Partida Rol por web

— Por supuesto que no he sido yo. Me han tendido una trampa... aún no sé por qué, pero lo descubriré. —respondí.— Si tienes sospechas necesito que las compartas conmigo. Nadie sabe si volverá a matar, y tenemos que estar preparados.

¿Coincidirían los nombres dados por Roja y por Gretel? De ser así la situación mucho más que facilitarse se habría complicado, aunque por otro lado al menos tendría algo contra lo que tener cuidado. Por otra parte me ayudaría a descubrir si el conejo quería embaucarme o realmente sus palabras eran ciertas.

- Me decepcionas... ¿Eso es lo único que te preocupa? que vuelva a matar y te haga pupa... Roja se sentó en uno de los sillones de manera poco femenina, o sí, pero como el que está en su casa y se acomoda tranquilamente sabiendo que está solo y se puede poner como quiera. Pensaba que querrías venganza por cómo ha muerto tu querida Bella, al final va a ser verdad que no la amabas tanto...

Ahora mismo no me parece tan inocente... pensó la joven.

Aprovecho para olfatearle bien, quedarme con su olor me ayudará a que no me confunda cuando haya más gente y esté él presente.

La venganza era lo que menos me importaba en aquel momento, pero el comentario sobre mi amor hacia Bella me enfureció. Mis garras se clavaron en la tapicería de la silla en la que tenía la mano apoyada. No me daba cuenta, pero seguir rompiendo el mobiliario del castillo no iba a ayudarme.

— Hablaremos de venganza cuando tenga al asesino en mis manos. Ahora quiero concentrar mis esfuerzos en encontrarle, no en pensar qué le haré. —hice una pequeña pausa para sacar mis zarpas de la silla, y me senté en ella.— ¿Y bien? ¿Has venido aquí a ayudarme a encontrar al asesino o a provocarme?

- Me gusta comprobar que tenía razón dijo la joven muy sonriente. Primero a comprobar si eras tú el asesino, respondió después la joven mientras se movía satisfecha en su asiento, después a buscar ayuda, y ¿qué mejor manera que ofreciéndola?

Príncipe Azul se apoyó en el marco de la puerta y se masajeó las sienes, claramente agotado.

Vamos, chico, tú puedes.

Llamó a la puerta con firmeza golpeando los nudillos contra la madera, irguiéndose para quedar en pose Real Machote Que Te Cagas al abrirse ésta.

De nuevo alguien llamó a la puerta. "¿Quién será esta vez?", me pregunté algo molesto. No me gustan las interrupciones, y menos si estoy tratando algo importante.

Puesto que estaba más cerca de la puerta que Roja me levanté y me acerqué a la puerta. — ¿Quién es? —pregunté antes de abrir la puerta.

Roja se levantó instintivamente y se puso en guardia, estaba a punto de hablar de algo importante y ahora la interrumpían... Espero que no sea alguna de las niñas buscando emociones o me la cargo!!!!!!!!

-El Príncipe-dijo con voz clara y autoritaria mientras en su fuero interno se preguntaba si tendría que acabar pasando la mano por debajo de la jodida puerta.

Aquella tardanza en abrir la puerta empezaba a impacientarte, pero tu nerviosismo aumentó al ver cómo un numeroso grupo de invitados empezaba a dirigirse al dormitorio de invitados. Primero fue Cenicienta quien, saliendo de vuestros aposentos se cruzó junto a la puerta de la improvisada cámara mortuoria de Bella con el capitán de la guardia y Peter Pan, que salían de ella para dirigirse a la sala de invitados. Un poco después, Pepito Grillo y Pinocho volvían a entrar donde se encontraba tu novia. Al parecer, el consejero real estaba haciendo bien su trabajo. Casi al mismo tiempo, tu tío Midas y Blancanieves se dirigieron hacia el mismo lugar, y, por último, la espadachina que crees recordar que se llamaba Gretel se dirige hacia el mismo lugar. 

¿Qué demonios estaría haciendo toda aquella gente junto al cadáver de Bella? ¿Se trata de una reunión de simples curiosos o alguien habrá hallado alguna prueba comprometedora? 

La situación comenzaba a inquietarte y Bestia seguía sin abrir la maldita puerta...

— Eh... claro, pasa. —le dije a la vez que abría la puerta.— ¿Necesitas algo?

- Hola cielo, dijo Roja con su mejor y sensual sonrisa, ¿me echabas de menos y has venido en mi busca? Espero que no sea que a Cenicienta le ha pasado algo. Le resultaba muy extraño que el Príncipe se apartara de ella, y qué diablos hacía viniendo a buscar a Bestia.

Esto mejoraba por momentos... aquí estaba... el cambiaformas... Le olfateó de nuevo, tenía que saberlo sin ninguna duda... era un buen momento para sonsacarle cosas, aunque no sabría si podría hacerlo o simplemente le pegaría un tiro sin más... apretó su pierna contra el arma... aquel hombre la ponía furiosa... no solo su olor y su condición, sino además su forma humana la volvía loca y eso la rabiaba aún más... ¿Cómo pudo la tonta de mi prima encontrar semejante especímen?

El olor que despide el Príncipe me pone muy nerviosa, no sé muy bien lo que hago....

El Príncipe enarcó una perfecta ceja delineada con los labios convertidos en una línea dura. El trajín arriba y abajo de invitados y la aparente reunión que estaban haciendo en la "sala mortuoria" antes conocida como dormitorio de invitados le estaba enardeciendo la sangre y tardaría poco en perder el control.

-Se requiere tu presencia en los dormitorios de invitados, Bestia-dijo en un tono que desde luego no sonaba a sugerencia y no daba opción a ser desobedecida-estamos intentando aclarar unos puntos y necesitamos que contestes a algunas preguntas sobre la vida de Bella-lanzó una mirada a Caperucita- vos quedaos, necesito tener una charla tranquila, Caperucita.

Entró en la salita del té apartándose de la entrada para que Bestia pudiera salir.

-Podréis retomar vuestra conversación... o lo que quiera que estuviérais haciendo más tarde.

-¡NO! dijo la joven moviéndose ágil y rápidamente y cerrando la puerta antes de que cualquiera de los dos pudiera moverse o salir.

- Antes tenemos que hablar... los tres... está bien... hubiera preferido a solas querido Príncipe, pero no me dejas opción... ¿Qué es lo que quieres de mi prima (refiriéndose a Cenicienta)? dijo mostrándose seria e implacable, no iba a dejar que ahora se marcharan ambos y se quedase como una idiota esperando su oportunidad. Era ésta.... Ahora o nunca...