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Una espada contra el Caos [Capítulo I]

Una espada contra el Caos

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31/07/2016, 11:30
Director

Notas de juego

Wolfram sabe que los servidores encargados de la seguridad del hangar son pretorianos, los más temidos de entre todos los servidores, y que suelen ser encontrados protegiendo los templos-fábrica o como guardianes y guardasespaldas de tecnosacerdotes.

Se crean a partir de ADN humano sometido a gigantismo o usando ogretes (Los Ogros del Imperio) como cuerpo base, con orugas o múltiples piernas mecánicas para facilitar la movilidad y apoyo a su inmenso peso. Si bien su temible presencia por sí sola es suficiente para desalentar un ataque en general, también tienen el poder y el armamento pesado necesario para reforzar su temible apariencia. Los pretorianos pueden ser tan grandes o más que un marine espacial.

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Como te he pnjotizado un poco, en caso de que necesites algo de equipo extra que no hayas cogido ya, me comentas por "sólo  director" cuando regreses y lo miramos. En principio, creo que no te haría falta nada extra que no tengas ya en la ficha.

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31/07/2016, 11:36
Director

Notas de juego

Zorael sabe que los humanoides de los tronos de la sala de teletransportación son astrópatas y navegantes, poderosos psíquicos encargados de guiar el viaje disforme y de hacer posible el viaje. Además, conoce también que esos tronos suelen potenciar las capacidades psíquicas.

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31/07/2016, 12:00
Justicar Wulfric Leehan

- ¿Estáis preparados? -Os pregunta, antes de indicar a los tecnosacerdotes que pongan en marcha el sistema que os teletransportará-. Los que nunca hayáis usado un teletransporte quizá os encontréis después un tanto mareados, pero confío en que todo irá bien.

 

Notas de juego

Ninguno, salvo Cole y Korvin, han usado sistemas de teletransporte aún.

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31/07/2016, 13:06
Leinad Ikegar
Sólo para el director

Notas de juego

¿No he conseguido los grilletes?

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31/07/2016, 18:26
Director

Notas de juego

Quizá fuese cosa mía, por no decirte que por poder, podías, pero al estar hablando por el off sobre munición y demás, y al ver que Cole ya lo había puesto en partida, entendí que no los tomabas por el comentario que pusiste de asignarle eso a alguien.

Los demás compañeros me confirmaron si tomaban algo más de equipo, o si estaba bien ya. Creía que lo dabas por finiquitado tu también.

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31/07/2016, 21:15
Leinad Ikegar
Sólo para el director

Notas de juego

Lo que ordenes Sire.

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01/08/2016, 00:29
Zorael Eduh

Es este viaje por la nave una de tantas cosas que demuestra la magnificencia del Imperio del Hombre, son los objetos que en ellas se guarda la inteligencia y la voluntad dadas forma, pero sobre todo es el espíritu combativo de los sirvientes del dios Emperador. No podíamos fallar.

El Emperador protege. Estoy preparado para lo que tenga que ser.

Miro una vez mas hacia las alturas donde los tronos de control psíquico son preparados para que los astrópatas y los navegantes nos envíen a nuestro destino.

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01/08/2016, 20:11
Wolfram Thunderlight

Siguió a sus hermanos por los pasillos de la fortaleza espacial hasta la armería donde tanto tiempo había pasado desde que despegaron. Hizo un gesto a sus compañeros y recito una breve oración por todos los espíritus máquina que albergaba el lugar de modo que sirviesen a su propósito como se esperaba de ellos. Al pasar por el hangar, saludó a sus hermanos del Adeptas Mechanicus a modo de despedida, en especial a los enormes Pretorianos que nunca había tenido ocasión de ver en carne, hueso y metal, recitando una oración por sus almas, deseando que sus destinos volvieran a encontrarse de nuevo en esta nave una vez hubiese acabado la misión y a ser posible con éxito.

Parecía que el Dios Máquina deseara impresionarle antes de emprender su primer viaje a través de las estrellas. El Teleportarium era enorme, había oído hablar de ellos pero cualquier datación técnica se quedaba corta. El binario no era un idioma demasiado dado a interpretaciones del alma o de las emociones, más bien se centraba en aspectos como la cantidad o el nivel de complejidad de un proceso. El tecnomarine colocó su equipo en el compartimento habilitado a tal efecto y tomó asiento en el lugar que le indicaron, siguiendo las pautas que los servidores le marcaban, sintiéndose un auténtico agraciado al poder utilizar un artefacto tan complejo, así como unido al universo y las tecnologías que albergaba.

