Partida Rol por web

Ya había pasado una semana desde el rescate de la familia presidencial, y el grupo se estaba temiendo que más pronto que tarde les caería alguna misión. Nunca habían estado tanto tiempo ociosos.

Y así fue, más o menos.
Destrucción apareció en los sistemas de comunicación del sotano. Templario estaba de guardia, o al menos lo que él entendía que era eso. Pero fue capaz de llamar al resto. Al parecer el "jefe" tenía noticias.

Voy a trasladar de equipo al Dr.Siniestro. Otro de mis equipos de Omegas ha quedado...corto de personal y estoy distribuyendoos. Pero tranquilos. Os llevaré un reemplazo, después de todo sois uno de mis equipos preferidos, no voy a dejaros cojos. Seguro que Worm encajará perfectamente con vosotros.

Siniestro. Esta tarde llegará un vehículo a buscarte en las coordenadas que te transmitiré a continuación. A Worm lo recogeréis mañana y lo llevaréis al edificio.

Sin más. Se despidió, y al poco llegó un mensaje al comunicador de Sinistro. Este no tardó en prepararse, que fue coger su traje, una pistola y una maleta (que no tenéis muy claro de donde había sacado) y estaba listo para marcharse.

Que la madre sea benévola y os lleve a su regazo con tiempo suficiente.
Volveremos a vernos en esta vida o en la siguiente.

No teníais muy claro si era algo bueno o malo. Con ese tipo siempre pasaba lo mismo. Pero se teleportó igualmente.

A la mañana siguiente estaban todos en un pequeño parque semi abandondado de la ciudad. Lo cierto es que estaba lejos del cuartel, pero suponiais que era por algún tipo de seguridad.

No tuvistéis que esperar mucho, pues enseguida una de las naves de transporte de Destrucción apareció (literalmente) en el cielo y aterrizó. Bueno, en realidad no llegó a posarse, si no que se quedó flotando a un metro del suelo y abrió la compuerta trasera. De ella salió un tipo purpura con un aspecto algo...desagradable. Incomodo de mirar más bien.

Estar ocioso aburría a Templario. Y si se aburría se ponía a ver la tele por el día y salía por la noche a buscar gresca. Afortunadamente se había hecho con los alrededores. Controlaba a las bandas. E iba sin armadura para que no le reconocieran y vendieran a los V'sori. Roxanne y Videshee no eran malas compañeras para vivir. Era como una comedia mala de supervillanos en casa. Pero no tenían escrúpulos y estaba cómodo así. Obscure era... bueno, oscuro. Y Siniestro ni aparecía, hasta que se fue. 

Y ahí estaba yo, viendo la tele, cuando apareció el "jefe" a darnos la misión. 

—¿Worm? Bueno, si te llevas a Doctor Emo seguro que les puede llorar a otros... Y al nuevo podremos hacerle novatadas. 

Templario transmitió la orden al resto del grupo. 

—Y tenemos que estar mañana en el parque ese... ¿Cómo se llamaba? Bah, lo marqué en el mapa, sólo tenéis que seguirme. Ah, y estos son vuestros nuevos uniformes —Pasé un par de bikinis a las chicas y un traje de payaso a Obscure, estaban dentro de unos envoltorios de plástico— Destrucción dijo que deberíais llevarlos para "disimular". 

Roxanne había pasado una buena semana disfrutando de conceptos nuevos como eran las películas –más allá de las propagandísticas del puto lugar en el que se había criado- y la música para la que tuvo que pedir recomendaciones a Videshee. Quitando esos momentos de relajación, el resto del tiempo lo había pasado saliendo de noche a lo que surgiera, que generalmente solía acabar en una pelea con cualquier imbécil que viera en la calle. Ya, si salía acompañada de Templario o de Videshee se adaptaba a lo que ellos quisieran hacer, pero no distaba demasiado de las diversiones de la luchadora.

