Partida Rol por web

Un réquiem por Hoyt

Collins regresa a casa

Cargando editor
02/03/2013, 11:09
Director

De nuevo en casa.
Tras meses de viajes alrededor del mundo en busca de aventuras, regresas a Arkham, al hogar. Poco ha cambiado desde que te marchaste. Los mismos rostros, las mismas tiendas. Incluso dirías que aquel coche estaba aparcado en el mismo sitio cuando te fuiste. Sólo ha cambiado una cosa. Te acercas a la calle Boston, al despacho de Marlowe. Preguntas por él a la portera, con la esperanza de tomar una cerveza y preguntarle por su experiencia con los monos gigantes del Canadá. Tienes un par de observaciones mordaces que hacerle al respecto, pero nada, no se sabe nada de él. Heisenberg tampoco ha vuelto. Te gustaría saber qué ha sido de su vida después de todo este tiempo.
Compras un cruasán recién hecho y te encaminas hacia tu piso. Tienes el buzón a rebosar de papeles. Cartas, publicidad, ofertas de trabajo. Te has hecho un nombre dentro del mundo del periodismo y de aquellos que necesitan compañeros para viajes que muchos rehusarían. Suspiras, acabas de volver y parece que el universo no está por la labor de dejarte en paz.

Cargando editor
02/03/2013, 13:48
John Collins

Collins dio un buen mordisco al cruasán antes de recoger todas las cartas del buzón y encaminarse a su puerta. Una vez dentro, y tras haber deshecho las maletas y colocado todo en su lugar, se sentó tranquilamente a revisar la correspondencia. 

Quizá allí hubiera algo interesante, pero lo dudaba horrores. Seguramente la mitad serían imbéciles como su anterior jefe en el periódico, y la otra mitad encargos mal pagados.

-En fin... Veamos que depara el futuro.

Cargando editor
02/03/2013, 14:16
Director

Colocas el montón de cartas, publicidad y postales en la mesa y empiezas a leer con supina paciencia. La primera cosa que te llama la atención es una serie de notificaciones del ayuntamiento fechadas en octubre:

10 de octubre

A la atención del ciudadano John Collins:

Ha sido denunciado por aparcar su vehículo DCL1221 en zona restringida. Se ha avisado a la grúa. Debe retirar su turismo del depósito municipal de vehículos antes de cinco días, a partir de la fecha indicada en esta notificación.

15 de octubre

A la atención del ciudadano John Collins:

Si no retira su turismo DCL1221 del depósito de vehículos municipal antes de tres días contando a partir de la fecha de esta notificación procederemos a su destrucción.

20 de octubre

A la atención del ciudadano John Collins:

Su turismo DCL1221 ha sido reducido a un cubo. Tiene cinco días hábiles para recoger su cubo, caso contrario tendrá que pagar la multa que determine el juez del distrito.

1 de noviembre

A la atención del ciudadano John Collins:

Su cubo ha sido refundido para ser utilizado en la creación del monumento a Lincoln que será emplazado en la escuela primaria de Springfield. Debe pagar una multa de 30 dólares.

Eso hace que el cruasán se te indigeste. Te parece oír fuera, en las escaleras, que alguien muy gordo y pesado sube de forma apresurada.

Notas de juego

XDDDDDDDDD

Collins, porfa, escribe en primera persona con presente de indicativo, es la única manía que tengo como máster. Sería algo así: Doy un buen mordisco al cruasán. Me siento tranquilamente...

Cargando editor
02/03/2013, 15:07
John Collins

-¿¡Pero qué demonios? ¿¡Qué significa ésto? ¡Se van a enterar en el ayuntamiento, mi coche estaba perfectamente aparcado cuando me fui...

Acto seguido me dirigí a recoger mi abrigo, mi cartera y salí por la puerta para dirigirme al ayuntamiento, con las cartas en la mano. 

Notas de juego

Lo intentaré, pero estoy acostumbrado a lo contrario. 

