Partida Rol por web

Última Frontera

Epílogo 1: Tras la frontera

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24/08/2013, 17:35
Georgi Grechko

-Que extraño...- dice Georgi mirando irónicamente a su alrededor -No veo por qué alguien no confiaría en ustedes...-

Notas de juego

He vuelto.

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25/08/2013, 16:45
Paolo Torboli

Sigo, sin entender si sabían eso sobre Helen, porque no nos lo dijeron para advertirnos de ella cuando preguntamos. Si tan peligrosa era Helen, no sería razonable que supieramos que estaba tratando esa mujer.

Dice Paolo sin pensarlo mucho más.

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27/08/2013, 21:22
Marc

- Dábamos por hecho que habíais cortado las comunicaciones con ella. Que seguiríais con las instrucciones de los ingenieros de Tierra. Pero se ve que Raf, por lo que sea, no ha querido escucharnos a nosotros. Ha preferido creer a una desconocida, que a los hombres que os mandaron allí arriba y han estado trabajando sin descanso para controlar que todo seguía siendo funcional. De hecho - dice, frunciendo el ceño con desagrado -, no me extrañaría que haya sido esa mujer la que instara a Raf a marcharse con la Soyuz y el cubo y os dejara a todos arriba. Si hubiera esperado, si lo hubiese hablado con vosotros podríais haber traído también a Padalka. No tendría por qué quedarse solo, abandonado en la ISS.

Marc suspira y permanece en silencio un rato. Mira hacia sus compañeros, y después vuelve a observaros. Durante varios minutos no hace otra cosa que pasar sus ojos de uno a otro de vosotros. Finalmente, arroja una pregunta.

- Entonces decidme, ¿nos ayudaréis a traer a Raf de vuelta a la NASA?

Sabéis que os encontráis una encrucijada. La respuesta que deis a Marc es crucial. Poneros de su lado o cubrir a Raf. Y las consecuencias de una u otra respuesta definirán vuestro futuro. Pero de alguna manera también sentís que no solo afectarán vuestro futuro inmediato, sino algo mucho mayor. Y en vuestras manos hay más de lo que a primera vista parece. ¿Qué es lo correcto? ¿Qué consecuencias tendrá sobre vosotros?

Notas de juego

Puesto que yo tengo que PNJtizar a Saint, actuaré acorde a lo que decidáis vosotros, pero esta vez la palabra no la puede tener él.

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27/08/2013, 22:05
Georgi Grechko

-Lo más que puedo decir es que ayudaré en encontrar a Raf. El resto no dependerá de mi.- dice Georgi notablemente cabreado y a disgusto.

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27/08/2013, 23:36
Stanley "Saint" Philips

- Como ha dicho mi compañero, estaremos encantados en ayudarle a encontrar al doctor Shauri, es parte de nuestro equipo - dijo, obligando al psiquiatra a recordar que se trataba de un ser humano, no un perro perdido - Pero antes, quisiera mantener una charla con algunas personas, por ejemplo, mi mujer y mis hijos. No he regresado de la Estación Espacial para quedarme encerrado en una furgoneta...

Notas de juego

Saint ha conseguido un Módem USB que le hace el apaño unas pocas horas al día, así que creo que por ahora soy vuestro, aunque como ya dije, mis servicios a la NASA terminan con este episodio xD

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28/08/2013, 22:58
Paolo Torboli

Como dicen mis compañeros, nosotros también tenemos interés de encontrar a Raf. Puedes contar con nosotros para encontrarlo, pero no estoy seguro de que no haya actuado bajo algún tipo de coacción. 

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31/08/2013, 11:38
Marc

El rostro del psicólogo muestra un ligero alivio al escuchar vuestra respuesta. Mientras responde, se gira hacia un paquete que cuelga a su espalda.

- Me alegro de que hayáis tomado la decisión apropiada. Supongo que estaréis agotados, así que tendréis algo de tiempo antes de ponernos con todo esto. De todas formas, si estuvieseis de acuerdo, nos gustaría empezar con esto mañana mismo.

Antes de esperar vuestro asentimiento, continúa hablando. Se gira de nuevo hacia vosotros con algo que ha sacado de la bolsa. Dada la situación de tensión vivida unos momentos antes, no podéis evitar mirar hacia su mano para tratar de reconocer cuanto antes el objeto. Aliviados, comprobáis que se trata de un teléfono.

