Partida Rol por web

Yo lo estaba intentando, la verdad, pero no estaba teniendo demasiada suerte. Menos mal que estaban allí toda esta banda de sicópatas, sólo había que ver al de la armadura, que para cuando terminó aquel combate parecía que acababa de estar arrastrándose por el interior de algún bicho.

Eso sí, cuando comentó lo de los órganos asentí.

- Bueno, no sé cuántos seguirán vivos, pero tengo algunos teléfonos de mafias y demás... - Oye si alguien quería los órganos internos de eso, seguro que eran ellos. - Rusos, chinos, mexicanos...

No sabía cómo me había terminado quedando quieta y rezagada, esperando a que uno terminara de charlar en las celdas y a que el otro terminara su inspección de... bueno, de aquello.

La voz de una mujer me sacó de mis cavilaciones, que en aquel momento, venían a ser qué canción iba a empezar a cantar porque ya me estaba aburriendo de nuevo y así, me quedé donde estaba, sólo que prestando atención a la conversación.

- El calaveras es mi ídolo... - Pensé soltando una carcajada. Desde luego tenía razón en que negociar no era lo suyo, pero tenía claro que él no la iba a dejar salir sin que ofreciera algo más que aquello. Personalmente, a mí me daba igual dejarla allí o dejarla salir, pero ya que se la había encontrado Siniestro, tendría que ser decisión suya ¿no?

Mientras recupero mi forma normal (solo faltaría que algún preso me confunda con un bicho de estos) miro al Dr. Siniestro mientras me dirijo a la cerradura de la celda diciéndole: -Com-pa-ñero, si no te importa. 

Centrando toda mi atención en la cerradura empiezo a intentar abrirla. Sin embargo, al contrario que la de la celda de al lado que apenas se resistió, esta me estaba costando bastante.

Rusita cantarina hacía planes. 

—Humm, vender órganos, no me gusta. Seguro que va contra algún mandamiento. Y parecen alienígenas... y hay que enfriarlos antes de venderlos, no? En otra ocasión si lo planeas tú. Puedo pecar un poco. Y necesito habitualmente a alguien para hacer el plan si requiere ciencia o eso.

Luego escucho a Siniestro negar la libertad a una "miembro de la Resistencia". Es gracioso, pero se me ocurre algo. Me acercó a él. 

—Oye, y ¿Por qué no cuando vayamos a escapar abrimos todas las celdas? ¡Les decimos que escapen que les van a ejecutar! Seguro que así podemos escapar más fácilmente, entre el caos. Y le decimos a la tipa esa que es por la Revolución y la Resistencia y esas tonterías. Así ganamos aliados y en realidad, a muchas tías les molan esas mierdas. Sería una manera de mojar... o tener groupies, incluso con tu cara. Aunque supongo que tú ya le das a las góticas emo chungas. 

- Obscure acaba de tener la misma idea que tú y no tengo reparos a reconocer que me parece buena. Todo lo que sea poner carne de cañón entre nosotros y la salida tiene mi beneplácito, sin duda. Pero aparte de eso vamos a tener que sacar al paquete de aquí.- digo señalando nuestro objetivo - Vamos a ver si al menos está vivo.

Tras llegar a una especie de consenso entre la mayoría del "grupo", Obscure se puso manos a la obra para abrir la puerta de la celda al lado de la que ya había abierto. En ésta ocasión ya la tenía cogida por la mano y le era más fácil desbloquearla, aun así al parecer la presión había cobrado factura y no pudo desbloquearla.

Por su parte Siniestro le dejó hacer y entró en la celda donde supuestamente estaba su objetivo, pues le mosqueaba que no se moviera para nada, no obstante nada más entrar cayó al suelo inconsciente.

El combate había acabado y, obviamente, ellos habían resultado vencedores. El otro tipo, Obscure, había continuado con su labor de liberar al tipo que ellos tenían pendiente y no estaba segura de si lo habría conseguido para cuando acabaron con la amenaza. Movió sus manos para sacudirse la sangre y las piezas que se habían quedado pegadas a sus garras y empezó a caminar hacia el lugar donde debía estar el preso que tanto deseaba el cabrón que los había liberado.

Sus oídos habían captado una voz femenina que no se correspondía con la de Videshee pero lo cierto es que poco le importaba porque tampoco correspondía con la de nadie que conociera. Llegó para escuchar la idea de liberar a todos los presos que estaban por allí encerrados.

