Partida Rol por web

Un breve destello es lo único que te hace falta para detectar a un enemigo apostado en uno de los parteluces de la torre izquierda del edificio, un par de pisos sobre la posición de Cole. Está a media altura, y se trata de un Marine del Caos de oscura armadura armado con un bólter que parece que acaba de tomar posiciones. Sin embargo, todo sucede tan rápido que no te da tiempo a avisar, aunque al menos eres consciente de su presencia.

Nuestra avanzadilla aparece al poco tiempo de terminar con los mastines demoniacos, no venían solos. En su acción para evitar la victoria de nuestros enemigos habían robado uno de los objetos que estos querían y estaba claro que los enemigos del Emperador querían recuperarlo. En principio de entre la niebla que empezaba a cubrir el paisaje llegaron unas cuantas balas volando seguidas de un traidor al Trono Dorado, de seguido un grupo de no nacidos ya habían decidido que su objetivo sería el Hermano Cole. Un leve destello, una luz que no estaba y que aparece de la nada, se recorta una figura en las alturas de una de las columnas.

- Atentos, un enemigo en la torre izquierda.

-Localizado y fijado, Bibliotecario.-anuncia Trebek por el comunicador del casco. Acto seguido se fija que por detrás del hermano Cole, aparecen tres Desangradores de Khorne:-Cole, te persiguen los Desangradores. Apártate!-le grito por el comunicador. 

En ese momento salgo de mi cobertura y con el bolter pesado en ristre y abro fuego sobre los desangradores, con la esperanza de abatirles o al menos que dejen de perseguir a Cole.

Quizá pequé de imprudente al no calcular las ansias de revancha que tendría el caos de cobrarse venganza por la jugada de ahí dentro, pero todo riesgo estaba calculado. Bueno, todo no, casi todo. Que Trebek saliera de su cobertura para llamar la strnción sobre su persona en detrimento de la mía, no era algo que hubiera supuesto que haría ninguno de mis hermanos. Aunque le agradeceré el gesto, una vez hayamos abatido a los enemigos del trono dorado. Pero no es necesario, no podemos comprometer la misión por el infortunio al servicio del Emperador. 

Levanto la mano, para señalarle que vuelva a su posición cubierta y me dispongo para aguantar la prinera carga. Aguantarla a la manera de los marines de asalto. Hacer fútil su ataque y hacerles recorrer una distancia que pueda significar su muerte. Por lo tanto, descargaré mi bolter hasta que estén lo suficientemente cerca, con lo que me teleportaré a la posición en la que estaba antes de salir a campo abierto. Cubierto con el lateral de la catedral.*

No hay tiempo para planear nada, hay que actuar cuanto antes...y lo mejor que puedo hacer desde mi posición es neutralizar cuanto antes al tipo del arma más grande. Suerte de mi teleportador, quizá no se espere un ataque repentino desde mi posición. Espada némesis en ristre, me lanzo a la carga.

Además, si distraigo al resto eso dará oportunidad a los míos de acribillarlos al descubierto. Y a las malas, puedo huir del lugar en un destello.

Siento al Emperador de mi lado.

A pesar de haber creído divisar una silueta en el tejado, la amenaza de los Desangradores sobre el hermano Cole los convertía en un objetivo prioritario.

- ¡Por el Emperador!

Gritó el tecnomarine mientras descargaba una salva de proyectiles desde su cobertura sobre los demonios de Khorne.

Con el aviso a mis compañeros esperaba que alguno de ellos pudiese abatir al herético marine encaramado a la torre, antes de que empezase a barrer nuestra posición con su bolter. Ahora lo principal que yo veía era terminar con los desangradores. Con un giro me posiciono para disparara contra estos no nacidos salidos de la abandonada catedral.

- Su luz llevamos aun a los lugares mas oscuros.

 Los proyectiles bolter surcan el aire hacia mis enemigos pero sin llegar a dar en el blanco, debería hacer que me revisaran los visores de mi casco una vez regresáramos de esta misión.

Orden de iniciativas:
Leinad: 11, Trebek: 11, Zorael: 11, Cole: 10, Marine del Caos: 10, Desangrador 1: 10, Iron Havok*: 9, Desangrador 3: 9, Korvin: 7, Desangrador 2: 7, Wolfram: 5

Turno 1

Las balas rápidamente comienzan a llover por el campo de batalla, con más o menos acierto. Ni la fortuna, ni el Emperador, guían los proyectiles de Leinad, Trebek y Zorael, cuyos disparos se pierden en el fragor del combate mientras el trío de Desangradores avanzan hacia Cole rugiendo llenos de furia sangrienta. Sin embargo, éste último, sabiendo que tiene las de ganar gracias a su sistema de teletransporte personal, mantiene la compostura pese a que la presencia del trío de demonios le inquieta por dentro. Le inquieta tanto como al resto, pues aunque no conocéis el miedo, las presencias demoniacas os generan ciertos sentimientos de intranquilidad.