- Cuando lleguemos a las instalaciones de la NASA podréis quitaros esos trajes, supongo que estaréis asfixiados de calor. Pero mientras tanto, podéis hablar con vuestros familiares. Mi teléfono está a vuestra disposición para que sepan que habéis vuelto a salvo. Aunque supongo que sobra decir que no deberían saber todavía nada de la misión. Eso sigue siendo información clasificada.

El hombre os tiende el teléfono, ofreciéndoselo en primer lugar a Saint.

Notas de juego

Antes de que cierre la conversación con este hombre quizá queráis aprovechar para decir a quién llamáis o qué hacéis. Tenéis todavía una acción antes de que concluya el viaje en la ambulancia.

Aunque el móvil se lo de primero a Saint, para que no tengáis que esperar a las respuestas de los otros podéis ir escribiendo cada uno lo que hacéis, dando por hecho que primero actúa Saint y luego en el orden que él diga.

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31/08/2013, 12:50
Georgi Grechko

Georgi toma el teléfono que le tiende el comandante luego de haber hablado con los suyos. Mira a Marc tranquilamente y empieza a marcar, uno, dos, tres, hasta catorce números. Cuando le responden mantiene una conversación en ruso en la que podéis notar algunos tintes de afabilidad. 

Cuando termina deja el aparato a Paolo y sonriendo con una mezcla de ironía y mala leche dice a Marc:

-Es que mis familiares viven en Rusia. De todos modos mi esposa Olga envía saludos a mis compañeros...- al decir esto toca en los hombros a Saint y a Tórboli -... y ahora mismo estará hablando con Gobierno Ruso, así que probablemente ellos llamarán a NASA o a Gobierno Americano.-

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31/08/2013, 18:21
Stanley "Saint" Philips

Visiblemente más relajado tras conseguir que las tensiones se disiparan, Saint tomó el teléfono en su mano y miró a sus compañeros, que le permitieron llamar en primer lugar, lo que agradeció con una limpia sonrisa. Su mujer no estaba muy convencida de la misión, pero finalmente pudo convencerla, y sabía que escuchar su voz tras las más que probables noticias sobre su regreso forzado a la Tierra la haría gritar de alegría.

Efectivamente, tras decir un "Hola cariño" cuando se escuchó una voz femenina al otro lado del auricular, un pequeño grito de emoción, seguido de unos gimoteos indicaron a los ocupantes de aquella furgoneta que la esposa de Saint estaba terriblemente ocupada. Afortunadamente, tras una breve conversación en la que dejó claro en más de diez ocasiones que se encontraba bien, la mujer se calmó y pudo pasar el teléfono a Georgi.

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01/09/2013, 00:31
Paolo Torboli

Tras comprobar como sus compañeros hablan con sus familiares, en lo que parece un relajo en la tensión que hasta ahora se vivía en la furgoneta.

En su turno Paolo no se lo piensa ni un minuto, era la hora de llamar a la 'mamma' a su Nápoles natal.

Mamma ed io siamo tornati in modo sicuro a terra. Tutto è andato bene, mi sento bene ...

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04/09/2013, 19:49
Marc

Tras vuestras llamadas, el hombre recibe de vuelta su teléfono, sin preocuparse por el coste de vuestras llamadas o el contenido de las mismas.

- Me alegro de que vuestros familiares estén bien y se alegren al saber de vosotros. Seguramente estaban muy preocupados.

Marc no añade nada más al respecto, y tras guardar el teléfono en el mismo lugar del que lo sacó, se gira y permanece en silencio, sumergido en sus pensamientos. Si está preocupado por lo que la esposa de Georgi piense hacer, no se le nota en absoluto.

El resto del trayecto se os alarga casi más que el viaje en la Soyuz. Tras salir de las arenas del desierto, el convoy sigue varias horas por una carretera de mala muerte, mitad asfalto y mitad barro. El anochecer os alcanza durante el viaje, y en mitad de la noche cerrada los vehículos se detienen.

Marc se levanta de su posición y pasa a vuestro lado para abrir la puerta trasera, por la que entrasteis hace ya muchas horas. Mira hacia el este, donde una estrecha línea azulada anticipa el amanecer. Se frota los ojos con visible cansancio, y os hace un gesto para que le acompañéis.

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04/09/2013, 19:56
Director

Al descender del vehículo apoyáis vuestros pies en tierra blanda. No estáis sobre asfalto, ni tenéis a vuestro alrededor a un grupo de ingenieros que os den la bienvenida a las instalaciones de la NASA. Ni de la FKA. Ni de la JAXA o la ESA. Tan solo los hombres que iban en los otros dos vehículos os hacen compañía.

