Partida Rol por web

—Creo que hace falta Rusita cantarina para moverlo con su prodigiosa mente —comentó Templario. —A distancia, quizá evitemos calambres. 

Había intentado moverlo, con escaso éxito. 

Permanezco en silencio esperando a que Videshee mueva los cables con su poder telequinético. Me parecería absurdo tener que  remarcar lo evidente diciéndolo en alto.
 

En cuanto terminé de curar al que debía decirle luego a nuestra "amiguita" que no habíamos "suicidado" a sus hombres, levanté la cabeza, para darme cuenta de que todos me estaban mirando. Había oído que estaban hablando, pero la verdad era que no les había hecho ni caso.

Obscure me pidió que acercara el cacharro y asentí.

- Sí, claro.

Levanté el metal del robot en el aire y ahí lo detuve, para poder mirar al hombre que me lo había pedido.

- ¿Y dónde quieres que lo deje? ¿Qué es exactamente lo que quieres hacer con esto?

Al hablar Templario, solté el metal, el cual cayó al suelo haciendo su correspondiente ruido de metal al caer, el cual, retumbó por la galería, pero después de la pelea, tampoco cambiaría nada el que siguiéramos haciendo ruido.

- ¿Muevo el trasto o muevo el metal del robot? No entiendo el plan.

Templario nunca callaba cuando podía abrir la boca.

—No, me refiero a que puedes llevar el cacharro que nos mandaron conectar al conector... que los demás no podemos con él. Sólo tú, con tu poderosa mente, y con eso no te estoy llamando cabezuda ni cabezona, puedes mover el chisme. Ahí está el conector. 

Señaló con un dedo. 

—Si logras encajar los cables esos que dan chispas a la conexión genial, si no, los agarraré y engancharé yo. Entiendo de electrónica y si Siniestro ya parece una radiografía, Roxane igual los pela con las garras sin querer y —miró a Obscure— ¿Y tú quién eres, leñe?

El tipo era más callado que un muerto y sólo aparecía para hacerse el chulo en ocasiones. Además lo hacía sin gracia, a diferencia de las paridas de Siniestro. 

-Lo siento, parece ser que no me he expresado claramente, esos rayos nos matarán en cuanto nos acerquemos o dañarán el aparato metálico en cuanto lo acerquemos y los atraiga. Así que como la electricidad tiende a ir hacia los objetos metálicos más cercanos, si acercamos los restos del robot, deberían atraer los rayos permitiéndonos acercarnos y conectar el trasto este sin estropearlo o morir alguno de nosotros. Pero tú mismo Templario tu armadura también nos puede servir de pararrayos, así que por nosotros no te cortes y acércate así tendremos un poco de tranquilidad.

—No, desde luego te has expresado de una forma obscura —bromeó Templario. 

—Rusita, por favor, acerca primero los restos del robot a ver si atraen los haces de rayos esos tan chungos y luego acerca el trasto a ver si puedo acercarme yo y conectarlo sin que se me pongan los pelos de punta. 

Quedaría conectado y luego podrían largarse. Por otro lado la base sería vulnerable, pero tendrían que apañar eso después de conectarlo. Los pasos había que darlos en orden. 

Tras el momento "yo sé más que los demás" y la respuesta "a los demás nos la pela", decidí hacer caso a Templario que por lo menos estaba pidiendo las cosas con educación.

- Vale, entonces muevo primero los trozos de robot.

Lo que hice fue levantar dos montoncitos de chatarra pequeños y asomar uno un poco después que el otro, a ver si tenía algún sentido eso de a cuál le caían primero los rayos, que me parecía que era lo que querían probar. Yo de electrónica, electricidad y todas esas cosas no tenía mucha idea. Era de las que se peleaban para programar el reloj-despertador cada vez que se iba la luz y misteriosamente se había quedado sin pila.