El día que recibieron el aviso de Destrucción estaba tan de buen humor como otro día cualquiera, aunque reconocía que tenía ganas de irse ya a patear V’Sori o lo que le dieran. Se rio al escuchar el apodo del nuevo al que iban a traerse para el equipo. ¿Nos cambia al tío chungo por un gusanito? Psé- con lo poco hablador que era el cabrón de Siniestro no creía que fuesen a salir perdiendo en realidad.

Roxanne enarcó una ceja al escuchar lo que templario le decía mientras le entregaba el bikini. No me he puesto una mierda de estas en mi puta vida. Es como… elástico. ¿Para qué coño sirve?- Yo me pongo uno si tú te pones el otro, Templario. Podemos cambiarnos el uno al otro si quieres  por su tono no quedaba muy claro si iba en coña o no.

Al día siguiente Roxanne estaba junto a los demás en el lugar indicado a la hora que Templario les había dicho. Estaba de brazos cruzados mientras llevaba una cazadora de color oscuro y unos leggins que le permitían moverse con libertad por si en algún momento venían a joderlos como siempre pensaba que iba a pasar.

Cuando la nave apareció y dejó bajar a su nuevo compañero, la mujer levantó ligeramente el labio unos instantes. Joder, es horrible. Le quita clase a este grupo. Espero que le pongan una armadura pronto.  Se llevó las manos a los bolsillos de la cazadora y se encogió de hombros. ¿Por qué coño es púrpura?- Soy Roxanne. ¿Te han dicho cuál es la próxima misión?-

Había sido la primera vez que le habían encerrado desde el accidente. Se había prometido que no le volvería a suceder, que nunca más volvería a encontrarse en una situación claustrofóbica como aquella, y, gracias a sus poderes, bien se había salido hasta ahora con la suya. En primer lugar, no dejándose atrapar, dándose el piro antes de que llegara alguno de esos aquellos superpaletos uniformados. Y en segundo,… bueno, de haber habido un segundo, largándose de la prisión como quien no quiere la cosa por un agujerito que antes no estaba allí.

Fue Lady América la que consiguió atraparle. Llegó al banco que Worm acababa de robar justo en el momento en que éste pensaba tomar las de Villadiego como quien no quiere la cosa. Era su primer encuentro y, sinceramente, la chica estaba de muy buen ver, así que el villano arriesgó una segunda mirada. La supercañón empezó a hablarle y a implantar imágenes en su cabeza y Worm olvidó por momentos el dinero, la huida y todo lo que pasaba a su alrededor. Sólo estaban él, Lady América y muchos -muchos- pequeños gusanitos y gusanitas, promesas de perderse en unas curvas más sinuosas que las de sus túneles.

Para cuando se quiso dar cuenta, estaba solo y encerrado. De no ser por las cámaras, podía disfrutar de una gran intimidad, pero no estaba allí Lady América para compartirla con ella e iniciar la creación de una nueva generación de… de lo que fuera, por que la verdad es que lo que sucediera con sus futuros descendientes se la traía floja a Worm. No tardó en querer hacer uso de su método especial de huida y si te he visto no me acuerdo, y aquí llegó su segunda sorpresa. La pequeña celda estaba hecha de algún material desconocido para el, capaz de anular sus poderes. Por mucho que lo intento -y lo intento mucho- no había manera de traspasar aquel material en busca de la libertad. Maldijo a las mujeres, maldijo a su propia estupidez y se dispuso a pasar una eternidad encerrado, pagando por sus crímenes.

Entonces, poco antes de que sus captores cambiaran de opinión y fueran a acortar tanto el tiempo de encierro como su cuerpo en una cabeza, apareció un tipo del que había oído hablar, pero con quien nunca se había cruzado antes, vistiendo una armadura casi tan pesada como su arrogancia y él mismo. A Worm no le quedó más remedio que escuchar su cháchara y aceptar cuando el Dr. Destruction le hizo aquella proposición. Era o bien unirse a un grupo de supercapullos y luchar contra esos hijos de puta extraterrestres, o bien esperar allí sentado a que le afeitaran el cuello.

