Partida Rol por web

Crescentia bajó la mano con la que sostenía el pedazo de máscara y levantó la mirada. No parecía contenta... aunque en todo el rato que llevaban allí, no lo había parecido en ningún instante.

No obstante, sus palabras lo corroboraron.

-No nos ha mostrado sus poderes. -dijo con rabia. Levantó el pedazo- Es orgánico, pero es de orígen mágico. Probablemente del hechizo de creación Crear Ser. -explicó mientras volvía a mirar el trozo- Nunca se puso en peligro, pues nunca estuvo aquí. Por esto y el meterorito, lo más probable es que sea un hechicero... pero ni siquiera eso podemos asegurar.

Miró a MM y al grupo que parecían los profesores.

-Guardemos el trozo. Mientras no desaparezca significará que la criatura sigue convocada, y al menos tendremos los medios para protegernos de ella. -cuando dijo esta última parte miró a Lihl muy seria.

Ante la llamada de Aiko, se acercó a examinar lo que fuera que habían encontrado, justo a tiempo de escuchar lo que estaba diciendo la mujer, lo cual le dejó meditabundo.

- Depende del hechizo usado para crearlo, incluso ese trozo podría servirnos para Convocarlo de regreso. - dijo, encogiéndose de hombros al final. Sin duda, Blanquito no era algo que se pudiera hacer con hechizos sencillos; y por sus antiguas lecciones, recordaba a su maestro diciendo algo del estilo.- Probablemente su dueño lo dejara de mantener de inmediato, pero aún así quizás hubiera tiempo suficiente para averiguar más.

- ¿Me permite examinarlo?- preguntó educadamente a la mujer del pelo blanco. - No creo que mi pericia sea superior a la suya, pero quizás yo vea algo más que pueda sernos útil. Especialmente, si estoy en lo cierto.

Despues de unos momentos finalmente consegui serenarme, lo primero que escuche tras hacerlo era que aquello que nos habia visitado era una criatura creada de forma mágica. Algunos de los que estabn por allí ya empezaban a hacer teorías sobre convocarlo a nosotros, el problema es que si lo hacíamos y la criatura estaba ligada a un hechicero este dejaría de mantenerla y la perderíamos.

Me acerque dubitativa al grupo que estaba hablando sobre traerla.- Se… se podria evitar que pueda dejar de mantenerla.- Dije mientras miraba tanto a Crescentia como a Zylo. Mi mirada cambio de estos al fragmento que sostenia Crescentia.- Si es una creación de alguien, será suya hasta que consiga… independencia. Si lo convocamos y otorgamos un alma no podrá desaparecer, pero es un hechizo complejo, necesitaríamos ayuda del gremio de magos.- Sabia dos hechizos para hacer lo que estaba mencionando, uno mucho menos útil ya que únicamente movia el alma de alguien, el otro mucho mas útil y complejo pero, por desgracia, fuera de mis capacidades.

Aun asi puede darse el caso de que no este atado a nadie y ya sea independiente.- Formulo en voz alta. No se porque tenia la sensación de que si estaba controlado por algo, no hubiera salido corriendo. – ¿Alguno pudo ver si tenia… alma?

Debido a que nadie se motraba realmente herido, la Directora se relaja, mostrando de nuevo su rostro maternal, aunque parecia que aun habia algo que le rondaba en la cabeza.

-Bien, llevadle "eso" a Mana, él sabrá que hacer.-le dice al grupo que tenia el fragmento de enemigo.-Imagino que se encontrara en su torre del gremio de magos, trabajando cuidando a los refugiados, no deberiais tener problemas en encontrarlo

Mira entonces a los demas, evaluando la situacion

-Esto ha sido un evento muy inusual, no recuerdo cuando fue la ultima vez que alguien pudo acercarse tanto al Corazon de la Academia pero, dentro de lo malo, no ha habido victimas y parece que ya se ha marchado. Supongo que podemos relajarnos un poco

En ese instante, un sujeto bastante alto se acerca corriendo desde el norte. Lleva el torso descubierto y con cierta cantidad de piel ennegrecida, como si se hubiera acercado demasiado al fuego y se hubiera manchado con las cenizas.

