Partida Rol por web

Nada más entrar escucho una ráfaga de disparos hacia nosotros, creo que yo era el objetivo de dicha ráfaga pero, pese a la sorpresa inicial y a la propia ventaja que tenía. Ninguno de sus disparos da en el objetivo. Obviamente el Emperador Protege y yo soy uno de sus elegidos, no me cabe la menor duda. Miro a Korvin antes de teleportarme a la posición del enemigo y darle el mercido castigo que se merecen los cobardes como él, que incapaz de atacar de frente prefiere usar el subterfugio para hacer daño a los que protegen el trono dorado.

Me quedan claras las intenciones de Cole, por lo que mi curso de acción queda limitado a ir al frente. Aunque no es que eso sea una mala idea ni me cause aprensión.

Con un destello desaparezco de mi posición y mi espada cae sobre el hereje. La posición no es idónea, pues intento no quedar perfecto en la linea de fuego de los cuatro enemigos que quedan a mis espaldas, por lo que difícilmente acabaré con el marine del caos. Pero No pienso permitirle destrozarnos con sus bólteres.

-¡Escuadra! ¡Entrad y arrasad!- grito por el comunicador, dando vía libre al resto de mis compañeros. Ya no hay problema en que entren disparando a todo lo que se mueva.

Antes de que terminéis de decidir la forma de actuar, se escucha una ráfaga en el interior del edificio. Tras adentrarse en éste, habéis perdido de vista tanto a Korvin como a Cole.

Tras la ráfaga de disparos en el interior, el Justicar abre comunicación con el grupo del interior:

- ¿Todo bien?, informad.

Tras los disparos, y justo antes de que Korvin consiga abrir su comunicación con el grupo del exterior, os llega un mensaje entrante de parte del Justicar:

- ¿Todo bien?, informad.

Como respuesta, Korvin os grita:

-¡Escuadra! ¡Entrad y arrasad!

La planificación se estaba extendiendo demasiado y casi como si les estuvieran leyendo la mente algo pasó en el interior de la basílica. Inmediatamente después de que el Justicar pidiese un informe a Korvin y Cole, este último pidió apoyo en el interior. Tal vez había visto algo desde su posición que el resto pasamos por alto, el caso es que no había nada más en que pensar, simplemente entrar y arrasar.

- ¡En movimiento! -avanzó con el storm bolter en posición de disparo y con la espada Némesis en la otra por si la ocasión lo requería- ¡Imperator nos tueatur...!*
 

Antes de que Cole pudiese contestar ante la propuesta de Trebek de coordinar un fuego cruzado se escucha una ráfaga de disparos dentro de la basílica. Segundos después desaparece Cole, adentrándose en la misma y una transmisión de Korvin de entrar y despejar el lugar. Acto seguido todos se lanzan a la carrera hacia la entrada de la basílica.

Wolfram llega el primero a la entrada, a continuación lo hace Trebek, el cual coloca una mano en el hombro del bibliotecario a modo de preparado y le da una palmada para indicarle que puede entrar. Trebek cubriría sus seis en el momento de entrar. 

Nuestra planificación había sido de todo menos convencional y no habíamos llegado a mas acuerdo que entrar en la basílica y cargar contra nuestros enemigos de frente. Dicho esto y sin dar tiempo a una preparación o nueva proposición, nuestra escuadra de asalto se esfumó de nuestro lado adentrándose en territorio enemigo. Unos segundos después nos solicitaron como apoyo.

- Esta será una gran batalla. "Yo soy el martillo, yo soy la mano derecha del Emperador, el instrumento de Su voluntad, el guantelete que cubre su puño, la punta de Su lanza, el filo de Su espada".

Sigo a mis compañeros al interior de la basílica, ahora solo tendríamos que confiar en nuestra capacidad y la de nuestras almas para acabar con los infieles.

Turno1
Orden de iniciativas:
Cole: 14, Korvin: 11, Marine del Caos2: 11, Marine del Caos1: 10, Skitariis 1-4: 6, Tecnohereje: 6

En un abrir y cerrar de ojos, Cole desaparece y reaparece junto al Marine del Caos que disparó sobre él, y su espada relampaguéa al golpear contra la ceramita de la oscura armadura de su enemigo mortal. Aunque sea un daño mínimo el que el Astartes ha hecho, Cole se da cuenta de que el marine de la legión traidora está visiblemente malherido. Por su parte, Korvin avanza rápidamente hasta una de las columnas de su derecha donde tomar cobertura, y dispara desde ahí sobre el otro traidor. El proyectil bólter impacta en la pierna, reventando la armadura y haciendo que por la grisácea armadura chorree una densa y oscura sangre.