Al día siguiente una nave de última tecnología -o al menos así lo parecía para alguien tan poco interesado por la ciencia como él- le llevó a donde le dijeron que se encontraría con sus nuevos compañeros.

Una escotilla se abrió y Worm saltó sin problemas al suelo. El contacto con la tierra húmeda fue agradable y los deseos de abrir un agujero allí mismo y desaparecer sin más, demasiado grandes como para resistirse. Un pequeño montón de tierra se empezó a formar a sus pies y el villano con el traje púrpura descendió un par de centímetros, pero detuvo su huida. Un pequeño rayo de inspiración en su pequeño y embotado cerebro le hizo darse cuenta que las cosas en la tierra pintaban demasiado mal como para buscarse dos enemigos poderosos. Ya tenían a esos feos extraterrestres encima, no iba a enfadar además al Dr. Destruction y que sus células de supercabronazos se echarán sobre él. Se prometió que no duraría mucho, que una vez hubieran acabado con los alienígenas se marcharía sin más y que tampoco podía ser tan difícil mandar a esos mierdecillas extraterrestres de vuelta a su planeta, hechos trocitos y metidos en una bolsa de basura, ¿verdad?

Salió del pequeño agujero con dignidad y miró al grupo de cuatro desconocidos con pintas extrañas que le devolvían la mirada, mostrando mayor o menor agrado.

– Supongo que vosotros sois el comité de bienvenida, ¿no? –dijo con una voz casi tan desagradable como su aspecto–. Esta visto que el Dr. Destruction aún no me aprecia lo suficiente. Soy Filthy Worm, pero podéis llamarme Worm. Es más corto. –terminó su presentación con un comentario tan evidente como superfluo.

Una de las mujeres se dirigió entonces a él con una pregunta y Filthy Worm se rascó el cráneo por encima de la máscara, como si no entendiera lo que le estaba diciendo.

– No sé nada de una misión. Pensé que vosotros me diríais que culos tenemos que patear.

Con los brazos en jarras esperó a que le explicaran de que iba todo aquello y que se suponía que tenía que hacer. El día ya empezaba mal y supuso que no tardaría en ponerse peor.

La semana fue bastante tranquila, pero al menos, por allí había algo de ambiente y se podía salir. Además, si salías con Roxanne no te aburrías nunca, pues siempre estaba armando bronca allí donde iba. Y yo, por supuesto, era una estupenda animadora, sólo me faltaban los pompones. En algún momento también había participado en alguna de esas peleas, pero pocas veces, pues lo mío no era liarme a patadas, puñetazos o garrazos. 

Destrucción nos hizo llamar y todos pensamos que teníamos una nueva misión, pero no, lo que íbamos a tener era un nuevo compañero. 

- A ver si al menos nos manda uno que no sea tan "complicado" de mirar, aunque llamándose lombriz, pues la verdad es que me inspira poca confianza. 

Templario apareció con lo que dijo que era "un nuevo uniforme" y la respuesta de Roxanne fue estupenda. 

- ¿Qué te apuestas a que soy capaz de ponérmelo esta noche para salir por ahí a tomar unas cervezas? - Eso significaba tener bronca en cuanto pusiera un pie en la calle, pues era una rubia de metro ochenta y apariencia angelical, seguro que iba a atraer a los hombres como a las moscas, sobretodo, yendo en bikini. - Pero la apuesta tiene que ser buena ¿eh? 

Worm se bajó de la nave y todos reparamos en dos cosas: La primera era que era tan feo como Siniestro, bueno por ahí andaría, y la segunda, es que ¿hacía agujeros en el suelo? 

- Veo que lo de Worm te va que ni pintado. - Ladeé la cabeza mirando al suelo. - Sí, somos el super-comité de bienvenida. - Dije con una sonrisa. - Ellos son Templario, Roxanne, Obscure y yo, Videshee.  

Eso sí, lo de saber los planes iba a ser más complicado. 

