Partida Rol por web

Lo piensa un poco, mirandote.

- El valor monetario y como recuerdo, de esas botellas es enorme... ponerles precio es una groseria!... Sin embargo... creo que...30 monedas de oro por cada botella, seria un precio justo... son 6 botellas, asi que serian 180 piezas de oro.

 esa cantidad de monedas era excesivo... Léonore suspiró.

- espere un segundo que hable con mis amigos...- le sonrió al hombre, sin perder la compostura. Se giró sobre si misma y caminó hacia los chicos, que estaban esperándola. Habían escuchados ellos seguramente. Se inclinó hacia delante y paso su brazo por los hombros de Irina y de Win, para cerrar el grupo. De todas formas, no sabía si el valor de estas era aquel, eran muchas monedas.

"el no tener precio... el mago se mostró muy presto a fijarles uno... pudo discutir más... extraño"

- es mucho... yo sólo tengo.. algo así como 10 monedas...- se lamentó la joven- pero hagamos una propuesta... debemos reunir lo que tengamos... y veamos si él la acepta...- les propuso, podría ser que otra vez su capacidad de dialogo les sirviera, pero tentar a la suerte no siempre era lo más sensato- pero... igual... es extraño... algo...- murmurró, despacio, sus amigos verían ese gesto.

- pero... una botella no vale tanto... a lo sumos 10 monedas... eso es por experiencia...- Léonore se rió un poco, hablando bajito claro, ella había trabajado en uan taberna por algún tiempo, cuando andaba de viaje  por el continente.

- ¿cuantas botellas necesitaremos?- preguntó, de todas formas comprar una tan sólo no sirviría, y debía saber cuanto tenían sus amigos. Ese señor quería timarlos.

"oh... claro, 30 monedas..."

Me acerco a Leónore y escucho lo que dice del precio de las botellas.

Que estafador!!!- exclamo en voz baja- yo tengo 10 monedas de oro, supongo que regateando podremos comprarlas a su precio normal... Nos podría enseñar alguna, no? Que se vea que es la cosecha que dice y no nos intente vender zumo de uvas...

No sé cuantas botellas se necesitarán para una cena, tampoco sabemos cuantas personas exactamente vendran, pero estarán mejor en la posada de Valerio que en esta chabola...

Me quedo duro al escuchar el precio que plannteaba el hermitaño, luego escucho que Leonore le dice que sean solo 10 po y ahí cambió la cosa.

- Yo tengo dinero para aportar, total es por un buen motivo. Pero solo no podría comprar las seis ni de casualidad. Ojala bajara el precio un poco más todavía, pero ojo con que no se enoje y termine no vendiendo nada.

Escucho a Leonore, parece que este viejo ermitaño quiere timarnos, eso me pone furiosa, no se debe timar a personas que te tratan con buena fe.

Suspiro para tranquilizarme, antes de decirle nada al semielfo, prefiero hablar con mis compañeros. Yo tengo 23 monedas de oro, pero creo que deberiamos regatear a este viejo timador, no puede salirse con la suya... digo susurrando mientras miro de reojo al ermitaño. Hablemos con él, hasta que nos diga un precio razonable...

 Léonore asintió a las palabras de sus compañeros, contaban con por lo menos 15 monedas por cada uno, lo que daba un total de 60 monedas, más o menos, pero era desfalcarlos completamente. Suspiró nuevamente.

- veré que puedo hacer… pero… si comienza a maldecir, salimos corriendo…- se rió un poco y se separó de ellos, volviendo donde el viejo.

- mi señor… espero que haya actuado de buena fe…puesto que toda persona sabe que un buen vino no vale 30 monedas…- le sonrió siendo muy amable y sin exaltarse ni nada- por eso… y en vista de nuestra necesidad y de su buena fe… le ofrecemos 40 monedas… por cinco botellas… lo que da 8 monedas cada una… le pagaríamos de inmediato… así que no deberíamos nada… - intentó negociar de la mejor manera, no era su afán timarlo ni nada, sólo negociar.

El viejo se cruza de brazos, inmutable. Se pone rojo...