-Jefa, todo en orden en el sector norte. No hemos encontrado rastro de ningun hostil. El Oeste y el Sur me informan que tampoco encontraron nadie sospechoso

-Lo que me temia...-dice la Directora, aunque prefiere no hablar de mas para no preocupar a los presentes-Ykki, despues tengo que hablar contigo de un asunto, no te vayas muy lejos. Los demas, podeis volver a vuestras vidas, para bien o para mal, esto ha terminado... de momento.

Finalmente todo acaba, y ansioso por salir de aquí hago una reverencia respetuosa a MM y al Maestro Shio antes de enfilar hacia el norte por las calles. Gracias a haber visto el lugar desde el aire, tengo una idea de a dónde voy...

Tal como vino el problema se acabó. Así de rápido y “fácil”. Ahora teníamos a un grupillo de gente haciendo cábalas con un trozo de la máscara del energúmeno, muchas preguntas y ninguna respuesta. Sin apartar los ojos de la muchacha de pelo de pelo azul que lleva mi abrigo (ya que estoy ligeramente preocupada por su bienestar) me acerco un poco más a Joshua y a Ykki, que al parecer ya tiene una labor que hacer. No me gusta estar sin hacer nada, soy una completa desconocida aquí y ni siquiera sé moverme por la zona. Mientras me cruzo de brazos miro al pistolero.- Espero que todo vaya bien por el fondo norte.- comento con tranquilidad en voz baja, en mi cabeza aún está resonando el rugido que soltó cuando oyó mencionar a los esclavistas.- ¿Qué se supone que tenemos que hacer ahora?. Porque he terminado mi turno en la Guardia y pensaba irme para casa, pero si necesitas más gente para cubrir puestos...- mientras sonrío con suavidad levanto la mano derecha hasta mi frente de forma que la amplia manga de la camisa se me desplaza hasta arremolinarse en mi antebrazo. Es tan obvio que no llevo el uniforme de la Guardia que resulta hasta doloroso- soy tu interrogadora.

Tras examinar el fragmento un rato, con la pequeña mesmeria asomada sobre su frente entre sus pelos, y finalmente negó despacio con la cabeza, en respuesta a lo dicho por la chica de pelo celeste.

- Es posible que la tenga, pero, con sólo este fragmento es imposible, al menos para mí, saberlo. Mis disculpas. - inclinó la cabeza a modo de disculpa, una leve nota de decepción en su voz. - De haber prestado más atención al intruso, podría haberlo dicho sin lugar a dudas, pero con sólo esto no.

Tras pensarlo un momento más, el joven de tez morena y pelo blanco añadió. - Eso no significa que no pueda ser convocado, sigue siendo un fragmento de él y eso es un catalizador poderoso; simplemente carecemos de garantía alguna de que sea posible.

Ante las palabras de MM, no pudo sino asentir de acuerdo. Al menos, él por sí mismo no podía aportar mucho más.

- Era muy blanco como para fijarse en él. Se cansa la vista pronto y resulta a-b-u-r-r-i-d-o. - Intervino la pequeña mesmeria repantingada en la cabeza de Zylo.- ¡Ya sé! ¡La próxima vez lo pintaré de colores chillones y así nadie lo pasará por alto!

Entre la risita de Izarua y el resoplido del chico, era imposible saber cuán en serio iba esa amenaza.

Que tal Yusuke?- Pregunto al GoY dándole un par de golpecitos en la espalda cuando entrega el informe a MM- Te veo algo chamuscado, pero gracias por patear ese meteorito.- sonrío a este y me giro hacia la jefa.- Te espero en mi oficina cuando estés lista, aunque por desgracia creo que sé de qué va la conversación.- Por primera vez en mucho tiempo la sonrisa de Ykki se ve momentáneamente tornada en una lúgubre seriedad que solo MM sería capaz de reconocer.

