Partida Rol por web

Amén.

Tres días han pasado en Houston desde el incidente de la Mansión de los Santos que ocupó un indigno lugar en las últimas páginas de los periódicos locales sin demasiado que despertara la atención.

"Asalto a iglesia protestante"

"Banda criminal atenta contra secta religiosa"

"Grupo sectario dividido por violencia"

Eran algunos de los pocos titulares que podían leerse. Poca información. Una vivienda dañada, varios heridos, algunos muertos, y una brillante acusación de lavado de activos y estafa hacia el jefe de los Santos de los días del Juicio Final que había desembocado en un ajuste de cuentas entre criminales sobresalientes que habían funcionado de prestamistas. Desafortunadamente el líder religioso había desaparecido sin dejar rastro. No había descripción de los supuestos atacantes -para tranquilidad de los ángeles involucrados-, ni muertos vivientes, apariciones divinas, autos furiosos, ametralladoras locas o Rastafaris con hachas haciendo de las suyas.

Las heridas de Eva sanaron rápido, siendo un ángel, algo de naturaleza divina estaba imbuida en ella, o en su cascarón mortal. Aunque aún se encontraba adolorida y sin completa libertad de movimiento, no parecía alguna suerte de soldado en sus últimos momentos en una trinchera. Varias vendas cubren su algunas partes de su cuerpo, y con una muleta camina, pero las heridas se iban cerrando sin dejar cicatrices algunas. Ella fue la última llegar, sonriente.

Zadkiel y Anastacia habían llegado hacía bastante. El moreno tenía un mejor aspecto y se había comprado ropas de mejor aspecto, abstraído, pensaba en sus cosas y quizás en la posibilidad de comprar un ordenador. Anastacia estaba ataviada con su uniforme de colegiala, por las razones que fuesen, había decidido mantener su fachada de chica de colegio. Eddgar llega de tercero y saluda con una sonrisa apenas visible, poco ha cambiado, su naturaleza algo holgazana había vuelto a él después de tener que lidiar con los torrentes de adrenalina y la violencia que Novalis desaprobaría.

Y allí estaban nuevamente, al frente de la Christ Church Cathedral en un día soleado. El cielo de un azul claro y el aire respirable y tranquilizante, parecía augurar un verano más calmado. Incluso ese aura de estancamiento y calor parecía haber quedado convertido en una invisible alegría que llena todas las criaturas. El sacerdote sonríe y os señala el camino.

Camináis silenciosos hasta salir el jardín, tal y como lo pueden recordar, igual de hermoso, congelado en el tiempo y con sus sonidos cargados de naturalidad y belleza, con una fina delicadeza que parece detener el tiempo mientras a paso lento, os dirigís hacia la oficina de Ewald.

Camino pensativa hasta ver a mis compañeros, Eva esta mejor, pero me gustaría saber porque siendo que soy  de la línea de los ángeles de la salud, no pude curar a Eva, en cierto nivel quisiera saber si el Señor me ha bendecido con algún poder. Miro a los demás, y digo con una sonrisa. Buenos días, suspiro, me agrada verte mejor, le digo a Eva,  ¿listos para lo que venga?...

Es muy posible que nos regañen, pero mientras esperaba que llegaba este día, y mientras descansaba reflexione que no debo porque temer, se hizo lo correcto, y no necesariamente lo mejor.

Zadkiel divagaba entre sus pensamiento y apenas se percató de que ya estaban todos cuando su compañera Anastacia habló.

-Sí, todo lo listo que puede uno estar despues de cómo terminaron las cosas en la Mansión de los Santos. Dijo con resignación. Solo quiero terminar ya con la misión, no es que tenga nada en contra de Walton, pero las cosas no han sido fáciles en este pueblo desde que llegamos, con demonios o sin ellos, los humanos ya son bastante puñeteros de por si.

Miró al resto.

-Venga, vamos para dentro, todavía no hemos terminado y quiero que sea lo más breve posible.

Desvío mi mirada cuando oigo unos lentos y diferentes pasos tras de mi: es Eva y aquellas muletas que leva son la razón de que suene así. Sonrío al ver que ya puede moverse con más o menos normalidad y que, sin duda alguna, su cuerpo mortal saldrá de esta.

- Buenos días. - me uno a lo dicho por Anastacia con la peculiar seriedad que me caracteriza.

