Partida Rol por web

Umoeru: Gorin. Equilibrio Roto (+18)

[4] La balanza se mueve

Cargando editor
15/10/2020, 23:10
Katsumoto

Katsumoto sentía una curiosidad malsana, pero sentía que aquellos hombres depositaban una esperanza casi fanática en alguien que solo era un hombre, y Katsumoto sabía bien que entonces era falible.

— "¿Presentemos a Tetsuya-denka al Señor Luna?"
¿A qué se refiere exactamente con esto?

Cargando editor
16/10/2020, 12:30
Narrador

- Por supuesto. - Responde escuetamente y de forma intencionada el sacerdote a la pregunta de si sabía cómo se iba a llevar a cabo la restauración del equilibrio. Ante la cuestión del nombre de la orden, llega a detenerse y a lanzar la mano completamente abierta en dirección a Sanzo. Recobrando por un momento el tono pomposo, alza la voz. - Kengo-dono, en un acto de sabiduría propiciado por los kami y las Fortunas, decidió fundar la Orden Gorin1. - Mirándole con cierta misericordia, añade. - No te culpes por no conocernos. Pronto empezaremos a disipar las tinieblas de la ignorancia que asolan al imperio con nuestra propia luz. - Girándose de nuevo y retirando el brazo, continúa caminando en dirección al santuario.

Escuchando la siguiente pregunta de Katsumoto, vuelve levemente la cabeza para mirarle. Parece reflexivo, aunque tarda un poco en responder. - Significa... literalmente, eso.

(...)

Tiempo largo más tarde, sin hacer pausa alguna y exhaustos de caminar, tras entrar al bosquecillo finalmente llegáis a donde debería estar el santuario. Podéis distinguir algunas tiendas levantadas para la ocasión iluminadas por la luz de farolillos y antorchas. Pero más allá de una zona adecuada para el posible tránsito, el resto está sumido en la oscuridad y poco o nada más podéis ver con claridad.

Tres pares de ronin montan guardia. Dos de ellos próximos a la entrada que os miran realmente mal cuando os aproximáis. Otro par junto a un lugar habilitado para el descanso, y el restante queda itinerante.

Llevándoos a lo que parece ser un improvisado almacén, con alguna caja, barril, etcétera, varios de los guardias se aproximan. Os observan con desdén. Uno llega a cargar saliva para lanzar un escupitajo, pero la rápida intervención de uno de sus compañeros: "Aquí no, idiota." y la mirada recriminatoria del sacerdote son suficientes para hacerle cambiar de idea. Largándose y quedándoos a solas con el sacerdote, vuestras armas se pierden en la oscuridad de la noche, probablemente dentro de alguna de las tiendas..

Entre tanto, uno de los guardias trae tres esteras tatami y un par de mantas. Entregándoosla para que no paséis la noche al raso, la tercera la extiende para que el sacerdote pueda proseguir con tranquilidad. Este, agenciándose una tetera, algo de agua y un par de recipientes, os habla con tranquilidad mientras procede a sentarse y a preparar lo que juraríais que es té remezclado con algún tipo de planta.

- Kengo-dono llegará mañana al atardecer para... celebrar... - Modula la voz, mostrando serias dudas. - la ceremonia con el pequeño príncipe de sangre Hantei. - Adoptando una actitud más afable, continúa. - Esperemos que la pueda celebrar. - No llega a miraros, pero ambos sabéis que tenéis "cierta" implicación en esa duda. - Quedaos aquí, descansad, dormid en condiciones, y por vuestra seguridad, no abandonéis el campamento. - Observa con naturalidad, para pasar a tomarse unos segundos moliendo y entremezclando la planta con el té, antes de proceder a echarle agua para posteriormente servíroslo.

- Mañana al amanecer rezaré a la Dama Sol y a los kami por su bien estar. - Habla con voz calmada, en referencia al nieto del Emperador. - Estáis invitados a acompañarme si lo deseáis.

