Partida Rol por web

Tributo de Sangre (XII)

Heraldos de Paz

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12/01/2009, 11:56
Director

Las tierras de Imledyr abarcan desde las Montañas Grises hasta donde el Mar de los Espíritus delimita su inestable silueta. Están compuestas por un ir y venir de colinas y bosques cuyo clima es agradable en verano pero extremadamente duro en invierno. Se encuentran divididas en una gran variedad de condados, ducados y baronías sobre los que sus respectivos nobles ejercen un férreo control feudal. La rivalidad entre ellos es continua y los enfrentamientos tan habituales como las nevadas, sin embargo ninguno consiguió nunca unificar bajo su dominio las tierras de Imledyr y alzarse ante sus rivales como rey, estableciendo una monarquía. Varios de ellos, los más poderosos, ejercen como soberanos sobre otros, quienes les juraron vasallaje a cambio de más tierras, hombres o simplemente obligados bajo coacción o amenaza. Sin embargo, cada uno de esos frentes, cada uno de esos señores, se considera a sí mismo como el mejor candidato para ostentar una ilusoria corona y unificar las tierras de Imledyr.

Si que existe, sin embargo, algo que todos ellos comparten y tienen en común: el yugo de la Torre Negra de Ybress. En lo más recóndito del Pantano de las Pesadillas se alza la construcción más temida y a la vez odiada de estas tierras. Desde la Torre Negra, Sarcess, una temible hechicera, una bruja que domina los poderes oscuros, siembra el terror entre nobles y vasallos por igual. Sus sirvientes, malignas criaturas que se asemejan a los Trolls de las leyendas y cuentos populares, y que le profesan una lealtad que roza el fanatismo, se encargan de cobrar a los nobles el diezmo estipulado. Éste pago, tres mil escudos de oro anuales, es lo único que les garantiza verse libres de las maldiciones, plagas y enfermedades que cuentan que Sarcess es capaz de crear.

Vuestro deambular nómada por el mundo os condujo hasta el Paso de las Nieves Eternas, donde tras un más que entretenido regateo, acabasteis aceptando el que pensabais sería un lucrativo acuerdo con un comerciante de marfil que se dirigía a Imledyr. Su caravana, compuesta por tres carros y sus respectivos conductores de mulas, necesitaba protección, gente valiente y con experiencia como vosotros. Atravesar aquellas montañas era siempre un viaje peligroso y Dalherin, que así se llamaba el supuesto comerciante, no quería correr ningún riesgo con tan valiosa mercancía. Sin embargo, el que parecía un trabajo más que interesante, acabó convirtiéndose en un gran fiasco. Al llegar a vuestro destino, la ciudad costera de Nausias, Dalherin desapareció utilizando ardides de la más baja calaña, dejándoos en una posada con las habitaciones a cuenta y sin entregaros la segunda parte del pago acordado. Las bolsas de monedas que formaban la primera parte de vuestro pago y que os fueron entregadas al inicio del viaje, resultaron ser dinero falso. Así, sin apenas recursos económicos, con unas habitaciones pendientes de cubrir y acusados como falsificadores y ladrones, tuvisteis que utilizar las últimas monedas reales que os quedaban en hacer frente a tales deudas y, de paso, en un pírrico plato de sopa aguada, fría como la noche, y un trozo de carne reseca.

Tras varias semanas recorriendo los caminos y aldeas de Imledyr siguiendo la pista del bribón de Dalherin os encontrabais en una situación bastante apurada. Necesitabais que algo ocurriera, un golpe de suerte u os veríais en serios apuros. Y éste llegó a través de un anuncio público, en la forma de un bando del Conde Nesvind de Riaghul. En él se solicitaban hombres valientes para un servicio al Conde que sería recompensado con diez escudos de oro por cabeza. Una situación complicada y un pago demasiado bueno como para pasarlo por alto se unieron, dando lugar a una decisión que no podía ser ni discutida. Antes incluso de tener tiempo de pensarlo os encontrabais ya en el castillo del Conde hablando con su secretario... y hechicero.

