Partida Rol por web

Komut se alza y comienza a girar su honda, imprimiéndole cada vez mayor velocidad. El siseo de la misma va en aumento, hasta que, de pronto, libera la piedra con toda la energía cinética acumulada en dirección a uno de los Otros.

Mientras Rag estaba dando voces a sus compañeros, una piedra voladora impacta en su pecho. No le causa demasiado daño, y mira a dónde viene: un viejo de los intrusos. (-1 de vida)

Y Komut lanza otra piedra, esta vez a [tirada] Kaleb. Acierta, imprimiendole un daño máximo. Para una piedra. (-6 de vida)

Escondido entre los matorrales y aprovechando que los malditos engendros han caido en la trampa y mordido el cebo el guerrero tensó el arco de cuerno y soltó una flecha. Espiritus, dadme la fuerza para hacer vuestra voluntad y dar muerte al engendro. Rezó para sus adentros.

Casualmente Clugg también apunta a Kaleb. Su flecha no hace tanto daño como la piedra, pero Kaleb ya está muy dañado. Y lo sabe.

Viendo que mis compañeros comienzan a disparar sus flechas y proyectiles, inicio yo también mi labor de hostigar a nuestros objetivos.

Utilizando la flecha que ya tengo cargada en el arco* y viendo que uno de los contrarios recibe varios proyectiles, procuro apuntar a otro distinto y lanzo mi flecha.

Byla le tira la flecha preparada a Rag. Se trataba de una flecha con una planta urticante, por lo que Rag recibe un punto extra de daño de momento.

-¡Los dioses hablan!-Expresó gruñendo al tiempo que extendía los brazos clamando al cielo. -¡La guerra es lo que claman, la guerra les damos!-Exclamó Reff sin dejar de agitar los brazos. Una actitud que contrastó con su previo estado en cuclillas. Entonces tomó carrerilla y lanzó el arma que habitualmente utilizaba para cazar. Sólo que esta vez no lucharía por el hambre, si no por la supervivencia de su raza y porque ésta siguiese bajo los ojos de los dioses.

Me escabullo por un lado, con los que me quieran seguir.

Tengo intención de rodear y atacar por la espalda o flanco, de manera oblícua, para pillarlos desprevenidos y llegar al C&C.

Reff le arroja su lanza a Byla, ocasionándole 10 puntos de daño. Esta está en las últimas, pues la ha atravesado.

Por otra parte, el que parece el líder de los neandertales se escabulle detrás de un seto. Con tan mala suerte que se le ve perfectamente.

Byla quiere hablar con Komut pero de su boca solo sale sangre.

Cae sentada en el suelo con la espalda apoyada en un árbol y el cuerpo ensartado por una jabalina.

Le tiende el arco a su compañero pero este se le cae de la mano.
El carcaj sigue colgando en su hombro lleno de flechas.

Observa la escena en silencio mientras se resigna para su muerte, que espera llegue pronto.

Entre tanto, le hace señas a Komut para que le ceda su honda. Si va morir será luchando.

Tras recibir el segundo impacto corro como un poseso hacia los agresores haciendo zigzag cuando veo que me van a lanzar algo mientras un grito gutural sale de lo más hondo de mi garganta. Mi garrote está fuertemente sujeto en mi mano esperando a ser bañado por la sangre de nuestros enemigos

 Maldiciendo mi mal estado, busco un lugar donde resguardarme, para evitar recibir más impáctos, mientras busco alguna manera de sacar provecho del terreno para sacar ventaja...

Rukk no se lo piensa: lanza su segunda piedra al ser que avanza hacia ellos y se aleja, intentando mantener la distancia y cargar al mismo tiempo. A juzgar por el gruñido, ha hecho blanco. Apenas tiene tiempo para echar una mirada horrorizada a Byla.

Manteniendose oculto entre la maleza Clugg coloca una segunda flecha en el arco y dispara contra la abominación que ya recibió su primer flechazo. La flecha vuela certera y alcanza al monstruo deforme de forma certera. Oh dioses de nuestros antepasados ¡derribo esta blasfemia viviente en vuestro honor!