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Un pasaje hacia la libertad

Epílogo

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15/12/2021, 16:20
Narrador

Tiempo después, cuando el sistema eléctrico cayó a causa del ataque, el campo de las celdas se disipo. El grupo de manera dubitativa, salió al pasillo y observó. Durante unos instantes aguardaron en silencio, esperando oír algún sonido, pero tan solo el silencio les respondió.

Con el corazón en un puño, los antiguos refugiados caminaron por el complejo del Intercambio, el cual presentaba su estructura agujereada y agrietada en los lugares de impacto. Además, algunas llamas solitarias consumían de manera lenta y constante el mobiliario que podía arder.

Minutos después, cuando el grupo logró salir del complejo, encontraron la luna de Nar Shadda en un estado peor del que esperaban. Multitud de cuerpos yacían por el suelo, enterrados algunos por los escombros, mientras que otros eran llorados por sus seres queridos. No solo había caído el Intercambio, sino que muchos de los refugiados habían perecido durante el ataque.

Mientras observaban aquella destrucción, una nave jamás vista, de proporciones colosales entró en la atmosfera artificial de la luna de los contrabandistas. A pesar de que esta descendió de manera lenta y sus motores de impulsión estaban funcionando prácticamente al mínimo, sentían como el aire de su alrededor se movía con gran rapidez, provocando que sus caballeros danzaran al viento.  

Poco después de que esta nave, similar a una concha de caracol marino, tocó tierra, las tropas que albergaba, comenzaron a desplegarse. De manera ordenada y aterradora, unos seres humanoides de complexión fuerte y ancha, comenzaron a movilizarse por la luna, cubriendo en apenas unos instantes varias calles. A golpe de blaster, estas criaturas nunca vistas, comenzaron a reunir y encadenar a los supervivientes.

Como era de esperar, el turno de los héroes, o villanos según se mirara, no tardo en llegar. Amenazados por los cañones de unas armas extravagantes e inusuales, les obligaron a arrodillarse, para entonces ser esposados; sin embargo, una voz familiar resonó a escasos metros.

Ellos no—dijo Koth Melan mientras se acercaba a largas zancadas—. Ellos han hecho todo esto posible. Soltadles.

Con un gruñido de aceptación, quitaron las sujeciones de los antiguos refugiados y les ayudaron a levantarse con cierta brusquedad. Fue entonces cuando el astuto bothan se acercó y las estrecho las manos con una sonrisa en sus labios.

Lo hemos logrado, el Intercambio ha caído— dijo finalmente—. Gracias a esto el Sol Negro cumplió con su objetivo, sacar a los Evocii de las alcantarillas a las que fueron exiliados por los hutts.

» Ahora ellos y sus secuaces serán esclavizados, siendo testigo del poder de los yuuzhan vong a lo largo de la galaxia—añadió con voz queda.

Ark, Txus y Larah se observaron entonces. De manera inconsciente habían colaborado con la liberación de una especie, pero también habían creado las bases de una conquista galáctica por una nueva raza, la cual ardía con sed de guerra a causa de la supervivencia de su especie. Habían condenado sin saberlo a la galaxia entera.

Ahora eran libres, pero ¿a que precio?

Notas de juego

Fin de la partida: Un pasaje hacia la libertad