Partida Rol por web

La conjuradora vio a lo lejos un grupo de gente. Reconocía algunos de vista, maestros, jefes de la guardia… debía ser el grupo que iba a ayudar en la defensa. Vio también muchos más jóvenes, debían ser los alumnos e Iniciados.

Se dirigió hacia ellos mientras uno de los maestros, un pelirrojo, parecía organizar al resto. Vio hablar al resto, se notaba el nerviosismo desde lejos.

Llegó caminando con paso rápido y firme, el ceño fruncido y una mirada intensa. Vestía con ropajes oscuros y sencillos, pero de calidad. En su pelo seguía su sheele, tumbada bocaabajo, mirando sonriente a los asistentes y moviendo sus piececitos desnudos en el aire.

-¿Se sabe algo de los atacantes? –preguntó Crescentia al hombre pelirrojo de mediana edad- Ése ataque tan obvio bien podría ser una distracción para realizar un asalto encubierto. –no había alcanzado a escuchar que Joshua ya había advertido de la posibilidad- ¿Están vigiladas las cloacas? ¿Qué otros accesos hay a la ciudad?

Mantén la calma Xamd.- Espeto tranquilamente a mi estudiante, que viene completamente histérico, probablemente al verme a mi por el camino.- No ha sido Yusuke... bueno... él es uno de los que ha destruido el meteorito, así que está involucrado de alguna forma.- Le poso la mano en el hombro y continúo.- Ya conoces la fuerza de la tortuga, y los otros tres te aseguro que no son menos.- Sonriéndole.- Estás seguro de querer entrar en combate? Va a ser dificil y no se si será mejor que defiendas a los indefensos.- A continuación, aunque esperando una respuesta de este, me giro hacia Joshua y Crescentia. Me suena de algo, puede que lleve más tiempo en la academia? Es raro... conozco a la mayoría de "gente fuerte" en el lugar...- Buen trabajo Josh, una rápida actuación ayudará a la evacuación para proseguir con nuestro plan de contingencia.- Mi tono de voz es completamente tranquilo, sin ningún atisbo de nerviosismo por la situación.- Es lo más probable, pero nuestro sistema de actuación es simple. Los GoY se encargarán de la defensa a lo grande y cuando la evacuación a los gremios sea completado solo quedaremos nosotros en las calles.- Es algo bastante  lógico, pero estamos en una ciudad llena de maestros en sus campos.- Los especialistas en localización, tanto dómines como hechiceros, incluyéndome,  se pondrán en marcha para localizar todo aquello que esté en la ciudad y no sea miembro de nuestra escuadra para su captura

Me quedo mirando al resto, que parecen algo confundidos ante el hecho de que yo esté dando una explicación tan básica... es cierto, la última vez que la academia se vio bajo ataque ninguno de los aquí presentes estaba todavía en la ciudad, así que es normal que no lo sepan.- Bueno... esto es lo que se suele hacer.- Continúo con una sonrisa divertida para bajar un poco la tensión de la situación.- Pero MM ya nos informará. De todas formas Josh... estrategia habitual entre tu y yo no? Yo voy a pecho y tu los cazas desde las sombras.- Terminando así con una risotada, recordando viejas misiones con este.

-Parece que las cosas se están animando.-Dijo una completa desconocida a Luca.

-Bueno, si, supongo...-Mencionó el joven entre dientes.

Desde luego, el sigilo no parecía ser la especialidad del muchacho, es decir, a penas habían pasado 10 segundos desde que decidió "infiltrarse" en aquel grupo y ya le estaban hablando... En las historias, todo parecía más fácil.

-"Vamos, piensa Luca, tienes que salir de esta"- Mascullaba su voz interior.-"Piensa como lo haría un héroe, que harías si te acaban de descubrir..."-Pausa mental dramática.-"¡Ya está! Solo tengo que seguirle la corriente a todo el mundo.

Por suerte, antes de que el nuestro amigo tuviera que emprender el terrible ritual de la Charla Coloquial para intentar no destacar, alguien comenzó a pegar gritos.

-¡Mira mira mira, es Aiko! ¡Hola Aiko!