Espero a ponerme en la cola de la comitiva siguiendo a paso lento a la mujer dolorida para adentrarnos en el despacho de Ewald y escuchar el seguro rapapolvo que nos soltará.

No me da miedo, ni siquiera estoy nervioso pues sé que hicimos bien en dejar marchar a Ruthiel, al final no resultó ser tan mal tipo como me pareció la primera vez que le vimos.
Sé que lo más difícil ahora no es esto sino lidiar con Novalis, sobre todo después de su aparición en plena mansión y su regañina en medio de la batalla... pero estoy acostumbrado, en mi vida el llevarme broncas de mi superior es lo más rutinario que hay... aparte de dormir en cualquier parte a la mínima.

Gracias muchachos, Dorothy saldrá de esta - Digo hablando de la carcasa humana que me ha acogido en tercera persona como hemos acostumbrado a hacer- espero poder pasar el máximo tiempo posible en la tierra porque muy seguramente cuando suba ahí arriba Yves no me dejará volver a bajar en quince siglos, tengo el historial bastante negro ya, pero hicimos el encargo y desmontamos la secta, es lo que cuenta.

Levanto de la silla en la que esperaba al grupo y cojeo por delante llegando hasta la puerta de Ewald y picando educadamente esperando un - Adelante - antes de pasar, no creo que nos vaya a echar bronca ninguna, no hemos tenido bajas y ha sido todo bastante limpio, quien sabe si nos hará una recomendación ahí arriba que reste años a mi condena

En cualquiera de los casos, de mis idas y venidas a la tierra, esta ha sido la más instructiva, no me puedo quejar, no como aquella vez que aterricé en un cuerpo que estaba perdido en el desierto y en mi vagar aún con la resistencia celestial maté el cuerpo de sed y hambre..... pero esto ha sido distinto, ya controlo bien las funciones básicas aunque las haya mermado un poco debido a mi insuficiente sentido del peligro, pero todo se andará, aún le queda tiempo a la humanidad.

El despacho se mantenía intacto, pulcro e inmaculado, vuestra imagen en el espejo da un mejor aspecto que la primera vez que estuvisteis allí. Ewald se encuentra sentado en su escritorio, levanta la mirada.

-Están aquí, Adelante- dice. Porta una camisa blanca, que casi parece tener un brillo propio. No sonríe esta vez y espera a que el último entre y cierre la puerta. No ofrece asiento, sino que guarda silencio unos instantes. Un incómodo silencio que hace al menos tres días no sentíais.

Luego comenzó a hablar.

-No entiendo exactamente cuál ha sido la dificultad de entender las instrucciones que legué a ustedes la última vez que nos vimos en esta oficina...- dice mientras los mira, no frunce el ceño. -... creo recordar con bastante claridad, que continuaríais bajo mis instrucciones en el asunto de la misión 34B-5 para evitar que cometiesen los mismos errores que la célula de Alexandra, y para protegerlos a ustedes mismos, siendo novatos en la tierra. No obstante, habéis pasado por alto mi autoridad.- y justo cuando alguien parece a punto de protestar, levanta la mano derecha y lo detiene. -Ahora me dejaréis hablar a mi.-

-Y habéis hecho justamente lo que esperaba que no hicierais. Caer en medio del fortín de la secta, hasta el tope de muertos vivientes, donde casi sois aniquilados en medio de la batalla de no ser... por que habéis pedido refuerzos- y miró a Evangelia esta vez. -Eso os ha salvado el pellejo. Pero no puedo decir que esté contento.-

La tensión parece desvanecerse un poco.

-Así que el consejo de representantes celestiales de Houston se ha reunido esta mañana y hemos mirado el informe de Jeremiah, acerca de lo sucedido. Y se llegó a una conclusión. Aunque vuestra terquedad y estupidez os puso como línea de choque frente a demonios y sus siervos... eso mismo ha evitado una tragedia aún mayor. Hemos descubierto que las bedidas de esa celebración, contenían una dosis de veneno suficiente para acabar con la vida de todos los mortales de la secta- relata con frialdad. -Así que no hay crimen en vuestras acciones, ni habrá castigos o infracciones.- y sonríe levemente, como con hipocresía.

-En seguida, os leeré el sumario de la misión, de acuerdo a la evaluación de vuestros objetivos:

"Contactar con los ángeles de Houston", era el primero, y lo habéis hecho sin problema.

