Partida Rol por web

-Voy.- dijo sin demasiado interés por respirar más de cerca el corrompido aire que ya empezaba a llegar a su nariz y eso que estaba en el exterior.

-Es extraño ¿verdad?.- dijo llevandose la mano a la nariz

- ¿Cuando recibiste la invitación?.- preguntó a Willfred

- Esta misma mañana... y según la fecha había sido escrita ayer mismo... y a no ser que su estancia en Centroeuropa le haya cambiado mucho, Jonh no era dado a las bromas macabras.- susurro, aún a pesar de que parece que solo nosotros y una puntual cucaracha ocupamos la vivienda.

Lanzo una mirada en derredor en busca de alguna vela o candil que nos permita observar mejor el panorama, mientras rebusco en mis bolsillos por si tengo algo co que encenderlo.

-Pero.. eso es imposible. ¿Como iba a invitarte a cenar a su casa si es palpable que lleva una buena temporada sin estar por aquí?.-dijo encojiendose de hombros mientras esperada a que Willfred encendiera aquel candil

O al menos no limpia demasiado afirma Lester mientras a tientas se dirige hacia la puerta de entrada, donde encuentra un cabo de una vela, así como yesca y pedernal. Instantes después una tenue llama ilumina la desangelante y casi vacía estancia.

¿JOHN? vuelve a preguntar sin que nadie respondaa su llamada. Se aproxima a la escalera, cuya madera cruje al recibir el peso del impresor.

La crujiente escalera gira hacia el piso superior y termina en una puerta de madera entreabierta, algo astillada y vieja.

El mal olor, aquí es mas fuerte, y se une a un penetrante hedor a sebo y a alcohol. Vuestros ojos se van acostumbrando poco a poco a la casi impenetrable oscuridad, solo rasgada ligeramente por los primeros rayos de la brillante luna llena que se cuelan entre las contraventanas pero por el momento son tan débiles que no conseguís distinguir absolutamente nada del interior.

Lester se apresura a abrir del todo la puerta. Y casi ahoga un gemido de sorpresa cuando eleva la mortecina luz de la vela para iluminar mejor la estancia, pues lo primero que llama la atención es un par de piernas. Según eleváis la vista véis el infortunado cadáver de John Croft colgando de una viga de madera en el techo, que cruje bajo su peso.

Su cuerpo está abotargado y su lengua, oscura e hinchada, asoma de sus labios entreabiertos y sus ojos parecen haber salido de las órbitas. Sus piernas cuelgan lánguidamente a escasos 15 cm. del suelo, muy cerca de un taburete volcado unos pocos centímetros mas allá.

La habitación es un completo desastre. Un camastro completamente deshecho ocupa un rincón, y a su lado unas escudillas de madera con una pierna de cordero asada, ya podrida y a medio consumir, así como media hogaza de pan. Un cuchillo, con unas manchas parduzcas, está también en el plato.

Numerosas botellas llenan por completo el suelo. Algunas de ellas tienen velas en su cuello, y se encuentran rodeando, haciendo un círculo dejando en su centro el cadáver del infortunado John.

La habitación está llena de papeles en el suelo, plagadas de hojas con una caligrafía muy apretada, así como un par de libros.
Un montón de mugrientas ropas se encuentra en un rincón.

La chimenea está también apagada, y no parece haber sido usada desde hace horas.

Sobre la chimenea hay un extraño símbolo vagamente espiraloide trazado con pintura amarilla, cuyos restos parecen haberse resbalado y escurren por la pared y llegan hasta el suelo.

Master ya he vuelto de mi viaje.

- ¡Por el amor de Cristo!.- exclama el escoces en voz alta al tiempo que se santigua apresuradamente.- Jonh, Jonh amigo ¿Como es posible?.- el actor pierde el animo totalmente ante la presencia ominosa del cadaver de su amigo y rodea nerviosamente la figura, elevando de vez en cuando las manos como si estuviese dispuesto a bajarlo, para volver a bajarlas apenas a medio camino, como si fuese incapaz de decidir que hacer. Su ya de por si claro rostro está pálido, destacando claramente entre sus cobrizas quedejas. Lanza una mirada desamparada a sus compañeros, sin saber que hacer, y retorna a su inutil deambular en torno del cadaver, realizando una y otra vez el gesto de ponerlo en el suelo sin llegar a terminarlo nunca

- Te ayudaré Willfred. Busquemos un cuchillo.- dijo Pethwick mientras que buscaba algo cortante en el desordenado suelo. Quizás entre todo aquel desbarajuste encontraría algo, con una botella rota bastaría si fuera necesario.

Colocó un taburete al lado del cuerpo del difunto Croft que se balanceaba debil y macabramente, haciendo un terrible esfuerzo por no mirar directamente aquel rostro terriblemente desfigurado.

-Cogelo por las piernas y levantalo un poco.- le dijo a Willfred mientras él se subía para cortar la cuerda que había ahogado al pobre hombre

Miro el cadáver balanceándose bajo la biga y mi primera acción es mirar para otro lado y taparme la boca con mi pañuelo y poder así reprimir la arcada que surge desde mi interior, mi rostro ha adquirido el color de la porcelana y mis piernas parece que no van a poder aguantar el peso de mi cuerpo.