Videshee complació a los caballeros y mandó dos grupos de piezas metálicas hacia la zona de la torre. Todos esperaron espectantes, pero no pasó. Aunque en algún momento la torre lanzó uno de sus "rayitos", éstos pasaron muy lejos de los restos del robot. Después de todo, si había estado cerca de la misma tanto tiempo sin recibir ningún impacto tal vez estuviese protegido de alguna manera.

Lo siguiente fue mover el aparato. Eso costó un poco más, pero finalmente la joven lo consiguió. Aunque esperaba no tener que volver a cargar con semejante peso en un buen tiempo. Cuando el receptor de energía se acercó a la torre ésta volvió a lanzar uno de sus rayos, pero no dió en el cacharro. Así que lo único que faltaba era enchucfarlo. Literalmente.

Eso correspondió a Templario, como buen caballero en brillante (y manchada de sangre) armadura se acercó a uno de los cables conectores que había visto antes y lo acercó hasta el aparato. Uno vez allí lo enchufó sin problemas.
Un rayo cayó al lado suyo mientras lo hacía, pero nada más. Un vez enlazados, torre y aparato, tan solo había que darle a la palanca. Nada complicado, al parecer el cacharro no tenía más complicaciones. Enchufar y encender. Nada más. Y eso hizo.

En un principio no pareció que pasase mada. Pero luego la torre se vió envuelta en un aura eléctrica, que luego envolvió al cable conector, para finalmente acabar en el aparato. El aura empezó a incrementar de intensidad por lo que Templario tuvo que salir de allí, por si las moscas.
La energía empezó a palpitar y finalmente se fue apagando de la torre hasta quedar sólo en el cacharro. Cuando parecía que estaba apunto de explotar de desplegó un especie de antena y de ella salió un haz concentrado de pura energía directamente al techo. El cual atravesó como si no estuviese. Después de aquello la energía desapareció y el lugar quedó a oscuras. No había energía de ningún tipo en la caverna.

Eso sí, se empezó a escuchar algún que otro crujido. Como si algo de piedra se empezase a resquebrajar, muy probablemente el techo.

Templario pudo conectar el cacharro al otro cacharro... —Conseguiréis que me acostumbre al trabajo en equipo, luego nos acabaremos matando y soltaré alguna lagrimita cuando os destripe, me convertís en un sentimental... —y en realidad sólo pudo ver una brutal transferencia de energía. ¿Qué habría transferido, datos, energía como nos había dicho el cabrón supremo? Probablemente nos había engañado un poco. 

Lo que sí pasaba es que todo se caía. Vió como las rocas... bueno, los trozos de metal, caían sobre el grupo. 

—¡Tenemos turbulencias, no hay problema, porque vuelan con Aerolíneas Templarias y todo es seguridad! ¡Lo primero es recoger a las azafatas, que no llevan minifalda porque va en contra de las regulaciones! —Templario voló hacia la salida, agarrando a Videshee y a Roxanne y subiéndo a lla primera a su espalda. Si le decían algo, soltaría que pensaba salvar a las "tías buenas" o algo así, pero en realidad eran las únicas personas que le hablaban como si fuera un ser humano y la experiencia era tan novedosa que quería ver donde acababa. Ah, y también pilló a Gregory con la otra mano. —¡Vamos! En estas aerolíneas se puede viajar con Katana, sobre todo si tienes el coeficiente intelectual en un dígito... queremos gente así. 

Templario volaba y esquivaba los cascotes sin problemas. —¡Vamos, pillad al otro capullo! —gritó a sus desaventajados compañeros. 

- Hora de irse.

Y mientras digo esto me teleporto lejos de la zona de cascotes, a un lugar seguro.

Roxanne se limitó a sonreír y le dio un golpe en el hombro metálico a Templario cuando dijo que le había quitado el asesinato al robot. En realidad ella era más fuerte, pero si él no quería verlo no era problema suyo. Ya se acostumbraría a que le salvara el culo, porque estaba claro que o ella o Videshee tendrían que acabar haciéndose cargo de todos. Las mujeres eran más útiles por algo.

