Partida Rol por web

Escucho atento primero a Metron y luego a sus camaradas, todos parecían tener algo que decir, al menos por el momento.

-Los artilugios de los que habláis, más que siglos, tienen milenios.-Dijo Orin dando un paso al frente.- En las leyendas de mi pueblo se los asocia con el apocalipsis, y si mucho no me equivoco, también en las leyendas de las amazonas.- Miro un instante a Diana, buscando su aprobación a tal idea.-La tecnología atlante es capaz de localizar la singularidades energéticas que emanan los artefactos. Si hay más que la gente de Darkseid aun no ha tomado, podremos localizarlas y tratar de hacernos con ellas.- Se detuvo un segundo en su razonamiento, pues había olvidado lo más importante.

-Yo soy de la opinión de Kal-El,hará falta de todos nosotros para luchar contra esas criaturas, quien más y quien menos ha tenido un anticipo de las fuerzas a las que nos enfrentamos.- Apoyo su mano en el hombre del joven de vestimenta azul. Es cierto que Orin pensaba que debían estar unidos para acabar con tamaña amenaza, pero por más motivos de los que mencionaba. La mitad de su vida había sido una guerra, si no por la supervivencia, por el orden y la paz en su pueblo, no quería llevar la desgracia de otro conflicto a las puertas de Atlantis, y si eso significaba, acudir lo mínimo a sus súbditos, y confiar en las habilidades de gente como aquella, así lo haría, pues era la única manera que encontraba de inmiscuir lo menso posible a su pueblo.-Hasta el ser más necio vería lo singular de esta reunión. Si estamos aquí hoy, es por este momento, para enfrentar esta amenaza, y no hacerlo solos. No soy hombre que crea en el destino, pero tengo claro que algo... especial nos a reunido a todos aquí, y observando a mi alrededor, mirándoos, me doy cuenta de que probablemente seamos la única esperanza real de este planeta.- Dejo unos instantes para que el silencio calara en sus compañeros, había apelado al raciocinio de cada uno, y confiaba en que no andase en compañía de lerdos.

Tras apenas un minuto prosiguió con lo que trataba de explicar.-Si esos seres, pertenecen a otro planeta, como se ha insinuado, y tienen una tecnología de transporte tan avanzada, tal y como yo lo veo, solo tenemos dos opciones viables.-Levanto dos dedos con una mano, mientras con la otra sostenía su regia arma.-Primero, hacernos con los artefactos que aun no posean, rápido, pues esta claro que también poseen la tecnología para localizar las singularidades, y no tardaran en ir a por ellas, y dos...- Por un instante callo, como había sido tan estúpido, tan preocupado de lo que tenía que decirles Metron que había pasado por alto lo más importante, su pueblo, Atlantis aun guardaba en sus arcas uno de los preciados objetos, y aunque no ponía dudas en su pueblo, si temía por los seres que mas amaba, realmente era el único temor que le atormentaba en esta vida.-Mera.-Murmuro sin darse cuenta, y agarrando a Kal-El del brazo se dirigió a él.-Tienes que llevarme al puerto, tan rápido como seas capaz, mi gente corre peligro, mi mujer corre peligro.- Estaba increíblemente tenso, tanto que hubiese atravesado a Metron de parte a parte con su tridente si eso hubiera servido de algo,"Maldito invécil, cuanto tiempo más quería hacernos esperar". Estaba furioso, más vale que nada le hubiera sucedido a Mera, pues ni él sabía que sería capaz de hacer entonces.

Flash se adelantó a Superman en cuanto notó la urgencia del monarca.

Hey, si necesitas rapidez. Hablas mi idioma.

Y antes de que nadie pudiera reaccionar Flash y Orin habían desaparecido.

En un abrir y cerrar de ojos, Flash y Orín se encuentran en el puerto de Gotham City. No es exactamente el lugar por donde salió a la superficie, pero no estaba lejos.

