Partida Rol por web

El relato de como os adentrais en las nieblas...

La noche es fria en estas altitudes, y el guerrero de la naturaleza Garel, sabe que si no encuentra un refugio dentro de poco se quedara con los huesos entumecidos y terminara muerto en algún lugar siniestro para las bestias de la noche que le llevan acosando desde hace unas noches. Todavia las puede escuchar detrás suyo, aunque siempre se alejan a cierta distancia cuando enciende un fuego o se encuentra a otra gente, aunque se atreviera a decirselo a alguien más, estás seguro de que poco serviria, pues las criaturas se esconden en la noche como tu lo harias en medio de la foresta. Pero no te das por vencido, pues en uno de los arboles has encontrado las marcas que suelen hacer los leñadores para avisar donde está una de las casas donde se cobijan en el invierno. Pronto puedes ver las luces acogedoras, cuando un aullido especialmente espeluznante recorre la noche...

Notas un fuerte dolor de cabeza, estás rodeado de una oscuridad completa, sientes frio en tus huesos doloridos por la caida... Poco a poco los recuerdos llegan a tu cabeza. En un momento que bajastes para comprar los bartulos para sobrevivir en el invierno te encontrastes con una pequeña cabaña, al parece habitada por una familia que vive de la leña del bosque cercano. Parecian gente amable, y decidistes despues de hacer trueques con el padre de la numerosa familia, aceptar su copa de alcohol artesanal... Para tu desgracia es poco más lo que recuerdas, y cuando intentas levantarte te encuentras que tienes unas ligeras ataduras.

De repente oyes varios sonidos de arrastrar los pies a tu alrededor, además de un gemido de dolor que al parecer viene de una garganta humana, tus ojos pueden ver en la oscuridad pero en esta tan completa eres tan ciego como todos los mortales...

Respiro profundamente tratando de sacarme de encima la ansiedad. Me digo que debo mantener la mente calmada si quiero salir con vida de esta. No es el momento para sacar conclusiones precipitadas ni para maldecir mi desdichada suerte. Trato de evitar sonreir para mi mismo recordando mi propio nombre, una pena que Suerte y Muerte solo tengan una letra de diferencia.

Trato de incorporarme y moverme alrededor mientras forcejeo levemente con las ataduras tratando de aflojarlas. Algo ocurrirá. Al fin y al cabo no me pusieron el nombre por nada.

Me dirijo hacia las luces, apretando el paso, llegado el momento corro sin mirar a tras en un desesperado inento por llegar a la casa...

Llegas al frente de la casa en poco tiempo, mientrás que los aullidos parecen alejarse, sonries otra vez estas libre de las bestias de la oscuridad, escudriñas las tinieblas en la busca de cualquier rastro de las alimañas, pero se ocultan bien y no se dejan ver, es algo que ya sabes, pero te gustaria poder terminar esta caceria de pesadilla. Por la ventana puedes ver a una familia, están comiendo alrededor de la mesa. Sientes el frio helador en tus huesos, tienes que decidir si entrar o encontrar otro refugio en medio de la ventisca.

Te levantas en medio de la oscuridad, el ambiente es humedo y se respira con algo de dificultad. Avanzás un momento, trastabillando mientrás que intentas volver a recuperar el equilibrio pisas algo que parece un charco de agua, aunque podría ser cualquier cosa, y rezas por que no sea alguna cosa de la que te imaginas. Las cuerdas que te atan las muñecas pronto ceden a tu fuerza, y te las masajeas, en tanto un dolor de cabeza te hace que te la rasques, tocandote un chichon en la cabeza provocado por una caida, ese maldito  bastardo te ha engañado totalmente, te rascas una costra de sangre seca que te quitás. Al pensarlo se te pone una pequeña mueca, y ahora estas encerrado en este lugar, sin tus pertenencias al parecer, aunque ha tenido la consideración de dejarte algo de ropa. De repente notas como algo se mueve por el suelo terroso de la cueva, no estás solo, ya lo habías comprendido, lastima que ahora parece que se hayan dando cuenta de que tú estas en su territorio, y tu estás completamente desarmado...

Trato de parecer lo mas inofensivo posible, me quito el sombrero y golpelo la puerta a modo de llamada y trato de pasar (si es que esta abierta) si no espero a ser atendido...