Notas de juego

1Gorin.
Go. Cinco.
Rin. Anillo.
La Orden de los Cinco Anillos. A efectos prácticos, ambos, NPI. Ni habéis oído hablar de ella más allá de lo que os contó Ryo el día en el que lo conocisteis, aunque este la mencionó como secta.

 

PD: Vuestras pertenencias quedaron abandonadas antes de iniciar el ataque. Obviamente no ibais a combatir con el petate a cuestas.

Cargando editor
17/10/2020, 01:19
Sanzo no Karasu "Karasu" (Cuervo)

Sanzo estaba más seguro a cada paso que daban de lo siniestro de todo aquello. Sin embargo, una vez rendidas las armas, lo más sensato sería esperar a que alguno de los guardias viniese a increparles o intentar alguna estupidez, momento en el que podrían aprovechar la situación.

No sabía qué sería de ellos a partir de ese momento, pero sinceramente, su alma se resistía a morir sin más. Tenía un propósito y una promesa, no iba a permitir que unos sectarios le detuviesen. Ni siquiera uno con los recursos que un ex-miembro de las Familias Imperiales pudiese desplegar.

Observaba la situación y al té con naturalidad, pero en su fuero interno buscaba saber qué sería esa hierba. Quizás pretendiesen dejarlos inconscientes, los Kami sabrían si con intenciones de sacrificarlos en sus rituales blasfemos. O quizás era veneno... Todo a su alrededor era como el ojo de un inmenso huracán a punto de romper.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Al final va a resultar que nuestros compañeros no eran tan malos y todo xD Esto es una montaña rusa de emociones hahahaha Me está encantando, aunque la verdad, no sé muy bien, qué podemos hacer:

- Esperar y que lo traigan.

- En cuanto venga un guardia desarmarlo, recuperar nuestras armas si se puede y liarla a lo ninja o huir con caballos.

- Rezar a los Kami por orientación.

Por cierto, tiro Inteligencia + medicina para intentar identificar la planta que está usando y si es veneno. Me mantengo alerta (Vease la tirada de investigación) en caso de que haya peligros alrededor.

Cargando editor
17/10/2020, 10:36
Narrador

Tras caer en la cuenta de que la planta que está usando parece ser jazmín, Sanzo llega a la conclusión de que en verdad os está preparando un té con ciertas propiedas relajantes. Para contener los nervios puede que os vaya bien... aunque igual el cuerpo os pediría más una bebida caliente.

Notas de juego

Te ventilaste el Vacío que te quedaba en subir la iniciativa cuando las saetas, así como para absorber daño, recuerda. xD

La NO de medicina sería de 10. Esa planta es relativamente común y tiene cierto uso como relajante si se usa solo con agua, aunque en este caso lo mezcla con té.

Cargando editor
19/10/2020, 00:02
Katsumoto

Katsumoto se dejó llevar y colaboró con aquellos monjes. Las cosas que escuchaba le parecían demenciales, propias de gente con un fanatismo exacerbado, y que se motivaban por las pasiones, no por la razón. Y eso era algo poco apreciado por el Kakita.

Se sentó en posición de loto y colaboró con la ceremonia del Té.

—  Pensaba que conoceríamos a Kengo-dono, la verdad. ¿Saben algo de nuestro compañeo?

Notas de juego

Tengo algunas dudas:
- Las armas, no nos las devuelven, imagino.
- Si se marchan y nos dejan a solas me avisas y hablaré con Sanzo, pero solo si nos quedamos a solas.

Cargando editor
19/10/2020, 00:27
Narrador

- Paciencia, ronin-san. - Observa el sacerdote con actitud tranquila y serena. - Mañana podréis conocerle en persona. 

Tras serviros, él mismo se sirve un poco de té. Depositando la tetera con cuidado, toma su recipiente y se bebe el contenido de un único trago. Mirándoos de reojo, tomando tetera y demás parafernalia, procede a levantarse y posteriormente marcharse para dejaros dejaros a solas. Pero antes, da respuesta a la pregunta que lanzó el gunso.

