Partida Rol por web

A mí eso de que me dijeran que teníamos que localizar un aparato otra vez me parecía bien, aunque o este tío era un fanático de la tecnología o iba a montar un Disneyworld para aliens. 

- A saber lo que estará tramando este tío... - Ya empezaba a sentir algo de curiosidad. 

- Sí. - Respondí a eso de que si teníamos alguna pregunta. - ¿Qué hace ese aparato? ¿Hay que tratarlo con cariño o se puede zarandear? - Claramente, no era lo mismo llevar una bomba que lo que quiera que fuera eso, que andaba entre cabina de teléfono y contener para reciclaje de papel. 

Bien, esa era la otra pregunta interesante, la de si teníamos que tratar bien al tipo en cuestión. 

- Viendo lo que hay, como para aceptar una cita a ciegas con alguna de tus propuestas... - Le respondí a eso de que no teníamos una cita. 

Al menos no íbamos a tener que irnos demasiado lejos para encontrar a nuestra "cita" y pronto nos pusimos en marcha. 

- Deberíamos parar y llevarle unas flores. - Luego me dio la risa. - Seguro que es un tío raro que se las come. 

 Las palabras de Roxanne sobre que era la más amable me hicieron encogerme de hombros.

- Es que yo tenía un trabajo honrado antes de todo esto, era traductora y para eso hay que ser simpática. - Amplié mi sonrisa. - Eso sí, intentad no estar nunca entre las triadas y los rusos cuando aparezcan superhéroes. - Seguramente era el mejor consejo que les iba a poder dar en mi vida. 

Le echo un buen vistazo al edificio y sus alrededores buscando sistemas de seguridad y rutas de entrada, entonces digo:
-Creo que claramente tenemos dos opciones, acercarnos sigilosamente a él saltándonos su sistema de seguridad para que sepa que no está a salvo de nosotros o matar a todo lo que se interponga entre nosotros y él, dejándole claro que, si queremos, no hay nadie que le proteja. Por mi parte, cualquiera de las dos me vale. - Mientras hablo, por un lado, cambia mi cara a la de un V'Sori y por otro convierto mis manos en espadas a lo T1000.

Templario se había sentido muy feliz ante las palabras de Destrucción. 

Como he dicho. Lo prefiero vivo. Un V'Sori que sabemos que puede traicionar a los suyos puede venirnos bien en un futuro. Pero prefiero teneros vivos a vosotros. Me sois mucho más útiles. Al menos de momento lo habéis sido.

—¡Yay! No somos esbirros prescindibles. 

Nos tocaba ir al centro de la ciudad, allí acudimos "discretamente". 

– ¿Y bien? ¿Ahora qué? ¿Vamos dando un paseíto, armados hasta los dientes, y le presentamos al tal Ikaran nuestros “respetos”?

—Sí, andando por calles secundarias y por alcantarillas y huecos discretos. No queremos ni que sepan de donde vamos ni donde venimos. 

Allí habían acudido, después de que Roxanne comentara lo amable que era Videshee. Que propuso llevar flores. 

—De flores nada, le voy a comprar unas castañas  —dijo Templario comprando unas de un puestecillo por el camino. —Podemos decirle que puede tomar estas o de las otras. 

—¿Un trabajo normal? ¿Los rusos? —meditó— Así bebías vodka la otra noche, y yo apostando. Así me dura la resaca hasta hoy, como a Garritas. 

Con las chicas se puso a observar el lugar. Las muy perras tenían ojos de águila y no quería quedarse atrás en encontrar todas las posibles amenazas. 

El grupo estaba acostumbrado a examinar un lugar antes de entrar en el. No en vano la mayoría eran criminales no hace tanto. Lo que quería decir que detectaban enseguida cuando las cosas no eran normales antes de perpretar un golpe. Y allí había cosas extrañas.

