Partida Rol por web

- A mí no me mires Valerie, siempre que he tenido una mascota se me ha muerto. Una vez tuve una rata a la que llamé Daisy... - Esos pensamientos me hicieron recordar tiempos que no quería recordar, así que apreté los dientes y cambié incluso el tono de voz. - En fin, eso, que no se me da bien cuidar nada que no sea ni yo misma.

Sí, no había tenido mascotas normales como un perrito o un gato, era complicado cuando te pasabas el día encerrada en sótanos, celdas y habitaciones en las que tenías que dormir en el suelo.

Me moví incómoda y me levanté de la silla en la que me había sentado, dándome una vuelta mirando las paredes, el techo, cualquier cosa que me sirviera para quitarme la sensación de frío que los recuerdos siempre traían consigo.

Así, para variar, comencé a cantar por lo bajo.

—Cuentas con nuestra promesa de que no mataremos adrede a tus muchachos. Ni siquiera les haremos ir primero para que suelten las trampas. Queremos dar una primera buena impresión. Pero si hay bichos de esos grandes, o trampas de Terran, como te ha dicho Dr. Gotiquillo, siempre pueden ocurrir bajas en combate. —Templarío habló claro. 

—Cantarina, siempre puedes encontrar a Daisy 2 por aquí, yo he visto a sus tatataranietas o algo. A miles. 

—Bueno Valerie —se olvidó de cambiarle el nombre— dinos donde es, prepara un grupo y en marcha. Tenemos que ir, comprobar el sitio, matar a las cucarachas. Una vez asegurado tendremos que traer algo de equipo para "reparar y preparar el sitio". 

Mucho mejor no haber traído el equipo. Todavía estaríamos a medio camino y lo podrían haber roto los monstruos.

Valerie asintió y se levantó.

Muy bien. Pediré voluntarios para que os acompañen. Seguro que hay varios. Os guiará Gregory, ya le conocéis. Es quién os ha traido hasta aquí, y el que mejor conoce los túneles después de mí.
Y antes de que lo preguntéis, no. No voy a acompañaros. Hago falta aquí. Y además, algo me dice que lo que váis a hacer es más peligroso de lo que comentáis.

Diré que os traigan comida si queréis. Hacemos unas hamburguesas más que decentes.

Y con eso salió dejandoos solos.

Mientras la mujer va a llamar a sus valientes expedicionarios me reuno con mis compañeros aparte.

- ¿Y si vamos trayendo hasta aquí las pilas? Porque me da que lo que sea que hay ahí abajo será más difícil de llevar hasta ellas que al revés. El camino, después de todo, ya nos lo sabemos y está limpio ¿no?
 

Todo iba tomando forma. —Gregory... ¿El flipado de la Katana se llama Gregory? Mira, Cantarina, es un ruso como tú... Grreegorrrry. ¿Sabéis cuales son las tres emociones de los rusos? Invierno, matar y vodka. 

No iba a acompañarnos, y pensaba que se lo habíamos pedido o algo. —Gregory valdrá— Valerie tenía una idea demasiado elevada de su propia importancia, pero Templario no se lo dijo. Tenía experiencia y esa era una de las frases que empezaba las peleas superheroicas y en este caso sólo prolongaría su viaje por las alcantarillas. Su armadura filtraba el apestoso olor, pero no quería que sus compañeros pasaran más tiempo ahí debajo más que lo puramente imprescindible. Luego le apestarían el refugio. 

Siniestro propuso su plan. —De acuerdo —dijo Templario— tú eres el listo y el que hace los planes... —aquí ya no pudo callarse, cara calavera tenía que sufrir un poco—bueno o eso creo. Te tenemos por algo, ¿no? No voy a hacerlo todo yo y a veces las chicas...

- Claro chico de hojalata. Créeme que es lo mejor.

Y sin dar opción a discutir se volvió hacia Valerie:

- Muy bien. Vamos a ir a por el componente que necesitaremos para activar la maquinaria mientras reunes a tus tropas.

Finalmente el grupo decidió ir a por el dispositivo. Si bien en un principio no necesitaban a todos, la que era imprescindible era Videshee. Ya que era la única que podía cargar con el objeto.
También necesitaron la ayuda de uno de los rebeldes subterraneos. Al menos para llegar hasta el agujero hecho en la pared de las alcantarillas que se internaba en los túneles. Ya que ninguno se había quedado con el camino.
El guía esperó a que llegaráis con el armatoste, y se quedó bastante sorprendido de ver el tamaño del mismo. Era obvio que tenía ganas de preguntaros qué era aquello. Pero se las aguantó, evidentemente intimidado.