- Sora, Lihl, Xamd... Este ataque no anula el contrato que habéis hecho para vuestra primera misión. Tenéis el resto de la noche libre, pero a primera hora presentaos en mi casa para empezar.- Me giro y empiezo a andar en dirección a la salida. No hay mucho más que hacer por aquí, así que será mejor esperar a tener la conversación con MM.- Todos sabéis donde está mi oficina, así que si queréis cualquier cosa la puerta siempre está abierta para cualquiera que quiera hablar.- Y así finalmente termino cruzando el umbral de la puerta y saliendo del lugar

Crescentia miró interrogativamente a Zylo, pero al final le tendió el pedazo de máscara.

El chico lo observó, pero al parecer no pudo averigüar nada más, por lo que Crescentia volvió a tomar el trozo.

-Si su creador no es estúpido, probablemente haya dotado a su mascota de una resistencia inusual a las habilidades convocatorias. -respondió la mujer a los comentarios del joven- Si ése es el caso, tratar de convocarle puede traer graves problemas. Como terminar siendo tú el dominado por él. -explicó con un leve tono prepotente.

Lihl también se acercó y dio su opinión. Crescentia ladeó la cabeza al mirarla.

-¿Aún sigues por aquí? ¿No ibas a ayudar a los refugiados por no ser de ayuda aquí? -dijo en un tono cortante- Y ahora resulta que eres capaz de protegernos de los poderes mentales, y que además tienes más recursos. -señaló el pedazo de la máscara para recalcar sus palabras. Por sus palabras y su tono, no quedaba claro si la estaba halagando o despreciando.

MM intervino para hacerles saber que debían llevar el fragmento a Mana. Crescentia asintió y miró a Zylo.

-Tú te vienes conmigo. -señaló a Lihl- Y tú.

Sin más, y dando por hecho que la seguirían, comenzó a caminar a paso ligero en dirección a la torre de magia.

Petra se posó sobre el pedazo del enemigo y lo miró con curiosidad. Luego revoloteó hasta el hombro de Crescentia, donde tomó asiento y observó las conversaciones de los demás con una sonrisilla.

Curiosamente, cuando Crescentia respondió de forma desagradable a Lihl, Petra la miró y le dedicó una amplia sonrisa mientras levantaba los pulgares, como si fuese una buena cosa.

Y cuando la mujer comenzó a caminar, la hada voló hasta el hombro de la chica.

-¡Vamos! ¡Vamos! -la apremió sonriente.

Dailen se mantuvo en silencio en todo momento mientras el resto hablaba e investigaba pues ya había mucha gente en el mismo tema y parecían tener como base únicamente aquel fragmento perteneciente al rostro del infiltrado. Como bien ya se había dicho, quedaban pocas probabilidades de que se mantuviese demasiado tiempo en aquel plano si el amo que lo convoco decidía enviarlo de vuelta a su propio lugar tras el fracaso. Se encogió de hombros tras las ultimas palabras dichas por MM, pues parecía que poco mas podían hacer en aquel lugar. Tras ponerse en pie, se llevo las manos a la nuca antes de comenzar a silbar una alegre tonadilla mientras se alejaba del gentío, con un natural movimiento de su cola, dirigiéndose al sector oeste con un paso tranquilo y despreocupado.

Viendo que la gente se dispersaba y seguía con su día a día Vand estuvo a punto de hacer lo mismo, hasta que recordó una cosa que había escuchado decir a uno de los presentes. Con cuidado se acercó al hombre con el pelo dorado al que el capitán de la Guardia había llamado Balander y a la criatura morada que lo acompañaba. -Ha hablado con total naturalidad de hechizos que me ha costado más de 30 segundos localizar, debo hablar con él. Tal vez sea el maestro que busque.- se propuso Vand, realmente impresionado por esa "proeza" a sus ojos.

-Perdone señor Balander, pero ¿le importaría dedicarme un minuto de su tiempo?- dijo Vand mientras de reojo observaba la criatura morada, estudiándola minuciosamente. Sentía casi tanta curiosidad por las capacidades de ese ser como por las del maestro.