Llegado el turno de respuesta, el marine al que combate Cole deja caer su bólter, y con un rápido gesto desenfunda y arranca su espada sierra. El arma chirría y ruge, pero es incapaz de atravesar la armadura del Caballero Gris, que apenas recibe algún rasguño. El otro, aún estando en peligro en medio de la habitación sin protección alguna, decide descargar su bólter sobre Korvin. La columna le da una gran cobertura, pero la ráfaga es precisa y un disparo va directo hacia su cabeza, desprotegida ante la necesidad de apuntar.

Los humanoides mecánicos, lejos de dispararos, avanzan en dirección al tecnohereje con intención de ayudarle y protegerle. Cuando éste último se levanta, se posicionan en torno a él con sus pistolas de plasma cargadas, pero sin disparar.

Desde su posición, Korvin puede ver como a media distancia entre la puerta principal y el altar hay un puerta a cada lado, ambas metálicas y con el símbolo del aquila imperial sobre un engranaje, situadas junto a unas escaleras de caracol que suben hacia el piso superior. Cole, por su parte, da fe de que esas escaleras suben al piso donde se encuentra, además de que puede ver los accesos a las dos torres desde donde se encuentra, aunque a las mismas se puede acceder también desde el piso inferior.

Para cuando alcanzáis las destrozadas puertas de acceso a la basílica, las ráfagas bólter ya se han escuchado en un par de ocasiones. La nave central de la edificación es una gigantesca habitación de unos 70 metros de largo por treinta de ancho y otros tantos de alto, con una zona en alto en forma de soportales, tanto a izquierda como a derecha, sujetos mediante anchas columnas que cruzan desde el suelo hasta el techo. La planta tiene ventanales arqueados con vidrieras enrejadas, tan sucias y llenas de polvo que no dejan ver nada, casi ni pasar la luz, en tanto que la zona superior tiene amplios parteluces con forma de arco. En ambas alturas, numerosos bancos forrados de cuero están orientados en dirección a un destruído altar, que estaba situado frente a una estatua ahora derruída, pero que presumiblemente hacía referencia al Emperador.

El fondo de la sala es un gigantesco muro de hierro negro. Junto al muro metálico, situados en la zona noroeste, un cuarteto de criaturas, más máquina que hombre, están protegiendo al tecnohereje, rodeándole, con pistolas de plasma listas para ser disparadas. En una de las columnas de la derecha está Korvin cubriéndose de los ataques de un Marine del Caos que está a descubierto en el medio de la nave (A unos 50 metros de la puerta en línea recta, más o menos donde el altar), mientras que Cole se encuentra combatiendo cuerpo a cuerpo con otro traidor en el soportal izquierdo (En la planta superior).

A derecha e izquierda parece que se encuentran los accesos a las altas torres principales que se veían desde el exterior, y a media distancia entre la puerta principal y el altar hay otra puerta a cada lado, ambas metálicas y con el símbolo del aquila imperial sobre un engranaje, situadas junto a unas escaleras de caracol que suben hacia el piso superior.

Orden de iniciativas subsiguientes:
Cole: 14, Wolfram:14, Korvin: 11, Marine del Caos2: 11, Marine del Caos1: 10, Leinad : 9, Trebek: 7, Skitariis 1-4: 6, Tecnohereje: 6, Zorael: 5

Mientras sus hermanos se preparaban para el asalto, Wolfram soltó de su cinturón el aullador y lo instaló en la entrada de la basílica para asegurarse de que nada entraba ni salía por esa puerta sin que se enterasen. Por un lado les cubriría las espaldas ante un posible ataque por la retaguardia, por el otro se aseguraban de que ninguno de los presentes escapaba sin el beneplácito del emperador. Después, avanzó hasta la columna mas cercana para ir comiendoles terreno en dirección al tecnohereje. Lo más probable era que esos traidores acabaran hechos cenizas, como el resto del lugar tras el combate que estaba por venir.

En vez de tener al enemigo a las puertas eramos nosotros los que atravesábamos el umbral para encontrarnos con el enemigo. No solo teníamos que derrotar al enemigo y esparcir sus cenizas por el suelo de este mundo, teníamos que atrapar a un enemigo en particular intentando no matarlo en el intento.

- El Emperador nos guía hermanos.

Concentro mis poderes para transformarlos en una ayuda para mis compañeros. Pero el poder es esquivo y no consigo manifestar la energía en esta realidad. Korvin desaparece durante un segundo y deja a su enemigo solo por el momento, eso significaba que podía realizar un disparo contra el enemigo.

Solo los entrenadísimos reflejos que tenemos los astartes, o al menos los Caballeros Grises, y el entrenamiento con el aparato de saltos me permite esquivar el proyectil que sé que iba a mi cabeza* con un repentino destello, cambiando mi posición. La mayor amenaza son los marines, por ahora, lo mejor será acabar con ellos cuanto antes. 