Os girais algo confundidos, y entonces veis un único y enorme edificio. Una mole de acero y cristal, rodeado de pinos milenarios se alza majestuoso frente a los vehículos. La estructura empieza a marcarse gracias a los primeros rayos de sol que llegan hasta el lugar. Junto a la entrada, una placa identifica el edificio como parte de la NASA, con el logo que os resulta ya tan familiar junto con un rimbombante nombre.

 

 

CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE MATERIALES CÓSMICOS

DEPARTAMENTO DE INGENIERÍA EXTERIOR

 

 

El hombre os deja algo de tiempo para que os ubiquéis, y después se encamina hacia la puerta, esperando que le sigáis. Los demás parecen haberse marchado ya al interior, como si se hubieran olvidado de vosotros. Después de tantas horas desde el aterrizaje, es el primer momento que os quedáis solos.

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04/09/2013, 20:10
Ukio "Wasabi" Yamazaki

El primero en hablar es Wasabi, que había permanecido en silencio durante todo el viaje. Parece como si los otros hombres le cohibieran, y solo se sienta cómodo cuando está con vosotros a solas. Su rostro parece preocupado, y no se molesta en ocultarlo.

- ¿Qué esperan que hagamos? ¿Que entremos? No quiero saber nada de ellos, ni de lo que esperan que hagamos.

Sin embargo, a pesar de su frágil cordura no es tonto, y es consciente de que ninguno de vosotros tiene idea de vuestra ubicación.

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04/09/2013, 21:28
Georgi Grechko

-Yo creo que es mejor hacer como con gente de la vieja KGB. Seguirles la corriente hasta que estemos para movernos un poco más libremente.- dice Georgi sin preocuparse demasiado de si hay espías, micros, o alguna otra cosa en lso alrededores.

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05/09/2013, 17:23
Paolo Torboli

Creo que una vez hemos decidido colaborar, lo mejor es seguir con ellos. - dirigiéndose al japonés. - Compañero, lo mejor por ahora es relajarse, necesitamos descansar para tener la mente clara. No es posible que hagamos nada, y cualquier cosa va a ponernos en una situación más difícil.  

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05/09/2013, 18:43
Stanley "Saint" Philips

Saint miró alrededor de forma muy expresiva, como queriendo indicar que estaban en mitad del desierto, y que tampoco tenían muchos más lugares a los que ir.

- Tranquilo, Wasabi - dijo, conciliador - Vayamos dentro, tenemos que descansar. Permaneceremos juntos.

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08/09/2013, 22:25
Director

Con calma, convencéis al japonés de que lo mejor es seguir actuando como hasta ahora. Seguir la corriente a esta gente, tratar de descansar e intentar comprender mejor todo lo que está ocurriendo. Algo confusos, pero seguros de que no tenéis por el momento otra opción, entráis por la misma puerta por la que han accedido los demás hombres.

Una vez en el interior, todo parece perfectamente normal. El edificio es espacioso y moderno, con plantas que decoran el pasillo y las salas. Hay sillas y mesas en cada sala, y la gente viene de aquí para allá, con uniformes de la agencia americana. Varios os contemplan algo sorprendidos, y después os hacen un saludo y continúan a lo suyo.

Una amable mujer os guía hasta unas habitaciones, equipadas con un armario, una cama y una mesita con una lámpara y teléfono. Parece casi más un hotel, preparado para acoger a unos clientes que vienen a descansar. A cada uno os asignan una habitación, todas ellas en el mismo pasillo. Desde allí podéis escuchar a la gente ir y venir, y hablar entusiasmada de su investigación. Sobre cada una de vuestras camas, tenéis a vuestra disposición un uniforme de la NASA de vuestra talla, doblado y listo para usar. Antes de que hagáis nada, vuestros teléfonos suenan.

Al otro lado del auricular, cada uno de vosotros puede escuchar la voz conocida de Marc. Sus palabras son las mismas para todos. Sin sentimiento, planas, como órdenes transmitidas a unos trabajadores.

- Espero que todo esté a tu gusto. Tienes un rato para recuperarte del viaje y cambiarte el uniforme. Después nos encontraremos en la sala de juntas. La mujer que os ha llevado hasta allí os recogerá entonces. Hasta luego.

