Partida Rol por web

Eh uhmm no nada Ana, yo tampoco le tenia demasiado aprecio al tal Ruthiel

Solo estaba preocupada por los mortales que han quedado ahí tirados en la capilla, no sabía que los mortales se desmayaran con tanta facilidad.

Vayamos a la Christ Church Cathedral, seguramente nos darán explicaciones de quién es éste tal Ruthiel y de cómo podemos ayudar, además de alguna pista que hubiera conseguido Alexandra.

Estará echando un paseo, total, puestos a llegar tarde, de perdidos al río.

Aunque, uhm.... , personalmente no creo que debíeramos, quiero decir no es necesario ir todos

Podemos re-encontrarnos a la hora de comer en el bar ése que hay ahí

Digo señalando algún bar/restaurante que pueda verse desde la entrada de la capilla, un lugar en el que probablemente el plato fuerte sean las tortitas y los perritos calientes.

Suena ñoñamente repetitivo pero creo que deberia quedarme con los mortales

No creo que cuando despierten sea prudente dejarles con la confusión del momento vivido

Tsk, quien iría a pensar que Houston era el lugar donde nos encontrábamos, oh espera, ¿no estaba en la información que recibimos antes de reencarnar?...

Ruthiel, a quien seguiré llamando mostacho por comodidad y por mas fácil de recordar, termino dejando el lugar y junto con el cierta información de utilidad, si queríamos continuar con la misión teníamos que ir a un lugar llamado "Christ Church Cathedral", no me gustaba el nombre, no me gustaba lo que había hablado sobre el papeleo, pero en fin, tal vez allí conseguiremos algo de apoyo...
 

Finalmente, luego de la partida de Mostacho (quien parecia ser el unico que le caia bien) al cual procure saludar con un simple ademán al cruzar miradas, mis compañeros comenzaron a hablar de cual seria nuestro próximo movimiento, me aleje de la pared en la cual yacía descansando y me acerque para escuchar con mayor claridad, y poner aunque sea un poco de presencia ya que no pensaba aportar mucho mas que unas palabras

- Creo que pasaras mas pena contestando preguntas y prejuicios de los mortales los cuales no todos actuaran de manera pasiva, que formulando el papeleo en la iglesia nosecuanto- Le conteste a Eva sin mirarla a los ojos, descansando ambos brazos en los bolsillos de mi pantalón y mi mirada en el fantasma de la presencia que había dejado mostacho  - Por mi parte, mi cuerpo mortal tiene familia y una vida que atender, además no quiero andar vagando y maltratando el cuerpo de este tío, como buen ángel de mi señor, solo quiero paz y evitar la mayor perdida de vidas mortales que también conlleva el cuidar de nuestro envoltorio; opino que quienes no tengan mucho que hacer vayan a presentarse y nos mantengamos comunicados de alguna manera, los humanos no necesitan de una intervencion divina para levantarse e irse a sus casas- Termine volviendo la mirada a mis compañeros en las ultimas dos frases.

Los miro pensando unos momentos en la situación. Todos tal vez tendrían familia en sus envases. Me volvía a preguntar por que yo había sido la única joven.

-Tal vez debería ir yo sola... Soy la que menos responsabilidades tiene seguramente...-

Reviso en mi bolsa a ver si tengo algún dato de Constance para darles mi dirección o teléfono para que me puedan encontrar.

-Y que vas a hacer bro? vivir de la caridad hasta que te tenga que robar? acaso ere' idiota... ere' un traido', eso es lo que ere' tu!- sonaba lo voz electrónica, lejana y esa sensación de tener algo frío cerca a tu oído. Un teléfono, hablabas por teléfono. -Tu sabe' lo que te pasará si muestra' tu culo po'aca no?- y aunque parecía una amenaza, tenías una sensación de que aquella voz era familiar. Muy familiar.

-El seño' Freddie, el seño' me sacará de esta...- era tu propia voz, aunque sonaba diferente, tenía una acentuación curiosa. -Dios tiene un plan para todos nosotro', incluso para tí, deberías salir de allá... yo te lo digo, debes entregarle tu vida a él- había convicción en tus palabras, una seguridad difícil de ignorar. Te sentiste aliviado, aliviado por lo que decías.

-T'as vuelto tarao Wal? A ti que te pasa? no se a que viene tu locura bro, pero debe' cuidarte, cuidate la espalda viejo, yo no puedo estar ahí, consíguete un buen guardespalda, tu me entiende'...- dijo la voz del otro lado.

-El señor es mi pastor, nada me faltará...- respondiste... fue entonces cuando la recordaste, difusamente quizás, una plaza grande, un jardín enorme, rodeado de árboles, al mejor estilo de aquellas abadías pequeñas que recordabas haber visto en libros. Estabas cruzando la calle, la veías desde lejos, a la distancia, pero... pero sabías como llegar, lo sentías. Allí estaba la iglesia.