El edificio en cuestión estaba muy mal protegido. Sólo había dos drones en la entrada. Ninguno haciendo rondas. Y no es que hubiera alguien oculto, no. Es que realmente no había nadie más vigilando. Además, era un edificio bastante cochambroso. Normalmente los V'Sori se intalaban en sitios punteros. Podían ser alienígenas, pero les gustaba la comodidad como a cualquiera. La antena en sí parecía nueva, pero era lo único.

Los sensores de la armadura de Templario detectaron una Esfera de guerra en lo que sería el ático del edificio. Justo antes de la azotea. Iba y venía por una terraza grande. Esa sí que estaba haciendo rondas. Pero eran muy cortitas.

Desde luego si era un puesto V'Sori era el peor protegido del mundo. Vale que era un Battlelord según dijo Destrucción, pero eso sólo estaba por debajo de los Warlords y solían tener tropas a su servicio.

Tras unos minutos observando en silencio comprobamos que tampoco es que hubiera mucha seguridad. 

- Menuda mierda de seguridad. El tío tiene que ser una máquina defendiéndose o no está en casa. - Claro que cabía la posibilidad de que ya hubiera puesto las pilas a todo el vecindario y no necesitara más. 

En aquel momento, como era costumbre en mí, comencé a tararear por lo bajo una canción, mientras pensaba qué hacer... 

- She came looking for some shelter with a suitcase full of dreams, to a motel room on the boulevard...

No necesité más canción para mirar a nuestro nuevo integrante. 

- ¿Tú puedes hacer un agujero y colarte por el sótano del edificio? Roxanne y Templario pueden subir al tejado y bajar desde allí y yo llamar a la puerta. 

Obscure aún no tenía claro qué podía hacer porque le había visto hacer tantas cosas que su código genético mutante tenía que ser una fiesta de superpoderes. 

- Tú no sé, haz tus cosas de friki... 

Roxanne oyó las opciones de Obscure y se encogió de hombros, dándole igual entrar con sigilo o cargándose a todos los que se pusieran por delante. Lo hacemos como queráis, creo que un camino o el otro nos va a llevar al mismo destino de pegarnos de hostias- al menos eso era lo que ella quería.

Cuando Templario dijo que todavía le dudaba la resaca negó con la cabeza aunque ese movimiento le provocó algo de malestar. Sí, quizá sí que bebí más de lo normal. Pero vamos, tú tenías peor cara anoche, hojalata. Yo me doy un par de carreras y se me pasa.

El lugar estaba demasiado poco vigilado para su gusto y eso no le gustaba. En realidad lo que se le apetecía era que su nuevo compañero, Worm, recibiera una acogida típica de ese grupo donde pudiera pelearse a gusto y perder un par de dientes si era un manta luchando. ¿Lucharía bien ese… ser? ¿O Destrucción lo había cogido por su cerebro?

-Si hace falta Templario lo puede coger en brazos cual damisela. Yo puedo subir por las paredes sin problema- afirmó.  Venga, Worm, vamos a ver qué tal se te da la pelea. A quien golpeen primero paga las rondas de esta noche- tras decir eso soltó una carcajada. Como si alguno de nosotros fuese a pagar a esos desgraciados…

Siguió a sus nuevos e involuntarios compañeros hasta el lugar donde deberían encontrar al alienígena llamado Ikaran. Aunque había oído hablar de los V´Sori mientras pasó unas vacaciones entre rejas, no tenía nada claro que es lo que le esperaba y, sin tener muy claro a que debía de prestar atención concretamente, miró a su alrededor. Era extraño que hubiera tan poca guardia, por no decir que ésta brillaba por su absoluta ausencia, así que supuso que esa raza de extraterrestres o era muy poderosa o muy confiada, o quizás una mezcla de los dos.

Las reacciones de sus compañeros, sin embargo, le demostraron que se equivocaba. Ellos si que conocían a los V´Sori y también estaban extrañados de no encontrarse apenas guardia.

Estaba pensando que podía significar todo aquello, cuando primero Videshee y luego Roxanne se dirigieron a él.

