Partida Rol por web

- ¿Para qué queréis llevarlo ahora? Ya sabemos donde está. Ya lo habéis visto. ¿Tenéis miedo a que lo roben? ¿Cuánto tiempo llevará aquí? Porque se quede unas horas más no creo que pase nada. Estoy de acuerdo con cuatro latas: encontremos a los alegres resistentes y luego ya moveremos este trasto.

Refunfuñé:

- Si al final queréis moverlo puedo enmascararlo con mis poderes para que no llame tanto la atención pero sigo pensando que es una tontería.

—¿En las alcantarillas? ¿Cocodrilos gigantescos? —Templario escuchó a medias a Roxanne— ¡Ja! Lucharán con las tortugas ninja. 

Luego habló Cara-calavera y tenía razón. —No sabemos cuanto tardaremos en encontrar el lufar donde enganchar este cacharro o cuantas vueltas tendremos que dar o si tendremos que escapar de alguien. Vayamos a la estacion de metro y encontremos a la resistencia y una vez loc... Vah, a la mierda, haced caso a cara-calavera. Fin. 

Templario se aburría. 

Finalmente el aguerrido grupo de luchadores por la libertad...estooo. Finalmente el grupo se decidió a dejar el aparato y buscar primero la fuente de energia.
Tras dejar todo como lo habían encontrado, incluidos los cierres, se dirigieron a la boca de metra que había cerca. Tal y como habían aventurado no estaba cerrada, aunque se le notaba el desuso. Una vez dentro pudieron observar algún que otro cadaver de hace algún tiempo, junto con algún que otro indigente que se marchó a toda prisa al ver al grupo.

Siguiendo la indicaciones de Roxanne, pues parecía conocer algo el tema de los túneles, accedieron a las vías y llegaron a uno de los accesos que comentó. Una simple puerta cerrada que según ella al otro lado daba a las alcantarillas.

Una puerta cerrada no era rival para las habilidades del grupo, y tras abrirla pudieron descubrir que el hecho de que hubiese una invasión en la Tierra no había hecho que el sistema de alcantarillado hubiese mejorado, pues descubrieron un sinfín de olores fuertes y penetrantes que tenía pinta que les iba a acompañar durante mucho tiempo. Eso sí, si querían luego pasar con el generador iban a tener que hacer reformas drásticas.

Habían llegado a la parte subterranea de la ciudad. Ahora tan solo tenían que encontrar a un grupo de resistencia clandestina que los V'Sori no habían sido capaces de localizar...todavía.

Miré un poco raro a Obscure cuando dijo aquello de moverlo entre dos, porque trescientos kilos entre dos venía a ser 150 para cada uno y a no ser que la marmita le hubiera dado también superfuerza, me parecía que no iba a poder moverlos a ninguna parte.

- Igual es una de esas cosas que dicen los hombres debido a demasiada testosterona en el cuerpo... - Sí, tenía que ser eso.

Por lo demás todos estábamos de acuerdo en que no sabíamos por qué coño nos había dicho Destrucción que nos lo lleváramos a las alcantarillas.

- No sé, pero a mí me parece que si ha dicho que arrastremos esta mierda hasta allí abajo es por algo ¿no? Destrucción ya se debe imaginar que no va a ser fácil mover el trasto este por una alcantarilla.

Era de las que prefería llevarse las cosas a la primera que no tener que darse la vuelta de nuevo para hacer lo que tenía que haber hecho en un principio, pero vamos, aquello era cosa de todos ahora.

La conversación degeneró en ¿las tortugas ninja? y eso me hizo reír.

- ¡Menudo zumbado!

Y después decidieron dejar la cosa esa ahí, pero a mí no me convencía.

- ¿Estáis seguro de dejar eso ahí? - Volví a preguntar antes de alejarnos demasiado.

Templario agradeció el sistema de filtrado de olores de su armadura. El cacharro tenía de todo. Casi lamentaba haber matado accidentalmente a los que se la regalaron, pensando que él era idóneo para manejarla. 

Pensaron bien, pena que la probé con ellos... me tenían que haber comentado más funciones. Hoy en día todavía no se para que sirven la mitad de las funciones...

—Sí, pero dejándolo aquí nos ahorramos que hagas de portadora durante las mil vueltas de encontrar a la resistencia. Espera, cantarina, que voy a encontrarlos. —pulsó varios botones en un panel del brazo de la armadura. —Encontrar pistas y a la resistencia... debe ser por aquí... —Luces se encendieron y apagaron en el casco de Templario. Haces de luz partieron de diferentes diodos y analizaron pistas en las paredes. Podíais sentir su seguridad. 

El acceso a las cloacas mediante la estación abandonada del metro estaba más o menos iluminado cachos. Lo suficiente como para ver. No obstante una vez dentro de los malolientes túneles la cosa era diferente.

Obscure hizo algo a sus ojos y no le importó, ya que parecía ver perfectamente, los demás no tanto. Afortunadamente para el grupo, en el pequeño almacen que les había dejado Destrucción habían luces químicas. Y alguno tuvo la idea de llevarse unas cuantas. Iluminaban lo suficiente como para poder ver decentemente. Sobretodo aquellos que tenían mejoras y ayudas para sus sentidos. Siniestro iba más justito.