No ha pasado casi tiempo, tus compañeros no han notado el tiempo que hayas podido pasar recordando, pero puede ser que no haya sido nada. No obstante, ahora sabías algo más y tenías cierta mayor cercanía con ese cuerpo, el cuerpo de Walton Moore.

-Madre, no se porque eres tan creyente...- una voz que se te hacía extrañamente familiar -... a veces pienso que eres fanática...- era un voz de un hombre joven, pero de inmediato despertó afecto hacia él.

-Pero que dices Jonathan! por el Amor de Dios, retira esas ofensivas palabras!- parecía verdaderamente escandalizada esa voz... que era la tuya propia! eras tu hablando, aunque no exactamente tu... era Dorothy.

-Mamá...- se quejó el muchacho, con un mohín de disgusto. -...de verdad no tengo muchos ánimos.-

-Esta bien hijo, si no quieres acompañarme, eres libre de ir a casa, yo puedo asistir sola a misa- sabías que algo gracioso iba a suceder, sentías una euforía y una alegría.

-... Te acompaño Madre- dijo el joven tomándote de gancho.

Caminaron pasando la calle, llegando justamente hasta un pequeño parquecito bien cuidado, con una fuente, árboles rodeándolo, mientras música angelical y tan armoniosa, allí estaba, al mejor estilo de una abadía o quizás un convento, de ladrillo, tan bella, un oasis en medio de la ciudad. La Iglesia. La reconociste en seguida y sonreíste...

No había pasado casi tiempo, de hecho, el recuerdo era como si hubiese estado siempre ahí, nadie de los que te rodeaban pareció percatarse de ello, solo tu oíste esas voces, sentiste esos sonidos y esas emociones.

Zadkiel se llevó la mano a la cabeza tras señalar con el dedo y la zarandeó confuso, como despejándose la vista, luego recuperó la compostura y girándose habló a sus compañeros.

-Yo no tengo ningún problema en ir. Si el informe que me entregaron y lo que se hasta el momento es cierto, Walton no tiene nadie importante a quien rendir cuentas... pensó un momento y continuo hablando A no ser que haya alguien dentro de esa secta que lo domine completamente. Creo que a este moreno se señaló el pecho sonriendo para referirse a si mismo se le fue la olla con las drogas y lo abandonó todo por la causa.

Miró a la dirección que había señalado anteriormente, escrudiñando con los ojos entrecerrados la calle y añadió:

-Si, estoy completamente seguro de donde está esa iglesia, así que decidámonos. Yo voy para allí, quiero saber si nos pueden decir algo más sobre lo sucedido antes de nuestra llegada, podría servirnos para no cometer los mismos errores Alexandra y Ruthiel. ¿Quien más va a venir?

Tendré que andarme con pies de plomo, el aviso de Ruthiel era muy serio y es mejor que no llame la atención sobre mi persona para no despertar antipatías raciales.

Los humanos no necesitaban una intervención divina para levantarse e irse a sus casas...

Era un buen argumento para largarme sin remordimiento... sin embargo quizá podríamos sacar algo de ellos....

Suspiro sonoramente resignandome a la mayoria

Encantada "Walton", me llamo Dorothy

Al fin y al cabo, un ángel fué creado sólo para obedecer

Sin más motivo sonrío a Zadkiel a modo de aprobación y espero las presentaciones para después bajar las escaleras del portal para comenzar a andar por la calle hacia la iglesia

No tengo ninguna prisa y voy deteniendome en todos los escaparates con tal de encontrar algo de mi agrado, éste vestido resultaba algo incómodo para moverme

Habia algo que no me terminaba de cuadrar... si la misa la hacíamos en la iglésia a la que íbamos

¿qué hacíamos exactamente en ésa capilla de la secta?

Recorro el camino exacto, otrora vez andado hacia la iglesia

Anya observo a Eva ir y venir. Se preguntaba quienes iban a ir a la iglesia y al parecer solo uno de ellos no iría.

-El nombre de esta chica es Constance...un gusto...-

Les dijo mientras aguardo unos momentos.

-Entonces al parecer nosotros 3 iremos a la iglesia esa...-

Les dijo tranquila.

Esta bien, La familia de mi envoltorio debe estar preocupada, y no quiero causarle problemas, veré si puedo comunicarme e inventar alguna excusa con la cual ganar tiempo para lo nuestro, no veo muy recomendable que nos separemos estando la situación tan jodida - Dije buscando en mis bolsillos algún objeto con el cual poder identificar o encontrar una manera con la cual comunicarme con la familia de Arnold

Llamenme por mi nombre, Eddgar, no me parece cómodo cambiarme el nombre- Volví a decir sin dirigirme a nadie en especial, presentándome de una buena vez, y encontrando un papel lleno de teléfonos, en el cual busque alguno que pueda servirme para mi propósito.

Por cierto, ¿ninguno tiene hora? - Termine preguntando mientras buscaba los teléfonos. Mientras mas tarde, mas difícil iba a ser el inventar una excusa.
 

-Yo no, pero si caminamos un poco por la calle, no creo que tardemos en encontrar a alguien que nos lo indique. Respondió Zadkiel a Eddgar Y ahora, será mejor que nos pongamos en marcha.