- ¿Vuestro compañero? Ni idea. Mañana deberíamos tener noticias de Nori-sama.

Notas de juego

Las armas se las han llevado, obviamente.

Pero os dejan solos.

Y, definitivamente, el té no tiene pinta de estar envenenado.

Cargando editor
21/10/2020, 15:23
Katsumoto

Esperó unos instantes a que se hubiesen quedado solos para volver a mirar a su compañero.

—  Tengo un mal presentimiento.

Mantuvo silencio unos instantes más, tratando de aclarar sus ideas. Guardó sus manos entre las mangas del kimono contralaterales, buscando calor.

—  Confío en vos, Sanzo-san. Confío en vuestra intuición. Y creo que está claro que nuestros antiguos aliados han huido con el niño sin tenernos en cuenta. Sigo atónito por la traición de Asahina-sama.

Pero todos estos adoradores de ese tal Kengo... no me gusta. Veo la devoción ciega en sus palabras, y la radicalización de las ideas nunca es buena. Esas cosas que dicen del señor Luna...

Debemos llegar a un acuerdo.

Si conseguiesemos rescatar al niño, deberíamos ponerlo a salvo de todo el mundo. Incluso de estos hombres. Llevarlo a un sitio seguro y no decir nada a nadie hasta que estemos completamente seguros de sus intenciones.

Pero por el momento necesitamos que esta gente se fie de nosotros lo suficient para tener el niño al alcance.

Cargando editor
22/10/2020, 12:38
Sanzo no Karasu "Karasu" (Cuervo)

Sanzo intentó comprobar si alguien los escuchaba, pero al poco comprendió que de haberlo, era inevitable, así que decidió moderar qué decía y hablar en susurros:

- Agradezco tu confianza, Katsumoto-San, en estos momentos, es de un valor incalculable tener a alguien en quien confiar. - Asintió levemente ante la referencia a Ryo y el Asahina.- Sin duda, al igual que estos siguen a Kengo-dono, ellos siguen a otro patrón igualmente poderoso. Piénsalo, un chico como él, heredero de la sangre Hantei, en manos de "protectores preocupados" por su bienestar, podría ser la destrucción del Imperio. Juré que lo pondría a salvo, que no sería el juguete de señores de la guerra ansiosos de su poder, y pienso dedicar mi vida a hacer de ese niño un digno descendiente del primer Hantei. - Dudó sobre si tenía que ser completamente sincero con Katsumoto en cuanto a sus temores.- Katsumoto-san, si no hubiese opción a salvar a ese niño, si todo estuviese perdido y su destino fuese el de causar la destrucción al Imperio... ¿Hasta donde estaría dispuesto a llegar por el bien del Imperio? Una parte de mi dice que tengo que intentar salvarlo a toda costa, pero que de no haber forma de hacerlo, debo proteger al Imperio. - Negó con la cabeza.- Tenemos que sacarlo con vida de este juego de poder, educarlo con sabiduría, y a su debido tiempo, llevarle ante su abuelo.

Cargando editor
27/10/2020, 15:46
Katsumoto

—  Sea pues. Recuperaremos al niño, pero para ello debemos aliarnos con Kengo-dono y usar sus recursos y conocimientos. Solos estamos demasiado impotentes.

No podemos confiar en Ryo y Akiyama.
No podemos volver con nuestros Daimyo.

No podemos confiar en nadie.

Cargando editor
28/10/2020, 16:45
Narrador

Llegando finalmente a un punto de entendimiento, os disponéis a colaborar con el tal Kengo para recuperar al niño... para vosotros, por supuesto. La noche pasa fresca y tranquila. Aunque los nervios y el arrepentimiento sigan mordiéndoos los corazones, el agotamiento hace el resto, y no tardáis mucho más tiempo en dormiros.