Cargando editor
02/03/2013, 15:29
Director

Al abrir la puerta te topas con algo que hace resentir la cordura. Es una mujer enorme de unos sesenta y cinco años. Tiene el pelo grisáceo y despoblado, ahora recogido en un improvisado moño. Viste una roñosa bata azul que apesta a vieja chocha, quizá perteneciese a su bisabuela y no haya sido lavada desde entonces. Tampoco está demasiado claro si sus zapatillas vulcanizadas pertenecen a este siglo o al pasado. Se trata de la señora Forrester, del primero derecha, que estaba a punto de tocar a la puerta.

La señora Forrester es el terror del edificio. Inconformista y maleducada, siempre ha sido la voz cantante en todas las decisiones de la comunidad. El resto de vecinos ha tomado la resolución de seguirle la corriente y escabullirse cuando se topan con ella. Nunca se sabe si está alegre o disgustada porque siempre habla a gritos. Esta vez parece que no hay lugar a dudas:

—COOOOOLLIIIIIIIIIINS. ¿DÓNDE DEMONIOS HA ESTADO? HE SUBIDO UN MONTÓN DE VECES PARA TRAERLE EL RECIBO DE LA COMUNIDAD. HEMOS TENIDO QUE CONTRATAR A UNA NUEVA MUCHACHA PARA QUE LIMPIE LA ESCALERA. TAMBIÉN TUVIMOS QUE LLAMAR AL FONTANERO PORQUE REVENTÓ UNA DE LAS CAÑERÍAS DEL EDIFICIO. ESTABAN TODAS OXIDADAS. ¿SABE QUIÉN DEBERÍA HABER REVISADO ESO? SÍ USTED. ¿SABE QUE ES EL PRESIDENTE DE LA COMUNIDAD? CIELO SANTO, DESAPARECER Y DEJARLE TODO EL TRABAJO A UNA POBRE VIUDA COMO YO. SI YO NO ESTUVIERA AQUÍ, ¿QUÉ SERÍA DE LOS VECINOS? LA SEÑORA JOHNSON ESTÁ QUE TRINA CON USTEEED.

No tenías ni idea de que hubieras sido designado presidente de la comunidad. Has estado demasiado tiempo fuera y ocupándote de asuntos de mayor interés que esas menudencias. Quizá ahora que has ganado bastante dinero con tus viajes sea un buen momento para mudarse a una zona de mayor categoría.

Notas de juego

Lee el texto imaginando la voz de la señora Wolowitz.

Cargando editor
02/03/2013, 16:03
John Collins

"Oh Dios... No tengo tiempo para ésto. Debí haberme ido con Marlowe, estaría loco, pero al menos me libraría de éstas cosas..." pienso amargamente, mientras recibía la charla de la señora Forrester.

-Disculpe, señora Forrester, pero ahora mismo tengo un poco de prisa. Ha habido un gran error en el Ayuntamiento, y parece ser que me ha costado el coche. Ahora, si me disculpa...

Cargando editor
02/03/2013, 16:05
Director

—EL ÚNICO ERROR QUE HAY AQUÍ ES QUE NO HA HECHO SUS DEBERES. DEBE INGRESAR SU PARTE EN ESTA CUENTA —señala con un dedazo basto y enorme el papel que lleva en la mano. Se aparta con reticencia al ver que quieres pasar. Su movimiento recuerda al de un tractor intentando maniobrar.

Cargando editor
02/03/2013, 16:53
John Collins

-Sí, sí... Traiga aquí, pasaré por el banco y arreglaré ésto también-digo, mientras cojo el papel e intento pasar, no sin antes cerrar la puerta con llave.

"A saber lo que haría la muy arpía si encontrara la puerta abierta..." pienso. Me dirijo a las escaleras, mientras echo un ojo por encima a aquel papel. 