Seguramente esto permitiría a Luca proseguir con su auto-impuesta misión sigilosa. O eso pensaba el.

El intento de entablar conversación de Aiko no parecía estar dando demasiados frutos. Las interacciones sociales habían sido escasas y rígidas durante su cautiverio y desde que había pedido su deseo a la estrella fugaz (o Selen, como prefería ser llamada) se habían tornado aún más... difíciles.

El pelirrojo que parecía tener más galones que la mayoría de los presentes esbozaba un plan bastante básico de actuación al corrillo que se había reunido junto a él. Apenas podía detectar los detalles entre el bullicio cuando una aguda voz pronunciando su nombre atrajo su atención. Sorprendentemente, aquel pequeño incordio que se acercaba posado en el hombro de su amo era de las pocas criaturas capaces de sacar algo parecido a una sonrisa sincera a la chica.

- Hola, Izarua. - saludó tan sólo ladeando un poco la cabeza, sin apartar del todo la vista del todo de la entrada principal de la sala.. A continuación, devolvió con cortesía la inclinación del recién llegado. - Zylo...

La patrulla que había encontrado a Aiko fue, casualmente, la que dio con Zylo en el último tramo de su viaje. Aquello les dio casi una semana para comenzar a conocerse dado que los miembros de la Academia formaban un grupo muy compacto. Ellos eran los extraños y sus aspectos “exóticos” y maltrechos no ayudaban demasiado.

- Supongo que es normal que con todo el barullo no te haya oído. O que también haya oído la voz en la cielo. - dijo la pequeña hada a su señor Zylo, quien se limitó a encogerse de hombros y fundirse con el resto de la multitud, acercándose a Aiko. La única cara familiar (por poco que fuera) dentro de toda aquel grupo de aspirantes a héroes.

A Izarua aquella extraña mujer le ponía los ojos del vestido de punta, pero si a Zylo le caía bien... Era mejor que Atma, después de todo.

- ¿Sabes algo sobre lo que está pasando? - Preguntó Zylo a Aiko y al joven que estaba a su lado, en tono bastante desprovisto de emoción. Ninguno de los dos era exactamente un gusto para las conversaciones informales, asi que pronto la visión de Izarua regresó al general de la sala...

-¿Huy?- Dijo en voz alta, viendo algo que por fin le llamó la atención entre el jaleo del entorno. - Zylo, Zylo, Zylo ¿por qué estoy también ahí? - insistió manoteando para que le prestara atención, señalando hacia la otra hada en la sala.

Estoy intentando recuperar la compostura mientras Sora Niega con la cabeza, cuando Xamd pasa corriendo hacia Ykki mientras grita como un loco. Nada mas verlo abro los ojos ligeramente, quizá por que ya no tenia preocuparme de que le hubiera pasado, quizá porque estaba gritando como si el meteorito aun estuviera cayendo.

Cojo a Sora de la muñeca y tiro de el meintras camino hacia Xamd, Ykki, y el resto de los integrantes que se habían congregado alrededor de mi maestro.- Xamd, aquí, ven.- Le digo mientras hago señas para que se acerque.

Ykki parece ocupado explicando la situación y el protocolo a las personas nuevas y, tener a Xamd cerca seguramente no le iba a facilitar las cosas. En ese momento me di cuenta de que a mi alrededor había mas gente de la que me gustaría. Probablemente la adrenalina había evitado que me diera cuenta de ello, pero ahora, con todos aquellos aportando seguridad se había ido disolviendo. La mano con la que estaba sujetando a Sora se afirmo en su muñeca, apretando mas de lo necesario, que dadas mis fuerzas no era mucho.

Cuando finalmente mi maestro termino de hablar me dirigí hacia el.- Esto… Shio, los que no tenemos mucho poder… ¿Ayudamos a los iniciados a refugiarse? .- Mi voz ahora era mucho mas leve y cohibida, probablemente porque sabia que aparte de Shi me estaban escuchando otras personas. Ni que decir tenia, que cuando hablaba en plural me refería a Xamd y a mi, Sora había demostrado ya tener poder en combate suficiente para estar allí.