-Genial, caos. Contad conmigo- aunque en realidad lo que ella podía hacer era dedicarse a dar garrazos a cualquier cosa que los mantuviera encerrados, esos aparatos electrónicos que tan poco le gustaban.

Se acercó a Obscure que estaba tratando de abrir una de las celdas que parecía resistírsele y se colocó a su lado, estirando la mano para que le diera la oportunidad a ella.

-Creo que si trabajamos juntos será más rápido liberar a todos estos cabrones. Por cierto, ¿no debería tener alguien las llaves o la forma de abrirlas? ¿No se podía hacer desde el lugar donde lo hemos visto todo? -Preguntó*-Debemos darnos prisa con esto, porque la puta alarma no deja de sonar.

Entonces vio que Siniestro entraba en la celda y caía inconsciente, o algo parecido. Wow, eso ha sido rápido. Arrugó la nariz, con nulo interés de meterse ahí a arrastrar ahora a dos cuerpos en vez de uno. ¿Qué tendría la sala para hacer que cayeran como moscas? Sonrió.

-Ey, preciosa, ¿crees que podrías ser más lista que el tío chungo y podrías arrastrarlos hasta el exterior? No sé el alcance de tu poder, pero hasta ahora ha sido muy bueno.

Dicho eso volvió a centrar su cabeza en la cerradura que no se había abierto. A ella tampoco se le estaba dando demasiado bien y sus ganas de mandar el sitio a tomar por culo estaban aumentando, aunque por suerte se había desquitado con los drones. 

La celda parecía tener un campo de chunguez dentro que jodía a los que entraban. Se me ocurrió una manera de sacarlos pero Roxanne la dijo antes. 

—Y otra cosa... Si queréis abrir esa cerradura a la vieja usanza, puedo volarla. No será silencioso, pero os aseguro que funcionará. 

Con un ligero clac la cerradura libera los bornes que aseguran la puerta de la celda.

-Cierto, y puede que nos haga falta más adelante, pero de momento mejor - digo mientras abro la puerta- déjame a mí lo de abrir cerraduras. Te sorprendería en los sitios que he conseguido entrar. - Haciendo una reverencia tras abrir la puerta.- Señora, es usted libre.

Yo no sabía ni abrir cerraduras electrónicas, ni hacer nada parecido, por lo que me quedé ahí quieta, tarareando por lo bajo esta vez, como si tuvieran música de fondo todo el rato.

Siniestro entró en la celda, pero no esperábamos que de repente cayera inconsciente, claro.

- ¡Joder!

Estaba durando entre echarme a reír o preocuparme, pero desde luego, había sido un poco gracioso verlo desplumarse de aquella manera.

Roxanne me habló y yo asentí. No tenía claro si era más inteligente que él, pues la verdad era que tenía pinta de ser uno de esos tíos chungos que hacían planes de dominación mundial muy a menudo y yo, me conformaba con sobrevivir, pero... desde luego, tenía más sentido común, eso estaba claro.

- Marchando una de inconscientes.

Usé la telekinesis para sacar a los dos de allí dentro.

- Tenéis que reconocer, que como truco no está mal. En vez de tener que estar sedando a alguien para que no se escape, crean un campo que deja a todo lo que hay dentro inconsciente. Mola un puñado, la verdad.

La mujer se sorprendió bastante al ver transformarse al alienígena en una persona normal. O al menos más normal.

Gracias.*

Deberíais tener cuidado. Algunas celdas están más protegidas que otras. Pero todas tienen anuladores de poderes. Si entras no podrás usarlos.

Y luego se acercó a otra de las celdas y con algo de esfuerzo la arrancó de cuajo. Mientras, Videshee sacaba sin dificultad a Siniestro y su objetivo, Mindjack o eso esperaban, con sus poderes.
Siniestro empezó a recuperar la consciencia nada más salir. Al parecer había estado poco tiempo afectado. Y el drone que tenía controlado seguía quieto esperando ordenes. Así que al menos no tenían que preocuparse de ese.

Claro que de los otros seis que venían desde donde había llegado el grupo no tenían cara de muchos amigos. Que sí, que no les podían ver las caras, pero seguro que no iban a abrazarles. Sobre todo cuando empezaban a disparar. La alarma no se había callado ni un momento.

No sabíais lo que os molestaba más. Si las alarmas que sonaban, los gritos de la gente, o los disparos de los malditos alienígenas.

