-Sí, pero mientras tanto quiero que lo guardes tú, estará más seguro contigo.
- De acuerdo pero ya sabes que si empiezan a poder verme te quedaras sin esto- le digo dandole un beso a thane
-¿Y por qué habría de suceder eso? - Pregunto con un tono serio - No deberías darme motivos para no ayudarte.
- En realidad lo decia para ver tu cara de horror y veo que funciona-
-Supongo que disfrutas haciéndome sufrir. - Digo acompañando la frase con un suspiro.
- Si me gusta hacerte sufrir un poco si te lo pongo todo facil esto no seria divertido-
-Eres mala gente - digo sonriendo.
- Y tu un bobo que siempre cae en los mismo trucos- le digo sonrriente
-Soy animal de costumbres - explico
No se si eso lo ha dicho con segundas o no.
-Todo ser vivo complejo que sea capaz de moverse es un animal.
- pero algunos animales son mas monos que otros- digo giñandole un ojo
Sonrío.
Anabel es una buena persona... quizás incluso demasiado para mi.
-No puedo decir que me alegre de haberte encontrado allí abajo, porque de no haberlo hecho podría haber significado que nunca estuvieras allí, pero sí me alegro de que ahora mismo estés frente a mi.
Miraba con el entrecejo fruncido al lugar donde hacía un instante había estado Thane y escuchaba las frases sueltas de Anabel, sin enterarme de nada.
Me encogí de hombros y eché la vista atrás. Miré a Bellis y suspiré.
-Siempre igual- dije, mientras me dirigía hacia él.
-A ver, ¿qué es lo que te pasa?- le pregunté, mirándolo, seria.
Sin mirarla a la cara pregunté -¿Tú crees que te quiero?-
Puse los ojos en blanco.
-Al menos, eso dices siempre- comenté, mientras me sentaba en la arena y lo miraba.
-Lo sé y es lo que siento ahora mismo, pero, tengo miedo de fallarte-Murmuro evitando su mirada -No quiero basarme en palabras ¿Te he demostrado alguna vez mi amor?
-Repetidas veces, sí- sonreí, bromeando.
Borré la sonrisa de mi cara, pensando en que no era el mejor momento de hacer ese tipo de bromas y miré a Bellis, con el ceño fruncido.
-Dime, Bellis, ¿qué es lo que te pasa?
-Tengo miedo, de que cuando regresemos decida abandonarte, no quiero hacerlo, quiero estar contigo, quiero saber que te merezco, por eso debo ir a mi ciudad, me comporté como un cobarde cuando no quería ir, era por miedo, pero tengo que superarlo, solo tengo miedo de no poder hacerlo y de fallarte-Digo mientras pongo mi frente en su hombro.