¿Así que estoy jodido y desarmado? Mal asunto. Comienzo a caminar alderedor tratando de guiarme por mi oído. Me ha parecido escuchar a otras voces humanas, quizás si llego a encontrar a alguien más encerrado en este lugar sea capaz de averiguar donde estoy y porque me han traido aquí.

Trás llamar cordialmente a la cabaña, ves movimiento en la mesa, y como el hombre se separa de ella y se acerca. Trás unos momentos notas como la puerta se abre unos cms y ves un ojo escudriñandote, una voz algo bronca te dice:- ¿Que quieres a estás horas de la noche señor? Que sepais que no tengo nada de valor, excepto el fuego de mi casa y provisiones para este duro invierno, pero os aseguro de que si intentais quitarmelas por las malas- Notas un brillo acerado de un hacha a los pies del buen hombre- No soy de los que se achantan ante nadie.- En tanto te parece escuchar las voces contenidas de la mujer y el hijo presentes.

-Por favor buen señor, solo quiero un sitio caliente donde pasar la noche, no tiene por qué temer de mí... Tengo unas monedas con las que compensarle por cualquier molestia que pueda ocasionarle.

Pongo cara de pena y modulo la voz, para parecer lastimero.

Aguzas el oido, en los gemidos pareces reconocer la lengua de Barovia, tu lengua natal, por lo que te acercas a la persona que está lamentandose. Trás unos momentos de ceguera total, pareces reconocer las formas de las paredes, o a lo mejor es simplemente que tu imaginación te esta jugando una mala pasada, de vez en cuando, tienes la sensación que te vigilan y que algo se mueve en la oscuridad. los lamentos y quejidos se oyen de vez en cuando, y es por eso que te es facil seguir el rastro.

Aconstumbrado ya a la oscuridad, notas que de un bulto arropado en trapos es de donde brotan los lamentos, la respiración bronca de la figura envuelta, te hace recordar a la de un animal herido, y te preguntas sino estara enfermo de algun terrible mal. No parece haberse percatado, o no quiere percatarse de tu presencia.

Me arrodillo al lado de la figura y la sacudo con delicadeza posando la mano en su dorso con una actitud casi paternal.

-¿eh, eh, amigo, te encuentras bien?-

El hombre sopesa tus palabras, y al no ver la minima doblez en ellas y tu aspecto cansado, abre las puertas de par en para que puedas entrar al interior de su casa, al entrar y cerrar la puerta. El hombre que es un tipo de montaña robusto y con una barba larga castaña con algunas canas en ella, se disculpa diciendote apesadumbrado:- Perdona, pero en invierno en la montaña se llena de indeseables y yo tengo una familia que cuidar, bienvenido al calor de mi hogar, me llamo Jonas, mi esposa Elisa y mi hijo Jonathan- Señalando a la mujer que calladamente hace un pequeño amago de saludo, y el chico la imita-Mujer, preparale un plato, que estara hambriento, y tú Jonathn, preparale  algo de vino caliente con miel, para que entré en calor.-En cuanto lo ordena el hombre, los dos habitantes ayudan sin rechistar y pronto tienes la mesa preparada para comer y algo de beber caliente. El hombre se sienta en la mesa y cogiendo su jarra dice:- Bueno cuentame ¿Que te ha traido a estas alejadas montañas?-

Al arrodillarte el bulto se gira hacía a ti, la manta que le cubre se cae y descubres la cabeza del ser. Es humano, o al menos lo parece a pesar de que la piel esta llena de fango y se le ven pustulas y horribles desfiguraciones, su pelo le cae a mechones, con unos ojos hundidos que te miran fijamente con horror y con algo horrible en ella, el hambre. Empieza a mascullar en algo incomprensible, como intentando recordar las palabras, pero al final lo recuerda y su sonrisa se ensancha:- Tú tambien eres alimento, ganado, ganado¡¡¡ganado nuevo!!!- y al terminar el grito la cosa se lanza hacia tí cogiendote con fuerza que le trae la desesperanza el brazo con las dos manos.

Sorprendido por la reacción del hombre le propino un tortazo espontáneo y no precisamente suave para que se calme, a veces he visto como ha funcionado con soldados que entraban en shock.

Master: has acertado tira daño ^^