Amanecéis más tarde que temprano, escuchando las voces de varios heimin que se dedican a podar malezas y a adecuar el lugar para la ceremonia y que conversan entre ellos. Siendo rápidamente conscientes de nuevo de la situación en la que os encontráis, observáis vuestro entorno con detenimiento. Árboles, varias tiendas preparadas para pasar la noche, algunos fuegos preparando los desayunos, un par de guardias bostezando debido a la guardia nocturna... prácticamente a distancia de pedrada, un tranquilo largo con un par de puentecillos conectados entre sí que dan a un islote central con un sencillo altar de piedra junto al que descansa un enorme y voluptuoso árbol con hermosas hojas rosáceas, y otro pequeño islote que han usado para empalmar los puentes y que conduzcan a tierra.

En el islote principal, el mismo hombre con el que estuvisteis hablando ayer parece estar adecuando el lugar, con esteras tatami, mantos ornamentados y una sencilla lámpara de metal.

 

El día transcurre sin incidencias. Vuestros... ¿captores?, ¿aliados?, la Hermandad de los Cinco Anillos parece trataros correctamente, ofreciéndoos desayuno y comida, así como algo de sake mientras todo lo demás se dispone para el gran evento de la noche.

El plenilunio se acerca mientras las horas a lo largo del día pasan, pero no hay ni rastro del Asahina, ni de Ryo, ni de Yoshiaki, ni de Nori ni del niño. Tampoco de aquellos guardias que marcaron a buscarlos.

La tarde está por llegar a su fin, y los ánimos en el campamento están ciertamente alterados. Parece no haber hombre que no cuchichee al respecto, y los sacerdotes, después de prestar unas segundas curas a los heridos de la escaramuza pasada, se reúnen en privado en una de las tiendas levantadas.

Más pronto que tarde comienzan a llegar las miradas de desaprobación hacia vosotros. Todo el mundo sabe de vuestra existencia, quiénes sois y qué habéis hecho.

Pronto comenzará a oscurecer, y a lo lejos se escucha el tañer de diminutas campanas.

 

Con la enorme luna llena comenzando a asomarse en el horizonte, y tras el aviso de uno de los guardias, la comitiva de Kengo aparece en el campamento. Son varias decenas de hombres, principalmente monjes-sacerdotes, guardias, algún que otro sirviente, y unos pocos samuráis aparentemente de alta cuna, con sus séquitos de criados, palanquines y demás parafernalia, que llegan poco tiempo después de la comitiva principal.

Encontrándose encabezando el grupo, podéis distinguir sin género de dudas al líder de la secta: Kengo, un hombre de unos cincuenta o sesenta años con marcadas arrugas por la edad, de imponente porte y mirada y actitud serena y tranquila. Porta una exquisita indumentaria de tonalidad lechosa-blanquecina, y cubre parcialmente su rostro con un translucido velo de color morado.

Rápidamente es interceptado por sus sacerdotes, y sin llegar a alterarse, es puesto al tanto de la situación. El revuelo subsiguiente se desata entre los recién llegados, y no tardan en poner el grito en el cielo preocupados por la vida del joven de sangre Hantei.

Haciendo caso omiso al griterío, Kengo comienza a hablar y sin alzar especialmente la voz, y de forma natural la muchedumbre va callando hasta quedar en absoluto silencio. Solo se escucha el suave viento y la voz del sumo sacerdote.

- …mi y las Fortunas son benévolos con los hombres de fe como nosotros, con los hombres puros, con los hombres justos, sabios, y con aquellos que estos han tocado y elegido como portadores de su bendición. No temáis. – Le escucháis hablar sin duda, con un tono firme y realmente inspirador que llega incluso a sobrecogeros a vosotros. – No temáis, pues no hay razón para hacerlo. Si bien los necios a veces pueden interferir en su voluntad, su bendición y su protección son tales que inevitablemente se acabará llevando a cabo. – Guardando silencio, y respetándose por todos los allí presentes, se dirige caminando de forma solemne hacia el altar, acompañado por dos sacerdotes, recién llegados. Uno notablemente más joven que el resto. Una vez allí, alza la voz para que todos le escuchen. – ¡Orad conmigo! No por el muchacho, si no por nosotros. Porque nos concedan su perdón ante nuestro fracaso y porque nos brinden con la sabiduría suficiente para que podamos dar con el pequeño descendiente del Hijo del Sol lo antes posible. Orad. Orad ahora que el señor Luna nos mira y nos escucha. Orad hermanos, orad.


