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Una boda de cuento

El desenlace

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17/12/2012, 00:50
Director

Y Bella salió del palacio acompañada de su leal príncipe y de Hansel, que, ahora convertido en un leal no-muerto, ya no recordaba que a punto había estado de haber hecho volar por los aires el palacio del príncipe azul con el explosivo plástico que llevaba en su mochila. El cuerpo de Gretel había cumplido su misión como receptáculo de su espíritu. Le había permitido pasar desapercibida y llegado el momento invocar el poder de la reina negra. 

Los años que siguieron, el reino de fantasía conoció el dolor y la corrupción regido por su nueva gobernante. Oleadas de demonios acudieron a la llamada de la bruja oscura para corromper a las almas y a los cuerpos, y un poderoso clan de vampiros, liderado por Blancanieves y el Capitán Garfio, un servidor mucho más leal que Peter Pan, acabaron sembrando el caos por doquier.

El rey Midas pronto descubrió que el vial que Garfio le había ofrecido era un fraude, así que tuvo que ver pasar sus días condenado a aquella horrible maldición y rejuvenecido regularmente por la sangre de su ama. 

Nadie volvió a saber nada de Pinocho, el cazavampiros, aunque se rumorea que los ejércitos de Bella lo capturaron en un bosque y lo torturaron hasta la muerte por negarse a hablar.

Cenicienta acabó sus días dentro de un espejo viendo cómo el bonito palacio con el que había soñado era tomado por los secuaces de Bella y lo que otrora había sido un elegante vestíbulo acababa convertido en una sentina de orines y vómitos.

Su príncipe amado, el leal Gato con Botas, su querida prima, la cazadora de lobos, todos ellos habían perecido y por aquel entonces se retorcían de dolor y de espanto en el averno.

Pero bueno, Cenicienta tampoco era una santita, que digamos. La boda no había sido más que una patraña para divertirse jugando con los invitados, a los que había convocado a través de la telepatía, y que contemplaran el poder de la reina negra en su apogeo. Ella había sido la que había ordenado a su esclavo el Príncipe Azul que acabara con Bella convertido en un licántropo y la que había pisoteado a Pepito Grillo sin compasión. Cierto que tras la fachada juiciosa de Pepito se escondía un hábil manipulador que pretendía arruinar la boda para que, una vez muerto el príncipe sin descendencia, el trono pasase a manos del consejo real.

Alicia desoyó los consejos de Magdalena, su personalidad malvada, para conquistar el poder de la reina negra, y prefirió seguir siéndole leal a Hansel. El precio de su bondad fue una muerte atroz de manos de Blancanieves. Y el conejo blanco pasó una temporada en el infierno sirviendo a sus señores antes de volver al mundo de los vivos a sembrar la confusión y el desorden.

 

-FIN-