la guardia, claramente distinguible por el penacho rojo de su casco, da órdenes a varios hombres, que salen del camino hacia vosotros. Pero los asaltantes también lo han visto, y ahora escudriñan la cima de las lomas, buscando el origen del hechizo.

No pasará mucho tiempo antes de que alguien os descubra...

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27/01/2009, 11:59
Ailara Sotobosque

El orgullo que sintió Ailara por Moravius en ese momento no cabía en su pequeño cuerpo. No la había defraudado.

En el fondo sabía que podía peligrar su misión si avisaban al capitán, pero si querían seguir viviendo sin remordimientos no había otra posibilidad - Al diablo con el oro de la bruja.

Pongámonos en marcha, rápido - Dijo la druida dando un agil salto sobre su montura, se limpió las lágrimas - Caminemos sobre las rocas para no dejar huellas.

En cuanto emprendieron de nuevo la marcha, lanzó una mirada complice al hechicero - Gracias - Le susurró apenas moviendo sus labios.

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27/01/2009, 23:28
Bathalias de Emdelis

Bathalias obsevó complacido cómo el hechizo hizo que la guardia del conde se diese por avisada para así poder salvar sus vidas ante la inminente emboscada. Ahora era el momento de poner el grupo a buen recaudo, si era posible aun.

Rápido, debemos aprovechar aun la confusión que ahora existe. Si aun no nos han descubierto, tenemos posibilidades de que no lo hagan. Debemos internarnos entre los árboles de al lado del camino para perdernos entre ellos. Eso sí, no debemos nunca de perdernos de vista unos a los otros, y tampoco debemos de perder la referencia del camino. 

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28/01/2009, 00:06
Antor PielGris

La bola de fuego estalló y la confusión fue enorme. Los ecos de las palabras de Bathalias aún no se habían apagado cuando Antor ya se internaba en la espesura arbolada a toda velocidad. Su cara denotaba su enorme enfado, y no hacía el más mínimo esfuerzo por disimularlo. Con un nuevo tirón de las riendas su montura aceleró el paso y adelantó a todos hasta situarse en el primer lugar de la marcha. En el momento de pasar al lado de Alfren y Moravius, les dijo en un tono seco y cortante:

- Idiotas, esto puede costarnos la vida.

Y antes de que ninguno pudiera darle respuesta añadió:

- Salvémonos primero y luego ya dejaremos las cosas claras. Vamos !!

Y azuzó aún más a su montura para acelerar la marcha.

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28/01/2009, 08:51
Ailara Sotobosque

El ruido de metal a su espalda denotaba que la refriega había comenzado. Odiaba profundamente las luchas a las que estaban acostumbrados los humanos, pero no hubiese podido soportar que muriesen sin ninguna oportunidad esos soldados por cubrirlos. Esa gente tendría una familia esperándolos en casa y no se le ocurría una muerte más absurda que la que les esperaba.

¿Como puede decir algo así Antor? - Pensó Ailara - Tan solo llevo unos meses con él, pero nunca me hubiese imaginado que temiese por su vida.

La joven contunuaba cavilando sobre los acontecimientos mientras se internaban en el bosque rumbo al pantano.

Creo que hemos hecho lo correcto. Estoy segura que Alfren y Merkus hubiesen ido a la batalla si los soldados no hubiesen estado bajo aviso, ella por que su instinto de caballero la empuja a defender a los débiles y mi querido gigantón la seguiría con los ojos cerrados.

Estoy orgullosa de Bathalias, es un gran lider y sobre todo estoy orgullosa de Moravius ¿o tal vez sea otra cosa lo que siento? - ouch - Un pequeño traspiés de su montura sacó a la druida de sus pensamientos haciendo que volviera a concentrarse en su misión.

Acabamos de emprender nuestra aventura y ya desprecio el cofre que portamos.

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28/01/2009, 19:05
Alfren Niubar

Alfren, al igual que todos los demás, oía los sonidos de la lucha. No obstante, no sentía lo mismo que los demás. Era evidente que su amiga también estaba preocupada y disgustada, pero Antor, sin ir más lejos, no le importaba lo que les ocurriese a los guardias, solo le importaba salvar su pellejo. Pero ahora no era el momento de discutir con el pícaro sobre valores ético-morales, cosas más importantes sucedían como para entretenerse en eso ahora.

Rápidamente, la joven azuzó a su montura, y se dirijió al lugar en que el que se encontraba Bathalias. Jadeante por el nerviosismo del momento, se acercó al elfo, y le dijo- Bathalias, ¡tenemos que hacer algo!. No tenemos porque descuidar el cofre, si vamos la mitad, podemos ayudar a esos hombres. ¡No podemos quedarnos de brazos cruzados oyendo como mueren!