Lo único bueno es que Templario se había callado un momento mientras seguía disparando a los drones de seguridad. Pero teníais la sensación de que no duraría mucho así.

Roxanne acababa de despedazar con sus manos a uno de ellos, y en su mirada se le podía ver que estaba disfrutando. No estáis seguros de si lo que sueltan es sangre, aceite de motor, o algo parecido. Pero lo cierto es que a la joven no le importa y está buscando nuevas victimas a las que destrozar.

Videshee se mantenía al lado del paquete, y a pesar de que había recibido el grueso de los ataques parecia bastante intacta. Algo detenía los blasters antes de que la alcanzaran.

Obscure había agrandado sus puños, literalmente, mientras machaba a puñetazos a otro de los drones. Aunque parecia seguir furioso porque les hubieran pillado.

El Dr. seguía en silencio analizando la situación. Ya habían llegado al centro de la instanlación. Estaban en terreno despejado. Les habían asegurado de que su transporte iría a recogerlos en cuanto lograran alcanzar el patio, pero allí estaban muy expuestos.

Entonces llegaron. No uno, si no tres transportes Mbuna. Los transportes acorazados de tropas. No tenía pinta de que fueran los que os iban a recoger. Más bien tenían pinta de refuerzos.

Mierda.

La mujer con acento hispano había logrado sacar a varios prisioneros más, una docena como minimo. Pero muchos estaban como drogados y otros incluso insconscientes. Los que estaban bien tenían que llevar a los que no. Al ver los transportes llegar Valerie empezó a buscar algo por el suelo del patio.

La situación era complicada. ¿Qué busca Valerie? Supongo que alguna vía de escape alternativa. Está claro que nuestro eventual patrón se ha acojonado al ver los transportes de tropas y, como siempre, nos tocará arreglar a nosotros el marrón. 

Intento encontrar una forma de salir de aquí antes de que nos machaquen los refuerzos. 

Templario sonrió. Bajo su armadura pero sonrió. Nadie le había visto sonreír pero sonrió. No le había dicho nada al Siniestro sobre su cagada dormilona. Pero lo guardaba en la recámara cual novia enfurruñada, por si alguna vez se ponía farruco el cara calavera. 

—Espero que recuerdes nuestro apoyo en el futuro... —le había hecho a la mujer de la Resistance. Sería estúpida y manipulable, seguramente. Pero podría ser útil. 

Pero ahora... ¡Lanzaderas! Putas lanzaderas... putas del todo. —¡Vienen patos grandes! —Templario se apartó del resto para que no frieran al grupo de flojos que iban con él con explosivos de área y disparó a una. El disparo impacto en todo el medio, pero debían estar reforzadas ahí. 

Siempre he sido un solitario en mi trabajo, eran misiones bien planeadas, los objetivos siempre se cumplían sin grandes problemas y como si nunca hubiese estado allí. JODER si la mayoría de mis asesinatos han pasado por suicidios. Y ahora estoy en medio de un jaleo monumental con alarmas sonando refuerzos llegando, teniendo que machacar a estas cosas que ni siquiera sé si están vivas y con nuestro "patrón" desaparecido y con un pie en mi lista negra. Me importa una mierda que el mundo se haya ido al carajo, cuando se llega a un acuerdo con Obscure mas te vale cumplirlo o la próxima vez que duermas puede ser que no despiertes.

-Buen tiro Templario, dales caña. Intenta derribarla una contra la otra. Asi nos quitaremos dos de encima.

Digo mientras mi puño golpea a un drone.

- ¡Emmmmm... qué buen rollito!

De ahí, lo típico en estos casos. Disparos por aquí y por allá, que si nos matan al que veníamos a buscar, venga ponte tú que a ti te aciertan menos... En fin, a mí eso de estar de escudo humano no es que me molara demasiado, pero si quería que los demás pelearan, cosa para la que yo no era demasiado útil, tendría que proteger a la bella durmiente.

- Tenemos que salir de aquí de alguna manera...

No se me ocurría ningún sitio para el que tirar y bueno, después de ver cómo se las gastaban en las celdas tampoco era como para ir andando por ahí sin más, que en cualquier momento te dormía algo o a saber qué cosa peor.

Sin apartarme de dónde estaba miré el panorama y no lo veía nada alentador, eso sí, reparé en que la mujer estaba buscando algo.

- Dime que estás buscando una salida... - La dije en español, que parecía ser su idioma.