Entonces cuelga el teléfono y os deja en vuestras habitaciones. No sabéis cuan largo será el tiempo que os dejarán descansar, pero disponéis de un rato para recuperar fuerzas, descansar o cualquier otra cosa. Y allí, solos en el silencio de esas habitaciones, por primera vez en mucho tiempo podéis sentir tranquilidad. Sin embargo, en vuestra mente algo os inquieta. No es la presencia de Marc, ni este centro. Es algo más siniestro y profundo, un miedo al silencio que os ha acompañado a cuarenta kilómetros sobre la Tierra y que os ha mostrado el más oscuro terror que podríais haber imaginado.

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09/09/2013, 01:37
Georgi Grechko
Sólo para el director

Georgi no pudo con su temperamento y mientras pensaba solo una palabra, "Americanos", escribió con un rotulador las letras FKA sobre el logo de la NASA. 

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16/09/2013, 00:21
Marc

Tal como Marc os adelantó, la mujer os recoge y os lleva a lo largo de pasillos, escaleras y puertas a través del complejo edificio hasta una sala de juntas. Juraríais que ahora mismo estáis en la última planta, pero si os dejaran aquí a duras penas podríais volver hasta vuestras habitaciones. Todo lo que habéis visto parece rodeado de secretismo: los laboratorios tienen sus puertas cerradas, nadie os ha dirigido la palabra - e incluso juraríais que esquivaban vuestras miradas - y la mujer ha permanecido en completo silencio.

Una vez dentro de la sala, dominada por una enorme mesa de ébano con sillas de lujo, la mujer cierra la puerta tras vosotros. Dentro, sentado en una de las sillas de cuero negro, Marc cruza los brazos sobre la mesa. Frente a él, varios documentos descansan sobre la madera de la mesa.

- Espero que las habitaciones sean de vuestro gusto y os sintáis más cómodos con esa ropa ligera - dice mirando de reojo las letras garabateadas sobre el logo de la NASA en la camiseta de Georgi -. No se preocupe, señor Grechko. Pronto terminará con nosotros y estará de vuelta en su patria.

A continuación, el hombre os da un largo discurso sobre vuestra lealtad, el deber con las agencias espaciales y un montón de mamarrachadas más, durante el que os tienta abandonar la sala en más de una ocasión. Después, pasa a daros vuestros "deberes" para ayudarles.

- Creemos saber dónde se encuentra Raf ahora mismo. Por supuesto, él no confiará en nosotros, y no queremos traerle por la fuerza. Mucho ha sufrido ya estos días como para presionarle más aún. Por eso necesitamos vuestra colaboración. Vosotros le traeréis hasta aquí.

Aparta algunos de los papeles para dejar a vuestra vista una imagen de satélite de un edificio acristalado de aspecto moderno.

- Allí está el científico, engañado por esa pseudo-militar Raynor. Si no hacemos nada por él, lo utilizará y luego lo tirará a la basura, como ha hecho ya con tanta otra gente. Ahora iréis a uno de nuestros garajes, y nos ocuparemos de todo para que podáis convencer a Raf de qué debe volver. Espero que no hayan acabado ya con él.

Sin daros más detalles de lo que tenéis que hacer, el psicólogo amontona los papeles y los introduce en una carpeta de plástico traslúcido. A continuación se levanta, y se dirige hasta la puerta. Desde allí, con una afable sonrisa, os pregunta:

- ¿Sois tan amables de acompañarme?

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16/09/2013, 18:25
Stanley "Saint" Philips

Había intentado descansar, mantener la cabeza despejada mientras se tumbaba en aquella comodísima cama e intentaba dormir. Pero distintas imágenes de lo sucedido en la estación le acosaron como perros rabiosos. Imágenes de muerte, de sangre, de criaturas de pesadilla a pocos centímetros de su cara y el rostro de Wurst sufriendo la pérdida de presión y muriendo. 

Casi agradeció que aquella mujer fuera a buscarlos. Casi.

Tras aquel discurso que le resultó tremendamente familiar, quizás un recordatorio del día que se graduó en la Academia, se cruzó de brazos y miró al psicólogo.

- ¿Podría darnos más detalles de esta misión de locos a la que nos envían? ¿Es de carácter militar? Porque si es así, no sé si mis colegas estarán familiarizados con las estrategias estadounidenses...? - era una manera de obtener más información, y alzó las cejas intentando mostrarse indiferente.