Es verdad, que los guardianes protegen la ciudad. Recordé cuando el maestro dijo que el señor tortuga había participado en la destrucción del meteorito. Y antes de que pudiese responder a mi maestro la pregunta de si quería pelear escuche una voz familiar – Lili, Sora – casi me puse a llorar al ver que estaban bien. Fui donde estaban y me puse detrás de ellos, haciendo que mis dos metros de altura se notasen más al estar al lado de la chica.

Cuando el maestro terminó de hablar y Lili se le acercó la seguí con intención de responder la pregunta que me había hecho antes, de si quería pelear. No sé qué espera de mí el maestro Ykki, pero luchar contra meteoritos es un demasiado para mí. Mis nervios se veían en la cara, aunque por suerte Lili contaba conmigo para defender a los habitantes que lo necesitasen en vez de para pelear contra lo que fuese que viniese. – Yo también prefiero quedarme a ayudar a los refugiados, me quedaré con mi hermana. -  contesté al maestro.

Crescentia clavó una dura mirada en Ykki cuando le respondió con lo que ella sintió como un exceso de confianza. Pero se tornó en una mirada de asco cuando éste se puso a reír con Joshua. Podía comprender que intentase infundir confianza en los demás, pero que se tomase la situación tan a la ligera le revolvía el estómago.

-No me parece el momento de reir. -dijo con tono frío- Estamos en una situación en la que es más que probable que haya muertes. -agregó.

De entre las personas, una muchacha se acercó al hombre pelirrojo. Le habló con timidez, parecía dudar de sus propias fuerzas. Crescentia posó su dura mirada en ella y se cruzó de brazos.

-Si has venido hasta aquí es porque algo en tí sabe que éste es tu lugar. -le dijo aunque no se había dirigido a ella- De modo que serás tan débil como tú misma te permitas serlo. -agregó en tono contundente- Así que deja de lloriquear, levanta la cabeza y saca la mejor versión de ti misma para que ocurra lo que ocurra no tengas nada de lo que arrepentirte.

-Y lo mismo va por ti. -agregó girándose hacia Xamd. Y pese a que éste le sacaba dos cabezas, la joven hablaba con tal fuerza que parecía ser ella más alta.

Petra notó que Crescentia, para variar, no podía guardarse sus opiniones para ella misma. Con una sonrisa emprendió el vuelo y se puso junto a ella.

-Cressy no es la mejor haciendo amigos. -la disculpó riendo suavemente- Pero tiene razón. ¡Confiad en vosotros mismos! -agregó levantado los brazos como un culturista- ¡Yo sé reconocer a gente fuerte en cuanto la veo! ¡Y vosotros sois fuertes! -agregó señalándoles- ¡Y tú! -señaló a Xamd- Deberías apoyar más a tu novia en vez de dejar que se rinda sin más. -le dijo claramente refiriéndose a Lihl, pese a que éste se había referido a ella como su hermana.

-¿Verdad? -preguntó a Ykki en busca de un nuevo apoyo.

Noto el repentino tirón de Lihl cuando me agarra de la muñeca y me pongo todavía más colorado. P-p-p-pero... ¿¡¿¡Esto cuenta como cogerse de la mano!?!? Pienso sin salir de mi estado de sonrojo extremo. - E-e-esto... -sí, claramente quería decir algo, pero si con el agarrón no había sido capaz de reaccionar, ahora que encima me ha metido en mitad del barullo, todavía menos. Mi respiración se comienza a agitar, así que aunque aún no lo haya hecho, es evidente que no falta mucho para que me libre del agarre y me escape a algún tejado.

Dailen amplio su sonrisa por los animos que parecian tener el resto de los que alli se habían reunido. Cambió su peso a otra pierna, sin quitarse las manos de la nuca mientras tomaba nota mental sobre el aspecto y actitudes del resto de sus compañeros y superiores. -Vaya, vaya, vaya... Esto son animos y lo demas teatro, menudo animo pese a que casi nos conviertan en una especie de pure asado -Su tono era animado, sin borrar una sonrisa que mostraba un par de colmillos ligeramente mayores-A todo, Dailen, para servirles animados desconocidos, pero conocidos entre ellos Bajo las manos, mirandoles uno a uno, sobretodo a Petra, que parecia la mas animada, riendo un tanto por la reprimenda al muchacho llamado Xamd. Acto seguido, alzo el pulgar a esta, a modo de que estaba de acuerdo con lo que decia. -Bueeeno, bueno. ¿Y que? ¿Que pensais que nos tocara hacer? Esto pinta que sera algo realmente intenso en muchos sentidos, jeje