Horas más tarde mientras oraban en silencio, cuando el Señor Luna se encontraba en lo más alto, sin previo aviso la tierra se tiñe de rojo. Con los corazones encogidos y genuinos gritos de sorpresa y angustia, lo que sin duda es un mal augurio asola las tierras de los hombres.

Notas de juego

https://i.pinimg.com/originals/12/03/8a/12038aa44e11eebb45ded17b4a639caf.jpg más o menos la imagen de Kengo sería aproximada a este link. Algo más elaborada, mientras que la del resto de los sacerdotes serían versiones más sencillas.

Cargando editor
28/10/2020, 19:20
Narrador

Maltrecho y dolorido, despiertas en lo que parece ser el medio día del día siguiente. Estás solo, en mitad de ninguna parte, pero allá a lo lejos puedes ver la arboleda. Poniéndote en marcha, sigues caminando con dificultad. Te tomas reiterados y merecidos descansos, por lo que tu ritmo se hace lento.

La tarde avanza mientras te aproximas, y la noche cae cuando pareces estar relativamente cerca de la arboleda. El Señor Luna se alza a lo lejos. Sin duda, parece que el ritual finalmente no se llevará acabo con el pequeño.

Sea como sea, sigues avanzando, con estoicismo.

De pronto, cuando estás por internarte en la arboleda, todo tu alrededor se tiñe de rojo. El corazón se sobrecoge y llegas a sentir por unos instantes que te falta el aire. Asustado, pues aquello no era normal, alzas tu vista al cielo, y lo que ves te deja sin palabras.

 

Sentándote por la impresión y llegando a contener inconscientemente la respiración, observas algo aún más perturbador no demasiado lejos de ti.

En absoluto silencio y como surgidas de la nada, contemplas cómo un puñado de sombras de pesadilla, enormes, grandes y pesadas, iluminadas por un macabro reflejo carmesí, se dirigen hacia la arboleda. Otras, innumerables, más ligeras y pequeñas corretean entre ellas, avanzando con agilizad mientras una del tamaño de un hombre avanza erguida, destacando entre aquella visión de terror y muerte al tener un porte humano y solemne.

...

Por el momento, no parecen haber reparado en ti.

Cargando editor
28/10/2020, 23:13
Yoshiaki

Mi honor ha desaparecido. Mi clan ha desaparecido. Ni siquiera me queda la esperanza de una muerte digna, arrebatada por ese Ronin que debía haber sido mi compañero en mi seppuku. ¿Qué le queda un samurai sin honor?

De dónde saco las fuerzas para continuar, ni yo mismo lo sé. Pero las saco de algún lado hasta que consigo llegar a las proximidades de la arboleda. Sin embargo ya se ha hecho tarde y me espera otro sueño, quizá febril debido a mis heridas. Trago saliva sintiendo mi garganta como si fuera un estropajo debido a la falta de líquido.

Entonces entro en una escena de pesadilla. ¿Acaso estoy dormido y esto es un sueño? ¿O una pesadilla? La verdad es que no lo sé, pero lo que sea eso todavía no se ha fijado en mí.

Quizá sea una oportunidad para redimirme, o quizá sea mi perdición, pero inconscientemente identifico lo que tengo delante de mí como un enemigo no del Hantei, sino de todo el imperio esmeralda. Luchando contra mi propio cansancio me preparo para seguir a la sombra humana y averiguar qué se propone.

Cargando editor
01/11/2020, 14:33
Sanzo no Karasu "Karasu" (Cuervo)

Tras la ceremonia, Sanzo intentó meditar para hallar la paz interior necesaria ante la trama que se sucedía frente a ellos. Ese tal Kengo había ciertamente montado una secta alrededor de su figura, arropándose en ser más digno que el resto de sacerdotes de los Kami del Imperio. Monstruoso. Deberían ser cautos de ahora en adelante, ya que los fanáticos dudarían poco en sacrificarlos a su Patrón en la esperanza de aplacarle.