Finalmente, el Justicar les preguntó si estaban preparados, a lo que contesto con un leve asentimiento de cabeza mientras oraba. Era un auténtico viaje espiritual, esto era mucho más que una misión, sería la primera de todas las que el Emperador le encomendase hasta el fin de sus días.

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01/08/2016, 22:51
Trebek

En la armería Trebek tuvo ayuda del Justicar Leehan para colocarse la mochila de suministro: comprobó que la mochila seleccionase correctamente la munición que contenía. Con una serie de ajustes, con la ayuda de los servidores, sincronizó un receptor en la mochila con el comunicador de su casco para seleccionar mediante voz el cambio de munición. Cuando tuvo bien instalada la mochila, antes de coger el bolter pesado, comprobó el estado de la pistola bolter y la espada némesis. Ambos se encontraban en perfecto estado y colocó ambas armas en el lado izquierdo de su cinturón. A continuación cogió el bolter pesado e insertó el conducto en ristre de la munición de su mochila. Tiró del percutor y vio como saltaba una bala. Todo estaba listo.

Una vez hubo terminado se encaminó, junto al resto de sus hermanos hacia la sala del teleportador. El Justicar Leehan le dio a todos una serie de instrucciones sobre como proceder en el teleportador y todos se colocaron en posición. A continuación Leehan les deseó buena suerte y buen viaje, los vería en tierra:-El Emperador Protege!.-gritó Trebek antes de que la energía del teleportador lo transportara a Scelus.

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01/08/2016, 23:31
Cole Angron

Aseguré mi equipo y agradecí la ayuda del Justicar a la hora de afianzarme el arnés. Nunca estaba de más llevarlo y apenas pesaba, por lo que no restaba movimiento y podría ser bastante útil. Cada uno éramos responsables de nuestro propio equipo, y el hecho de que no se nos indicara cómo proceder a la hora de escogerlo en la misión era una muestra de madurez que cada uno de nosotros tenía que aprobar. Y sinceramente no había una nota positiva o negativa a priori, pues cada misión sería diferente y aunque tuviéramos entornos parecidos, nos haría falta un equipo diferente. Y aprender a valorarlo era parte de nuestra instrucción. Si el Justicar o el Hermano-Capitán nos llevaban de la mano como niños jamás nos convertiríamos en verdaderos marines. Solo llevaríamos el nombre y la vergüenza de no aceptar ni hacer frente a nuestras decisiones. Tampoco era cuestión de acaparar todo lo que estuviera a nuestro alcance, por que sobrecargarse era igual de absurdo que no llevar un equipo mínimo. Somos marines al servicio del Emperador. Y debemos actuar como tales.

La sala era conocida para mi, los efectos también. Sólo quedaba esperar a que el entorno cambiara de repente al lugar de la misión, y eso iba a pasar en cualquier momento. La carga eléctrica producía un sonido peculiar, que iba "in crescendo" hasta que al final nos abarcase por completo y nos... "expulsara" en la superficie. Mis hermanos empezaron a proclamarse al emperador y yo asentí con la cabeza. El Emperador protege. Nosotros lo glorificamos con nuestra lucha. Y hoy, comienza la nuestra.

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02/08/2016, 00:24
Leinad Ikegar

A la frase de todos, de la típica respuesta, el apotecario respondía como era costumbre: - El emperador protege. Y tras hacerse con todo su equipo, revisarlo dos veces, y colocarlo según el reglamento se puso a rebuscar unas cadenas con grilletes que le habían comentado que estaría cerca de sus cosas pero no era capaz de localizar.

No esta impresionado por los mastodontes que allí se albergaba y se habían cruzado. Había participado, como novicio en la creación de algunos, ya que era su función aprender y ser capaz de dirigir toda la operación. Ya llegaría el día en que ese puesto, el de dirección de operación, tendría que ser ocupado por el Hermano Ikegar, pero aún con la esperanza de ellos, no tenía, ni por asomo, ningunas ganas de ello. El tener que ser el "enterrador" en vida de un compañero de armas, de un hermano de batalla, significaba que habían reconocido su incapacidad para recomponerle o curarlo. Habrían salvado su vida, pero de aquella manera.

