Partida Rol por web

—Si quiere me quedo con usted, mi experiencia médica puede ser de ayuda a la hora de entender determinada terminología. No dudo de sus extensos conocimientos, pero cada uno es especialista en su campo.

- Sí, quédense ustedes buscando pruebas, que yo ya quiero pasar a la acción. El archivo se me ha atragantado y mejor que me releve alguien.

Empuñando la pala me dirijo hacia las puertas blindadas.

-Alto, alto... ¿Están pensando en abrir las puertas blindadas que yo creo? ¿Las que parecían tener algo al otro lado? No sé que tendrán encerrado ahí dentro, pero no creo que sea buena idea abrir. 

—Según el mapa, dentro habrá otras salas, puede que los aullidos provengan de una de las salas interiores, por lo que podemos investigar el resto. Y si al comenzar a abrir observamos que hay algún bicho suelto podemos cerrar, no?

- Sea lo que sea lo que haya al otro lado de esas puertas, es mejor comprobar si es peligroso o no. En caso de que sea peligroso estará mejor muerto. - afirmo empuñando mi revólver.

- Me parece bien que Steiffen y Marlowe se queden recopilando información. Olmer, Palance, usted - digo señalando a Collins - y yo continuaremos. ¿De verdad le dan miedo unos ruidos tras una puerta? ¿Y si es una grabación para asustar a los pacientes? En el peor de los casos tendrán una bestia encerrada, seguramente encadenada... y caerá ante un arma de fuego como todo hijo de vecino. - afirmo con convicción.

-¿Conoce algo que sea capaz de soportar más de cinco disparos de rifle y matar a un par de personas? Yo sí lo conocí, en Groenlandia... De manos de salvajes que no decían cosas demasiado distintas de las que nos han repetido el "señor" Marston y su circo de deformes. Si yo tengo razón, y ruego a Dios por no tenerla, créame cuando le digo que un arma de fuego no bastará para tumbar a lo que sea que haya. 

- ¿Cinco disparos? Me parece algo exagerado pero si dice que lo vio le creo... - confirmo a Collins. - De todas formas no hay nada en este mundo capaz de soportar un único tiro bien dado... entre ceja y ceja... - añado. - O al menos eso creo. - muchas veces se ha disparado una decena de veces a un elefante... los disparos en el cuerpo no le matan a menos que sean demasiados, pero un sólo disparo bien dado puede acabar con una criatura tan grande. Eso lo sé seguro.

Me meso lentamente el mentón y me rasco un poco la barba de tres días. - Aún así... es muy poco probable que una criatura similar se encuentre aquí... ¿no? Sería muy mala suerte toparse con dos criaturas así en su vida... -

-¿Y si no tiene cejas entre las que apuntar, señor Kellemport? ¿Y si no se parece a nada que haya visto? Y sí, sería muy mala suerte... Pero lo que dicen los habitantes de la colina, el testimonio del amigo del cazador muerto, el sueño del padre Hoyt... Si uno con una línea todos ésos puntos, no dibujan nada bueno. O tenemos un caso de histeria colectiva a gran escala, que incluso ha trastocado los sueños de nuestro contratista... O hay algo muy oscuro en éste lugar. 

Me encojo de hombros... en parte me parece cómico lo que dice Collins y mi mente racional se niega a creerlo, pero algo en su rostro, en sus gestos, me dice que el temor que le posee es algo racional, algo que ya ha vivido... aunque mi mente me diga que no puede ser.

- Si no tiene cejas o es algo que no hayamos visto nunca... ustedes corran y yo cerraré las puertas. Si me coge olvídense de mí... después de todo yo sólo les retrasaría... - digo haciendo referencia a mi cojera.

- Pero creo que no nos vendría mal saber qué tienen guardado ahí... aunque sea un monstruo criado para asustar a los internos... - quizá sea algo similar al sabueso de los Baskerville pero me abstengo de comentarlo.