Ahora sólo quedaba encontrar el acceso a las cavernas, una zona aún más abajo. Cosa que al parecer no le preocupaba en absoluto a Templario. Empezó a caminar, algunos dirían que sin rumbo fijo y a lo loco, tomando túneles y eligiendo bifurcaciones como si lo hiciera al azar. Pero finalmente llegó a una pared que si os fijabáis bien se notaba que era más reciente que las demás. El acorazado estaba convencido que era por ahí por donde tenían que seguir.

Antes de que pudieran ponerse a debatir si era una buena ideo o no, algo apareció de debajo del agua de las cloacas. Tres seres de aspecto más que desagradable, y no sólo por el olor y la mierda que tenían en el cuerpo, salieron de un salto atacando a nuestros héroes villanos. Pasaban de los dos metros y estaba claro que lo que querían era sangre.
Las garras de uno de ellos estaban decididas a abrir en canal a Siniestro, otras arañaron la armadura de Templario haciendo un ruido estridente, y Videshee se quedó sin aliento pero no fue más grabe gracias a los trajes que os había dado Destrucción.

A pesar de la emboscada, algunos pudieron raccionar aunque fuese justo después del ataque.

Templario los guió de forma más o menos azarosa hasta un lugar que parecía reformado, más moderno que el resto de mierda que habían recorrido. Lo que no se esperaba es que rápidamente aparecieran unos seres que se lanzaran a atacarlos, aunque los rumores que había escuchado durante su estancia en las profundidades resultaron ser medianamente ciertos. No son tiburones, pero sí que son enemigos. 

Sin pensárselo mucho se lanzó a atacar a uno de ellos, el que se estaba enfrentando a Videshee. Barajó la opción de sacar una de las armas de siniestro, pero ella era más de establecer contacto físico. Sus garras rápidamente asomaron preparándose para hundirse en la carne de su enemigo. 

-¡Empieza la diversión!

¡Estos malnacidos me han pillado por sorpresa! Por suerte la herida es meramente superficial pese a su mal aspecto. Pero será mejor ponerme a cubierto cuanto antes y dejar a los tanques que hagan su trabajo.

Templario rió ante el patético golpe de la criatura y configuró su armadura para disparar, a veces eran pistolas que llevaba en la cintura, a veces cañones en las muñecas... lo configuraba cada vez de una manera diferente, como se le ocurría.

—Menos mal que voy a poder hacer algo de ejercicio, si no fuera por vosotros no entraría en la armadura... ¡Gracias por dejarme matar cosas! 

Era un placer borrar las sonrisas de sus rostros y escuchar sus gemidos de dolor cuando su disparo energético-perforante les atravesaba. 

Templario da un paso atrás y tras un disparo de sus pistolas uno de los seres, el que estaba al lado de Siniestro, cae con un agujero en el pecho. Otro de ellos es atacado por Roxanne, pero las garras tan solo arañan la dura piel de las criaturas.
Videshee todavía podía hacer algo.

A Videshee no le gustaba nada tener a una de esas cosas tan cerca. Por lo que prefiría agarrarla y estamparla contra la pared. Repetidas veces. No obstante la criatura parecía más dura que ésta. Porque a pesar de hacer un agujero no tenía pinta de que le hubiese afectado mucho.

Quedaban dos. Una justo al lado de Templario, y otra agarrada por la garra telequinética de Videshee. Pero ahora ya estaba todo el grupo listo para atacar.

El combate seguía y tenían que ponerle fin pronto porque eso podía dar la alarma y hacer que las ratas se escondiesen. Sin pensárselo mucho se lanzó al ataque contra el que Videshee tenía agarrado y pese a que sus garras parecieron darle tuvo la sensación de que su piel era mucho más dura de lo que pensaba. 

Aprovechando que Templario me ha librado de tan desgradable compañía retrocedo unos pasos y desenfundando mi arma abro fuego contra una de esas cosas.

Mis manos se convierten en cuchillas muy afiladas y ataco a la criatura que está trabada con Templario Oscuro. Pero se mueve demasiado rápido para mí.

Mierda. Estáte quieto bicho.
 

Fruncí el ceño cuando me di cuenta de que así no estábamos haciendo nada.

- ¿De qué coño está hecho esto?

A estas alturas ya tenía más que claro que era más probable que hiciera un agujero en todas las paredes, antes de que le golpeara lo suficientemente fuerte como para dejarlo fuera de combate.

- Lo sigo sujetando. Disparadle o algo... - Pedí a mis compañeros, porque no había manera de espachurrarlo que era lo que había pretendido hasta el momento.

Al menos, lo tenía lejos mío que ya era algo.

Los seres que habíantratado de emboscar al grupo eran fuertes. De eso no cabía duda. A pesar de ello Videshee pudo retener al que tenía agarrado con su tenaza telequinética. Es más, aprovechando que trataba de liberarse lo apretó aún más logrando aturdirlo. Aunque eran duros como cucarachas.

El que estaba libre trató de alcanzar a Obscure con sus garras, pero éste también era un oponente hábil cuerpo a cuerpo y lo evitó.

Y todavía quedaba templario, que parecía estar pasandoselo bien.

Videshee apresó al bicho que estaba cerca mío y sonreí. Sonreí bajo mi mascara. Nadie veía mi sonrisa, afortunadamente porque era muy fea. 

Apunté al otro, al que atacaba a obscure y disparé a su puta cabeza. Pero no cayó. 

—Mierda, eso que te sale del agujero no lo usas mucho, ¿verdad?