Una vez hallada cierta serenidad espiritual, decidió centrarse en rememorar las lecciones de historia de su sensei, que había insistido siempre en que debía apreder la historia de los humanos que habitaban el Imperio, para caminar un día entre ellos. Sanzo confiaba en que con seguridad habría otros momentos históricos con semejante muestra de poder.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Uso media hora para recuperar vacío, recuperando los dos gastados.

Historia para intentar recordar otra ocasión en la que el Señor Luna se haya enrojecido así.

He dado por hecho que no tenemos nuestro paquete de viaje, si no haría tiradas de medicina para intentar curar las heridas de Katsumoto.

Cargando editor
05/11/2020, 00:04
Katsumoto

El viejo Gunso pasó el tiempo concentrado, recordando detalles y estudiando a aquellos nuevos y temporales aliados.
No tenía material para prepararse un té, le tranquilizaba peparar el té. Tampoco tenía su espada, le traquilizaba tener una espada.

Cuando llegó Kengo-dono, Katsumoto lo escuchó en la distancia. Aquellas palabras eran blasfemia pura. Era innegable la presencia de aquel hombre era imponente y su voz fascinante. Sabía de oratoria, sabía embaucar, y creía en lo que decía. Katsumoto entendió de inmediato porque aquel hombre había reunido a tan numeroso grupo de seguidores devotos.

Pero cuando la luna se alzó roja, el corazón de Katsumoto se encogió.

— Onnotangu... Onnotangu es impredecible, volatil, y peligroso.

Devoró a los hijos de Amateratsu, intentó matar a Hantei, y volvió locos a todos aquellos que lo adoraron en el pasado. —  dijo en susurros a su compañero.

Se adelantó unos pasos para hablar con alguno de los líderes. Había visto lo suficiente para no necesitar hablar con aquel lunático (nunca mejor dicho).

— Tal vez deberían hacer algo más que orar. Devuelvanos nuestras armas y nosotros perseguiremos a esos traidores. Nuestro compañeros ha perseguido su pista, hemos perdido mucho tiempo aquí. Podemos recuperar al muchacho.

Denos nuestras armas de una vez, no somos hombres que sepamos orar, déjenos al menos lavar nuestro honor.

Cargando editor
05/11/2020, 19:12
Narrador

Aquellas gentes están demasiado atónitas y quebradas como para poder trabar una conversación mínimamente coherente, incluso el mismísimo Kengo parece estupefacto en aquella pequeña isla.

A lo lejos, desde el este, se escucha a un hombre gritar de pánico, provocando que todos los presentes se callen. Se suceden otros gritos más cortos y rápidos, desgarradores... un chillido antinatural, lo suficientemente agudo y perturbador como para helar los corazones... y finalmente silencio.

Escasos segundos más tarde, en mitad de la oscuridad apenas alumbrada por algunas antorchas, veis caer ante vosotros un torso mutilado. Algo parece haberlo despedazado vivo, pues apenas quedan los pectorales y parte del abdomen, un brazo conservado solo hasta la altura del bíceps, y el otro hasta la altura de la muñeca. De los órganos internos no parece quedar gran cosa, mientras que de la cabeza se mantiene el cuello y apenas un pedazo de cráneo que deja entrever, de forma sanguinolenta, la parte derecha del maxilar inferior apenas sujeto por los restos.

No tardan en surgir los primeros gritos de terror, y un par de los allí presentes llegan a colapsar ante semejante visión. Gritos que rápidamente se ven eclipsados por una algarabía masificada de chillidos agudos... y otros pocos cavernosamente más graves, poderosos, mientras los árboles ceden y crujen ante su avance.

