Partida Rol por web

Lo siento pero no la entiendo señorita... - espera a que le digas tu nombre - creo que llegamos a un buen acuerdo Lestat y yo - dice mirando unos papeles de encima de la mesa - creo que el 20% está muy bien.

- Si, ¡esta es la tierra de las fiestas! Vamos al coche y después al apartamento, te miras la ropa de mi armario y si te gusta alguna pues te la presto para esta noche - la chica no para ni para respirar.

Van andando por el aeropuerto hasta que salen por una de las puertas, muchos taxis y coches están esperando en ella. Un chico saluda desde un coche tunning al que Marisa responde el saludo y te sigue arrastrando hacia él.

Le da un beso en la mejilla más cariñoso de lo normal - David, está es mi Kira... - dice muy eufórica.

- Hola guapa, espero que el viaje te haya ido genial - dice acercándola hacia él y propinándole un beso en la mejilla.

El coche tiene la música Break Beat a todo volumen.

Las chicas estaban rebuscando en la ropa cuando tu le dijiste si las podías ayudar, esperabas su respuesta.

-Hola, encantada, le devuelvo el beso y sigo el ritmo de la musica con el pie... Me va a gustar esto..

Espero timida a que me digan que hacer

-Viro, señor Santos- le aclaró la mujer. Ante las palabras del hombre frunció los labios ligeramente haciendo un mohín- Sí, eso tengo entendido. Pero verá, tenemos muchas espectativas puestas en el negocio que vamos a inaugurar- Juguetona Viro cogió un portaminas del cubilete que tenía al lado y lo examinó con detenimiento -Esperamos que sea todo un éxito y que haya una gran afluencia en los meses venideros..- mientras hablaba hizo girar el portaminas entre sus dedos largos y de uñas afiladas y bien cuidadas -Creo que se da cuenta que eso son muchas bebidas- miró al hombre y dejando el portaminas de nuevo en su sitio se inclinó ligeramente hacia él mostrando un poco más su escote -El 20% no es mucho más que lo que ofrecería cualquier otro centro comercial de la zona, señor Santos. Sinceramente, no creo que le interese perder esta oportunidad. Así qué, dígame, ¿qué le parece si amplía la oferta a 50%?- conluyó con voz suave y modulada mientras sonreía de manera seductora.

Le he puesto dificultad 6 por se la dificultad de base en vampiro pero si quieres subela.

Lucca mira a la dependienta seria, pero serena.

Cuando mi amiga termine. Yo me llevo esto pero prefiero esperarla, gracias.

ok, voy hacia alli. Con paso ligero me voy hacia el lugar donde antes me saludó Olga y me acerco a ella con discrecion mientras no les quito el ojo de encima a los dos tipos de los que me ha hablado Mario. Cuando llego a la altura de Olga comienzo una conversacion intrascendente siempre sin quitarles el ojo a los dos tipos. Eh como va por aqui ¿parece que hoy no hay mucho trabajo no Olga?

Me abro paso entre las chicas a empujones y sutiles codazos, algo que en este mundo se estila mucho. Ignoro sus quejas, si yo me hubiera quejado ahora sería secretaria, pero aprendí pronto a morderme la lengua y pisar a quien hiciera falta. Cuando al fin logro divisar el foco de semejante atención descubro que solo es un hombre que debe tener mucho dinero, o algo similar que despierte tanta admiración, pues su aspecto no es nada del otro mundo.

Quién es? Bueno, quienes son?

Pregunto a las chicas que me rodean, viendo que hay otro chico con una cámara de fotos.

Bueno la verdad es que a mi me gustaría que me ayudases... - dice Cris - no se muy bien qué camiseta prodría venirle bien a estos pantalones - la chica muestra los pantalones cogidos anteriormente en esa tienda - me gustaría algo no se... en azul o negro, pero dejo a tu elección - Cris tenía una amplia sonrisa en el rostro, le hacía mucha ilusión encontrar esa tienda - Lucca, menos mal que me has convencido.

Bea observó con detenimiento a las dos chicas y la amplia sonrisa de una de ellas demostró su simpatía y amabilidad asi que gracias a ese gesto fue con más agrado hacia una estantería donde en un busto de un maniquí llevaba una preciosa camiseta azul que se llevaba esta temporada. Bea cogio una escalerita y subío para poder coger la camiseta. Al terminar de quitarsela al maniquí fue en busca de las chicas.
- Esta es la última que nos queda. dice mostrandole la camiseta - ¿Qué le parece?
Bea esperó la respuesta que las chicas debían darle pero al ver su rostro se apresuró a decir: -Tenemos más modelos que no tiene porque ser esta pero desde mi punto de vista esta le quedaría a ese pantalón perfecta. Si quiere probarsela los probadores están al fondo a la derecha. Si me necesitais estoy en el mostrador. Bea se despide de las chicas con una sonrisa y vuelve al mostrador donde Alicia parecía haber terminado de hablar por teléfono.