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12/01/2009, 11:57
Ashadir

El secretario del Conde era un hombre de corta estatura y complexión delgada, vestido con ropas demasiado gruesas para aquella época del año y cuyo embriagador olor a perfume podía percibirse desde varias salas de distancia. Tenía un acento extraño en el habla, de pronunciación ruda y basta, pero en cambio haciendo uso de un vocabulario noble, aristocrático y extenso.

-El trabajo es sencillo. Debéis proteger y transportar un cofre hasta su destino. Éste ha sido un año de malas cosechas y el Conde ha tenido problemas para reunir el diezmo acordado con la Torre Negra de Ybress. No teníamos el pago listo cuando aquellas asquerosas criaturas vinieron por él. Finalmente lo hemos logrado, aunque con algo de retraso, ¡tres mil Escudos de Oro no es cifra fácil de juntar! Lo que se precisa de vosotros es que llevéis el cofre a la Torre Negra y lo entreguéis a Sarcess en nombre del Conde Nesvind de Rhiagul. ¡Los hombres del Conde son demasiado cobardes! - aquellas palabras pronunciadas en voz demasiado alta eran una pulla hacia los soldados que os escoltaban frente a Ashadir. Éstos miraron hacia otra parte y bajaron la cabeza incómodos-. Demasiado cobardes y supersticiosos como para una tarea así, ¡malditos bufones de taberna! Hoy en día ya no se puede confiar en nadie. No es de esperar que encontréis problemas de ningún tipo, tan sólo debéis aseguraros de mantener el cofre alejado de bandidos y ladrones. Una vez allí, entregarlo será tan sólo un trámite. Por el servicio se os pagará diez Escudos de Oro por cabeza, cinco en este momento y cinco cuando regreséis.

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12/01/2009, 21:16
Moravius

-Pero señor, no nos habéis informado sobre los peligros que asechan en la torre, ¿estáis seguros de que tramitar con Sarcess no es una tarea peligrosa?-Dijo Moravius, el hechicero del grupo, dirijiéndose al secretario del conde.

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13/01/2009, 11:07
Merkus

Merkus es un hombre musculoso, fuerte, de unos dos metros de altura, su piel es morena y por su pecho y su espalda descubiertos se pueden ver muchas cicatrices de incontables luchas, impresiona su porte, sin duda es un bravo guerrero, ademas, tiene un tatuaje de un ave en su espalda. Su pelo parece negro y esta enredado y su cara muestra un gesto adusto, algo severo.

Camina hacia donde se encuentra Moravius, se queda junto a el a su derecha, escuchando y observando, mira a ambos hechiceros impasible y levanta la ceja izquierda girando la cabeza hacia Moravius cuando este pregunta, Merkus guarda silencio.

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13/01/2009, 11:24
Ashadir

Ashadir miró al hombre de pelo largo inclinando un poco la cabeza y entornando los ojos, mientras se pasaba una mano por la barbilla, en señal de que estaba pensando muy bien la respuesta.

Como bien he dicho... Dijo. El cofre debe ser entregado en la torre, y está claro que allí lo esperan con ansias. Hemos logrado reunir el diezmo a duras penas y al final, hemos logrado un aplazamiento del pago. Pero ya está todo aclarado y arreglado con Sarcess. Ellos esperan las monedas con ansias, por lo que no tendréis problemas en la torre.

El secretario del Conde terminó de hablar, y comienzó a pasar la mirada por todos los allí presentes. Parecía que esperaba que también digan algo, que asintieran con la cabeza o que participaran en la conversación.

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13/01/2009, 11:54
Merkus

Cuando Ashadir fija la vista en él como esperando alguna respuesta, Merkus gira la cabeza hacia él, relajando la ceja y hace un asentimiento con la cabeza lentamente expresando su aceptacion ante la propuesta del que les contrata para realizar el pago del diezmo a la bruja. Acto seguido la sube lentamente y se queda en silencio a la espera observando a los demas que han coincidido con el en ese lugar.

Mira de reojo a una mujer que parece guerrera, a otro que le da la impresion de ser el mas viejo por su aspecto y cuya profesion no acaba de ubicar aun, y a un elfo que le parece guerrero tambien.

Despues, vuelve a observar a Moravius cuyo aspecto le da la impresion de no ser guerrero quizas sea un mago aunque tampoco tiene el clasico aspecto de serlo si no fuera por su tunica delatora.