Zadkiel comenzó a caminar rumbo a la iglesía deteniéndose un momento para ver si los demás lo seguían y adecuando el paso al de los demás.

Espero que al menos allí a donde vamos, tengan algo más que decirnos que Ruthiel, no se por donde quieren que comencemos a trabajar si no nos dan la información pertinente. Pensó para si mismo, luego se dio cuenta de que no conocía nada de sus compañeros.

-Y... ¿Quien os ha enviado a vosotros? Preguntó, más para iniciar una conversación con la que entretenerse por el camino, que para otra cosa.

Camino acompañando a Zadkiel.

-A mi me ha enviado Guy...-

Le digo tranquila.

“Aunque todavía no se por que...”

Me pregunto a mi misma.

Las calles de Houston, en esa parte, parecen fragmentos de un pueblo cosidos en medio de las edificaciones propias de una ciudad, azotadas bajo un inclemente sol que refleja un amarillo profundo y unas calles algo polvosas, llenas de residencias y casas. Pasan algunas cuadras antes de que un teléfono público aparezca a la vista de todos, casi ninguna tienda, una panadería con un encargado serio y silencioso, un par de transeúntes despreocupados más allá, y pocos autos. El camino a la Iglesia sería algo largo, podrían coger un autobús (y por supuesto, solo dos saben como ubicarse en este momento), o seguir a pie, atravesando la ciudad.

Los cuatro ángeles en cuerpos humanos inician su presentación, ha sido un comienzo algo tumultuoso, pero al menos no ha sido peor... solo queda el misterio de Zadkiel y su consejo.

Los alrededores son residenciales, casas de un piso, tejados azotados por el sol y descoloridos por el mismo, cortinas cerradas, y calma absoluta.

Rebusco en mi bolso, a ver si la chica tiene algo de dinero.

-Yo no puedo orientarme muy bien, si alguno puede sera mejor. Deberíamos ver de tomar el autobús, así perderemos menos tiempo...-

Les digo mientras continuo buscando a ver si hay algo.

Caminando bajo el inclemente sol, Zadkiel miraba  a uno y otro lado de la calle mientras caminaba con sus compañeros hacia la iglesia, tenía el presentimiento de que el consejo de Ruthiel no había sido en vano y de que más le valía tener la sensatez de hacer caso a sus palabras. Preguntó y habló, interesándose por los que iban a ser sus compañeros en ese trabajito y lo hizo sin dejar de pensar en las palabras de Ruthiel y lo catastróficas que habían sonado.

Desde luego que, la cosa debe de estar bastante mal para que esos agentes hayan fracasado tan estrepitosamente, espero que no nos encontremos con ninguna sorepresa desagradable y que este sea un trabajo rutinario a pesar de su peligrosidad. Es lo que pensaba intentando tranquilizarse.

Zadkiel se detuvo frente a la cabina de teléfonos, algo cascada, antigua y maltratada por el uso y el tiempo, la cabina se erguía orgullosa en medio de la calle, enfrentándose con su solida construcción a los maltratadores que la pintarrajearían a menudo, como así demostraban las firmas en graffiti y rimas obscenas que la adornaban.

Señalando con el pulgar habló a Eddgar:

-Aquí tienes un teléfono con el que avisar a la gente del dueño de ese cuerpo. Luego habló a Anastacia Yo no tengo ningún problema en ir en autobús, tengo algo de dinero para pagar el viaje, pero no se si correrá mucha prisa despues de lo que nos ha dicho Ruthiel. De todas formas, me da lo mismo ir a pie que en autobús, aunque estaría bien caminar para familiarizarnos con la ciudad.

Volvió a mirar al entorno que les rodeaba con curiosidad.

Algo me dice que no tardaremos en tener los primeros problemas. Pensó.

Parece que Zadkiel también desea familiarizarse con su cuerpo recorriendo la ciudad

No sé si en su caso es una decisión acertada.... yo de tí iria en bus.... ¡ Pienso !

Me río sonoramente por un chiste no creado que nadie pudo escuchar

Y tarareando en la cabeza alguna inventada y distorsionada melodía, echo a caminar por las calles hacia la iglesia

Ven Constance, conozco el camino... hay una fueeeeente.... con aaaarboleees

Eva parece algo poseída al evocar ésa imagen mientras caminaba por la acera, practicamente suya a la falta de transeúntes

- Muy bien - Dije acompañando con un ademán, contestando a Zadkiel quien me indicaba la cabina de teléfono que evidentemente ya había observado - Disculpen unos segundos.

Deje a mis compañeros y entre a la cabina de teléfono, comenzando a buscar en mi bolsillo la billetera o algunas monedas sueltas con las cuales comenzar la llamada - Mmmmm veamos, el teléfono de la familia de Arnold... - Quitando también el papel para guiarme con los números, comencé a marcar el teléfono y a esperar que atendieran.... - Me pregunto que decir, que dios me guié que mejor sera improvisar y hablar al natural...