Vand alza la cabeza cuando el hombre que sorbía té menciona que era posible que ese meteorito fuese causado por un hechicero con un gran poder existencial. Habiendo leído estos términos antes se puso a rebuscar entre las páginas del libro que tenía entre manos, esperando encontrar algo de información que poder aportar pero aquellas páginas que estaban diseñadas para aquellos seres con gran significancia para el transcurrir de los acontecimientos no hablaban de ningún hechizo similar.

-Como crear un Ifreet... sacrificio ajeno... dominio absoluto del fuego... Mierda, debe estar en algún otro de los que tengo.- pensó Vand, e inmediatamente se puso a rebuscar dentro de su bolsa, sacando libro tras libro, hasta tener un pequeño montón de unos treinta tomos, demasiados como para que cupiesen todos en esa pequeña bolsa. Cogió uno, aparentemente al azar, y empezó a escanear sus hojas a una velocidad vertiginosa mientras murmuraba por lo bajo.

Le dedicó una larga mirada a Zylo tras escuchar su pregunta.

- Si tienes que preguntarlo es porque no has prestado atención al cielo esta tarde. - replicó en tono ácido. - Parece que ahora vamos a buscar al responsable de los fuegos artificiales y vamos a darle efusivamente las gracias.

Habló con tranquilidad y seriedad como si leyera las instrucciones para cambiar la rueda de un carro y, sin embargo, era lo más parecido a una broma que podría esperarse de ella. Aquello era algo que, en cierto modo, compartía con si interlocutor. Y, por ello, era lo que les había hecho encajar en poco tiempo a pesar de sus diferencias.

Para mi sorpresa, no fue Shi el que me respondio, si no una mujer de las que habia allí. Por su postura y manera de actuar parecia que era una profesora, pero con el tiempo que tenía en la academia ni si quiera recordaba haberla visto.

Ante sus primeras palabras mi reacción fue bajar la mirada al suelo. ¿De verdad estaba tan segura de que tenia que estar aquí como ella mencionaba? No tenia realmente habilidad para entrar en combate, aunque me costaba poco mantener hechizos una vez lanzados mi velocidad para ejecutarlos era lenta y tediosa, ¿Para que servia una persona que tenia que preparar con horas de anticipación los hechizos y luego tambien tardaba en lanzarlos?

Habia empezado a retroceder ya mi pie derecho para escapar de aquel lugar cuando las ultimas palabras de la mujer se hicieron eco en mi cabeza. No tener nada de lo que arrepentirme. Aquel pensamiento me habia atormentado durante años hasta…

Mi mano soltó la muñeca de Sora y agarro el colgante que tenia en el cuello. No no era momento para duda, ignore el comentario de la Sheele que revolotea a su lado haciendo referencia a la fuerza y a un tema amoroso y alce la cabeza para mirar a Crescentia.-  No se trata de lo débiles que nos sintamos. Se llama gestionar, seremos mas útiles ayudando al resto que enfrentando enemigos, a los oponentes fuertes hay que enfrentarlos con gente fuerte. La eficiencia de estas situaciones no se basa en la confianza que tenga la persona, si no en lo que realmente pueda hacer. A no ser que únicamente quieras usar a gente como carnaza.- No me gustaba estar en presencia de grandes grupos, no me gustaba tener tan poca habilidad para el combate, pero eso no significaba que cuando hablaba fuera movida por la cobardía, mi pensamiento siempre intentaba ser lo mas lógico y preciso para evitar el mayor numero de muertes.

La había escuchado reprendiendo a Ykki, así que sabia que sabia que el usarnos como carnaza no era su idea, simplemente quería dejarle claro que aun si mi comportamiento mostraba poca confianza en mi, mis pensamientos cuando no se trataba de mi iban por otro camino. Era simple, a diferencia de algunos de los que había allí, yo no podía parar un meteorito. Era consciente de ello y por eso buscaba otras formas de ayudar.