Los planes nos los dan al momento. Es decir, el "jefe" - eso de jefe sonó un poco a mofa - nos llama y nos dice qué quiere que hagamos. 

No sabía que había respondido Obscure a lo del traje de payaso, pero Roxanne había dicho que se lo ponía si Templario se ponía otro y Videshee quería algo para salir con él. 

—Venga, si os lo ponéis de fiesta tras la próxima misión voy yo en bañador —respondió a la idea de apuesta de Videshee y miró a Roxanne— y sí, te lo puedo poner y tú a mi uno, y la oferta está abierta a Rusita —compraría un mejor bañador que los bikinis de tres pavos que había adquirido en el Walmart para las chicas —Es para ir con poca ropa, mira... —comentó a Roxanne que parecía saber poco del mundo mientras le enseñaba algunos catálogos de lencería— es la ropa apropiada para las mujeres más guapas del planeta, como Videshee y como tú —incluí a la rubia— ¿Te parece bien la apuesta a tí, Rusita? —siguió— yo también iría en bañador de fiesta, ¿le valdría eso?. Luego pensó algo más— Acepto que no vengáis con el nuevo uniforme a la misión, mejor el traje blindado... —sí, ahora que querían ir conmigo de fiesta así o cambiarme la ropa, no iba a llevarlas de misión en bolas para que las mataran. Roxanne fue en leggins (era para distraerme con sus glúteos y Videshee con el traje proporcionado por Destrucción.

No había prestado la más mínima atención al villano que venía a unirse a nosotros. Y al final se encontró con el resto en el parque abandonado esperando a lo que viniera. 
—Se nos va cara calavera y viene lombriz... —los encogimientos de hombros eran complicados con armadura.
Apareció un tipo rarísimo y feísimo hablando del comité de bienvenida. —Sí, eso es lo que somos —Videshee le dijo que no éramos comité sino super-comité y nos presentó. Roxane quiso saber sobre la misión. 
—¿Quieres que te llamemos gusano? Vale, oye, cada uno con sus taras. Te llamaremos eso o "becario" pero no te preocupes, no te haremos traernos café. Sólo las cabezas de los enemigos mierder, hasta que veamos que puedes pasar a los grandes. Nos tomamos en serio la carrera profesional y la progresión en el trabajo. 

Videshee le informó también del modus operandi. Nos daba una misión y la cumplíamos. Era agradable tener un jefe tan competente, te ahorraba pensar. Y eso sí que era difícil. 

—Venga, te llevaremos a la guarida... —Y te tocarán los aposentos de Siniestro. Pobre... creo que no limpió nunca...

Roxanne asintió a las palabras de Videshee, estando ella también convencida de que el nuevo integrante del grupo iba a ser un esperpento. Cuando escuchó lo que estaba dispuesta a hacer su compañera, la mujer asintió: si la villana iba con esa apariencia estaba segura de que esa noche se iba a hartar de romper dientes.  Joder, sí. Que lo haga. Además está buena, así que a mí me alegrará la vista.

La mujer se llevó una mano a la barbilla mientras echaba un vistazo al catálogo que Templario le enseñaba sobre lencería, asintiendo. La de cosas que me he perdido en la vida, ¿eh? Por fin te fijas en lo bien que estamos Videshee y yo. Ya pensaba que eras uno de esos desviados como Obscure, pero creo que no lo entiendes. Si ella y yo nos ponemos eso- algo que a Roxanne le daba igual porque estaba más que a gusto con su cuerpo- yo quiero que lo lleves tú también. Uno igual al nuestro.  Bajo esos términos y dejando que ella o yo te lo pongamos, acepto- sonrió, mostrando los dientes.

Al escuchar la voz de Worm Roxanne pensó en que ojalá les hubiera tocado un cabrón mudo e invisible en vez de ese trozo de mierda, pero era lo que ya tenían dentro del grupo. Destrucción se divierte jodiéndonos la vida.  Por suerte para ella, sus dos compañeros eran bastante más sociables que la luchadora y se encargaron de explicar cómo iba en lo que estaban metidos.