Contraviniendo la sensatez de Collins, dejáis a Steiffen y a Marlowe en el archivo trabajando con la documentación de Freygan y os dirigís hacia la puerta blindada que encierra los sonidos que Kellemport escuchó. Ahora no hay nada que se pueda oír, sólo silencio, incluso los locos de arriba parecen callados. Vuestras respiraciones suenan pesadas. Olmer introduce una de las llaves maestras en la cerradura con cuidado de no hacer ruido. Encaja perfectamente.

Según el mapa hay cuatro habitaciones por explorar.

Apresto mi revólver del calibre 45 en la mano derecha mientras con la izquierda saco una linterna y la sitúo junto a mi arma. Sólo como medida preventiva, por si no funcionara el alumbrado en esa zona del edificio.

En cuanto Olmer abre las puertas apunto y avanzo despacio el primero. Mis ojos tratan de recorrer rapidamente el perímetro en busca de peligros o algo fuera de lo común. Al menos sé que hay una criatura ahí cerca que nos acecha, o eso o es una broma macabra de mal gusto. En cualquier caso, si hay algo ahí que esté acechando no pienso permitir que ataque a mis compañeros. Soy un objetivo más grande y sirvo mejor como distracción, sea lo que sea lo que haya allí.

- Avancemos. - digo susurrando.

Las luces están apagadas, tanto en el pasillo que hay tras la puerta blindada como en las habitaciones. Tenéis tres opciones: encender el interruptor, usar una linterna o ir a tientas. La puerta que habéis abierto ha hecho un ruido metálico de bisagra al abrirse.

Voy tras Kellemport hasta llegar a la puerta metálica, una vez allí dejo la pala apoyada en el exterior y saco mi revólver del 45, compruebo que está cargado y avanzo por el pasillo en segundo lugar. La puerta metálica queda abierta a nuestras espaldas e ilumina el corredor ayudando a la linterna que porta Kellemport. No se oyen ni nuestros alientos pero aún así intento escuchar algo.

Prescindís de encender la luz del corredor. Ayudándoos de la linterna y de la luz que entra por la puerta que da al pasillo, entráis en la primera habitación que está a vuestra izquierda, tiene un cartel en el que se puede leer claramente B12.

Es un saloncito con muebles bastante formales. Está limpio y ordenado. Hay una pila con los números de los últimos diez años del JAMA (Journal of the American Medical Association) y del Harper´s Magazine encima de una de las mesas.

Avanzo también, con la escopeta lista y cargada, esperando que lo que sea que haya aquí dentro no acabe con nosotros. Lo cierto es que el primer hallazgo me sorprende, no esperaría ver algo así tras una puerta blindada. 

"Quizás es una especie de refugio blindado..." pienso, mientras avanzo para revisar la estancia. 

Mientras estáis dentro de la habitación, sientes que en la habitación de al lado hay movimiento. Pasos, de alguien que camina con zapatillas de estar por casa.

Levanto la mano y hago un gesto de silencio al resto de mis compañeros llevándome el dedo índice a la boca. Con señas les indico la habitación* contigua y me vuelvo a llevar una mano a la oreja y luego vuelvo a señalar esa habitación.

Entonces procuro caminar todo lo sigiloso que puedo y, esperando a que sigan conmigo, avanzo hacia la entrada de la habitación donde he escuchado los pasos.

Tras repasar bien la habitación llegas a la conclusión de que se podría sacar un pico por la colección completa de revistas. Más allá de eso, la habitación no deja de ser un lugar de descanso y reposo sin importancia.

Según se acerca Kellemport hacia la habitación de donde provenía lo que ha escuchado, se enciende la luz. De ella sale Charity Ballow, la secretaria de Freygan. Tiene el pelo revuelto y lleva una bata que oculta su cuerpo presumiblemente desnudo. Os mira muy seria a la par que sorprendida.

—¿Qué hacen aquí?