 Miré al resto de mis compañeros:

 - Vayamos nosotros también, pueden necesitar ayuda, Lantern, ¿te ocupas de los que no vuelen ni se desplacen de cualquier modo?.

 Mientras hablaba, trataba de usar mi superpercepción, tratando de localizar a donde habían ido nuestros amigos...

Justo cuando estabais a punto de marchar una voz resonó en vuestras mentes.

Esperad. Ellos no deberían tardar en volver. Es mejor que escucheis lo que Metron tiene que deciros.

Intento de contacto mental desconocido bloqueado.

 Miré a mi alrededor, confuso:

 - ¿Quien eres?.

La joven amazona que había asentido ante las palabras del monarca, se vio sumida en la confusión cuando pidió desesperado que le llevasen al puerto, al parecer necesitaba volver a su reino a toda prisa.

Iba a ir en su ayuda cuando escuchó algo en su cabeza, instintivamente se puso alerta, se giró varias veces y esperó a ver qué sucedía.

Miró a Kal-El también confuso, que preguntaba en voz alta.

Él también... se dijo... Quería ir en ayuda de su amigo, pero parecía que no iba a ser la mejor opción por ahora. Solo esperaba no arrepentirse de aquello.

- ¿Y bien? Estamos esperando... dijo seriamente en voz alta.

Apenas un parpadeo, apenas media respiración, y se encontraba en los muelles junto a aquel rayo carmesí. Tan solo fue capaz de intuir las formas de la ciudad que habían dejado atrás, una cascada de colores y luces cuyo caudal fue tan intenso como breve. Era difícil de creer que nadie pudiese moverse a tal velocidad, menos aun de que tras acelerarse hasta ese punto, aun pudiera articular palabras entendibles. Aquel tipo, aquel hombre en apariencia común , debía de tener una enorme fuerza de voluntad para controlar un poder así. Pero no había tiempo para las alabanzas ni las gratitudes, Atlantis esperaba por él.

-Esperame aquí un instante.- Dijo Orin mientras dejaba caer al suelo la gabardina de común apariencia, y tras esta los zapatos y la camisa. Sin vacilar salto al agua, y a pasmosa velocidad, ensombrecida ahora y por siempre por la de su increíblemente veloz compañero, llego hasta su especial vehículo.-Vulko, ¿me recibes?, Vulko.- Demando por el comunicador tratando de contener sus ansias.

Nada más llegar a la nave, Orin pudo ver en la pantalla la cara de Vulko. El siempre sonriente cientifico estaba con un rostro serio y compungido.

Mi señor. Por fin contestais. Ha ocurrido algo terrible. Atlantis ha sido atacada. Los sacerdotes, muchos han muerto. Hay destrozos, heridos. Ha sido terrible.

Poco más ver la escena y escuchar las palabras de su amigo, Orin tuvo que apretar los dientes, con tanta fuerza que un hilo de sangre comenzó a salir a la superficie desde sus labios. Era necesario que se contuviera un poco, debía verse seguro frente a Vulko, pues era una gran amistad cierto, pero también un súbdito, y los súbditos han de poder confiar en sus monarcas. Con algo más de aparente calma, el rey volvió a preguntar.

-¿Estás bien viejo amigo?, tranquilízate. Dime exactamente qué ha sucedido, y Mera, ¿donde está ella?.- Dejo la pregunta que más le importaba para el final, pues en un momento así casi prefería las dudas. Aguardo a las respuestas del viejo atlante, y aunque le costó un mundo, aparento una fría calma, quiza no tambien como se imaginaba, pero el esfurzo no fue menos por eso.

La Reina está bien mi señor. Cuando llegó ya casi había acabado todo.
Al parecer se abrió una especie de portal del que emergió una grotesca criatura. No parecia tener problemas en respirar bajo el agua. Los sacerdotes trataron de detenerle, pero el ser los tocó y los transformó en extrañas bestias que le obedecian. Mientras los sacerdotes peleaban entre ellos el ser recogió la caja y se la llevó. La reina llegó a tiempo de verlo escapar.