Cole podrá con el suyo, sin problemas, el resto podremos acribillar al del centro y encargarnos del tecnohereje y sus guardaespaldas.

Disparo al marine.

Una vez el grupo irrumpe en la basílica, Trebek observa primero al cuarteto de individuos que protege al tencohereje:-Se parecen a los miembros del Adeptus Mechanicus, pero con aspecto corrompido. No importa se interponen entre nuestro objetivo y hay que abatirlos.-piensa para sí mismo. A continuación ve a los dos marines del caos, uno disparando a Korvin y el otro había entablado combate cuerpo a cuerpo con Cole. 

Al ver que el Marine del Caos que pelea contra Cole, está muy cerca de él, Trebek decide no abrir fuego para no alcanzar a su hermano. Korvin estaba disparando contra el suyo. Trebek se desplaza a la derecha tras entrar en la basílica para apoyar a Korvin y cubrirse detrás de alguna columna por si los Skitarii del Caos abren fuego. Un segundo después sale de la cobertura y abre fuego sobre el Marine del Caos que dispara a Korvin.

El no nacido trata de atacarme con una de sus impías armas, una serrada, pero poco puede hacer contra uno de los elegidos del Emperador. El caótico ya estaba malherido antes de que iniciara el ataque y me propongo acabar con su miserable vida antes de seguir permitiendo que continúe infectando el suelo que pisa con su presencia. Le ataco con insistencia hasta que caiga, por el trono dorado.

Sabía que la galería era algo grande, así que en la carrera dispuso munición Kraken, con la intención de que si el Astartes Descarriado se ponía a tiro, fueran sus disparos a por él. Nada más acceder se percató de lo comprometida de la situación. El apotecario, con la intención de no tener que curar demasiado a su compañero, y menos aún de tener que extraer la Semilla genética, que luchaba con el Marine Traidor, buscó una buena posición de tiro. Había que ayudarle. Sus pensamientos se habían hecho realidad, y no podía dispara tan mal como las dos últimas veces. Los compañeros habían confiado en su habilidad de fuego, y no lo había hecho demasiado bien, excepto con el "perrito del collarcito".

Cuando empieza a tomar posición de fuego recuerda que tenía un aparatito. El asupex, el "radar" que le hubiera indicado que había y como, pero no había habido tiempo. Una carga a la carrera, con el arma en posición de fuego no permitiría hacer grandes cosas, y ya se había dedicado a cambiar el tipo de munición.

Turno2
Orden de iniciativas:
Cole: 14, Wolfram:14, Korvin: 11, Marine del Caos2: 11, Marine del Caos1: 10, Leinad : 9, Trebek: 7, Skitariis 1-4: 6, Tecnohereje: 6, Zorael: 5

Cole trata de golpear al marine traidor contra el que combate, pero sus esfuerzos son estériles y en sendas ocasiones su espada némesis rebota inofensiva contra la servoarmadura de su contrincante. Mientras tanto, Wolfram coloca el aullador en la puerta principal, para seguidamente comenzar a avanzar hacia una de las columnas de la zona derecha y Korvin desata una ráfaga de su bólter sobre el marine que previamente le diparó a él, aunque sin éxito.

Tras el ataque de Cole, el Marine del Caos que está junto a él responde con su espada sierra, y la misma va perfectamente dirigida hacia la pierna derecha del Astartes mientras el arma ruge y chisporrotea. Entre tanto, el otro marine descarga nuevamente su bólter, aunque esta vez sobre Leinad, que está al descubierto, y las precisas balas vuelan perfectamente en dirección al Apotecario. Si el Caballero Gris no se aparta de la trayectoria, es posible que se reencuentre con el Emperador antes de lo previsto.

En respuesta, Trebek dispara su bólter presado sobre el Marine del Caos que acaba de vaciar su bólter sobre Leinad, y sus pesados proyectiles comienzan a agujerear su cuerpo comenzando por las piernas y acabando por rebentarle la cabeza. Sin que el traidor pueda soltar grito alguno de dolor, la munición explosiva del bólter del Expiador acaba con su miserable existencia dejando su cuerpo convertido en una masa sanguinolenta difícil de identificar, con sus extremidades dispuestas en formas imposibles tumbada sobre un muy oscuro charco de sangre, más parecido a aceite de máquina que a fluidos vitales.

Viendo que entráis a sangre y fuego, y que no tardaréis en avanzar hasta su posición, el Tecnohereje os grita desde la distancia, con una voz metálica, siniestra y estremecedora, más propia de una máquina que de un humano:

- ¡Podréis acabar conmigo, lacayos del Imperio, pero su despertar es inminente! ¡No podréis impedir que el Señor de los Hornos lo reclame! ¡No me cogeréis vivo!