La chica esperó hasta que Videshee se puso manos a la obra, primero moviendo los trozos del robot y luego acercando el aparato. Ella miraba de un lado a otro, esperando a que algo o alguien viniese a joderles el plan, porque generalmente en los momentos importantes aparecían enemigos: todavía se acordaba de Webwalker y de que había metido acabada en un lío por ese cabrón que ahora estaba muerto.  Al final, por suerte o por desgracia, no ocurrió nada cuando Templario conectó el aparato. Al menos eso pareció hasta que se empezaron a escuchar sonidos que delataban que todos ellos estaban en peligro.

-Ya te gustaría poder matarnos, pero ni puedes hacerlo ni quieres. Te aburrirías sin nosotras.  

¿Qué había sido esa energía? ¿y por qué se estaban escuchando sonidos del suelo rompiéndose? Eso no le gustaba. -¿Qué coño está pasando…? Mientras se giraba para salir corriendo notó que el brazo de Templario la agarraba y la levantaba por los aires, alejándola del peligro. O quizá solamente la estaba metiendo en un problema nuevo porque no sabía cómo debía volar el capullo al que tuvo que sujetarse por si acaso.

-Ey, hojalata, ¿el tío de la película era igual?- tenía que verse esa película. Desde que había descubierto la televisión había aprendido un montón de cosas, y seguro que el mago de Oz podía enseñarle algo más. Solo confiaba en que hubiera algo de sangre para que no le resultase tan aburrida. Ya que estamos sácanos de este vertedero de mierda. Hemos acabado ya la misión, ¿no?- preguntó.

Al quedar todo a oscuras, instintivamente modifico mis ojos para poder ver. Con el techo derrumbándose sobre nosotros lo mejor era salir corriendo. Un segundo más tarde el Templario salió como una exhalación llevándose a las chicas y al tal Gregory y "pop" desaparece el Dr. Así que es hora de correr. Convirtiéndome en un tigre, rápidamente voy hacia donde estaba el otro herido y con las fauces lo agarro y lo monto a la grupa como mejor puedo. Entonces a toda velocidad esprinto hacia la salida.

No estaba del todo claro cómo se había echado a las dos chicas y al ruso a la chepa, pero el caso es que Templario llevaba a tres personas mientras esquivaba con gracia y soltura las rocas que caían del derrumbe de la caverna.

Sin que lo vieran muchas personas, sobretodo por el tema de la luz, Obscure se transformó en tigre para ir más rápido a cuatro patas. Eso sí, en un alarde de bondad trató de agarrar al otro superviviente de los irregulares subterraneos. Claro que el brazo por el que lo cogió estaba ya casi suelto a causa de los filos del robot. Por lo que cuando le cayó una de las rocas encima aplastandolo se quedó simplemente con eso, con el brazo.

Siniestro decidió que era mucho más fácil llegar del punto A al B sin pasar por nada del medio. Y efectivamente, no sólo era más fácil si no que más seguro.

El caso es que nuestro "héroes" acabaron llegando al refugio de los rebeldes sin causa. Y además con Gregory vivo pese a todas las apuestas en contra. Valeri no es que estuviera muy contenta con el hecho de que el resto de sus chicos estuviesen muertos, nada contenta. Pero tampoco podía hacer nada por evitarlo.

Espero que al menos haya valido la pena. Ahora, si no tenéis nada más que hacer por aquí abajo marchaos. Por favor.

Sólo había vuelto uno de los esbirros de la Resistencia de Valeria, pero Templario se encogió de hombros. 

—Mira, no disfrutamos de la muerte de tus hombres... —mintió, en el fondo sí había disfrtutado. Lo del brazo que había sacado Obscure había sido graciosísimo, pero no había dicho nada porque no era merito suyo. Era de Obscure cagándola.—  Gregory podrá confirmarte que les dijimos que había peligro y que no avanzaran. Y lo hicieron para ser despedazados. Luego, cuando él mismo resultó herido, Videshee le cosió y yo le saqué de donde caían los cascotes. Esos tipos eran cáncer puro, unos auténticos retrasados. Te joderían cualquier operación encubierta. 