-Sí, vámonos ya. Este sitio huele a mierda- no, el que olía debía ser Worm. Aspecto de mierda, voz de mierda… olor a…- estaba en bandeja. Oye, ¿por qué coño eres un personaje sacado de un cómic? Ya sabes, lila y todas esas mierdas. Y otra cosa, ¿te gusta salir de fiesta? A Siniestro no le gustaba y acabó fuera de este grupo. 

El tipo de la armadura le sugirió un modus operandi, según el cual Filthy Worm ocuparía un papel secundario, trabajando en la retaguardia o encargándose de los mierdecillas. El villano con la máscara purpura no tenía nada que oponer a ese plan. Si eso es lo que quería aquel tipo, él estaba de acuerdo.

– Muy bien, chico grande, como tú quieras. Ya me encargo yo de los pringaos, mientras vosotros limpiáis el forro a la infantería pesada. No nos vamos a pelear por eso.

Una de las chicas hizo entonces un comentario acerca del olor corporal de Worm, que sorprendió a éste. Había creído que el Dr. Destruction le había asignado a un grupo de bellacos sinvergüenzas y abyectos, gente sin escrúpulos, y no se esperaba una reacción tan mojigata.

– Vaya. Tienes el olfato fino. ¿Has trabajado en una perfumería o algo por el estilo? Tú tranquila que ya te avisare cuando me vaya a comer un buen plato de alubias, para que te vayas preparando.

El caso es que Filthy Worm tampoco tenía bien claro si estaban siendo amables con él a su manera o no. ¡Joder! Qué al final se trataba de carroña social como él mismo.

– No le hago ascos a unas buenas cervezas, si esa es tú pregunta. –respondió a la mujer–. Pero será mejor que no me quite esta máscara. No creo que estéis preparados para verme la jeta.

Atendiendo a las propuestas de Templario Negro y de Roxanne, acerca de irse ya al cuartel general de aquella célula de supermalotes, el nuevo miembro del grupo simplemente adelantó algo la mano derecha y la hizo girar ligeramente, invitándoles a abrir la marcha.

La semana desde el rescate había estado ejercitándome y practicando con mis poderes, tenía que mejorar de alguna forma, siempre había actuado solo y mis poderes me sobraban para vivir cómodamente, pero eso se acabó. En la última lucha estuve a punto de morir un par de veces. Cuando Templario avisó del mensaje de Destrucción pensé que por fin podría poner a prueba mi entrenamiento. Y entonces me viene con el traje de payaso. Pensé en mandarlo al carajo, pero que demonios parecía divertido.

Era increíble, parecía invisible. Mis compañeros parecían ignorar mi presencia (vergüenza ajena, supongo) y los pocos con los que nos cruzábamos apartaban la vista (tal vez fuera porque durante el camino cambié mi cara por la de un payaso que salía en una peli de terror que vi cuando era un crio. O también por vergüenza ajena). Pese a todo fue entretenido, luego tendría que invitarle a unas cervezas.

Cuando Roxanne dijo lo de que era un desviado, estuve a punto de decirle cuatro cosas bien dichas y entonces recordé el golpe que recibí por error de su parte y de como pude ver el otro barrio tan de cerca que pude ver a mis difuntos padres diciéndome "Mal hijo, eres una vergüenza para la familia". Así que preferí cerrar la boca.

El nuevo pareció ignorarme también, supongo que pensaría que no tenía nada que ver con el resto del grupo, así que cuando parecían listos para marchar, cambie a mi aspecto normal (traje incluido) y dije:

-Así que eres Worm, soy Obscure supongo que aparte de dar mal rollo tendrás algún poder útil.

Una vez presentados todos y convirtiendose en amiguitos, o por lo menos en gente que no se mataban entre ellos nada más verse, el grupo volvió al "cuartel general". Pues la verdad era que Destrucción no les había informado de ninguna misión a nadie, por lo que era la opción sencilla.