Cuando llegasteis de nuevo al campamento rebelde Videshee estaba cansada por el esfuerzo de traer aquello. Por lo que la comida que les tenía preparada Valerie se veía muy apetecible. Al menos no eran las raciones del ejercito y barritas nutritivas que teníais por vuestra "Guarida Secreta".
Valerie también os informó que el grupo de "apoyo" estaba listo. Eran seis tipos, algunos muy jovenes, y Gregory. Esperaron pacientemente a que os acabaráis las hamburguesas, los que quisieron comerlas, y descansaráis un poco.

Gregory informó que lo que creían que era la guarida de Terran estaba a unas dos horas de camino, aunque era un camino un tanto escabroso y accidentado.

Para Rox aquella conversación era aburrida e insustancial, más que nada porque ella sabía que ayudarían de un modo u otro. Lo mismo le daba que Valerie y los suyos se pusieran en modo santurrones y no quisieran echarles un cable o que en realidad vieran que la mejor opción era colaborar, porque al final ella amenazaría a quien tuviera que hacerlo para conseguir su objetivo.  Por suerte sus compañeros eran buenos con las palabras –algunos más que otros- y la mujer pareció dispuesta a colaborar dándoles algo de información.

Soltó un bufido cuando se mencionó que los acompañarían algunos de los asquerosos que vivían bajo tierra, pero un regalo era un regalo.  Al menos gracias a la idea del oscurito tendrían algo que hacer mientras los inútiles se preparaban para la expedición de las cloacas.  Permaneció en silencio el resto del tiempo aunque no dudó en moverse por el lugar en el que estaban como si esa fuera su casa: lo peor que podían decirle era que se parase, y entonces tendría motivos suficientes como para clavarle las garras a alguien en la garganta. No era un mal plan si lo pensaba bien.

Deshicieron y volvieron a hacer el camino arrastrando gracias a a su compañera el maldito aparato que no era más que otro juguete del cabrón con el que cooperaban ahora.  Podría haberse quedado con las fuerzas rebeldes, pero aguantaba más a su actual grupo de capullos que a otros posibles capullos que pudiera conocer en el viaje.

Al regreso, como si fueran buenos amigos, ellos los esperaban con hamburguesas y buenas intenciones; esas cosas no le gustaban a alguien desconfiado como ella que creía firmemente que el ser humano era un desgraciado que se merecía la extinción, así que rechazó la comida de la forma más “amable” que pudo: prefería no arriesgarse a que la drogasen o cualquier cosa peor.  Prefirió quedarse sentada hasta que todos hubieran descansado.

-Dos horas de camino, menudo coñazo- resumió sus pensamientos- pero es mejor que vayamos cuanto antes. No me gusta el olor de este sitio. Cuanto antes salgamos de villa mierda, mejor. 

Cara calavera tenía ese aire autoritario y fascistoide que hacía mojar bragas por igual tanto a jóvenes blanquitos inadaptados y enfadados como a locas psicóticas de todo el espectro femenino. Sólo le fallaba la cara. 

No se puede tener todo. Al menos decidimos algo, sea lo que sea. Y está aguantando mejor las bromas. Probablemente esté pensando en una venganza más allá de la razón. 

La ida y la vuelta fue un coñazo. Templario propuso arrancar el brazo a uno de los muertos y usarlo para pintar el camino y acordarse la siguiente vez... pero eso delataría el lugar de refugio de los rebeldes. ¡De la resistance!

Las hamburguesas estuvieron bien. —¡Hamburguesa de rata! ¡Sabe igual que en el McBurguer de mi niñez! Muchas gracias, rebeldes. Cuando conquiste el mundo y declare un genocidio masivo, a vosotros os mataré de los últimos —bromeé. 

Roxanne se quejaba del olor. Templario lo había notado al quitarse la máscara para comer. —Sí, no huele bien, aunque supongo que esta zona será menos apestosa. ¿Seguimos?

No me extrañaba que hubiera más rusos por la zona, pues si éramos capaces de sobrevivir a muchas de las cosas que sucedían en Rusia, también podíamos sobrevivir a unos extraterrestres y darles por el culo, que era precisamente lo que pensaba hacer con los que habían querido usarme de cobaya.

Miré al tal Gregory y le guiñé un ojo cuando el Hojalata dijo que era ruso. Iba a explicarle a Templario que sólo era rusa a medias, pero si contábamos con que había vivido más tiempo en Rusia que en Estados Unidos y que donde más años había pasado había sido en la India... En fin, eran demasiadas explicaciones para nada y simplemente dejé las cosas tal y como estaban.