"Comparecer ante Alexandra a la espera de órdenes". Debido al fallecimiento de la misma, el protocolo indicaba presentarse ante mi, y lo habéis hecho.

"Dirigir los esfuerzos hacia la salvación de los humanos al interior de la Secta, sea a través de la diplomacia o de la supresión de la organización." Y lo habéis hecho, en estos días, con algunos movimientos, hemos logrado congelar las cuentas bancarias, imputar de varios crímenes a los pastores y haremos que su imagen quede manchada. Pero la secta no volverá a ser la misma. Lo habéis hecho bien.

"Destruir todo demonio, familiar o muerto viviente involucrado en la secta para manipulación de sus miembros." Solo os ha faltado la cabeza del culto, ahora fugitivo. Me temo que este objetivo no fue cumplido a cabalidad, aunque os habéis acercado bastante y con algo de ayuda.

"Minimizar al máximo las pérdidas de vidas inocentes."- dijo y guardó silencio unos instantes. -Diez muertos y más de una docena de heridos o traumas. Algunos víctimas de disparos, otros atropellados, todos inocentes. Me temo que no puedo decir que haya sido un objetivo cumplido, si hubieseis actuado con mayor cautela, se habrían podido evitar aún más muertes.-

-El resultado ha sido que vuestra misión ha sido cumplida de forma relativamente exitosa, no obstante vuestros métodos no son satisfactorios y carecen de organización y planeación. Hay algo que queráis agregar antes de que os lea las conclusiones finales del consejo?- pregunta mirándolos.

Me mantengo en silencio mientras escucho a nuestro líder hablar, y sin  siquiera pestañear espero lo que vaya a venir, en realidad, esta reacción ya la venía venir, y sí hemos logrado el objetivo, en ultimas eso es lo importante, lástima que los medios no fueron los más pulcros. Así que frente a la pregunta, de sí tengo algo que añadir, me quedo callada, no quiero dar pie a retaliaciones, ya suficiente tengo con las mías propias.

Entro y tomo asiento con mayor familiaridad, como una vieja veterana de guerra resoplo y suspiro tras sentarme y dejar la muleta a un lado apoyada en la pared descansando como si todo terminara aquí y pudiera descansar en esta silla dos semanas más

Cuando Ewald comienza su charla que empieza por sermón para pasar a elogios y finalmente terminar en misteriosa espectación trato de abrir la boca para rechistar, pero me silencia con su autoridad que debido a mis escasas fuerzas deberé respetar, si no fuera por el montón de agujeros ahora vendados dejaría escuchar mi tremenda voz, aunque ahora mismo sonaría como una armónica vieja.

Conforme repasa los objetivos desvío la mirada de él hacia el suelo mientras repaso mentalmente todo cuanto nos dice, oír que hubieron heridos por los disparos me entristece, esperaba evitar ese daño durante el tiroteo con mi revelación, pero nadie es perfecto, y yo menos...

Cuando termina para dar lugar a nuestra palabra miro a Walton, con quien coincido relativamente en que hemos sido cobayas en una jaula de experimentación, íbamos sin equipo ni información del lugar, podrían habernos facilitado algo más las cosas.... pero no deseo quedar yo como la quejica.

En realidad tratamos de pasar totalmente desapercibidos y sumisos a la organización del festival hasta averiguar algo acerca de la mansión, pero por razones que aún no conocemos algo fué mal y captaron nuestra identidad atacándonos en el acto al momento de entrar, asi que aún no sé como deberíamos haberlo hecho

Ellos estaban bien armados y esos diablos tenian buenos poderes, aquello parecía el jodido Thriller de Michael Jackson

Lo que complicó todo fué que nos descubrieran antes siquiera que nosotros reconocieramos a ninguno de ellos...

Hemos pecado de ingenuos y precavidos, pero no se me ocurre de qué otra manera hubiéramos podido entrar

Aunque sí es cierto que no íbamos preparados será un error del que aprenderemos

Sea como sea, estoy lista para oir nuestra evaluación - Lanzo una segunda mirada a Zadkiel y le doy una fuerte palmada al hombro para volverme hacia Ewald haciendo el sonido rasposo del tejido de la falda con la superficie de la silla

Al entrar en el despacho de Ewald el silencio incómodo se hace patente y decido quedarme en un segundo plano apoyándome en una de las paredes sin llegar a sentarme en ninguna de las sillas puestas para ello, no así hace Eva, fastidiada todavía noablemente, que se sienta dejando a un lado la muleta.

