Partida Rol por web

Diana se adentró un en el agujero creado por la criatura, y el rey de Atlantis lo hizo poco después. Pero ninguno de los dos localizaron al encapuchado con capa.
Pasaron lo que parecia una especie de recepción, para llegar enseguida a unos laboratorios. Dentro no parecia que hubiera mucha destrucción, simplemente los lugares por donde el ser se abrió paso para salir. Sin importarle si había una puerta o pared, avanzaba sin detenerse.

Enseguida llegaron a lo que parecia un laboratorio. Allí sí que había algo de destrucción, e incluso muertos. Pues los cientificos, o doctores que hubiera allí estaban en el suelo aplastados y rotos cuales muñecos.

En medio de toda la sala había una figura, y justo detrás de ella una especie de agujero luminoso. Portaba una especie de caja en la mano. Y os miró extrañado.

Vaya. ¿Habeis derrotado a mi juguete?
Incondedible.

Debe de haber algún fallo en su diseño. Tendré que arreglarlo en cuanto tenga algo de tiempo. Es un engorro estar tan ocupado estos días. Trabajo, trabajo, trabajo.

Dicho esto, la figura se adentró en el tunel y esté despareción con una explosión de sonido a la vez que uno de esas extrañas armas arrojadizas pasaba por donde había estado la figura un momento antes.

- ¡NOOOOOOOOOO! gritó la joven intentando alcanzarle al ver la caja que portaba, mas fue inútil desapareció ante sus ojos y solo tocó el aire que dejaba tras de sí.

- No no no no no.... miró alrededor... tenía la caja... Oh Dioses he fallado a mis hermanas... miró al monarca y luego buscó con la mirada al otro ser misterioso con capa. Esa caja contenía el final del Mundo tal y como lo conocen... así que más vale que averiguemos cómo llegar hasta él antes de que la abra... o mi Mundo y el vuestro están perdidos... profetizó con serias palabras y rostro firme pero entristecido.

Orin apenas tubo tiempo de llegar para ver como aquel sujeto de aspecto tan desagradable se marchaba con el objeto que en apariencia daba origen a la señal. Apenas alcanzo a Diana, alzo su tridente para arrojarlo contra el ladrón, pero ya era demasiado tarde.

Observo la reacción de la joven con detenimiento, estaba claro que sus pueblos compartían parte de las antiguas leyendas, aunque por lo visto la mujer desconocía que esa caja, tan solo era una de varias, con tremendo poder, e inconmensurable mente importante, pero no única.- Tranquilizaos Diana, la caja que han robado es semejante a la que le sustrajeron a mi pueblo. Era de ese artefacto del que antes te hablaba.- Avanzo unos cuantos pasos para examinar el lugar con más precisión.-Según parece ninguno de esos artefactos puede traer el apocalipsis por si solo, aunque a estas alturas ya queda claro que existe un grupo organizado que se esta preocupando de reunir todos los artefactos, y sus habilidades son notables.- Reconoció el monarca a regañadientes, con su enfrentamiento con Manta aun muy presente. En aquella ocasión no pudo derrotar a su enemigo, y aunque el rival no fue capaz de abatirlo , si que se robo un caja similar a la perdida hoy, eso y fracasar era lo mismo.

-Mi pueblo puede localizar las seña de energía de los extraños artefactos que buscan. Mi objetivo es hacerme con alguno antes que ellos para ponerlo a salvo, vuestro brazo seria mas que bienvenido princesa.-Dijo solemnemente a Diana.-Puede que incluso tu pudieras ser útil, sombra.- Hablo en voz alta para que él encapuchado lo escuchase bien.- Si es que tienes algún interés en salvar tu mundo, claro.- Sentenció Orin, de pie en el centro de la estancia mientras sujetaba con aire regio su arma, dando la imagen de una estatua de algún guerrero de antaño.

La sombra o encapuchado, como se refería a él Orin, estaba al lado de uno de los aparatos que había en la sala. Parecia ser alguna especie de computadora, y parecia no hacer caso a ninguno de los dos guerreros. Por lo menos en un principio. Porque luego, sin girarse, habló con esa voz profunda y imponente que tenía.

¿Dices que hay más de esas cajas y las están buscando? ¿Y que ya os han robado otras antes?
Maldita sea. Si en lugar de pavonearte y hacerte el ofendido por tonterias me hubieras dicho lo que estabas haciendo tal vez estas personas estarían vivas.

Diana se mostró confusa... ¿más cajas? ¿arte...factos? Oh Dioses, es aún peor de lo que me indicaron mis hermanas... Observó al monarca,  parecía dispuesto a luchar y no tenía intención alguna de rendirse, aquello le gustó. Dio un fuerte suspiro y a pesar de que no había entendido bien sus palabras, conocía el significado, al igual que su mirada de impotencia por lo allí ocurrido, al igual seguramente que en su reino.