Cargando editor
02/03/2013, 17:07
Director

Al ver el papel contemplas cómo la señora Forrester ha ido organizando la comunidad. Parece que ha ahorrado en todo. La nueva señora de la limpieza es una mexicana a la que se le paga un dólar a la semana por ir dos veces a dejar la escalera como los chorros. Los productos de limpieza también son los más cutres y baratos. Las cañerías han sido parcheadas por el fontanero más barato de Arkham, ni siquiera se ha tenido la decencia de cambiar el tubo estropeado. Tu nombre aparece resaltado en rojo, parece que varias veces y con bastante mala uva, parte del papel está rasgado. En total tienes que pagar diez dólares. ¡Por diez cochinos dólares esa bruja casi te arranca la cabeza!

Llegas a la escalera. Los peldaños están algo resbaladizos, lo notaste cuando subiste la primera vez. Ya no tienes duda de a qué se debe.

Cargando editor
02/03/2013, 17:29
John Collins

"No has reparado en gastos, ¿eh, vieja bruja? Maldita sea... Y con éstos escalones así, seguro que llego al fondo de la escalera más rápido de lo que me gustaría... Me pregunto si ése tal Izacoa, o como se diga, podría librarme de todo ésto..." pienso malhumorado, mientras desciendo las escaleras. 

Me encamino hacia el ayuntamiento.

-Y allí seguramente me sepultarán en toneladas de papeles... Maldita sea...

Cargando editor
02/03/2013, 17:35
Director

Mientras recorres Arkham, vas mirando sus antiguas calles . No dejan de estar repletas de viejas historias, algunas que deberían permanecer en el olvido por el bien de la cordura de sus habitantes. El ayuntamiento está en la avenida Peabody. Se trata de un enorme edificio construido en el siglo XVIII, sufragado sobre todo gracias a los beneficios de la industria textil. Burocracia central.

Al acceder al edificio, te topas con un largo mostrador donde un hombre y tres mujeres atienden al público. Los funcionarios tienen el aspecto propio de personas dedicadas a una vida de acción vertiginosa. No te hacen demasiado caso. Tienes la sensación de que el hombre hace crucigramas mientras las otras cotorrean acerca de la última película de Rodolfo Valentino.

Cargando editor
03/03/2013, 03:38
John Collins

-Maldita sea, lo que ustedes han hecho ha sido destrozar mi coche. Y lo han hecho sin motivo. Cuando me fui de viaje, el coche estaba perfectamente. Y resulta que vuelvo, y me encuentro con que ha sido destrozado y ahora forma parte de una maldita estatua. No tengo nada contra el señor Lincoln, pero ése coche era mío. ¿Me quiere alguien explicar que demonios ha ocurrido?

Cargando editor
03/03/2013, 22:15
Director

Las señoras que hacen apología del señor Valentino detienen la cháchara, frustradas porque parece que alguien viene dispuesto a fastidiar el día. El tipo del crucigrama te mira y se ajusta las gafas con el dedo corazón. Es bastante miope y ha estado forzando bastante la vista, así que entrecierra los ojos para enfocar tu figura. Mientras las señoras miran con curiosidad pasajera, el hombre se dirige a ti:

—¿Coche? ¿Quién es usted? Supongo que se le mandaría una notificación explicándole lo que fuera pertinente.

Una de las señoras parece recordar.

—Ah, sí, yo sé quién es. Es John Collins, una tal Forrester estuvo viniendo un tiempo para preguntar de forma insistente por si había noticias de su fallecimiento. Decía no sé qué de problemas en su edificio o algo así. Parece ser que aparcó en zona que luego se consideró restringida. El agente Lawrence intentó ponerse en contacto con usted varias veces. Se retiró su vehículo al depósito y se esperó un tiempo. La señora Forrester dijo que se había... marchado hace meses con... un hombre —esa forma de alargar la frase te hace sospechar acerca de qué barbaridades habrá dicho de ti la bruja del primero—. Como no había manera de contactar con usted y el espacio del depósito es reducido, pusimos en marcha los mecanismos que dispone la ley en esos casos. Lamentamos su pérdida, pero el lugar donde había aparcado es dominio público. Si mal no recuerdo, tiene una multa pendiente. Si quiere satisfacerla, podremos dar por zanjado este asunto.