Lucca, sin mediar palabra, se dispone a rebuscar entre las perchas justo cuando la dependienta les muestra algo. Se mantiene callada a expensas de que sea su amiga quien decida por sí sola, pero en ese momento saca a relucir otra camiseta

Bueno, esto no es azul o negro, pero combinaría también bien. Es tu decisión, Cris.

La chica mostró todas las últimas tendencias en camisetas que tenían y al final escogieron uno para cada prenda que llevaban. Después se dispusieron a pagar.

Tu le cobraste. Todos se fueron marchardo uno a uno, porque era hora de cerrar. Todas tus compañeras y tu recogisteis y os marchásteis a casa después de un largo y duro día de trabajo aguantando gente.

Por fin llegarías a casa y te darías una ducha para relajarte y después te embadurnarías de esos potingues que tanto te gustan. Te pondrías tu ropa limpia y te maquillarías, peinarías y te hecharías perfume; todo esto antes de que viniese tu novio a casa.

Tendrías de tiempo unas dos o tres horas para tu ritual.

De camino vas conversando con Alicia, que vive cerca de tu piso. Os despediís en la misma esquina que todos los días y continúas tu camino a casa.

Cris estaba abrumada por todas las cosas que había en su tienda favorita, al final no se puede decidir por ninguna de las dos, porque le parecen las dos ideales así que se queda con ambas.

Se acercan Lucca y ella al mostrador para pagar. Al marchaos de la tienda te queda un buen sabor de boca, te encanta comprar, gastar dinero en cosas para ti.

Pasáis por el precioso parque Guell, que os muestra toda su hermosura arquitectónica. Os quedáis embobadas con él. Siempre te das largos paseos por la ciudad para ver sus maravillas pero de esta nunca te cansarás.

Al llegar a casa sacas las prendas de la bolsa y las colocas en tu armario, colocas después las de Chris, mientras ella cocina hoy le toca a ella. Coméis juntas y veis la televisión. Te quedas dormida en el sofá y cuando está anocheciendo despiertas.

Es viernes por la tarde-noche y no tienes listo nada para salir. Sales corriendo a la ducha, cuando has terminado te pones tu ropa nueva y te maquillas un poco. Vas al salón donde está Cris, para decirle que ya puede comenzar ella pero tu mejor amiga tiene los apuntes sobre la mesa.

Corres hasta las cajas guardando el walki y desabrochando el botón que mantenía sujeta la Beretta Semiautomática. Miras a los extranjeros y después hablas con Olga que asustada continúa con su labor.

Los hombres se rodean y te miran de reojo, pero no se van de allí, solo se alejan prudencialmente de ti.

Algunos de los clientes miran para ver lo que está ocurriendo, es una situación que no se ve muy a menudo.

¿Por qué no te los llevas? - dice Olga un poco asustada - Creo que les he visto robando algo.

El chico de la cámara de fotos al oír tu pregunta se gira, primero te mira y después sonríe.

Un placer conocerla señorita... - dice con ademán de que continúe la chica su frase - mi nombre es Francisco J. Zabala, fotógrafo de la revista Man y aunque no sepa su nombre, si que conozco bien su rostro, es inolvidable - continúa cortes el hombre.

A Marisa se le notó un poco molesta aunque intentó disimularlo.

Se montaron en el coche, apenas podías oír tan siquiera el sonido del motor de tan fuerte que estaban los subwoofer. El camino a casa se te hizo muy corto y más a la velocidad de David, incluso con sus pequeños atascos... Marisa y tu subisteis al piso, lo normal en la cuidad, un piso de diez o doce plantas, ella estaba en la sexta, mientras David cogía las maletas y las subía por el ascensor.

El piso es acogedor y más o menos bien decorado, la suerte es que el piso pertenecía a la madre de Marisa y estaba adornado a su gusto, los pisos de esas características suelen ser antiguos y su decoración similar.

Tu amiga te enseña la casa, que termina pronto de enseñarte. Y por último tu cuarto, como iba a ser para ti te lo decoró con fotos de pianos, de ella y tuyas pero todas estaban recogidas en un tablón de corcho. La habitación tenía una cama pegada a la pared, un escritorio y un armario.

David soltó las maletas en el suelo para dejar a las chicas que se organizaran y se fue al salón para ver la televisión. Marisa dejó que te pusieras cómoda y que te instalaras, mientras ella fue a mirar posibles prendas para la gran noche del viernes.

Al Señor Santos no pudo negarse a su proposición ya que esta era muy tentadora - está bien, le daré un 50% pero que sepa que es un precio especial para unos clientes especiales - se dejó notar el tono con el que lo dijo, un tono de sutileza el cual Viro conocía muy bien.

Espero, que les vaya bien en la inauguración de su discoteca, porque sino... tendremos problemas - el Señor Santos estaba asustado por sus ganancias y sus perdidas aunque confiaba en ellos y sus contactos.