No pronuncio palabra alguna, ni siquiera se me oye respirar o suspirar o gruñir ante el discurso o rapapolvo que el jefe nos ofrece; sin embargo no le aparto la mirada en ningún momento, por mucho que sepa que eso puede considerarse como enfretamiento, no es así, simplemente ante él no me arrepiento de nada de lo que hice, ante Novalis las cosas serán distintas.

- Proceda, por favor. - es lo único que sale de mi boca de manera educada para conocer cuanto ante la decisión final del consejo para nuestro "trabajo" en la Tierra.

El moreno del grupo entró junto a los demás y ocupó el asiento que Eddgar dejó libre, para a continuación escuchar con detenimiento lo que Ewald les decía, dejándole hablar a causa de la educación y respeto jerarquico, pero sin poder evitar hacer alguna que otra mueca con los labios cuando algún pensamiento se le cruzaba por la mente al oir alguno de los puntos marcados por su superior.

Cuando Ewald terminó de hablar, Eva tomó la palabra y asintió con la cabeza para reafirmar sus palabras y le dirigió una mirada en respuesta al sentir el pequeño golpe en el hombro.

-Lo que dice mi compañera es cierto. Nos vimos superados por las circunstancias, y... bueno, creo que no andaré muy equivocado cuando digo que no me ha parecido que hubieran muchas esperanzas depositadas en lo que pudieramos ser capaces de hacer en esta misión, y sin embargo, hemos logrado hacerle un gran daño al enemigo. Dijo totálmente convencido. La verdad es que el tiempo se nos echó encima. Si no hubieramos actuado de la forma en la que actuamos al presentarnos en la mansión, no habriamos llegado a tiempo de evitar una catástrofe mayor, nos vimos obligados a tomar la decisión de meternos en la boca del lobo, por así decirlo, y los acontecimientos se precipitaron. No pudimos evitar las bajas derivadas de ello, y aún podrían haber sido más, por lo que aunque considero que conseguimos minimizarlas hasta lo inevitable, no negaré nuestra parte de culpa ante las lamentables pérdidas que han habido, máxime, cuando soy consciente de que alguna ha podido ser causada por mi mano en el fragor de la batalla campal, que sucedió cuando destapamos el percal.

Zadkiel miró a sus compañeros, esperando algún tipo de respuesta ante lo que acababa de decir, pero rápidamente volvió a hablar a Ewald para terminar.

-No sabemos cómo pudieron descubrirnos en la mansión cuando nos infiltramos en la misma, y aunque puede que dejáramos demasiados rastros que nos delataran, seguimos teniendo esa duda mencionada por Eva. Pero de todos modos, ya ha terminado todo, y no queda más que escuchar el veredicto final sobre nuestra misión.

Ewald guarda silencio una vez el último de los cuatro hace su intervención. En este caso Eddgar*. Y observa los papeles, como si se hubiesen desvanecido todos y estuviese él solo en su oficina ojeando informes.

-En efecto, Zadkiel, no esperaba que cumplierais la misión solos...- dice con un tono ácido -... la célula de Alexandra, con más experiencia, tiempo y recursos a su disposición fue superada por una de la trampas del enemigo, por el mismo error de vosotros, que no aprendisteis de ella nada. Que jodido desperdicio- lo dice tan serio que empieza a sentirse el descontento -no había oportunidad de que un grupo de novatos pudiese hacerlo, ni con uno o dos milagros. ¿No creeréis que llevamos siglos en la tierra luchando contra los demonios con hondas y espadas todavía? Os advertí de que estaría al frente. Tenemos soldados entrenados para lidiar con amenazas de muertos vivientes y cosas peores. Si hubieseis informado con antelación, seguro que podríais haber contado con un respaldo adecuado...- y frunce el ceño. -Pero os puede más el orgullo y me avisáis minutos antes. Deberíais agradecer que os haya salvado de la vergüenza de volver tan rápido arriba- y luego carraspea mientras su tono baja un poco.