– ¿Abrir un agujero y colarme por el sótano sin ser descubierto? Sin problemas rubia. Esa es mi especialidad. –respondió a la primera de las dos–. Pero no sé que sentido tiene separarnos ahora. Aunque… ¿si es lo queréis?

Pero la morena tenía al parecer otros planes. Por lo que le había parecido entender en el poco tiempo que había pasado con el grupo de villanos, Roxanne era alguien que sabía usar los puños y Worm creía que enfrentarse a ella podía terminar con algo más que su orgullo roto. Parecía que quería ponerle a prueba y al villano con la jeta desagradable le pareció que podía ser interesante además de divertido.

– Es un plan que suena bien. Sin demasiadas tonterías. Por el centro, reventando todo lo que se atreva a cerrarnos el paso, hasta llegar al Battlerlord ese. –Desenfundó entonces sus dos pistolas y, con los cañones apuntando al cielo, terminó–. Pero tengo que sacar también a estas dos a pasear. Se sienten muy solas, si no.

El plan de la rubia era entrar cada uno por un lado. 

—Venga, yo creo que debemos entrar imponiéndonos todos. Como dices tú por la puerta, gusanito por abajo, no hace falta que lo coja, yo por arriba y garritas trepando... ¡Vamos! Llama, pregunta y si no te responden les aporreamos. Y sí, el primero aporreado paga, y si no gusanito que es nuevo. 

Y sí, parecía una trampa el lugar. Desde luego no el sitio donde esperaría un villano. 

—No entiendo por qué decís que vamos a acabar aporreando a la gente, si eso nunca nos pas... ajajaja —las carcajadas le impidieron terminar la frase. 

Al parecer un plan había acabado tomando forma. Más o menos.

Filthy Worm se metió bajo la dura acera como si de un topo excabando tierra blanda se tratara.

Videshee activó sus defensas y se acercó a la puerta como si fuera lo más normal del mundo, acompañada de Obscure que se había transformado en un repartidor de Fedex. Ambos caminaron de manera natural.

Roxanne dió un rápido rodeo y empezó a escalar la fachada como quién camina por una cuestecita.

Mientras que Templario se dirigió a la parte de arriba también pero volando, que para eso tenía más clase.

El grupo tenía comunicadores, por lo que si pasaba cualquier cosa podrían hablar y trazar estrategías. Si es que hiciesen falta.

Worm nadaba por el cemento de la ciudad como si se tratase de agua, para él aquello no era nada. Si bien es cierto que cuando llegó a lo que calculaba que era ya parte del edificio encontró más resistencia en la pared. Nada que no pudiera manejar, pero le costó un poco más abrirse paso.

Llegó a lo que parecía ser una especie de trastero. Suponía que en sotano del edificio por el angulo que había llevado. Estaría a una planta por debajo del nivel de la calle. Había una puerta y unas escaleras. No había nadie, y de hecho el lugar parecía en desuso.

Roxanne trepaba los muros cual arácnido. Apenas necesitaba clavar sus garras para auparse. Eso sí, a pesar de que era un edificio no muy grande no era tan fácil como caminar. No por eso quería decir que le supusiese algún esfuerzo, o que le importase.
Después de todo se deleitaba pensando en lo que podría hacer a los de dentro si la cosa se desmadraba.

Templario fue el primero en llegar a la terraza. Pudo ver como garritas subía por un lateral del edificio sin ser vista, o al menos sin que nadie le preocupara lo que hacia.
Cantarina y trasformable se habían acercado a la puerta y parecían estar hablando con "los porteros".

La terraza estaba bastante cuidada la verdad. Había plantas, arbolitos pequeños tamaño bonsai (de hecho es lo que eran) y una especie de jardincito de tierra en plan oriental. O al menos eso le parecía a él.
Lo cierto es que tampoco pudo fijarse mucho más. Ya que la Esfera de Guerra que había visto antes salió del interior del edificio, dejando la puerta abierta, en su dirección.
 