Accionando el disparador de su bólter storm, Cole no sólo tiene éxito en el disparo, sino que acaba rápidamente con uno de los enemigos que le tienen enfilado, el cual se convierte rápidamente en polvo. la criatura demoniaca no deja tras de sí nada que no sean partículas grisáceas similares a la ceniza.

De pronto, ruge un disparo desde la torre izquierda. Se trata de un Marine del Caos al que Trebek y Zorael habían visto con antelación, pero que el resto sólo habíais percibido cuando el bibliotecario os lo había señalado. Su disparo va directo hacia Wolfram. Sea por mala suerte o casualidad, lo cierto es que el Marine del Caos con el cañón automático también lo descarga en dirección al tecnomarine, al que gracias a sus esfuerzos por mejorar las defensas de su cobertura quizá den menos impactos...

Llegándole el turno a los desangradores que aún corren hacia Cole, ambos se quedan con cara de circunstancia cuando, tras un haz de luz brillante, el Astartes ha desaparecido de su capo de visión. Les cuesta poco más de un segundo advertir su presencia al amparo de la torre izquierda de la basílica.

Korvin, por su parte, en cuanto tiene ocasión sale de su cobertura espada némesis en mano, y se abalanza sobre el Marine del Caos del portón. La hoja del arma, brillante y electrificada por su poder psíquico, golpea con dureza el casco del traidor que se resquebraja, y el caótico se revuelve cuando nota como su cuerpo se convulsiona ante el golpe psíquico del Astartes. 

Finalmente, Wolfram dispara sobre los desangradores, pero, aunque acierta e impacta en varias ocasiones, el demonio ha conseguido esquivar parte de los proyectiles y continúa con vida, aunque con un par de agujeros bien marcados tanto en su fibroso y rojizo cuerpo, como en su cornuda cabeza. Sin embargo, pese a los daños sufridos, y que casi le falta media cabeza, el Desangrador de Khorne continúa con vida, en tanto que relame con su larguísima lengua la sangre que le resbala por su destrozado cráneo.

Cegado por el odio, intentando quitarle de encima a Cole esos chuchos infernales, el tecnomarine comenzó a recibir disparos de dos trayectorias diferentes. Había intentado parapetarse tras el muro que les servía de cobertura, pero la marea de proyectiles que le cubrieron acabaron por desbordarla.

Gracias al desconcierto de los Desangradores a causa de que Cole ya no se encontraba allí, Trebek aprovechó para volver a soltar una andanada de disparos sobre ellos, con la esperanza de eliminar-los.

Como en cualquier batalla el plan solo había funcionado hasta el momento en que voló el primer proyectil de bolter, Ahora teníamos que mantener el empuje y así terminar con los herejes. Los demonios estaban en campo abierto mientras que los marines herejes habían tomado posiciones para disparar a placer, Corvin viendo esto había cargado contra el que portaba un cañón automático.

- El apostata de la torre es mio. Encargaros del resto.

Concentro mi poder pensando en el fuego donde se consumían las almas alejadas de la luz del Emperador, soltando esta energía contra la cúspide de la torre donde uno de nuestros enemigos se resguardaba. Acompaño esta acción con un disparo hacia nuestro enemigo.

No puedo despistarme y mirar como va el resto de la batalla, pero mis sentidos me dicen que uno de los demonios ha caído. Con suerte acabaran con el resto mientras yo hago lo propio con el traidor. No hay nada que odie más que a los marines traidores. A fin de cuentas, los demonios son encarnaciones y expresiones del mal. De la disformidad. Deben ser erradicados pero son lo que son. En cambio los marines...ellos lo han elegido.

Acabaré con él.

La cara de circunstancia que se les queda a los desangradores es suficiente como para que haya valido la pena dedicarles la atención necesaria como para llevarme a uno de ellos por delante antes de dejarles ahí pasmados. Si no llevase casco se me vería sonreír. Desde mi posición de ventaja sólo queda acabar con lo que hemos empezado y buscar otro objetivo. Pero el no ver al tecnohereje aquí... Me intranquiliza. Aunqie le haya quitado algo de las manos no estoy seguro de que sea lo que estamos buscando.

Apunto a los desangradores y vuelvo a soltar una ráfaga. Si por un casual soy objetivo de alguien, me volveré a teleportar, esta vez hacia arriba, a ese segundo piso de la catedral.