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13/01/2009, 14:20
Antor PielGris

Antor escuchó cada palabra, observo cada movimiento. Estaba esperando un pequeño error para poder sacarle partido, pero no le encontró. El hechicero no dejó nada para la "imaginación", a menos que...

De pie se encontraba Antor, vestido siempre con lo mejor, lo que le daba un aire de superioridad, el cual siempre le sacaba provecho.

-Aunque se nos este esperando, creo que no sera un camino fácil de recorrer. Y a la vista de sus necesidades, sin contar la urgencia que fue impuesta, solo diez escudos no me son suficientes, Y creo que hablo por todos los presentes. Dijo sin perder su estilo, e incito a los demas con su mirada a que estuvieran de acuerdo con él.

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13/01/2009, 15:36
Merkus

Escucha a Pielgris y gira la cabeza hacia el mirandole con la misma ceja levantada que antes pensativo - el dinero no me importa... hablad por vos - siempre impasible se mantiene derecho como una vela, es un tipo fornido, cuando su mirada se cruza con la suya, este aprieta los dientes para no decir nada, se muerde la lengua, y se percibe como se mueve la mandibula ligeramente a traves de la piel en un gesto comun, entonces, en lo que dura un parpadeo Merkus vuelve a girar la cabeza para observar al secretario del Conde.

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13/01/2009, 18:14
Moravius

Moravius se rascó la barbilla por un segundo, le tomó el hombro al pícaro y luego se dirigió al secretario del conde.  

-Opino lo mismo, los diez escudos no son suficientes para tal labor. Sabiendo que los soldados de Sarcess son trolls, un negocio no será fácil.- Dijo Moravius, aún inquieto por los peligros de la misión, aunque no tenía temor, sabía que se podía sacar una recompensa mayor por la misión. Moravius sacó su mano del hombro de Antor y apoyó las dos sobre el extremo superior de su bastón.

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13/01/2009, 23:21
Bathalias de Emdelis

Bathalias se mantuvo de pie junto a sus compañeros mientras estos negociaban con el secretario del Conde un mejor pago. En su rostro, surcado por la edad, se podía ver una leve sonrisa, como si la situación le divirtiera. Aunque en un principio pareció que iba a intervenir en la conversación, decidió luego de oír el último comentario de Moravius, que permanecería en silencio mientras sus compañeros pudieran llevar el negociado de forma coherente.

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14/01/2009, 01:14
Ashadir

Ashadir miró a sus interlocutores con un gesto de total desprecio, el cual no hizo esfuerzo alguno por disimular. Se alejó de ellos con pasos cortos y apresurados, como el que rodea una boñiga fétida que acabara de cruzarse de forma bastante molesta en su camino.

Cuando se hubo colocado a una cierta distancia les miró directamente, mostrando una expresión arrogante. No había duda o temor en sus ojos, únicamente descrédito. Aquel hombre no mantenía alejado de ellos por temor, lo hacía simplemente por repugnancia y tedio.

Os voy a dar un buen consejo. Tomadlo en consideración, pues será el primero y el último: no juguéis conmigo, no intentéis utilizar ante mí vuestras absurdas tretas de taberna pues no soy ningún ignorante. No obstante, he de reconocer que lo que se os pide no queda exento de riesgo. Considero justo el pago de diez escudos de oro por el mismo, sin embargo, el Conde es magnánimo, no como yo, y me ha dado instrucciones de que negocie con vosotros. Se os pagará trece escudos de oro por cabeza, se os asignarán animales de carga que trasportarán el cofre y se cubrirán todos los gastos de alimentación y descanso durante el viaje. Es mi última oferta. Si no os place ya sabéis donde está la puerta.

Tras cruzar las manos sobre el pecho Ashadir comenzó a tamborilear con los dedos sobre su antebrazo de forma impaciente.

Ah, por cierto. Casi se me olvida un detalle sin importancia. Dado el extremo valor del encargo, supongo que comprenderéis que la cifra que se os entrega en guardia y custodia es suficientemente alta como para tentar la avaricia de cualquiera, incluidos vosotros mismos. Así pues, en caso de que aceptéis, el cofre será protegido por la magia, lo que evitará que caigáis ante la tentación de huir con él.