Tan pronto como Lihl suelta mi muñeca, salgo disparado evitando con agilidad a la multitud hasta llegar a una pared cercana, lo que implica al menos ya no estar rodeado.

Maldita sea, no me gusta estar rodeado de tanta gente. Pienso con cierta molestia, mirando hacia el horizonte desde debajo de mi capucha. ¿Por qué no atacarán de una vez? Así al menos seguiría mi entrenamiento en lugar de esto. Me froto los ojos con dos dedos de la mano derecha antes de volver a mirar con la cabeza gacha hacia el grupo. ¿Será tan impresionante MM como dicen?

Según lo que estoy viendo desde mi posición el “grupo de gente fuerte” se está transformando rápidamente en una “jauría fuerte”. Lo que me parece más “gracioso”, desde mi punto de vista, es que creo que uno de los alumnos de Shio está a punto de sufrir un ataque de nervios, y mira que es grandote, pero parece un poco...excitado en el sentido de “dioses, quiero meterme en una cueva y llorar”.

Levanto los ojos hacia el cielo cuando Ykki suelta la bravuconada número 1 y vocalizo con claridad “cabeza de pala”, aunque tengo una sonrisa en la boca. Para más problemas, la cantidad de “cositas especiales” que algunas personas llevan activas me empieza a provocar dolor de cabeza y hace que entorne los ojos.

Cuando otro de los alumnos del pelirrojo echa a correr sin razón aparente, sale de la multitud y se queda parado a escasos diez metros de mi le recorro el cuerpo con los ojos, percatándome de sus capacidades. Luego giro la cara, suspiro bajito y busco contacto visual con Ykki o con Joshua. En cuanto alguno de los dos me mira hago un leve gesto con la mano hacia el grupo de gente (ya que yo estoy fuera de toda la marabunta) y enarco una ceja con una sonrisa sardónica. Según como yo lo veo ellos son los que más probabilidades tienen de llevar la voz cantante, así que busco alguna instrucción o que me digan qué puedo hacer para ayudar.

Era uno de los primeros días de Kalirath en la Academia y solamente pensaba en averiguar y explorar todo lo que pudiera en unas horas. Su actitud curiosa no paraba de florecer cada vez que veía una cosa nueva en cada rincón. No obstante, esta tarde era especial. La clara llama del meteorito, el aumento de la temperatura en el ambiente, los colores volcánicos del objeto, la magnitud de esa... "cosa". No podía parar de mirarlo. Solamente le inspiraba asombro, como una luz a un mosquito. No obstante, lo que vino después fue aún más bonito. Las dos figuras parando ese asteroide y una tercera destrozándola fue asombroso. La baba comenzaba a caerse por los finos labios del joven, el cual se había quedado embobado con todo el espectáculo.

Tras escuchar el mensaje de la directora, no tenía dudas de lo que iba a hacer. Aunque ni de lejos se consideraba fuerte, no podía resistir la tentación de poder ver un tumulto de gente extraordinaria en acción. Debía aprender de los mejores, así que se puso inmediatamente de camino al lugar del encuentro.

Al llegar al sitio indicado, observo todo lo que hay a mi alrededor. Ya había bastante gente en la zona, pero más que un grupo colectivo, podía observar pequeños grupos separados e individuos sueltos que deambulaban por ahí. Era un espectáculo poder ver todo aquello, especialmente poder distinguir cada persona individualmente. Podía ver gente joven, de mi edad y un poco más mayores, que hablaban y discutían entre ellos. También habían adultos más maduros, individuos con experiencia y conocimientos que en esta situación podían dar claves de gran importancia. Con una sonrisa en la boca, me dispongo a conocer a gente, pero algo que me capta la atención. Un joven se había separado del grupo y se encontraba a un lado, apartado de los demás. Desde mi posición no lo puede ver claramente, pero me parece que está jadeando. Con tranquilidad, me acerco a él a paso ligero.

