Partida Rol por web

Viendo que mis compañeros ya habían bajado por el hueco del edificio, cree una burbuja protectora y baje rápidamente.

Observe un complejo de contención, una cárcel…en  una base militar, ¿quién sabe qué clase de barbaries se cometerían aquí?

Al mencionar lo de las celdas vacías tuve una idea.

- Mantengámonos alerta, quizá algunos presos peligrosos se hayan escapado de sus celdas y no estén muy “amistosos”.

Comente mientras esperaba que Superman abriera la pesada puerta que custodiaba al misterioso prisionero.

Bien Flash, en tal caso podemos detenernos aqui un segundo para que Superman abra esta puerta, pero preparaos todos por si acaso- las palabras de Wonder Woman había que tenerse muy en cuenta. 

En cuanto llegaron al pasillo de las celdas todo se volvió un poco caótico.
Tras un rápido vistazo Superman se lanzó a por una de las puertas y clavó las manos tratando de arrancala.
La amazona se quedó un tanto absorta, otra vez, mirando los códigos de las celdas.
La advertencia de Green Lantern no era descabellada, aunque parecia más preocupante su anillo chisporroteante.
El Rey de Atlantis hizo que Flash investigara y el velocista volvió para anunciar lo que había descubierto cuando las alarmas empezaron a sonar.

Al parecer el kriptoniano no fue capaz de abrir la puerta, tan solo de resquebrajarla un poco. Lo cual al parecer activó algún procedimiento de seguridad. El pasillo por donde habían accedido se cerró, las luces se apagaron y se escuchaba un ruido apagado dentro de las celdas.
Sin ir más lejos, en la que trataba de abrir Superman se escuchaba algo parecido a un grito.

 - ¡Ayudadme!. - Le grité a mis compañeros, mientras seguí tirando de la puerta.

En una de las frías celdas del complejo, encadenado como un animal, había un ser al que maltrataban y quemaban con frecuencia, la única forma que tenían de mantenerle bajo control. Las heridas sufridas habían que moverse fuera u verdadero infierno.
Su mente se estaba despertando, por fin volvía a ser un poco el mismo, aunque el lacerante dolor le impedía pensar, ya no digamos el intentar moverse.
Aunque normalmente las cadenas que le aprionaban por los tobillos y por el cuello no hubieran sido más que un ligero contratiempo, ahora eran un pesado, doloroso y humillante síntoma de su cautiverio.
Se concentró en las presencia que habían al otro lado, ¿Serían sus captores para darle otra ración de fuego?

Ahora estaba seguro, tanto con su mente como con su sentidos J'onn estaba seguro de que fuera había alguien. Y mientras dilucidaba si serían sus captores u otras personas, la puerta de su celda empezó a moverse. Algo estaba tirando de ella desde el otro lado.
Por un instante la esperanza llenó sus corazones, pero luego vino la realidad. El sistema de emergencia de la celda se activó. Se abrieron los paneles de las llamas y se desató el infierno. Uno más crudo que las simples torturas. En esas le querían vivo, aquí seguramente querían eliminarle.
Tanto su garganta como su mente gritaron.

No sólo podían escuchar los gritos. Si no que también los sentían en su mente. Un grito agónico, moribundo. Que se iba apagando. Por las pocas grietas que había hecho Superman al tratar de arrancar la celda podía notar que la temperatura dentro estaba aumentando, y seguía subiendo. Incluso los que no estaban al lado podían empezar a sentir el calor.

Una vez más, el Kryptniano trató de arrancar la puerta, pero quedaba claro que no iba a poder. Al menos él solo.

De las otras celdas parecian salir gritos también.

¡¡¡AAAAAAARGH!!! un dolor como jamás había sentido le traspasó, tan intenso y sobrecogedor que todo lo demás desapareció, sólo existía el dolor y cada segundo era una eternidad de sufrimiento. Su garganta expresó todo ese dolor con un gritó que recordaba toda la agonía que estaba sufriendo

Diana intuyó que las cosas no iban bien en cuanto vio que Superman no podía abrir aquella puerta: si alguien tan fuerte tenía dificultades eso significaba que lo que había detrás era algo –o alguien, en este caso- realmente importante.

Comenzó a notar el calor y el sonido agónico de la persona que estaba detrás de la celda.  Rápidamente se acercó a ayudar a su compañero para que juntos pudieran abrir la puerta, pero a cada sonido que percibía de aquella persona más sentía que las fuerzas le fallaban.  Podía luchar contra enemigos, defenderse de cualquier ataque e incluso sacar fuerza en los momentos más difíciles, pero escuchar como alguien sufría era algo que podía con ellas. Trató de empujar la puerta pero no fue de demasiada ayuda. 