Según parecía, los hermanos decidieron acertadamente repartir su potencia de fuego entre los diferentes objetivos. El hermano Cole había dejado a los Desangradores en medio de la nada, asi que tratandose de un disparo tan efectivo, decidió que serían el próximo objetivo de su salva de bolter.

Viendo que los Desangradores de Khorne iban a ser un buen blanco para sus compañeros, el apotecario dispara sobre la torre de la basílica con idea de herir al traidor allí apostado.
 

Orden de iniciativas:
Leinad: 11, Trebek: 11, Zorael: 11, Cole: 10, Marine del Caos: 10, Desangrador 1: 10, Iron Havok*: 9 (herido), Desangrador 3: 9, Korvin: 7, Desangrador 2: 7 (herido), Wolfram: 5

Turno 2

En tanto que todos los proyectiles de Leinad impactaban contra la rocosa pared de la torre izquierda, haciendo que polvo y numerosos trozos de pared cayesen al suelo repiqueteando a causa del viento contra la armadura de Cole, Trebek hacía lo propio apuntando hacia los Desangradores de Khorne. Prácticamente sin que le diera tiempo a reaccionar, pese a haber conseguido esquivar una de las grandes balas bolter, uno de ellos había sido neutralizado y había sido devuelto al inmaterium con su ensangrentado cuerpo acribillado por parte del Expiador.

Por su parte, el bibliotecario hace uso de sus poderes psíquicos para invocar un grupo de proyectiles de pura energía eléctrica y disforme que sobrevuelan el campo de batalla directos hacia el Marine del Caos al que ha disparado Leinad, a la vez que también dispara sobre él, y aunque el proyectil acaba impactando contra la pared, los rayos sí parecen dañar al parapetado traidor. Sin embargo, cuando éstos desaparecen y la torre ya no resplandece en esta noche que rápidamente se os viene encima, en realidad no parece que hayan hecho gran cosa debido a que iba dirigido a sus piernas, pero sobretodo a su sobrehumana resistencia.

Por su parte, Cole vuelve a descargar su bólter sobre el único desangrador que ahora queda en pie, herido de anterioridad por Wolfram, pero el demonio logra esquivar las balas del Adeptus Astartes. Prácticamente a la vez, el Marine del Caos descarga una ráfaga de su bólter sobre Leinad, y aunque la cobertura protege de gran parte de los daños sufridos, el apotecario sufre varios impactos críticos que golpean en extremidades, cuerpo y cabeza, siendo este último el más aparatoso de todos. Sólo gracias a su resistencia sobrenatural consigue mantenerse en pie de una violenta ráfaga que hubiera acabado con cualquiera...

Mientras tanto, en el destrozado portón de la basílica, el traidor de las armas pesadas trataba de quitarse de encima a Korvin. Dejó caer su pesado armamento, haciendo que su cañón automático colgase de unas cinchas en un castado, a la vez que rápidamente desenfundaba una espada sierra de color gris oscuro con partes amarillas. Sin pensárselo, descargó un poderoso espadazo sobre Korvin, a la espera de acabar con el Caballero Gris, pero Korvin ni siquiera tuvo que esquivar el golpe. la espada paso a su lado rugiendo, pero golpeó inofensiva contra la armadura Aegis, rebotando sin siquiera llegar a mellarla. En respuesta, Korvin devolvió el golpe con sendos espadazos, pero sólo uno de ellos dio en el objetivo, golpeando el brazo izquierdo del traidor e impregnando nuevamente la hoja de una sangre tan densa y oscura que casi parece aceite de vehículo.

Por último, antes de que Wolfram pueda reaccionar, el único desangrador que queda en pie se lanza a la carga contra Cole, pero éste consigue parar el negro espadón sin demasiadas complicaciones, y, antes de que pùeda contraatacar, el demonio es abatido por los disparos del tecnomarine que lo convierten en polvo ante los mismísimos ojos de Cole. Podría haberle dado a él, tal vez, pero no ha sido así.

En definitiva, ya no quedan desangradores, aunque aun existe la amenaza tanto del marine de armamento pesado como del apostado en la torre...

-¡Trebek! -grita el Justicar por el vox del comunicador, más por el momento y la situación que porque esté enfadado, mientras señala el torreón con su alabarda-. ¡Acaba con aquel malnacido!

El tipo es...resistente, sin duda. Pero no parece que vaya a suponer una amenaza sin poder usar su pesado cañón. Claro que, se me puede complicar la vida si aparecen más. Debo acabar con él cuanto antes.

Vuelvo a atacarlo con todo, antes o después caerá. Me distrae un instante la oscilación en los signos vitales de Leinad, pero me obligo a centrarme de nuevo.