- ¿Oye, estás bien? Parecía que te había pasado algo raro. - Al acabar la frase le tiendo la mano. - Soy Kalirath y soy nuevo por aquí. Encantado de conocerte.-

Mientras remueve lo poco que le queda de té con el dedo, Balander escucha la explicación de Ykki. Luego, contesta:

Si los GoY están ocupados defendiendo a la ciudad de los peligros más visibles y nosotros, en teoría todos los que nos podríamos considerar "fuertes", nos encontramos en la superficie tratando de encontrar a posibles invasores... Entonces eso significa que las tropas de menor calibre son las que acompañarán a todos los evacuados, convirtiéndolos en un blanco sencillo, ¿si? - dice, y da un sorbo al té que ahora se había convertido en granizada.

En el supuesto caso de una infiltración, de haberse producido a priori y ahora estar la ciudad sufriendo ataques tan obvios para captar la atención de los GoY, quienes quieran que se hubiesen infiltrado en la ciudad ahora tan sólo tendrían que seguir a los ciudadanos a los refugios y, una vez allí, hacer lo que fuera que viniesen a hacer.

Da otro sorbo a la granizada de té.

Al fin y al cabo, la élite de la élite estaría ocupada destrozando meteoritos, y la "élite no tan élite" - dice a la par que gesticula unas comillas - o sea, nosotros, estaremos ocupados buscando enemigos en la superficie, tan sólo viendo en los refugios una masa de gente de entre la que difícilmente podremos distinguir quién es amigo o enemigo.

Termina de tomar la granizada, le entrega la taza a la criatura morada y coge el ramo de hortensias.

Aunque claro, puede que lo que acabo de decir no sea su plan y ocurra cualquier otra cosa. No lo sabremos hasta que lo veamos.

Dice, y muestra una vez más una amplia sonrisa una vez termina de mover los labios.

Desde mi posición, no me percato de la mirada de Aleatha, no por ser nada disimulada, sino porque excluyendo el momento de mirar al horizonte mantengo la cabeza gacha sin mirar a nadie. Otro chico se me acerca a preguntarme qué me sucede. -... -puede que haya dicho algo o puede que no, a un volumen inaudible desde luego - No me gusta estar entre tanta gente. -repito ahora en voz más normal, lo que no significa que sea normal ni de coña. Después miro la mano que me tiende y tardo un poco en reaccionar, no estoy hecho a ese tipo de presentaciones... Bueno, ni a ninguno, pero sí que lo he leído bastantes veces como una costumbre "normal". Así que tras unos instantes más largos de lo normal finalmente tiendo la mano con cierta torpeza, que contrasta con la agilidad de antes, para finalmente agarrar la suya diciendo: - Me llaman Sora. También llegué hace no mucho. -comento sin abandonar ni un poco la timidez extrema. Escucho lo que van diciendo en el grupo y solo pienso ¿Pero no pueden esperar acaso un momento hasta que MM nos explique?

Al ver un ser tan pequeñito no pude evitar quedarme asombrado. - Ohhh - escuché atentamente lo que decía ya que nunca había visto un ser similar, y menos que volase, era como un pajarillo, pero en persona. Cuando terminó de hablar iba a contestar tanto a ella como a la chica que nos había dicho antes algo también, pero Lili se me adelantó, así que esperé a que terminase para luego poder hablar yo.

- Lili no está llorando - dije tomándome las palabras que había dicho de forma literal - Y siempre se esfuerza lo más que puede, trabaja mucho y no la he escuchado quejarse nunca. - las palabras serias sonaban extrañas dichas por mi, pero siempre decía lo primero que me venía a la cabeza. - Si he aceptado lo que ha dicho el maestro Ykki es porque el siempre tiene razón, hasta cuando no la tiene - dije recordando algún coscorrón que me había llevado en alguno de los entrenamientos (siempre por hacer el cafre). - Y no se que es eso de una novia, pero si es alguien que se ha rendido creo que te has confundido. - dije refiriéndome a las palabras que había dicho el pequeño ser, y luego me acerqué para susurrarle unas palabras - ¿Que es una novia, ahora tengo curiosidad?

Aunque no había dudado en defender a Lili tampoco había dicho nada bueno sobre mi, puede que porque mi padre siempre me decía que era un inútil, así que ya lo daba por echo.