-¡Resiste!- gritó a quien estuviera al otro lado. Ya fuera un villano o el héroe que necesitaban nadie merecía una muerte tan dolorosa como aquella. 

La decisión de abrir aquella puerta no había sido la mejor decisión dadas las circunstancias -al menos no de esa forma- pero ya estaba hecho y no había marcha atrás. Wonder Woman ya se puso en acción.

Green, ayúdanos- haciendo lo propio, se colocó en otro lado y agarró la puerta con fuerza para ayudar a mis dos compañeros.

Escuchando a mis compañeros me lance a la ayuda y cree cerrando los ojos una gran palanca para separar la puesta de los gruesos muros.

- Vamos allá...

Al tiempo que consultaba al anillo.

¿Qué ocurre, qué está pasando a nuestro alrededor?

Superman había logrado desencajar un poco la puerta, pero quedaba patente que era mucho más dura de lo que en un principio hubieran supuesto. Los gritos de dentro y en sus cabezas se intensificaban, pero no por ello los héroes estaban ociosos.
Wonder Woman fue la primera en reaccionar, su extraordinaria fuerza se unió a la del hombre de acero y ayudó, pero aun necesitaban más. Aquaman fue el siguiente, acostumbrado a las profundidades de los oceános los atlantes eran más fuertes que un humano normal y su Rey el más fuerte de todo. Ya casi estaba, pero la puerta aun aguantaba. Fue en ese momento cuando el portador de una de las armas más poderosas del universo puso su voluntad en acción, lo que parecia una simple palanca acabó de dar el apoyo que necesitaban. Y la puerta se soltó.

Y de la celda surgió un infierno, literalmente, que inundó el pasillo y engullendo a algunos mientras otros podían resguardarse.
Flash era demasiado rápido para que incluso las llamas le alcanzasen y pudo ponerse a salvo, Superman y Wonder Woman e lograron refugiar tras la puerta arrancada. Pero Aquaman y Green Lantern se llevaron el grueso de la llamarada, en especial Green Lantern.
Orin pudo resistirlo con un pequeño gruñido, el fuego lo deshidrató aun más de lo que estaba pero aguantó.
Green Lantern no tuvo tanta suerte. Cualquier otro habría muerto sin duda, pero su anillo lo protegió de lo peor. Aun así recibió fuertes quemaduras, le costaba moverse.

En medio del dolor del fuego, J'onn fue capaz de percibir como la puerta de su celda era arrancada. Y gracias a eso el fuego que inundaba la sala salía despedido fuera incrontolado.
Eso le permitió recuperarse por unos instantes y ver quienes eran los que le estaban liberando. O por lo menos esperaba que fuera lo que estaban haciendo, ya que seguramente su intento de abrir la puerta fue lo que activó la purga de fuego del interior.

Había varios hombres y una mujer. Todos ellos de aspecto imponente. Eran los que había estado tratando de avisar, los que tenían que detener a Darkseid.
Si lo estaban liberando debía ser porque ya lo habían hecho ¿no? No iban a ser tan estupidos para liberarle en lugar de detener al inminente invasión.

Las llamas se habían disipado por el momento. Aunque de los laterales de la celda estaban los paneles que escupían ese fuego devastador.
Y al fondo pudieron ver una figura sujeta a la pared. Desde luego no era humana, a menos a simple vista. Y parecia estar muy quemada. Se movía y gritaba de dolor, por lo que todavía estaba viva.

 Miré a mis compañeros alarmado:

 - ¿Como estáis todos?. ¿Podéis moveros?.

 La situación era grave, pero confiaba en que Green Lantern pudiera crear cámaras de regeneración con su anillo, una vez que estuviéramos fuera de aquí.

El guerrero de la voluntad no pudo moverse a tiempo cuando una llamarada les engullo a él y al rey de Atlantis.

Todo se volvió rojo sus pulmones ardieron cerró los ojos y concentro sus energías las ultimas que le quedaban en crear un campo de contención, recordando sus lecciones.

- Recuerda Hal, sin oxigeno no hay combustión…

Cuando el calor ceso su cuerpo ardía y solo sentía punzadas de dolor pero seguía de pie y sus compañeros también, era lo más importante. ¿Habían encontrado al 7 compañero? O seria otra trampa…

Uffff, ¿estáis bien?. Su piloto al horno se nos ha pasado un poco señor….Voy a apoyarme aquí dadme un minuto, comento resoplando mientras quedaba apoyado en la pared.