Partida Rol por web

La mitad mutante y más asquerosa de Gusanito se encargó de lanzar un terremoto u onda expansiva o lo que fuera contra los Drones, que trataron de freírle. Templario, en cuanto vió que ya estaba todo en marcha, levantó la mesa y cargó hacia los enemigos. 

—¡Vamos todos, a por ellos! —gritó mientras avanzaba. 

Después del mini terremoto de Worm, y el parapeto móvil de Templario, los Omegas llegaron hasta la biblioteca sin recibir ningún ataque nuevo.
No obstante allí empezó la batalla de verdad, ya que como habían imaginado habían más tropas de choque V'Sori de las que estaban preparadas para abrir fuego. En total eran unos doce.

Al parecer tenían una buena pelea entre manos.

Su equipo fue lo suficientemente inteligente como para avanzar utilizando una estrategia que les impidiera salir heridos, y Roxanne se unió porque ya tenía bastante con el hecho de que esos drones se hubieran obsesionado con ella. Es lo que tiene ser guapa, hasta las máquinas te acaban teniendo envidia.La cosa es que la guerrera comprobó que esos seres los superaban bastante en número, aunque no tenía muy claro si Worm era un ejército en sí mismo o si solo hacía cosas muy raras. 

-El que mate menos invita a la próxima cena. Vamos a darle duro.

Dicho eso la mujer se lanzó al ataque, pero no estaba en su mejor día. Quizá estaba reservando toda su energía para el capullo final, pero no porque ella quisiera. Para Roxanne cuantos más destrozase, mejor. 

Eso que hizo Worm era una guarrada. Era repulsivo ver cómo alguien hacía aquella cosa. 

- Si por lo menos estuviera bueno y se duplicara así mismo... - Sí, mis pensamientos sobre hombres guapos era la mejor idea de sacarse la grotesca imagen que se había quedado anclada en mis retinas momentos antes. 

Las hostilidades comenzaron de nuevo, la cosa no iba quedarse mucho tiempo tranquila viendo lo que había allí dentro. Lo bueno, era que entre la chatarra que habíamos hecho momentos antes y con todo lo que había allí, iba a hacer que se sintieran como si estuvieran dentro de un maldito tornado. 

- Bueno, pues nada comienza la fiesta de nuevo... 

Roxanne fue la primera en saltar a por ellos y dijo lo de la cena, a lo que sonreí. 

- ¡Eh! Que así casi seguro que pago yo... - Dije protestando, aunque realmente tenía una sonrisa en los labios. 

Roxanne se cargó a uno de los drones que estaba aturdido, aunque eso no calmó del todo su furia. Los soldados que había aturdido el clon de Worm seguían en el mismo estado incapaces de sobreponerse. Pero todavía quedaban nueve, por lo que en la sala estalló el caos. Algunos disparaban, otros sacaron unas garras rodeadas de un halo electrico y entraron al combate personal.
La sala no era pequeña, que dijeramos, pero aún así la cantidad de gente que había lo hacia todo más dificil. Casi todos los Omegas recibieron un impacto, aunque lograron evitar aquellas garras que tenían pinta chunga.
Templario no tuvo problemas pues estaba acorazado, los demás lo pasaron peor. Con la excepción de Videshee, la cuál parecía inmune a todo lo que le lanzaran. Ni la tocaban.

Templario se cabreó. 

—¡JODER, MALDITOS ROBOTS CABRONES! ¡QUE DEJÉIS DE HACER DAÑO A MIS PUTOS ESBIRROS! —se lo pensó— ¡Y ESBIRRAS! —no fuera que las chicas se enfadaran por un posible comentario machista. 

Se situó en mitad de todos los drones y comenzó a disparar los rayos de la pistola integrada como si estuviera poseído, agujereando a varios de los enemigos. 

El supervillano sintió uno de los proyectiles de aquellos drones rozando su brazo derecho. Miró hacia ese lado para ver como su ajustado traje mostraba un rasguño allí donde la bala le había acariciado.

Sacudió la cabeza de derecha a izquierda, haciendo crujir el cuello. Lo mismo hizo su clon, de manera simultánea. Y entonces empezó el festival.