Parece ser que nadie tuvo la sencilla idea de apartar tu coche unos metros. El hombre del crucigrama vuelve a lo suyo.

Cargando editor
03/03/2013, 23:01
John Collins

-¿Es siquiera legal cambiar el tipo de zona dónde un coche está aparcado? ¡Claro que no pudieron contactar conmigo! Ha estado de viaje en Canadá, fotografiando los paisajes del norte y sus criaturas... ¿Cómo me iban a hacer llegar las cartas? ¿Con una maldita ardilla?

Y aquello ya era excesivo... Además de haber perdido su coche, tenía que pagar una multa...

-En fin, supongo que me he quedado sin coche. Y por si fuera poco, acabo de llegar y todo son gastos y facturas pendientes... ¿Cuanto debo abonar por la condenada multa?

Cargando editor
04/03/2013, 00:00
Director

La mujer retrocede y se pone a buscar en un archivador. Al rato regresa, preparando un recibo de forma cansina.

—Son treinta dólares. Teniendo en cuenta su caso, evitaremos cobrarle el recargo por retraso en el pago.

Golpea el papel con el sello de forma escandalosa.

Cargando editor
04/03/2013, 03:27
John Collins

-Treinta dólares... No me va a salir precisamente barato, desde luego... En fin...-rebusco en mi ropa hasta dar con mi cartera, y saco de ella los billetes necesarios-tome los treinta dólares...

Cargando editor
04/03/2013, 09:19
Director

La mujer, con experta habilidad, termina de sellar los papeles. Te entrega el recibo y guarda tu dinero, has saldado tu deuda con la sociedad. Desde luego no dejas de pensar en la señora Forrester. Qué despotricaría acerca de ti y hasta qué punto lo que dijo tuvo que ver con la desaparición de tu coche. Recuerdas la vieja cafetera de su difunto marido y dónde la aparca. Se te ocurren muchas ideas de venganza.

Los funcionarios vuelven a su atareada actividad. El señor Valentino sigue siendo el tema principal de conversación. El señor Thomas parece que ha resuelto de forma satisfactoria su crucigrama. Lo celebra inclinando levemente la silla hacia atrás y entrelazando las manos en un histriónico desperezamiento. Antes de salir escuchar un sonoro golpe, parece que la silla ha perdido el equilibrio.

Con todo, sales del ayuntamiento. Tienes que decidir adónde dirigirte.

Cargando editor
04/03/2013, 10:54
John Collins

"Supongo que el siguiente paso es el banco, debo pagar la factura de ésta maldita arpía..." pienso, mientras me dirijo hacia allí.

"Quizá luego me pase por la ferretería a comprar algún objeto punzante con el que pinchar las ruedas de ése trasto que tiene por coche, a modo de... "compensación"... Sí, éso estaría bien..."

Cargando editor
04/03/2013, 14:19
Director

Tu paso por el banco de Arkham resulta como poco exasperante. Un señor forma una cola inmensa durante cuarenta minutos mientras discute con el cajero por un dinero que se le ha bloqueado. Cuando al fin se marcha, todavía tienes que esperar treinta minutos para pagar. El cajero te conoce. Todos los cajeros te conocen. Eres el famoso señor Collins, una tal Forrester armó una buena intentando que transfiriesen de tu cuenta privada los dichosos diez dólares. Incluso llegó a decir que habías fallecido para convencerles.

Empiezas a pensar que pinchar las ruedas de su maldito coche no va a ser suficiente.

Cargando editor
04/03/2013, 14:55
John Collins

"Maldita señora Forrester... ¿Qué habré hecho para merecer éste calvario?" pienso, mientras abono los 10 dólares de rigor. Salgo del banco, y a continuación me encamino a casa.

-Por mucho que me gustara vengarme de ésa arpía, al final sólo me iba a traer más problemas... Lo mejor será relajarse.