El cuartel general era un edificio de cuatro plantas. Las plantas baja y primera de ese edificio estaban vacias, con varios apartamentos. Seis más concretamente, y cinco de ellos ya estaban ocupados. Bueno, cuatro. Porque el otro era de Diniestro que ya no se encontraba con ellos. 
El sotano era algo más parecido a lo que esperaba. Cerradura electrónica, ordenadores,equipo variado y un sistema de comunicaciones cifrado donde le indicaron a Worm que a través del mismo Destrucción les mandaba sus encargos chungos. Y que alguien debía estar atendiéndolo en todo momento. Y además todos estaban de acuerdo en que le tocaba al nuevo al menos dos días seguidos.

Si lograron convencerlo o no fue otra cuestión. Pero lo cierto es que pasó otra semana sin noticias del Supervillano jefe. Lo cuál no tenían muy claro si era algo bueno o malo.
Pero cuando ya se creían que no iban a tener que hacer nada más Destrucción apareció en las pantallas cuando era el turno de Videshee. Tenían que reunir a la banda, había trabajo que hacer.

Muy bien Omegas. Espero que hayáis podido descansar estas semanas. Hay mucho trabajo que hacer.

Ha costado pero he logrado que Jana Wilson me de la localización de la base secreta de Hydra. Pues allí hay un aparato que necesito con urgencia. Parte esencial del plan para echar a esos aliens de la tierra.
Lamentablemente parece ser que la primera dama también conocia la localización y se la había dado a Warlord que la tenía capturada con la esperanza de que las dejara libres.
Eso puede habernos costado caro. Porque los V'Sori han tomado la base y matado a Hydra. Ya era dificil de tomar antes, ahora con las tropas aliens allí es casi un suicidio.

La única ventaja es que seguramente ellos no sabrán qué es todo lo que Hydra tenía allí y lo estarán analizando y catalogando. En cambio yo sé exactamente lo que necesitamos.

Una imagen sustituyó la de Destrucción. Una especie de cabina telefónica de color azul y plateado.

Tenéis que asaltar la base y conseguir ese aparato. Cueste lo que cueste.

Esperó un momento para que sus palabras calaran profundamente en las cabezas de los héroes ex-villanos.

No os preocupéis. Sé que no podéis tomar la base vosotros solos. No sin que muráis la mayoria al menos. Y lo cierto es que os he cogido algo de cariño.
Por eso tendréis que a la zona de Southpint de Star City. Más concretamente a uno de los edificios que hacen de estación repetidora para las comunicaciones orbitales de las naves. Os he envíado la localización exacta a vuestros minipads. Allí contactaréis con un Battlelord llamado Ikaran.
Sí. Es un V'Sori. Pero si le exlicáis, amablemente, vuestras intenciones de asaltar la base y eliminar al Warlod que comanda las tropas estoy seguro de que se sentirá inclinado a ayudaros. Tiene los conocimientos y la capacidad necesaria para ayudaros.

¿Alguna pregunta?

- ¿Cuando dices amablemente, quieres decir "amablemente"-digo mientras convierto mi mano en una cuchilla- o tenemos que sobornarlo o algo por el estilo? ¿Y qué probabilidades hay de que una vez que eliminemos al warlord no nos traicione?

-Además si vamos a la base de Hydra, supongo que no habrá problema por traernos todos los suvenires que nos parezcan mientras te traigamos tu juguetito. -

Después de haberse llevado a las chicas en bikini a tomar cervezas (por el módico precio de llevar un bikini él) Templario había decidido que la vida estaba mejorando mucho. Para los Omegas. Algunos lugares del vecindario estaban siendo despoblados de su población. 

Pero la buena vida tenía un precio, y era cumplir las misiones del jefe. 

¿Denscansar? ¡Todavía tengo marcas de las chicas! Esto no puede ser. No he descansado nada. 