-En cuanto al haber sido descubiertos en vuestro...- y los mira, como si suprimiera un adjetivo -...intento de infiltración. Me temo que los únicos que podrían ayudarnos o están de regreso en el infierno, o son fugitivos. Pero me atrevería a decir que entre el temperamento de Ruthiel para resolver problemas, y vuestro regreso a la capilla donde le encontrasteis, algo habéis hecho. Según el informe de Jeremiah, la policía estaba allí cuando llegasteis. Lo dejo a vosotros para pensarlo...- cierra el tema.

-Bien, sin más cuestiones a resolver. Las conclusiones generales del consejo. A pesar de vuestro marginal éxito en la misión, ninguno de los representantes de vuestros respectivos superiores consideró que habíais hecho suficientes méritos para recibir una distinción y elevar vuestros rangos. Todos hemos coincidido con absoluta mayoría de que tendréis que esforzaros mucho más.- dijo haciendo una pausa. -No obstante, vuestros servicios han sido valorados y vuestra intención ha sido buena. Así que hemos decidido otorgaros el estatus de célula activa en Houston, en reemplazo de la célula de Alexandra, a los cuatro, como un grupo. A pesar de vuestra inexperiencia, hay varios ángeles dispuestos a guiaros en el largo y arduo proceso que significa ser una célula de la jerarquía.- dice mientras los observa. -También se ha decidido asignar una cabeza, o líder para vuestras operaciones, que le otorgará el nombre a la célula. En este caso...- y pareciera que hay una inflexión dramática

-... se ha decidido que el puesto le corresponderá a Eddgar, sin posibilidad de rechazo. De acuerdo con los informes, ha sido quien más prudente se ha mostrado y ha tratado de reducir al mínimo los daños. Novalis mismo envió una recomendación, diciendo que esta responsabilidad ayudará a que madure un poco más- ahora Ewald observa a Eddgar.

-Bien señores. No tengo más que decir. A partir de hoy sois partes de la jerarquía. Podéis venir al santuario cada vez que lo necesitéis, y en cuanto todos tengáis forma de ser contactado, podéis hablar con el párroco, para dejarle vuestros datos. Por el momento, podréis seguiros recuperando de vuestras heridas, y pronto estaréis de regreso a la acción.- y cuando parece que ha terminado parece recordar algo más.

-En cuanto a Ruthiel, su escape no me deja nada contento señores. Siendo fugitivo como es, sabréis que tendréis como una de vuestras prioridades hacer que se presente ante el consejo en Houston. Nadie está de humor para lidiar con anarquistas o con rebeldes. Tenedlo en mente, y tenedlo como prioridad.- Y se levanta, mientras camina hacia la puerta y la abre.

-Disfrutad el día.- dice secamente, invitando a salir, para luego quedarse él a resolver sus propios asuntos.

Escucho  lo que nuestro superior dice y me doy cuenta de una verdad que para nadie es secreto, la burocracia celestial es peor que aquella humana, ¿acaso creía yo que íbamos a tener un reconocimiento por esta misión?... No, pero un avance se ha hecho de a poco, y aún así, el bien puede tener tantas caras como el universo desee.

Qué tenga un buen día señor. Digo tras salir por la puerta.

A veces me pregunto sí sujetos como él disfrutan su trabajo,  parece tratar con tedio todo lo que toca,  sólo espero no volverme igual que él...

Espero el mejor momento para hablar con mis compañeros, esperando el mejor momento para murmurar con prudencia.

Suspiro una vez fuera de la oficina y digo con total sinceridad. Felicitaciones por tu promoción  Eddgar, Digo de manera calmada,  no esperaba para nada que nos conformaran como grupo, pero tampoco esperaba aplausos.

Suspiro nuevamente mientras camino lejos de la oficina del Ewald.

Quiero pedirles disculpas porque es posible que me haya portado como una estúpida en toda la misión, tenía tantas ganas de triunfar que parece olvide lo más importante, que las cosas hay que pensarlas bien antes de actuar y que todo tiene su momento...

Soy un ángel complicado, lo sé, y a veces pienso sí estas hormonas humanas están alterando mi percepción, aunque qué digo, siempre he sido pasional, pero eso, al parecer  no ayuda.

Lo más importante ahora es que seguiremos siendo un equipo..

Suspiro profundamente por tercera vez, mientras fijo la mirada en la ventana, y en el jardín lateral a la iglesia.