- Ya nos lo teníamos que haber traído antes... - Respondí cuando dijeron que había que ir a buscar aquello. Ahora por iba a tener que volver a caminar un montón de rato porque no me habían hecho caso a la primera.

Lo de la hamburguesa sonaba realmente bien.

- Si puede ser una con patatas y una coca-cola me apunto. - Ahí estaba claro que ganaba mi parte americana.

No sabía si tenían alguno de aquellos refrescos, pero me apetecía muchísimo uno.

-Si lo hubiéramos traído antes, en el ataque anterior, podrían haberlo dañado. En cuanto estés lista avisa. Voy a echar un vistazo por ahí.

Aprovecho el descanso de Videshee para husmear por el campamento.

Las palabras de Obscure me hicieron poner los ojos en blanco, pero desde luego, no me iba a quedar callada.

- O puede que hubiera habido un terremoto, que el techo se hubiera caído sobre nuestras cabezas o que los extraterrestres nos hubieran vuelto a coger...

- Imbécil. - Pensé por no decirlo en voz alta.

- Tampoco te dice nadie que no nos vuelvan a atacar cuando volvamos.

Además, a mí lo que se me estaba pasando por la cabeza es dejar que el cacharro se cayera encima suyo y luego pedir perdón por ser tan torpe, después de verlo allí mismo, espachurrado y en un manchurrón de sangre.

El camino era pesado, pero había que hacerlo. ¿Que hubiera pasado si lo habían traído antes? A saber. Solo había una cosa segura, ahí la única que hacía algo era Videshee o como se llamara.

—Si lo hubiéramos... —rió Templario— sí, hacemos tanto nosotros... me estoy herniando, en realidad lo hace todo rusita cantarina.

Compartió hamburguesas de "rata" con la telekinética. —El tipo ese es de integración, ¿no? A si quieres puedo intentar llevar yo el trasto un rato. Preferiría que si nos encontramos con enemigos estuvieras a tope. Antes en el combate contra los bichos fuiste muy útil. 

Desgraciadamente para Videshee las hamburguesas venían sin patatas fritas o cocacola. Aunque el agua estaba buena y era transparente. También había un poco de ensalada, aunque eso era más sano a lo que estaba acostumbrada. Valerie rió cuando Templario comentó lo de carne de rata.

Me alegra de que le cojas el gusto tan rápido. En realidad si te lo paras a pensar saben casi a pollo.

Después de descansar un rato y comer tocó ponerse en marcha nuevamente. Gregory y sus muchachos habrían el camino, pues ellos conocían la zona. Videshee volvía a cargar el armatoste, y aunque Templario decía que quería ayudar molestaba más que otra cosa, por lo que continuó ella sola. En realidad lo llevaba bien y el descanso había recuperado fuerzas.

Tal y como prometieron, el camino era accidentado. Cada vez bajaban más, podían notarlo, algunas veces incluso tenían que descender paredes lisas. Aunque con los poderes y habilidades del grupo fue de lo más sencillo.
Lo mejor de todo eran los comentarios de los tipos que les acompañaban. Era obvio que a algunos no les gustaban y otros incluso les admiraban.

"Pero tio. Son Omegas. Son los que van a liberar el mundo de esos bastardos azules. Nosotros podemos conseguir molestarlos y sobrevivir, pero ellos pueden pelear. Miralos. Son héroes."

""Tonterías. Si son héroes cómo es que nunca hemos oido hablar de ellos. No me suena de haber visto a ninguno junto a Champion o alguno de los miembros de Alpha Force. Ni siquiera con WebWalker, y ese tio se ha juntado con todos los supers conocidos. Te digo que son raros.""

Gregory acalló las discusiones enseguida.

Estad atentos y dejaros de tonterías. Recordad que éste sitio al que vamos es peligroso.

A las dos horas llegaron a una zona que empezaba a ser algo más amplia. E incluso podían escuchar ruido de maquinaría al fondo de una de las cuevas. Gregory se acercó a Templario.

Esa cueva de ahí es la que buscais. Sólo la vi una vez, pero estaba llena de cacharros y cachibaches. Aunque no sé para qué puede servir.

Esta vez tengo claro como regresar si nos quedamos sin guías, lo cual es un alivio.

—Ya te digo, saben igual que las de mi infancia... —Templario había conectado con Valeria. Ahora serían aliados, pero en el futuro preveía alguna confrontación. Ella estaría del lado de los super-idiotas. Seguro. 