Se preparó para responder a Destrucción. Preguntas como "Entonces los V'sori se pelean entre ellos" o "¿Qué están tramando?" no pasaron por su mente. —Entonces... vamos a ver a al alien ese, le comentamos que si quiere atacar al otro, que vamos juntos, matamos a todo bicho viviente y nos llevamos el trasto ese. —Miró extrañado a Obscure— ¿Que nos traicione? La cuestión es si podemos traicionarlo nosotros o el tipo es necesario. Si nos traiciona le cortamos el pescuezo y ya está. 

Destrucción asiente ante la pregunta de Obscure, al parecer se la esperaba.

Amablemente se refiere a eso. De manera amable y educada. Según mi información, aunque no os espera realmente, atenderá a razones y no OS traicionará. Pero si lo hace podéis acabar con él sin problema. Pero sólo si él ataca primero, si es posible lo quiero vivo. Siempre viene bien tener a un infiltrado útil.

Eso sí, que esté dispuesto a escuchados no significa que tengáis una cita con él. Seguramente tendréis que aplastar algunas cabezas hasta llegar ante él.

Pasaron algunos días tranquilos pero aburridos para Filthy Worm. El villano aprovechó el tiempo para salir a reconocer su nuevo vecindario y el edificio en el que les habían recluido. Worm aprovechaba sus poderes para entrar y salir sin necesidad de pasar por los distintos controles de seguridad.¹

También le forzaron a hacer guardia durante dos días en un sótano transformado en moderna sala de comunicaciones. No es que fuera una tarea especialmente emocionante, pero para alguien que se ha pasado los últimos meses de su vida encerrado en una celda de apenas seis metros cuadrados y sin más entretenimiento que mirar durante horas la taza de un váter, apostando cuando asomaría la próxima rata su cabeza por el borde, la estática de las pantallas de los monitores era una auténtica atracción.

Además pudo ver como el que se hacía llamar Templario Negro salía de paseo con las dos mujeres ataviado únicamente con un bikini. Esto unido a que otro de los componentes del grupo le había ido a recibir vestido de payaso le generó grandes dudas acerca de su salud mental. Y le habían tachado de raro a él el día que se conocieron. Empezaba a comprender por qué aquel a quien llamaban Dr. Siniestro había decidido salir de aquel agujero. Estaba convencido que el traspaso a otra célula había sido por petición propia y dudaba que él se encontrara en situación de poder hacer lo mismo. Tendría que pasar los próximos días, semanas y posiblemente meses con esos desequilibrados.

Cuando estaba a punto de creer que todo aquello de los grupos de resistencia no era más que una tontería, pues la única resistencia con la que se había encontrado hasta ahora era la de las sabanas antes de levantarse, les llego un aviso de Videshee. El Doctor Destruction había establecido comunicación con ellos y les traía una misión. Por fin.

No entendió la mitad de las cosas que les decía, pero sus compañeros asentían con la cabeza a medida que escuchaban la información que les daba su nuevo jefe, por lo que se recostó tranquilo en su silla y esperó a que terminara el Doctor Destrucción de dar explicaciones y empezara el turno de preguntas.

Le gustó la forma de pensar de Templario, preparando ya una traición antes de dejarse traicionar ellos mismos. Y, ya que él desde su actual desconocimiento del enemigo al que se enfrentaban no tenía nada que aportar al plan, su pregunta fue dirigida a detalles que le interesaban más en ese momento.

– ¿Podemos cargarnos también al Battlelord ese o es de alguna utilidad para el futuro?

No era fácil desde una pantalla, pero parecía que Destrucción miraba directamente a Worm cuando este preguntó lo mismo que acababa de responder.

Como he dicho. Lo prefiero vivo. Un V'Sori que sabemos que puede traicionar a los suyos puede venirnos bien en un futuro. Pero prefiero teneros vivos a vosotros. Me sois mucho más útiles. Al menos de momento lo habéis sido.

Hablad con IKaran. Entrad a la base y traedme el aparato. Si necesitais un transporte para llegar hasta la base os conseguiré uno, pero si no es por eso no quiero saber nada de vosotros hasta que me traigáis el aparato.