De mi boca surgen las palabras disculpadme un momento ,mientras precipitadamente busco algo de aire fresco.

Las palabras de Pethwick le resultan como una tabla de madera en un ar tempestuoso a un naufrago. Con algo que hacer parecia que la conmoción por la situación del cadaver de su amigo podia pasar a un segundo plano. Aún así mientras tomaba con delicadeza las piernas inertes y las elevaba de poco en poco, no dejaba de murmurar oraciones y maldiciones en el mismo grado, con un marcado acento que sus compañeros pensaban que habia perdido hacia tiempo. Cuando colocó el cuerpo en la posición más adecuada para descolgarlo levantó la vista como un niño perdido, sin saber demasiado bien que hacer

Pethwick corta hábilmente la delgada y resistente cuerda y seguidamente todo el peso muerto de la envoltura corporal de John Ford cae sobre los brazos de Willfred, quién consigue aguantar el peso del desagradable y frio cuerpo.

Instantes después el cuerpo de John Ford está tendido en el suelo y con su lengua colgando de la comisura de sus labios, mientras parece lanzaros una última mirada con sus desorbitados ojos, mezcla de burla, dolor, agonía y terror.

Tras saborear algo de aire fresco y algo mas repuesto de la impresión de encontrarnos al bueno de John Ford en esas circunstancias, vuelvo hasta el lugar en donde han acaecido los hechos.

¿Creéis que se ha suicidado o ha sido un asesinato encubierto por un suicidio?.

Examino el cadáver y la escena, por si encuentro algo sospechoso, a parte de el símbolo pintado.

Ya te describí todo lo que hay en la habitación. Y eso es lo que encuentras, exactamente lo mismo tras tu segunda inspección visual y superficial. Si algo de lo que aparece en la estancia a Torna110 le parece sospechoso, lo mismo le parecerá a Mr. Salisbury, ¿no?

El actor observaba el cadaver de su amigo, abotargado, purpura, un remendo obsceno de lo que fue. las palabras del editor me arrancan de la fascinada y horrorizada contemplación de Jonh Ford.

- No lo sé, cuando se marchó de Londrés fue en circnstancias poco favorables....pero no creo que nadie le buscase por lo que paso...y suicidarse ¿Jonh?...no sé...creo que no... creo que...- mi mirada se dirigió a un punto de la pared, justo detrás de Lester, que se encuentra frente a la chimenea. El simbolo llama poderosamente mi atención y tuerzo la cabeza como un pajaro adormecido.- ¿Qué diantre es eso de la pared?

Busco un papel en blanco y yn carboncillo o algo para poder dibujar, cuando lo tenga, copio el simbolo en ese papel para poder llevarnos ese simbolo con nosotros.

Lester recoge un viejo tizón carbonizado de la chimenea, y en un papel de los muchos que abarrotan el rincón de esta estancia, copia el mismo con una exactitud milimétrica fruto de la práctica en el trabajo con los planos y diseños que le ha otorgado su profesión. El papel donde lo ha copiado es la parte posterior de un texto manuscrito que milagrosamente se encontraba parcialmente en blanco.

Mientras Willfred piensa y repiensa en los posibles enemigos de John, sin encontrar ninguna explicación: no tenía enemigos conocidos. Era un tanto tendente a los bruscos cambios de humor, pero tampoco se le conocían tendencias suicidas, ni siquiera tras la muerte de su amado Marlowe.

Lester frunce el ceño. El olor a muerte invade todo en la estancia, y no es nada agradable. Mira el colgante cuerpo y emite una mueca de desagrado. Seguidamente se vuelve hacia el escocés y le dice:
Willfred, amigo, aquí no podemos hacer mucho más. Salgamos de aquí y avisemos para que retiren el cadáver no sea que la peste encuentre en este ambiente un lugar propicio para extender sus negras y mortíferas alas. Todavía con el papel en la mano, lo muestra a los otros dos compañeros y añade.
He copiado fielmente la pintada de la pared y en una hoja con algo escrito: el manuscrito de lo que parece una obra de teatro. Puede ser muy interesante y si es buena, su publicación será un homenaje póstumo a su literario talento. Llevémosla con nosotros, o cuando vengan os monjes a desinfectar todo esto, quizás les de por quemarlo Y no podré sacar unos cuantos chelines por una publicación, quizás.

Comienza a recoger las hojas del suelo con rapidez. Mira al resto. Quizás esperaba algo de ayuda en esta tarea, pero su amigo acaba de morir y no parecen tener mucha motivación para todo lo que no sea gemir como plañideras y lamentarse de lo efímero de la vida y lo ingrato del mundo.

Creo que sera mejor avisar a alguien.
Dicho esto cojo las hojas dispersadas por el suelo y la que tiene el simbolo y los guardo.
Creo que deberiamos leer esto mas tarde.