Acercándose corriendo, de repente reparó en lo que acompañaba al chico. Durante un par de segundos, quedó en shock, y sólo exclamó:
-¡Un dragón! ¡Aquí! ¡Nunca esperé ver uno!
Cuando se dió cuenta de que le pedían agua, formó una burbuja de agua desde la fuente con sus poderes y la llevo hasta allí. Sin embargo, había algo que no cuadraba.
"¿Está hablando con el dragón? Esta chica esconde algo, y fuerte..."
Materializó un cuenco para depositar el agua, dejándolo cerca del chico ya lleno, y me dispuse a comprobar que era lo que ocurría...
"Entre el dragón, el chico y quizá Ireth, puedo obtener lecturas interesantes..."
(Con ésto quiero decir que uso mi facultad de percibir magia)
-Ten cuidado, Mago- le dije-. No te acerques. El dragón es peligroso -advertí señalando con la barbilla a Bellis-. Anda, cúrale, sino se estará quejando como una mujer- bromeé. Lo único que quería era estar lo más alejada posible del resto. El dragón me transmitía su fuerza, sentimientos y pensamientos, pero era algo que sólo había experimentado con mi hurón, Coco.
-¿Qué es lo que quieres de mí?- pregunté al dragón-. ¿Por qué no nos dejas ayudarlo?- señalé al muchacho que aún estaba tendido en el duro suelo.
No hace falta que me cures, ya sanará, ahora hay que preocuparse por él-Digo señalando con la barbilla al muchacho-Deberíamos darle agua y comida, si ese estúpido animal nos deja-La sangre brotaba y resbalaba de mi brazo a pesar del vendaje, pero comparada con los puñetazos, los palazos, las heridas de lanza, flechas, espada y los latigazos, eso no era nada.
Ignorando la pulla que me dirigió Ireth esperé pacientemente a que el dichoso animal nos dejara ayudar, si no siempre había una solución rápida.
Me quedo totalmente anonadado ante la escena, no se qué hacer. Ante mí hay una criatura harto extraña, y por si fuera poco parecía estarse comunicando con Ireth, era probable que aquella criatura tuviese la capacidad de emitir ondas cerebrales en determinada frecuencia, y por azares del destino solo Ireth tenía la frecuencia cerebral en esa misma frecuencia.
¡Pero hay que ayudar al caído!
Levanto las manos dando muestra de no tener intenciones violentas, además de que con mi aspecto físico es improbable que pueda hacer algo, y lentamente me acerco al chico.
-Voy a llevarlo con un médico, si lo hago se salvará.
-No, no, no, no-negué en rotundo y cogí al muchacho por los hombros-. Ni se te ocurra acercarte- advertí-. El dragón está asustado por su suerte y por la del chico-señalé con la barbilla-. Démosle un poco de tiempo para que nos permita cogerlo y así llevarlo a algún sitio- miré al dragón, pero éste ni se inmutó.
-¿Eres médico? - Pregunto a Ireth aunque sabía la respuesta - Yo no, de modo que no se si por dar unos minutos puede pasar algo de lo que luego nos podamos arrepentir.
-Te estoy diciendo que te estés quieto. Ya sabes de lo que es capaz- señalé a Bellis-. Así que, deja de molestar.
Eso si que me parece una estupidez, ¿de verdad vamos a dejar que un "mago" juegue con vida?
-No voy a permitir que haga un solo hechizo sobre una criatura viva, ni siquiera me parece correcto que lo haga con materia inerte, intolerable con una persona.
Miré a Ireth con escepticismo-Ya he dicho que no es para tanto-Miro al muchacho-Deberíamos darnos prisa, no podemos esperar mucho, entiendo que se preocupe por su amigo, pero no podemos dejarlo aquí y esperar-Me acerco al muchacho para cogerlo y miro a la lagartija agigantada-Si quieres morderme hazlo, pero así no ayudarás a tu amigo-Luego cojo al muchacho con delicadeza y pregunto- ¿Donde están esos médicos?-Pregunto mientras vigilaba al dragón
-¡Eh, eh, eh! ¡Un momento! ¿Quién ha dicho que yo voy a lanzar un hechizo sobre él?
-Tú sólo hazme caso- le rogué-. Espera a ver si el dragón nos deja acercarnos. Estate quieto-volví a insistir-. Tú tampoco hagas nada- avisé al Mago-.Por si acaso.
Dirí la mirada al muchacho y vi lo que hacía Bellis.
-Bellis, suéltalo- grité.
Sin esperar a escuchar nada más, cuando veo que Bellis decide ignorar el daño que pueda sufrir por el dragón, salgo corriendo para guiarlo hacia el doctor que conozco.
¡¡BASTA YA DE DISCUSIONES!!-Grito enfadándome de verdad por primera vez-No hay tiempo para ellas ahora-Digo mientras salgo detrás de Thane ignorando mi instinto y dándole la espalda al dragón
El dragon se acerca a Ireth quien empieza a sentir la mente de la bestia con una fuerza que casi la sobrepasa, siente el terror de la bestia la incertidumbre y sobre todo comprende unas palabras claves, dentro de la agitada mente de la bestia.
- Si lo alejais de mi morira-
-Esperad, ¡no! Tenéis que dejarlo junto al dragón. Le da vida. Parad- grité hasta dejarme la voz.
Ignoro por completo a Ireth y continuo corriendo para guiar a Bellis.
Que nos siga xD.
(master, ¿siento algo?)
-Creo que deberíais hacerla caso. Por lo poco que he encontrado sobre los dragones, tienen poderes como poco curiosos. Puedes llamarlo conexiones sinápticas a distancia si lo prefieres, Thane, pero es probable que el chico y él esten conectados.
-No os vayáis- grité ya casi sin voz y con un dolor de cabeza que presentía cómo ésta me iba a estallar de un momento a otro-. El dragón lo mantiene vivo.
-Que se venga si es que quiere que su amigo viva, porque si nos detiene quedándose aquí acabará muerto igualmente-
-No lo entendéis- negué con la cabeza-. Es el dragón el que lo mantiene con vida. Traed al muchacho aquí- dije-. ¡Deprisa!