Después de aquello la imagen del Supervillano desapareció de la pantalla. Os había dado una misión. Era el turno de los Omegas de realizarla.
Justo después terminar la conversación una dirección apareció en vuestros Pads. Era la dirección dentro de la ciudad del edificio donde se encontraba el repetidor de los V'Sori, y donde estaría el alien traidor a los suyos. Era en la zona de Southpoint. De hecho, la zona donde se encontraba el edificio que les servía de cuartel. En la otra punta, vale. Pero misma zona.

A su nuevo jefe pareció no hacerle gracia que Worm volviera a insistir en la posibilidad de cargarse al traidor V´sori. El villano recibió así la respuesta que le daba la seguridad que quería tener: mejor no descargar su mala leche con aquel tipo, pues el jefe podía enfadarse. Y empezaba a creer que era mejor no ver al Dr. Destruction enfadado.

La dirección que les había dado estaba cerca. Bueno, al menos en el mismo distrito, como quien dice a la vuelta de la esquina, así que Filthy Worm supuso que el grupo iría andando a su primera cita. Pero no quiso dar nada por sentado y preguntó a sus nuevos compañeros.

– ¿Y bien? ¿Ahora qué? ¿Vamos dando un paseíto, armados hasta los dientes, y le presentamos al tal Ikaran nuestros “respetos”?

Mientras consultaba al resto del grupo, Filthy Worm comprobaba con ojos expertos el correcto estado de las pistolas, antes de revisar el rifle. Una vez estaba seguro de su buen funcionamiento, se colocó éste a su espalda y los blazers en las cartucheras de su cinturón.

Estaba listo para salir.

Finalmente el grupo se preparó para la misión que les tocaba. Y lo primero era "hablar" con uno de los alienígenas que dominaban el planeta. Y para desagrado de la mayoría, en este caso hablar era eso. Decir cosas sin matar o desmembrar o hacer cosas violentas al otro. Lo cual obviamente era más aburrido.

No obstante allí estaban nuestros aguerridos héroes exvillanos, a una manzana del edificio en el que estaba su contacto V'Sori. Era bastante obvio ya que la enorme antena de comunicación instalada en la azotea la hacia destacar del resto. Además, no era un edificio muy grande. Apenas siete plantas. Podía verse vigilancia, eso sí. Nada que seguramente no pudieran manejar.
 

A Roxanne no le costó demasiado hacerse a la presencia del nuevo miembro del equipo, pero lo cierto era que superar al que se había ido era tan sencillo como respirar. Seguía pareciéndole condenadamente feo y desagradable para los sentidos, pero habiendo vivido en las alcantarillas una pequeña temporada casi que podría acostumbrarse.  

La mañana en la que Destrucción les dio la nueva misión Roxanne estaba un poco resacosa, por lo que no participó demasiado en la conversación al principio.  Ese tío, su supuesto “jefe” no paraba de darles órdenes e información como si a ella o cualquiera de los otros zumbados con los que trabajaba le interesaran las batallitas de lo que sucedía en la tierra.  Lo que no le hizo demasiada gracia era eso de tener que colaborar con un V’Sori, así que sonrió al escuchar que podían matarlo si él atacaba primero. Podemos llegar a ser muy indeseables cuando queremos, así que no sería un problema hacer que nos ataque ese desgraciado.

Escuchó la pregunta de Worm cuando Destrucción se marchó y se encogió de hombros, girándose para recoger las cosas que hacían falta para la misión. Básicamente sí, vamos allí y hablamos “amablemente” con él. Videshee es la más amable de todos nosotros, creo- dijo mirando a su compañera. Probablemente Templario o ella irían con frases de doble sentido, y Obscure apenas hablaba. Respecto a Worm, no tenía ni puta idea de para qué valía.

Al final el grupo se puso en marcha hasta acabar a una manzana del lugar entregado por Destrucción. Roxanne se paró en medio de un callejón  y examinó el lugar observando lo que hacía a su alrededor y lo que alcanzaba a comprobar del edificio.