Los esbirros eran... esbirros. Sus comentarios parecían los que Templario había escuchado toda su carrera en los mindundis que empleaba. Pobres asombrados que sólo servían como carne de cañón. Pero si estos morían Valeria se enfadaría. Mierda, vamos a tener que hacer un poco de niñeras. Un poco. Nada de mucho. 

Tras dos horas de marcha, Templario empezaba a cansarse ya de todo. Había intentado ayudar a Videshee, pero no había mucho que hacer. Luego, como se aburría, había empezado a jugar son las opciones de su armadura. Había muchas cosas que jamás había utilizado. De hecho había matado a los que querían enseñarle porque se aburría, pero ahora, debido al tedio, había programado en rutas como llegar allí cómo salir y podría hacerlo sin problemas, a la vez había activado varios sensores de peligro y movimientos para cuando se toparan con la siguiente complicación.

Siempre había una siguiente complicación. 

Obscure con su curiosidad natural es incapaz de centrarse en el camino que recorremos. Pero a cambio esta bastante atento a todo lo que pasa a su alrededor.

En esta ocasión los héroes villanos estaban más atentos al camino, al menos algunos de ellos, y en caso de apuro podrían volver al campamento de los subterraneos. De hecho Templario incluso había logrado guardar un mapa en su armadura, todavía no sabía cómo.

No obstante, primero tendrían que lidiar con su misión actual. La cual lo mismo se complicaba un poco más de lo que esperaban.
Obscure pudo observar algunos cuerpos en el acceso a la cueva de Terran, y Templario constató que eran los seres que se habían enfrentado en las alcantarillas, las "cucarachas". Pero estaban muertas, o al menos eso parecia, justo en la entrada.

Por suerte para ellos el viaje no tardó demasiado en reiniciarse para recuperar el puñetero aparato que teníamos que recuperar. Además, el viaje fue “sencillo” porque teníamos unos guías que podían hacer de carnaza fácil y porque Videshee llevaba estupendamente el cacharro de los cojones. Eso de que las paredes fuesen lisas podían molestar a otros, pero no a Roxanne, que demostró tener la capacidad de caminar por las paredes como si nada.

La guerrera –que no podía considerarse otra cosa que no fuese eso- se reía al escuchar los comentarios de los inútiles que iban por delante de ella.

-Héroes- repitió casi con una carcajada.

Eso sí, que mencionaran a Webwalker no le hizo ni puta gracia. Había oído por ahí que se lo habían cargado y eso le molestaba, porque en realidad tenía ganas de arrancarle la cabeza ella misma. Siempre habrá nuevas presas en el mundo que quede tras toda esta mierda.

-Ey, trozo de mierda- dijo al que mencionó que eran raros- si vuelves a llamarnos raros te meto el aparato que lleva mi compañera por el culo.

Y aunque fuese físicamente imposible, sí que podía hacerle cosas que le dolieran exactamente lo mismo. 

Pasó el resto del tiempo en silencio hasta que el tío los avisó de que la cueva estaba cerca. Roxanne notó que, a cierta distancia, volvían a estar esos seres a los que habían hecho frente, y por un momento se sintió tentada de enviar a los masillas hacia delante para garantizar algo de espectáculo en el proceso, pero no tenía ganas de tener que dar explicaciones luego.

-Ey, tenemos huéspedes ahí delante. ¿Vemos cuánto nos duran esta vez? 

Algunos de los "subterraneos" miraban a los héroes villanos como esperando a que hicieran algún movimiento. Desde luego Gregory no parecía dispuesto a moverse más alla de donde se encontraba.
Pero uno de ellos, el que había sido "humillado" por Roxane, pareció más decidido que el resto.

A la mierda. Si esos cobardes no se atreven iré yo.

Dejando de lado cualquier tipo de sentido común se acercó a la entrada de la cueva. Fue con paso rápido y decidido. Cuando llegó pasó de largo de los cuerpos caídos y se asomó a mirar. Después de unos instantes algo tensos hizo señas para que el resto también se acercara.

"Parece que no hay peligro. ¿Qué hacemos Gregory?"

Éste parecía un poco molesto por el que se había acercado, y refunfuñando contestó.

""Vayamos a ver, parece que Kenny ha llegado sin problemas. Pero ni se os ocurra entrar.""

Gregoy y los otros cinco se acercaron con mucha más cautela que el tal Kenny. Pero no tuvieron ninguna dificultad en llegar hasta la entrada.