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14/01/2009, 02:03
Moravius

Moravius cerró los ojos y reflexionó unos instantes y luego dijo -Bueno, ya está claro que con usted no se puede negociar, pero aún hay algo que me inquieta, si esta misión es tan poco riesgosa y común como decis, me parece que habrían encargado soldados común y corrientes, no a un grupo especializado. ¿Me podéis explicar eso?-

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14/01/2009, 13:43
Antor PielGris

Antor no estuvo satisfecho con el trato, pero por su experiencia dedujo que, por el momento, no lograría sacarle mas. No obstante, Antor asintió con la cabeza y dibujó una sonrisa en su rostro.

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14/01/2009, 21:29
Ashadir

El secretario suspiró sonoramente mientras miraba a cada uno de los presentes.

No tengo todo el día para una decisión. Esto es sencillo, aceptáis el trabajo o podéis iros. Nosotros no os hemos llamado, habéis venido solos al escuchar un anuncio público. Por lo tanto, ¿aceptaréis la misión o no? Necesito saberlo pronto, hay muchos más grupos que harían esto por muchas menos monedas.

Ashadir comenzó a tamborillear con sus dedos sobre su muslo, en un gesto de impaciencia carácteristico de él. Su cabeza niega sin entender como no se han decidido y como muchos se quedan callados.

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14/01/2009, 23:07
Merkus

Merkus, hombre de pocas palabras, observa meticulosamente a los demás impasible y tras un momento en el que nadie más parece decir nada, da un paso hacia adelante mirando con calma al secretario, que les miraba con desprecio, luego, gira la cabeza hacia donde se encuentran los soldados cobardes que temen a la hechicera, finalmente, vuelve la cabeza hacia Ashadir y decide hablar.

- El cofre garantiza a la gente de estas tierras ser libres de las maldiciones de Sarcess, creo que es razón suficiente para aceptar.

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15/01/2009, 00:32
Moravius

Moravius se acerca a Merkus y al secretario, luego asiente.-Está claro que no hay nada más que decir, aceptamos el trato. Nosotros necesitaremos un mapa con la ruta que lleve a la torre. ¿Podríais vosotros entregarnos uno?- Dice Moravius, dirijiéndose con un tono más simpatizante al secretario del conde.

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15/01/2009, 10:41
Bathalias de Emdelis

Bathalias observó a su compañero Moravius, sonriendo nuevamente. Parecía que nunca se iba a cansar de negociar con el secretario.
-Bueno, aceptamos el encargo entonces de acuerdo a su última oferta - dijo Bathalias observando fijamente a Ashadir.
Temió que las palabras del mago pudieran terminar colmando la paciencia del hechicero del Duque, pero prefirió esperar para saber cual era su reacción.

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15/01/2009, 15:32
Antor PielGris

-Como el resto de mis compañeros, acepto el desafió.- Dijo Antor, con un tono apacible.
Antor observo toda la habitación, y mientras lo hacia, preguntó: -He de suponer de que queráis que salgamos lo mas ante posible, a lo conlleva mi siguiente pregunta: ¿como, cuando y donde nos haremos del cofre a entregar?.-

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15/01/2009, 21:12
Conde Nesvind de Riaghul

Ashadir abrió la boca para responder a las cuestiones planteadas por el grupo, mas una puerta se abrió de pronto en uno de los accesos a la estancia y por ella entraron seis soldados, dos de ellos espada en mano, escoltando a un hombre de gran estatura y porte noble que no podía ser otro que el Conde Nesvind de Riaghul.

El Conde lucía unas vestimentas de gran calidad, en tonos azules, navegadas por hilos de oro. Mostraba numerosas joyas, así como un enorme broche también de oro que le sujetaba la capa. Llevaba suelto el largo cabello rubio y sus ojos eran apenas dos rendijas blancas sobre un rostro marcado y bien definido.

-Ah, estáis aquí. Bien, al fin os encuentro. Supongo que todo habrá sido ya acordado, ¿verdad? – el tono de sus palabras era el de aquel que estaba acostumbrado a infundir temor tan sólo con su presencia, rango y título.

Los soldados que formaban la escolta se movían a su alrededor, tratando de no estorbar su avance y de mantenerse a su vez lo más cerca posible de su señor. El conjunto resultaba por igual intimidante y cómico.