Oh, olvidé preparar ese hechizo para estos casos - pensó Balander cuando fue obligado a mantenerse quieto.

Una vez el infiltrado huyó y la gente empezó a dispersarse por la falta de instrucciones, Balander se quedó pensativo por unos momentos, tratando de decidir qué hacer.

En ese momento, un joven se acercó a él y pidió su atención. Balander se giró hacia él y, con su característica sonrisa, contestó:

Por supuesto, tengo tiempo de sobra ahora mismo. ¿Qué necesitas?

Joshua se limito a asentir a Aleatha. Ya de por si era escueto de palabra, asi que ahora, tras todo lo que habia pasado, parecia comunicarse casi exclusivamente con gruñidos y miradas fulminantes a los estudiantes, que consideraban no tomaban la situacion demasiado en serio.

-Directora, intentare recavar todo lo que pueda acerca de los movimientos de refugiados y nuevos reclutas de la Guardia: Prepararemos un informe apenas tengamos algo relevante dijo con el ceño fruncido. Luego se volvio al sonriente mago, hablando tras el novato que habia llamado su atencion Balander, quizas necesite consultar algunas cosas sobre lo arcano, y no quiero interrumpir al Archimago mientras investiga a esa cosa señalo con el menton la muesca del intruso Puedo pasarme mas tarde por tu tienda?

Se despidio de MM y el resto de sus colegas ladeando su sombrero y asintiendo, y salio con su amiga en direccion a la Guarnicion, en la zona rural Norte.

-Pasemos primero por el cuartel pudo escucharse que le decia a la Sylvain mientras se alejaban Quiero estar alli cuando comiencen a llegar los reportes. Luego veremos para donde encaramos.

Claro Josh, cuando quieras. Si me dices una hora aproximada por la que te vayas a pasar hasta puedo tener preparado algo interesante de comer, por si nos apetece tomar algo mientras preguntas lo que sea - dice con una sonrisa y girándose brevemente hacia Joshua, para luego volver a su posición inicial, mirando al aprendiz.

Mientras Joshua habla con la directora avanzo hacia la chiquilla de pelo azul, que sigue teniendo mi abrigo sobre los hombros.

-Me alegra que estés mejor.- Comento mientras lo recupero con suavidad.- Ten cuidado.

Vuelvo a mi anterior posición abrochándome el abrigo con tranquilidad para encontrar al pistolero hablando con un hombre de pelo cobrizo que tiene una criatura morada. Creo recordar que es profesor, y se me escapa una sonrisa cuando oigo al (para mi gusto) un poco caótico desconocido diminutear el nombre del hombre de cabello oscuro. En respuesta a la eterna sonrisa del otro profesor le dirijo otra mientras me saco el pelo por el cuello del abrigo y espero pacientemente a que terminen de charlar. Casi suelto una risita (que cubro convenientemente con mi mano) cuando oigo que invita a mi amigo a la posibilidad de que coman juntos.

Por toda respuesta asiento con una sonrisa en los labios a lo que Joshua me está diciendo mientras adapto mi paso normal, tranquilo y comedido, a los largos pasos de él.

Tras la examinaión del pedazo de cara de aquel instruso y saber que yo no podía aportar nada de información a ese grupo decido apartarme un poco de esa zona concurrida. Puedo afirmar que la gente que se encontraba ahí estaba capacitada para resolver aquel tipo de misterio, unos más que otros.

No obsante, había una persona que me había llamado la atención. Un hombre perlirrojo de unos 30 años, musculoso y con una sonrisa en la cara parecía conocer a todo el mundo, incluso al hombre recién llegado. Estoy seguro que puede ser una persona que me puede aportar información. Tras tener ese plan en mente, me dispongo a dirigirme hacia él antes de que se pueda ir de la zona y con una voz serena pero fuerte para que me pueda escuchar, digo:

- Señor... Perdone Señor. ¿Puede darme un segundo de su tiempo, porfavor?-