Pienso en lo tonta que he sido y en lo mal que me siento al respecto, Guy debe pensar lo mismo, debe estar decepcionado, o simplemente debe ponerme en el lugar donde estoy, no sé qué pensar al respecto, pero ahora, con todo esto, no se sí he sido una tonta enamorada  con respecto a él, posiblemente así sea. He estado construyendo ilusiones en nubes de luz que no sostienen nada.

Tengo miedo, no sé qué pensar, no sé qué pasará, no he descubierto ninguno de mis poderes, no he podido hallarlos, se supone que como ángel de la línea de la curación, debería saber  curar...

Mi falta de sabiduría ha sido castigada... aunque espero poder corregirme.

Estoy confundida, no sé qué sucederá mañana, y no sé sí  mi misión pueda ser cumplida.

Todo es incierto.

La Célula Eddgar, digo para mis adentros tratandome de convencer, no acababa de gustarme el nombre, tal vez más tarde traspapelara cuatro cosas para cambiar el nombre por el de Brigada Celestial, si no estaba ya cogido, o alguno por el estilo tal vez, en cualquier caso no estaba mal quedarse en el cuerpo de Dorothy por un tiempo más, aunque pensé que una vez terminada la misión abandonaríamos el cuerpo para volver ahí arriba

Ahora que sabía más acerca de los demonios, y ahora que un demonio concreto y potencialmente peligroso sabía nuestras identidades, ibamos a encontrarnos en grave peligro, debíamos darle caza cuanto antes con mayor prioridad que Ruthiel, que tan solo iba a su bola, Ewald exageraba con respecto a él, al margen de los desperfectos que pudiera haber hecho y las ordenes que hubiera desobedecido, no resultaba una amenaza

Eva asintió levantandose de la silla y saliendo del despacho con paso renqueante, sin ninguna palabra cortés fruto sin duda de la rebeldía de Ruthiel que de alguna manera habia influenciado en ella, sus órdenes eran tan solo desmontar la secta y les habían encalomado trabajo extra por los propios intereses de Ewald y de la dirección de Houston, ¿Se pensaban que yo me chupaba el dedo? La servidora de Yves investigaría a fondo la jerarquía en esta ciudad, y buscaría al demonio que escapó.

Con el cuerpo de Dorothy, y la inteligencia de Evangelia, pidió un puesto de bibliotecaria en Houston, con el que poder ayudarse económicamente en la rehabilitación, de igual modo, siguió asistiendo a cada misa que se diera en la catedral, devota oradora a quien verdaderamente debía señalar su camino.

Finálmente todo había concluido. Zadkiel aceptó lo dicho por Ewald y no le dió más importancia al asunto. Era consciente de que la misión se podía haber ido al cuerno completamente, y al final lo que importaba era que habían salvado el día. A su especial manera, pero lo habían hecho, pese a la gente que murió por el camino, algo reálmente triste, pero el ángel sentía un poco de consuelo sabiendo que habían evitado una desgracia aún mayor.

Sin embargo las nuevas noticias lo descolocaron un poco cuando supo que se quedarían en la tierra. No se lo esperaba en absoluto, y mientras Ewald hablaba antes de saber eso, el ángel ya había estado pensando en la continuación de los proyectos que había dejado pendientes allá arriba y que ahora se quedarían sin terminar, o que más probablemente, se los darían a otros.

¡Maldición! Pensó. Tenía muchas esperanzas puestas en ese trabajo para mejorar la utilidad de los teléfonos inalámbricos. Ahora otro se llevará el mérito al acabar el proyecto con todo lo que yo ya tenía adelantado.

Procuró que aquello no lo descentrara de lo que ahora iba a ser su trabajo, y es que despues de todo, aquella era una buena oportunidad para lograr otro tipo de ascensos, no todos los ángeles podían decir que habían sido asignados a una célula terrenal.

Salío del despacho tratanto de mirarlo todo con optimismo y felicitó a Eddgar por su recién adquirido ascenso, aunque no se las tenía todas consigo conociéndolo como lo conocía. Un ángel con tantas pocas ganas de gastar energías en el trabajo no parecía la mejor opción para liderar una célula celestial, pero Zadkiel no era quien para decidirlo y de todas formas a él ya le iba bien, así podría centrar su tiempo en otras cosas en lugar de preocuparse por la organización del grupo en el que ahora todos estaban integrados.