Ante sus palabras que indicaban sus intenciones, Diana se acercó y asintió seriamente con la cabeza, mientras ponía su mano sobre su hombro. Por supuesto, cuenta conmigo, mi misión es recuperar nuestra caja, pero si hay más, deberemos impedir que esos arte...factos se usen para crear el caos. Gracias a vuestro pueblo podremos encontrarlos. Yo también tengo ayuda de mi pueblo. miró entonces al ser misterioso que parecía estar intentando tocar unos botones en una especie de máquina extrañ completamente para ella. Comentó algo con voz profunda y tan misteriosa como él, a lo que Diana contestó antes que el monarca. No sé muy bien qué sucedió entre los dos antes, pero creo que ha llegado el momento de unir fuerzas, tal como hicimos antes para vencer a ese monstruo. Sin embargo, si no dejas de esconderte y escabullirte como una sombra, no podremos compartir ni esa ni ninguna información contigo.

Comenzó a acercarse más a ese ser, tratando de verle mejor y poder mirarle a los ojos mientras le hablaba. ¿Quién eres? Creo que estaría bien empezar por ahí para saber al menos cómo te llamas. Yo no solo estoy buscando la caja de Pandora, bueno, ahora sabemos que son más cajas, sino también estoy buscando aliados, el Oráculo me avisó que encontraría varios. Ya tengo a uno, pero me faltan otros cuatro. Pudiera ser que también fueses uno de ellos...

El encapuchado se qudó mirando extrañado a la princesa.

Soy Batman.

Despues, como parecia que tenía que decir algo más, añadio con voz tosca.

Y no necesito a nadie. Esta es mi ciudad, y yo la protegeré de lo que sea que venga. Para evitar que por culpa de gente como vosotros las personas inocentes salgan heridas.

Cuando hablaba la capa se le movió un poco y se pudo ver el simbolo de su pecho. Un murcielago.

Orin apenas pudo contener su rabia cuando escucho las palabras del encapuchado.- ¿Pavonearme?, ¿pavonearme dices?.-Dijo cada vez mas airado, notando como el humor sanguíneo hacia que se le inflasen los músculos y se le enrojeciese levemente la piel.-Maldito desgraciado. Fuiste tu quien ignoro mis palabras de paz y me amenazo para interrogarme sobre que hacia en la ciudad, fuiste tu quien me ataco cuando no me amedrente ante tus cobardes amenazas y tus cobardes formas, y fuiste tu el que se dio a la fuga cuando no cedí ante tus malogrados desmanes.- Casi pudo sentir como su debilitado tridente crujía entre sus manos, y fue esa advertencia la que le disuadió de dejar crecer aun mas su ira, pues sabia que una vez esta se apoderaba por completo de él, no cesaría hasta probar la sangre del responsable con sus armas, al igual que un tiburón con sus fauces.

Que se le hubieran escapado nuevamente entre las manos le enervo ligeramente, un buen guerrero tardaba en aceptar los fracasos, pero siempre aprendía de ellos. Lo que termino de desbordar su calma fue el tal Batman y sus declaraciones.- Unos momentos atrás has tratado de ayudar, de modo que por esta vez, y en honor a las sabias palabras de la princesa, no te pulverizare justo donde estas.- manifestó Orin con seguridad absoluta.

-Diana y yo no somos de este lugar, apenas conocemos esta ciudad, y vuestras costumbres y maneras nos resultan extrañas, de otro modo, y sin tu pasada interrupción habríamos llegado antes al lugar y la caja estaría ahora a salvo.-El monarca dejo unos instantes de pausa.-Son vanas excusas, pero pensándolo con frialdad, han sido factores determinantes en todo este asunto. ¿Cual es tu excusa Batman?-Pregunto con sequedad. Ni el ni la princesa necesitaban excusa por lo sucedido, como demostraba por su actitud, pero quería dejar claro su punto de vista.-Esta es tu ciudad, y sin embargo has dejado esta noche que robasen una de las piezas claves que pueden desencadenar el apocalipsis en este mundo. Si no hubiera sido por Diana y por mi , esta noche no habrías podido jugar al escondite con nuestro amigo de ahí afuera, y tus débiles ataques jamas habrían podido hacer mella en él, y de hacerlo habrías tardado mucho mas, sin siquiera saber de las gravedad de todo esto.-El monarca lo miro fijamente, y dio un par de pasos en su dirección, pero se detuvo.-No Batman, no soy yo el que se pavonea, eres tu. Para darte tantos aires, deberías tener la inteligencia suficiente para darte cuenta de todo lo que esta en juego, el mundo, y de que tu solo no podrás proteger este cubil de ratas de lo que esta por venir. Puedes contestar lo que quieras, pero no reconocer estos hechos es mentirte a ti mismo, tu veras lo que haces, y si eres capaz de supera tu egoísmo y tu ego por salvar vidas.- Se giro y con paso decidido se encamino hacia la salida.-Diana, te veo fuera.- Orin no dijo nada más, y abandono la estancia, sabia que si permanecía poco mas frente a la necedad y terquedad de aquel hombre, no tardaría en  romperlo como si fuera una raspa de pescado.

Al igual que Orin, Batman cerró fuertemente los puños, airado. Pero no se sabe qué habría sucedido porque un nuevo portal apareció detrás de ellos.