Los dos infames enmascarados, dos gotas de agua estancada y nauseabunda, hicieron que sus pistolas escupieran plomo, en un baile de destrucción. Según sus enemigos iban cayendo masacrados, las risas sincronizadas de los dos supermalotes resonaban en la sala.

No eran risas agradables.

La ensalada de tiros de Worm y su clon no le va a la zaga a la de Templario. Cuando sus pistolas dejan de hablar otros tres soldados V'Sori han caido.
Parece ser que después de la salva incial las tropas de choque no son tan duras como pintaban hace un momento. Sus armas puede que hicieran daño, pero caían como moscas también.
Ahora faltaba que los eliminaran todos antes de que hiceran más estragos.

La cosa se había puesto un poco seria y no paraban de volar proyectiles de uno al otro lado. Por suerte para mí, yo había aprendido a hacer mi escudo un poco más resistente y me estaba salvando de que me convirtieran en un colador. 

- Últimamente todo son hostilidades... - Murmuré. 

Ya casi era mejor entrar disparando en los sitios que hablando, pues siempre terminábamos igual... 

Eso sí, estos no lo estaban poniendo un poco difícil y bueno, imaginaba que lo mejor estaba aún por llegar. 

Eché un vistazo a mi alrededor y levanté el objeto más pesado que tuve en mi campo de visión, para lanzárselo a los que aún estaban en pie. 

- Yo que vosotros... ¡Ups! - Dije como si aquel lanzamiento hubiera sido totalmente sin querer. 

Videshee buscó algo que hubiera por la habitación que fuese lo suficientemente contundente para aplastar a alguno de aquellos soldados. Y por fortuna para ella Hydra era un malo megalomaniaco de los clásicos. Lo que quiere decir que había estatuas suyas por varias partes de la casa, en concreto le venía bien una que había en la biblioteca donde se encontraban.
Así que la estatua se "levantó sola" y decidió caerse con bastante fuerza encima de uno de los drones. El cual dejó bastante aplastado, por no hablar de la casquería que soltó al ser espachurrado cual cucaracha.

-Me cago en todo, malditos drones.

Digo mientras convierto mi brazo en una especie de látigo con múltiples cuchillas como dientes de tiburón y lo lanzo como si fuera una sola punta. Una vez clavado las cuchillas crecen y se separan entonces, de un tirón, destripo al dron.

A pesar de sus heridas, Obscure es capaz de desmontar a otro de los soldados V'Sori. La verdad es que la casquería en la biblioteca empieza a ser importante. Trozos de armadura, carne y muebles se mezclan por toda la habitación.

En un instante han pasado de ser doce drones a tres, aunque los Omegas han sufrido demasiado por ello. Roxanne y Obscure están mal heridos, en especial la joven.

Aunque eso no impide que el grupo elimine con facilidad a los que quedan. Antes de que se den cuenta la lucha ha terminado, todos los soldados aliens han caido y los antiguos villanos convertidos en héroes son los únicos que quedan en pie.

Ahora tocaba decidir cómo seguir. Un rápido examen de la sala muestra el acceso mediante un ascensor hacía los laboratorios subterranéos de Hydra. Alí es donde está el aparato que quiere Destrucción, pero también el Warlod Shavak y seguramente más soldados.

¿Qué haran a continuación?

Los Omega machacaron a los drones hasta que no quedó uno vivo. Garritas rajó, gusanito uso esos temblores, obscurito usó un látigo extraño y rusita usó una estatua para aplastar a otro más. Se refocilaron en matar matar y matar más. Eran el tipo de gente que gustaba a Templario. Todos arrasaron sin sufrir demasiado, salvo Roxanne, que era un imán para los golpes y disparos. 

Por primera vez Templario no quería que mataran a alguien. Mira que Roxanne era violenta y asesina y más de una vez le había rajado haciendo cicatriz, pero a diferencia del resto del mundo, si acababa llena de agujeros, no sentiría placer en ver como se moría. 

Joder. Me estoy ablandando. Ahora tampoco querré que el resto pierda la cabeza, ni la rusita ni el obscuro ni gusanito. Si no es ni por el sexo, es que es muy divertido hacer misiones con ellos. 

—¿Alguien sabe como vendar agujeros? Es para no manchar el suelo, que Garritas tiene una diana pintada.