Espero que Bathalias haga lo correcto. Esos hombres merecen un destino mejor que morir de esa manera, y en nuestra mano está evitarlo...

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28/01/2009, 19:40
Director

Los caballos descienden con cuidado entre los árboles, alejandose poco a poco del sendero de los Leñadores.

Bajo los árboles, el sol y el viento ya no son tan fuertes, pero en el silencio del bosque el ruido de la batalla llega claramente sobre la colina. El carro traquetea peligrosamente por la pendiente sin senderos, arriesgando cada paso con volcar.

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28/01/2009, 23:19
Bathalias de Emdelis

Observando que al haberse salido del camino el carro no está en su terreno, Bathalias se da cuenta de que estaban arriesgando demasiado la valiosa carga que portaba el grupo.

No perdaís en ningún momento nuestra posición respecto al sendero, y permaneced vigilantes por si nos descubrieran.

Y aminorad la marcha, no fuera a ser que el carro quede atorado en algún lugar del que no lo podamos sacar.

¿podeís ver si los guardias han contactado ya con los asaltantes emboscados?

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28/01/2009, 23:50
Ailara Sotobosque

Por el ruido que llega parece que si - Dijo Ailara respondiendo al veterano elfo - El capitán y su guardia son hombres de armas, a buen seguro podrán encargarse de esos rufianes estando bajo aviso.

¿alguien pudo distinguir algún emblema o ropa distintiva de esos hombres? Tal vez podríamos averiguar quien a sido en dar el primer paso para sabotear la caravana.

A la primera oportunidad en la que Bathalias detuvo al grupo para elegir el mejor camino a seguir, la joven se colocó junto a Moravius y acercó sus labios al oido del mago para poder susurrarle - Gracias, se que no era lo que querías, se que hubieses preferido no interferir - Se alejó después de decir esto para que pudiese ver la sonrisa que le dedicaba y como le guiñaba el ojo - Aunque podías haber sido más discreto.

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29/01/2009, 01:24
Merkus

- Yo no vi emblema ninguno. Ni escudo ni marca: esos hombres del bosque sabían que no debían ser cogidos con vida - El guerrero levantó la cabeza, mientras sus músculos se tensaban por el esfuerzo de sujetar el carro con su carga. - Escucho ordenes. Los hombres del Conde aún aguantan...

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29/01/2009, 13:46
Director

Lentamente os alejáis, manteniendo siempre cerca el sendero, pero alejados de la cima de las colinas. A cubierto de la arboleda, la caída de la tarde trae frío. Con las últimas luces, llegís al sendero, que comienza a descender las colinas para adentrarse en el bosque. Por fin en terreno llano, el carro avanza con mayor seguridad siguiendo el sendero. Os internáis en el bosque, y al cabo de pocas horas, el viento os trae el olor del agua estancada.

Cae la noche cuando llegáis a los límites del pantano, una franja de bosque cenagoso algo disperso, cruzado por riachuelos y punteado de charcas y cañaverales. Una fina bruma flota entre los árboles, mientras los sonidos del bosque cambian sutilmente, dejando paso a los ruidos gorgoteantes propios de una ciénaga.

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30/01/2009, 00:23
Bathalias de Emdelis

Bathalias no dejaba de paensar que en cualquier otro caso hubiera cargado contra los arqueros, pero estaba seguro de que la decisión de esquivar la confrontación en el último momento era la correcta. Sabía perfectamente que la misión era llevar el cofre sano y salvo a su destino, y eso era lo que iba a hacer, pues había comprometido su palabra, y, por supuesto, no debía de exponer el cofre a más peligros de los necesarios.

En sus adentros, Bathalias tenía ciertos temores sobre la suerte que había corrido el capitán y sus hombres, aunque tambien era consciente de que eran duros hombres hechos a la lucha, por lo que era más que probable que hubieran acabado victoriosos sin problema alguno.

Y ahora se les hacía de noche en un lugar poco propicio para el descanso, demasiado húmedo y tétrico para su gusto.

Las monturas, y nosotros mismos, necesitamos descansar. se que este no es el lugar más idoneo para acampar, pero prefiero atravesar la zona pantanosa de día y no de noche. Busquemos un claro lo suficientemente protegido para que podamos pasar la noche a resguardo.

E id pensando quién realizará la primera ronda de vigilancia. Yo mismo haré la segunda y os despertaré cuando amanezca para continuar.