- 8 monedas?! eso es un insulto a mi persona y a mis recuerdos!. Si dice saber cuanto vale un buen vino, no puede ser tan caradura y sinverguenza de ofrecerme esa miseria por tan buen material!!!. Vallase de aqui ahora mismo, jovencita! y llevese a sus amigos!

 - disculpeme por favor… señor… perdón por mi falta de tino… y mi candor...- es excusó, manteniendo su calma y su aura bienhechora- que le parece si ofrecemos 13  monedas…- le dice sin perder la calma a pesar de los gritos del hombre, quería negociar, pero el hombre se había ofendido, y más encima tratado de timadores, si él quería venderles en 30 monedas. – por favor.. señor… se lo pido… recuerde que es por… una buena… obra… además, soy clérigo… quizás necesita  de mi ayuda para tratar alguna dolencia…- le sonrió, ahora ella ofreciendo sus servicios, aunque era una novata, algo podría.

Que buena metida de pata y pensar que me quedé callado para no meterla yo. Fué como un presentimiento eso de no ofrezcas demasiado poco o se va a enojar...1

En un segundo plano espero la respuesta del ermitaño. Parece que no le ha gustado nuestra oferta, pero quizás con los servicios de Leonore cambie de opinión.

Antes de volver a decir nada prefiero esperar a ver qué opina, por lo que antes dijo parece que los paladines no le gustamos demasiado.

 Participando por primera vez en la conversación con el hermitaño, desde detrás del grupo y con un tono más bien hosco y obligado que el de intentando agradar usado por sus compañeros le propone:

 El tabernero nos dijo que en su día fue un gran mago, aún me queda mucho por aprender pero estoy iniciado en los caminos de la magia y con pocas mentes tan rápidas como la mía se habrá topado. Debe ser tranquila, demasiado tranquila la vida aquí. Le ofrezco quedarme aquí con usted mientras mis compañeros preparan el festín divagando sobre teoría mágica, discutiendo la naturaleza de la urdimbre, quizá aprendiendo algo el uno del otro por esas botellas. Siempre y cuando nos traigan nuestra parte de estofado, asado y un buen par de cervezas para amenizar la charla. ¿Qué me dice? Con una chispa de inteligencia en mis ojos. ¿Cree que volverá a poder tener una conversación así antes de morir?

La escena me resulta divertida.

Por una parte, el viejo mago enfadandose por nuestra desfachated y por otra nosotros "suplicando" por unas botellas de vino. Podria dejar que siguieran un rato mas así, pero no meterme en medio me es mas dificil que interrumpir la charla y meter un factor mas con el que se pueda crear una discursión o tal vez sea una solución.

Bueno..si funciona, funciona.

Le digo gran Alann...Alarren, que ademas de las monedas de vino que le pagariamospor cada pieza de oro...bueno, mejor dicho al reves, que ademas de las monedas de oro por cada botella, seguro que tiene alguna cosa con la que le podamos ayudar. Algun encarguillo. Seguro que si ¿verdad?

Sonrio amablemente.

-Eh? sisi, yo soy un gran mago jm...pero estoy ya en otro nivel como para andar dialogando sobre eso jmjm... +parece no oir a wim...+ grr.. 13 monedas... por cada botella ...y un favor de la clerigo y un encargo... mmm

+se rasca la barba, pensativo+

- Esta bien! +exclama intempestuoso+ Denmen el dinero primero, podrian ser unos pobres mendigos sin un centavo...

Al escuchar las palabras del ermitaño, me descuelgo la bolsa, saco mi bolsita y empiezo a contar las 13 monedas que el hombre pide por una botella. Las tengo en la mano y se las paso a la clériga en cuanto me preste atención.

 Este hombre no es un gran mago, ningún gran mago hablaría así, ni regatearía por unas míseras monedas.

 Denle el dinero y volvamos, se hace tarde. ¿Sabes de qué me acabo de acordar Wim? De la muerte lenta y dolorosa que le dieron al hombre ese que conocimos en Candelero los de la Orden de Magos por hacerse pasar por mago. ¿Te acuerdas de sus gritos? Y todo porque lo denunciaron un grupo de aventureros a los que intentó engañar.

Me resulta rara la estraetgia de Aramil, espero que sepa lo que dice. Porque el hombre tranquilamente se podría ofender y terminar cerrándonos la puerta en la cara sin más.