No es conveniente que os peleeis entre vosotros. Pues vais a ser necesarios todos para lo que os espera.

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Diana iba a responder a las palabras de Batman, pues así se hacía llamar y lo dejó bien claro. Le parecía un extraño nombre, pero bueno, ella era de un lugar muy lejano y no quiso juzgarle por ello. Cuando vio el murciélago que mostraba en su pecho sonrió y se acercó mucho más a él, ahora segura que era uno de los elegidos.

Pero el monarca se le adelantó, al parecer estaba bastante enfadado, no solo enfadado, estaba rabioso, quizás ella no lo comprendiera bien, pero parecían dos machos luchando por un territorio común, imaginó que entrometerse no serviría de nada, solo herir más sus orgullos, ahora en estado de máxima alerta por los últimos acontecimientos, así que simplemente observó como el monarca continuaba hablando y cómo le costó contener su rabia. Escuchó sus palabras directas y claras, incluso estuvo de acuerdo, sin embargo, añadió: No es necesario culpar a nadie, si como bien dice defiende su ciudad, es aceptable su actitud con dos extraños como nosotros. Pero creo que es bastante obvio que después de esto nos necesitas para... Diana iba a decir algo más cuando algo ocurrió... algo que la dejó sin habla.

Diana dio un salto hacia atrás del susto al escuchar abrirse el portal y ver a alguien que le hablaba mientras salía de él.

- ¡OH! ¿Quién eres? ¿Qué? ¿Cómo has hecho eso? miró extrañada quedándose a la defensiva por si acaso. Aunque parecía curiosa e intrigada, estaba también fastidiada por haber sido interrumpida de aquella manera.

Orin se detuvo a unos pasos de la salida en cuanto escucho el extraño sonido, y la estancia se ilumino a su alrededor un instante. Se giro en apenas una fracción de segundo, y empuño su poderos tridente en dirección al nuevo desconocido, que se aparecía de forma tan familiar."Interesante, parece teletransportarse sin dificulta alguna".

El monarca mantenía su postura, colocándose junto a Diana, y expectante por las respuestas que el desconocido habría de darles a todos los allí presentes.

El extraño ser se quedó flotando delante de vosotros. Más bien el sillón en el que estaba sentado. Todos estaban tensos, y su aspecto no hacia nada por aliviar la tensión.

Mi nombre es Metron, aunque eso no os dirá nada. No obstante lo que os tengo que decir probablemente os sea de ayuda.

Batman se acercó con cuidado a la altura de Diana y se encaró a Metron.

¿Ayuda? La forma en que has aparecido es igual a la del tipo que se acaba de marchar. Estais conectados de alguna manera. Más vale que digas qué es lo que sucede.

Parecía que nunca ibamos a tener una charla con el hombre que se disfrazaba de... negro con un murciélago en su pecho, pero aquel ser parecía mucho más importante que la charla. Esuchó atentamente mientras observó que Batman se ponía todavía más serio y rígido, si es que eso era posible.

Estuvo de acuerdo con sus palabras y esperó a que aquel nuevo ser indicara algo más que un extraño nombre.

La joven no estaba cansada como podría pasarle a un humano corriente, sin embargo, su mente tenía suficiente información por hoy, y le vendría bien un buen descanso. Aún así, no parecía que llegaría pronto, así que apretó los puños y miró a Orin, esperando que se uniera a ellos tanto si hubiera que luchar como... cualquier otra cosa...

Orin relajo la postura y dejo de apuntar al recién llegado con el tridente."¿Metron?, que nombre más rimbombante, y que vestimenta tan peculiar, sin duda o tiene algún propósito especial tales atavíos, o tan solo es un reclamo más de atención. Como si aparecerse así no fuera suficiente reclamo."

-Calmaos los dos, es cierto que Metron nos debe una buena explicación acerca de este asunto, pero se ha aparecido aquí por propia voluntad, y es evidente que desea contarnos algo.- El rey trato de no sonar espacialmente autoritario, no quería alimentar la furia de  la princesa, sino más bien todo lo contrario, en cuanto al tal Batman, bueno esa ya era otra cuestión, y una que le importaba menos.

-Explicaos Metron, y apremiaos, pues las autoridades de esta ciudad.- Menciono  ciudad sin un especial cariño.-No tardaran en aparecerse, y no es un conflicto con ellos lo que yo deseo, al menos. ¿Para que sernos necesarios, quienes son esos individuos que andan tras los artefactos y como es que te apareces del mismo modo que ellos?.- El tono del guerrero era firme, aunque carente de exigencia de momento, solo quería enfatizar en las preguntas lanzadas por sus compañeros, y ver cómo eran resueltas, de ser posible, por este hombrecillo.

Por supuesto, lo que Metron pudiera contarles, podían ser solo falsedades destinadas a manipularlos de alguna forma, quizás para bien, o para mal, todo eso ya lo decidiría con sus compañeros después, ahora se requerían respuestas, por vagas o poco fiables que fueran.