La armería no era el sitio favorito de Leinad, y sólo pasaba por allí en los periodos de mantenimientos personales de sus armas y cuando hacían los recuentos de munición tras los tiros de adiestramiento. Prefería el olor aséptico de apothecarión o estar en las salas de convalecencia que entre la grasa y el olor a nitrato de dextrosa de los proyectiles, las estanterías de armas o incluso los bancos de pruebas de fuego. Incluso como arma, no sabía porqué, pero prefería la lucha cuerpo a cuerpo. En su hombrera, alguien le había otorgado un libro, como ejemplo de saber y conocimientos, pero también lo había atravesado con una espada. No se consideraba bueno luchado cuerpo a cuerpo, pero igual, con su habilidad para la cirugía, encontraba lugares estrechos donde colar sus armas para dañar al rival.

Parecía un novato. Realmente lo era. Estaba ansioso por empezar, nervioso por la misión y deseaba poder demostrar a la Hermandad que era un digno miembro de esta. El capítulo tendría que estar orgulloso de él ... o no sería un digno hijo de este.

Tras el rezo pertinente, el cual no consideraba en lo más mínimo adecuado, se puso el casco. Era un hombre de ciencia. Un hermano que seguía las pautas del Amado Emperador de abandonar misticismos y cultos, pero el Dios Máquina había sido reconocido hasta cierto punto y tolerado, así que, sin gana alguna, hizo lo propio para ponerse el casco y revisar el sistema de comunicación:

- ComCheq Justicar, apotecario Ikegar informado y comprobando sistemas de comunicaciones.

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02/08/2016, 13:46
Korvin Valkban

No falta nada, estamos a punto de comenzar nuestra primera misión. Por fin. Hace ya mucho que me siento preparado, ahora es el momento de demostrarlo. Además, aunque el entrenamiento y la preparación son básicos y vitales...toda fuente que se consulte coincide en lo mismo: nada como la experiencia sobre el terreno.

Asiento al justicar cuando revisa mi equipo, todo en su sitio, y me descubro sonriendo cuando menciona el leve mareo. Es cierto que puede pasar pero con un par de teleportaciones aprendes a compensarlo. Y aunque no sea así, somos marines espaciales. Es más, Caballeros Grises. Un leve mareo no es nada.

-El emperador protege.- respondo a mis compañeros cuando comienza el viaje.

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02/08/2016, 14:47
Narrador

 


 

A medida que se aproxima el momento del salto se va incrementando la energía que circula entre las máquinas situadas alrededor de la zona de teletransporte, y chispas y pequeños rayos vuelan a vuestro alrededor detonando de generador en generador.

El ambiente se carga rápidamente con un fuerte aroma a ozono, a la vez que disminuye gradualmente la iluminación de la sala a causa de que el sistema se encuentra acumulando potencia, hasta que finalmente sólo queda iluminada el área encerrada por el doble círculo donde todos vosotros os encontráis.

Una especie de esfera luminiscente os envuelve, y el vibrante sonido de la electricidad moviéndose a gran volocidad a vuestro alrededor os indica que debéis prepararos para el inminente salto.

En ese momento, uno de los humanos sentados sobre un trono comienza a recitar una letanía, con su marchita voz resonando alto y claro en la habitación, la cual es seguidamente respondida por vuestro Justicar.

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02/08/2016, 14:48
Astrópata

- Sin oscuridad, no puede haber luz...

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02/08/2016, 14:48
Justicar Wulfric Leehan

- Tenemos un propósito.

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02/08/2016, 14:48
Astrópata

- Sin mentira, no puede haber verdad...

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02/08/2016, 14:48
Justicar Wulfric Leehan

- Tenemos un propósito.

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02/08/2016, 14:49
Astrópata

- Sin guerra, no puede haber victoria...

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02/08/2016, 14:50
Justicar Wulfric Leehan

- Tenemos un propósito.

Cargando editor
02/08/2016, 14:50
Astrópata

- Sin muerte, no puede haber sacrificio...