Mientras caminaban hacia la puerta del edificio pudieron notar por un instante como algo temblaba debajo suyo, por debajo del suelo. Podían suponer que era el nuevo. Roxanne ya estaba escalando el edificio y Templario ya casi había llegado a la azotea.

Antes de que pudieran llegar a las puertas dobles los drones que habían allí les dieron el alto. O al menos eso se imaginaron cuando apuntaron con sus armas a los dos.

Alto. Zona restringida. Den la vuelta o dispararemos.

Dijeron en un inglés con acento robotizado.

Templario apuntó a la esfera de guerra. De momento todo parecía ir bien, pero probablemente tendría que ir a salvar a Rusita Cantarina en breve. Todo Ok para un superhéroe como él. Pero de momento no dispararía... no quería chafar el plan y que le echaran la bronca. 

Decidieron seguir el plan de Videshee y Worm no se quejó por el hecho de tener que separarse. Hasta ahora había trabajado solo y, debía de reconocerlo, aún le costaba encontrarse a gusto dentro de un grupo.

– Hasta pronto entonces.

Fue todo lo que dijo antes de hacer un agujero en la tierra sin esfuerzo alguno, como quien atraviesa una cortina de lino que separa dos habitaciones.

Cuando volvió a asomar la cabeza fuera del subsuelo, se encontró en una habitación relativamente pequeña y para nada llamativa o interesante. Allí no había nada que le llamara la atención, nada de lo que poder sacar algún tipo de provecho personal.

Miro a la escalera y luego a la puerta. Eran las dos únicas opciones para abandonar aquel trastero. Tocaba decidir por donde seguir y no tardó en tomar una decisión. Antes de subir al piso superior, quería asegurarse de que no hubiera moros en la costa, de que no se llevaría una sorpresa inesperada.

Y, si de algo sabía Filthy Worm, era de cubrirse las espaldas.

Al igual que una gota de agua que al ser sometida a una fuerza se divide en dos gotas exactamente iguales, del villano surgió de repente una copia idéntica a él y, siguiendo las instrucciones mentales de éste, su gemelo se acercó a la puerta cerrada. Ambos desenfundaron sus pistolas, preparándose para lo que pudieran encontrarse detrás, pero solo la copia de Worm abrió la puerta lentamente y echó un vistazo tras ésta, mientras el original esperaba a un lado sin dejarse ver.

Roxanne al final acabó haciendo caso al plan de Videshee y subió por las paredes con bastante facilidad, como si esa fuese una de sus capacidades innatas.

-Si necesitas ayuda con algo avísanos, preciosa- le dijo a Videshee antes de marcharse.

Mientras subía se preguntó cuánto tiempo pasaría antes de que las tortas llegasen. Por su ascenso aprovechó para tratar de echar algún vistazo por las ventanas que iba pasando para ver si dentro había más enemigos o si la cosa estaría tranquila. 

Mientras Roxanne subía por la pared trato de echarle un vistazo al interior del edificio, pero no parecía haber nadie dentro. El edificio estaba desilusionantemente vacío. Ni V'Sori, ni drones ni nada a lo que destripar.

Muy aburrido para alguien tan activo como ella. Lo mismo si entraba podría encontrar a alguien mas. ¿Quién sabe?

El clon de Worm se asomó con cuidado tras abrir la puerta, pero no vio mas que una especie de recibidor grande. A un lado podía intuir que se iba a la entrada del edificio donde en teoría estaban Videshee y Obscure. Al otro unas escaleras que subían. Y en medio unos ascensores.

Lo que se dice gente por ningún lado.

Por un momento Obscure se detuvo cuando el drone les apuntó, pero enseguida se recuperó.

Hey. Traemos un paquete urgente para vuestro jefe. Y tiene que ser entrega en mano, no se lo podemos dejar a nadie.

Además, tiene que firmar él personalmente. Si no me las cargo.

Obscure parecía bastante convincente. Aunque no estaba muy claro que aquello fuese a colar.