Lo sentimos mucho majestad. No hemos podido detenerlo. Todo sucedió muy deprisa. La reina está preparando un grupo de asalto y a puesto a los sacerdotes a trabajar en un conjuro de teleportación para seguir a la criatura.

Cuando oyó que Mera estaba salvo finalmente, resoplo, y no pudo evitar ,dejar ver, la expresión de alivio en su rostro. La caja era lo de menos, o lo fue hasta que supo de su esposa. Tras unos segundo se centro.

-Escúchame Vulko, y hazlo atentamente. Has de detener a Mera, por orden mía dile que aguarde, es muy probable que estamos enfrentando fuerzas que de lidiar Atlantis con ellas sin ayuda, podría suponer un gran número de vidas y recursos perdidos. Es ahora cuando más hemos de mantener la calma.- Algo que a él le hubiera sido imposible unos instantes atrás.- Llevare conmigo algunos aliados de la superficie, yo y ellos lidiaremos con el problema en lugar de mi esposa y mis súbditos.

Es importante Vulko que antes de que llegue, el ritual de los sacerdotes este preparado, y más aun amigo, necesito que fabriques un recipiente, capaz de enmascarar la señal energética de las cajas.- Hizo una leve pausa, sabía que le pedía demasiado a su fiel sirviente y real amistad, pero era necesario, y en tiempo de necesidad, solo se puede acudir a los amigos.- Amigo, confió en ti, y puede que este planeta bien dependa de tu ingenio.- Desapareció un momento de la imagen del comunicador, a punto estuvo de cerrarla, hasta que recordó algo más.-A por cierto, manda a alguien que revise nuestra armería, me temo, que el tridente esta casi roto.- Sonrió como cuando aún era un rey joven y su fiel consejero trataba de llevarlo por el camino de la sabiduría y la prudencia.- Orin, corto.- Termino de cerrar la comunicación, y a toda velocidad nado y se impulso fuera del agua junto a Flash.-Volvamos con los otros, tengo importantes nuevas.- Y antes de terminar la frase ya se había cogido del hombro de su compañero.

Estaba escuchando a mis compañeros cuando una mente intento contactar conmigo pero el anillo bloqueo su intrusión.

Observe los rostros de mis compañeros y a la mas mínima seña de problemas generaría un campo de fuerza para detener la intrusión.

- Cuidado, manteneos alerta, algo esta contactando mentalmente con nosotros…

Estaba preparado y cuando esto cesara llevaría a sus compañeros hasta el puerto para ayudar al hombre del tridente.

Batman no hizo ningún comentario, simplemente gruñó y miró a todas partes. Pero estaba claro que él también había recibido el mensaje mental.

Por su parte Metron parecia contrariado por la desaparición de Flash y Orin.

Vaya. Que maleducados que son.
En fin. Parece que vuestro aliado ha contactado con vosotros. Es algo molesto si uno no está acostumbrado.

 Miré a mi alrededor, con mi visión de rayos x, evitando ver a Diana, ya que uno es un kriptoniano decente:

 - ¿Aliado?. Pues estaría bien que se presentara y se dejara ver...

Despues de acercarse a una de las computadoras que había en la sala, Batman vuelve junto a los demás.

Estamos solos. Así que quienquiera que nos haya hablado no está aquí.
Metron, parece que una vez más sabes cosas que nosotros desconocemos.

Por primera vez hubo una reacción en el rostro de Metron, y no de las agradables. Parecia un poco disgustado.

Humano. No eres capaz de imaginar lo que yo sé.

Luego pareció volver a relajarse.

No obstante estaba siendo educado y esperando a que llegaran vuestros dos compañeros. Aunque debo decir que no conozco personalmente a quién os ha hablado mentalmente. Fue una sorpresa para mi el que pudiera contactar conmigo. No es usual. De hecho eso fue lo que me hizo venir a conoceros, y a  ayudaros...Al menos un poco.