—Nos marcharemos si lo pides, pero si sabes algún sitio donde podemos joder a esos Aliens, dínoslo. Estaremos encantados de ir a por ellos. 

Eso de mover los trozos de metal había terminado siendo una pérdida de tiempo, pues al final, no había pasado absolutamente nada. Después de aquello, moví el aparato que habíamos estado cargando hasta llevarlo al lugar donde había que enchufarlo y después asentí mirando al hombre de hojalata, pues aquello ya era cosa suya.

Los rayitos rollo película de Frakenstein se apagaron al enchufarlo, pero aquello comenzó a sonar como si se fuera a desplomar el techo encima nuestra.

- ¡Vaya mierda!

Templario pasó al lado mío y directamente me agarró para colocarme a su espalda, aunque lo hizo tan rápido que estuve a punto de terminar con los huesos en el suelo.

- Auch.

De todas maneras me sujeté con fuerza a su espalda y no tardé en cogerle el gustillo a eso del trote.

- ¡Vamos "my little ponny"!- Le dije incluso cuando la situación era bastante tensa. - ¡Yeehaw!.

Valerie no estaba demasiado entusiasmada, como era de esperar, pero vamos, eso no lo habíamos hecho a posta. Además, le habíamos salvado la vida a uno ¿no? El mundo estaba lleno de desagradecidos, la verdad.

- ¿Lo sentimos? - Pensé cuando Templario le dijo aquello a la mujer, eso sí, cuando dijo aquello de que yo lo había atendido asentí y le enseñé las manos, por si no se había dado cuenta por mi ropa, que estaba cubierta de sangre.

- Debería valerte el que parezca la niña de Carrie.

Regresar no fue difícil y por suerte Roxanne no tuvo que hacer absolutamente nada para abandonar el lugar que parecía derrumbarse por momentos. Cuando llegaron hasta Valeria se pararon a explicarle qué había ocurrido, aunque a ella le importaba más bien poco que la jefa de esos ineptos lo supiera o no. Simplemente se dedicó a merodear el lugar mientras escuchaba la historia que le contaban. Espero que al menos haya valido la pena- sonrió. La muerte de esos inútiles valdría la pena hasta por elegir qué se cenaba aquella noche.  Le gustó que le dijera eso de “por favor” cuando los invitó a marcharse, porque denotaba que sabía que eran inferiores a ellos. Si se pasaban de listos probablemente ella y otro más podrían ocuparse de matarlos a todos.

-Sí, no estaría de más que nos dierais algo de información para que podamos marcharnos cuanto antes-  comentó mientras caminaba de nuevo hacia el grupo. No tenemos problemas en matar a más invasores, pero sí en encontrar grupos reducidos de ellos. Ah, por cierto, cuando hicimos lo que teníamos que hacer el suelo empezó a moverse. Puede que en algún momento todo esto se caiga y la palméis, pero no es cosa nuestra. Ya estáis avisados.

Valerie miró pensativa al grupo que tenía delante. Obviamente no estaba muy contenta, pero en el fondo sabía que no les podía echar nada en cara. A riesgo que hicieran daño a los que estaban allí y dependían de ella. Sabía a quienes tenía delante.

No solemos involucrarnos en la lucha a gran escala. Creía que eso lo hacíais vosotros. Los Omegas. A veces no os entiendo.
Procuramos asaltar algún que otro camión de suministros. Jodemos lo que podemos al alcalde Pérez. Pero procuramos no llamar demasiado la atención de los aliens. Si no, acabamos como me encontrastéis la última vez. Y es una experiencia que no quisiera repetir. Gracias.

No os lo dijo, pero estaba bastante claro que esperaba que se fuesen cuanto antes. Y lo cierto es que poco más podían hacer en aquel lugar. A menos que se quisieran divertir un poco y arrasarlo. Claro está.

Tomo nota del peligro chica. Gracias. Procuraremos asegurar la zona y que no se nos caiga.

Sí. Definitivamente le estaba costando lo suyo mantener el tipo ante vosotros.