Notas de juego

Si pretendéis recuperar las armas, tiene pinta de que tendréis que moveros hacia la tienda que ya tenéis fichada. Pero está al este... dirección de la que se han escuchado los gritos... y de donde ha caído el cuerpo.

 

PD: Tras el sueño reparador habéis recuperado vacío, y Katsumoto también 6 heridas.

Cargando editor
09/11/2020, 22:54
Sanzo no Karasu "Karasu" (Cuervo)

Cuando el hombre juega con fuerzas que no alcanza siquiera a comprender, suceden cosas increibles, pero también terribles. No se podía mirar a un abismo sin que ese abismo posase su mirada en uno.

Debían hacerse con sus armas, no se sentiría bien abandonando su daisho, aunque aceptaría el criterio de Katsumoto en ésto. Con la vista, intentó también localizar caballos con los que ir en busca de rastros de Nori y Yoshiaki. Miró a su compañero súbitamnete antes de susurrar:

- Katsumoto-san, ¿Me acompañará a recuperar mi daisho y sus armas o por el contrario considera mejor coger caballos y lanzarnos a buscar a Nori y Yoshiaki dejando nuestras armas atrás? Odiaría dejar atrás mi daisho y tomar el de algún patán. Los mismos infiernos vienen hacia esta posición.

Cargando editor
09/11/2020, 23:22
Director

Notas de juego

Ni rastro de caballos o animales domésticos en las inmediaciones.

Cargando editor
11/11/2020, 15:11
Katsumoto

Los nervios de Katsumoto se pusieron tensos y el corazón comenzó a latir con fuerza. Sin duda se trataba de una criatura sobrenatural, no le extrañaba que hubiesen invocado algo terrible con semejantes blasfemias y actos impuros.

Katsumoto miró con detenimento a su compañero.

— Necesitaremos armas independientemente de nuestro destino - dijo saliendo en dirección a la tienda para recuperar sus equipos.

Aún no tenía claro si ayudar a aquella gente contra lo que hubiese más allá de la oscuridad o aprovechar el caos para escapar, pero sin armas estaban perdidos.

Notas de juego

Vamos a por las armas.
Modificadas las heridas en la ficha (gracias o master, esos significa que van a haber ondonadas de hostias)

Cargando editor
12/11/2020, 18:12
Narrador

Escuchando vuestro particular sentido de la supervivencia, os dirigís a la tienda de campaña mientras todo el mundo queda paralizado, o incluso retrocede.

A primera vista dais con vuestras armas, cuidadamente puestas en un improvisado armero. Haciéndoos con ellas, salís de la tienda mientras escucháis realmente cerca una tromba de chirridos, puntuales rugidos y otros ruidos que podrían recordar a una estampida de animales.

La tierra, árboles y el lago siguen bañados con aquel angustioso carmesí. Un pensamiento os aborda ahora que la amenaza está más que próxima. ¿Tal vez el Señor Luna haya tratado de avisaros de lo que estaba apunto de ocurrir?

Notas de juego

Mis señores, vayan tirando iniciativas.

Vosotros veréis qué hacéis.

En uno o dos asaltos, a saber, aparecerá lo que tenga que aparecer...


(gracias o master, esos significa que van a haber ondonadas de hostias)

En breve saldréis de dudas...

Cargando editor
14/11/2020, 10:05
Sanzo no Karasu "Karasu" (Cuervo)

Parecía como si el mismo infierno se hubiese desatado en el ningen-do de acuerdo a los ruidos que escuchaban. Armados y preparados para ir en busca del pequeño, Sanzo se dirigió a su compañero Katsumoto, mientras se preparaba para lo que hubiese de venir.

- Este lugar está condenado, amigo mio, partamos a buscar al niño de inmediato antes de que un demonio o algo peor se nos meriende en este lugar aciago. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Creo que se podía subir la iniciativa en 10 con vacío, pero por si acaso, como ando espeso en esta buena mañana, si no se puede, tiraré +1G1.

Posición de defensa total o defensa (A tu criterio lo más adecuado) hasta que Katsumoto responda.