Unas pocas palabras sobre el incierto futuro que les deparaba en la tierra y una despedida cerraron aquel día, antes de que Zadkiel marchara a su pensión con la intención de ser la primera cosa que cambiaría en su nueva vida laboral.

Con un poco de suerte, encontraré un sitio que no tenga cucarachas antes de que acabe el mes. Se dijo pensando en los vecinos del barrio que lo abordaron la primera vez que llegó al mismo, y no en los bichos que compartían su habitación.

Y silbando una canción, desapareció por las calles de la ciudad mientras esta continuaba su trajín diario.

A pesar de mi rostro imperturbable las noticias, tanto buenas como malas, que me escupe Ewald a la cara me sobrepasan y mis ojos se abren exageradamente mostrando mi desconcierto y, por qué no confesarlo, resignación.
Nada puedo hacer yo si ha dejado bien claro que no hay posibilidad de rechazar el puesto que ahora se me ofrece. ¿Líder de este grupo.... célula? ¿Yo? ¿Acaso Novalis no les ha avisad...?

Las últimas palabras de Ewald respecto a ese tema me dejan totalmente fuera de juego. ¿Ese maldito de Novalis ha sugerido esto? Ahhh, en buena hora le llamé en medio del fragor de esa pelea... en buena hora, sí, Eddgar eres muy listo, macho, muy listo... me digo a mí mismo desconcentrándome de la conversación. Madurar, ¿eh? Pues estamos apañados, a mi edad me va a pedir que madure... ya veremos, ya...

Respecto a lo de Ruthiel tuerzo un poco el morro, por ello y por todo lo hablado anteriormente pero, para no empezar a faltar a mis buenas costumbres, permanezco callado como un muerto, al menos como un muerto enterrado y sin probabilidad de ser revivido como todos esos... En fin, allá vamos... pienso antes de dejar de apoyar todo mi peso en la pared y dar la espalda a Ewald y su despacho para salir cuanto antes de allí... por ahora.
Y yo que pensaba que volvería arriba tras este trabajito... murmullo por lo bajo mientras cierro la puerta tras de mi y el cabreo se transforma en resignación.

Las felicitaciones del resto no tardan en llegar pero no estoy con ánimos para celebrarlo, aunque de buena gana le daría ahora algunos tragos a las botellas de vino que hay en casa de Arnold.
- Gracias. La verdad es que no esperaba nada de esto pero, bueno... supongo que al menos hemos de estar contentos porque nos hayan dejado permanecer juntos a los cuatro. - es lo único que soy capaz de decir, soy totalmente sincero al hablar pero me doy cuenta de que teniendo en cuenta mi actitud seria y pasota quizá no se lo parezca a ellos. Una pena, me cuesta sincerarme así, los sentimentalismos no son lo mío, prefiero descansar y no pensar en nada, los sentimentalismos solo sirven para llenarte la cabeza de tonterias.

- Nos veremos entonces en unos días compañeros. Si necesitáis algo tenéis mi número... o el de Arnold. - digo intentando sonreir. Una ligera brisa de viento roza mi cara y me parece oler a flores... una sensación extraña me enbarga y, por primera vez en bastante tiempo, me siento positivo respecto al futuro-: Descansad bien todos, tú Eva cuídate las heridas y procuremos llevar esto lo mejor posible. Quizá hasta le cojamos el gustillo después de un tiempo pisando tierra firme...

Tras las despedidas pertinentes me siento a esperar el autobús que me llevará a casa de Arnold. Un par de tragos a un buen vino y un buen descanso en la calentita cama del vaquero es lo primero que pienso llevar a cabo.

Hasta luego. Suspiro.

Miro al cielo al salir del lugar, pensando resignada que me tengo que quedar en la tierra y que seguramente dejare de ver a mi superior en mucho tiempo, es mejor que yo ya madure, y el cuerpo que me han prestado también, siento que ella esta triste por lo que ocurre, pero lo superaremos... ambas, lo superaremos.

Tomo mi maleta con los libros y miro el reloj. No es tarde para ir a la biblioteca, tenemos un examen..

Camino por la acera y  de repente, me doy media vuelta y veo a todos por última vez  partir por distintos rumbos..

Caminos extraños los que llevan al señor. Pienso.

Que así sea.